HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy se nos ocurre viajar en la máquina del tiempo hacia los primeros años de actividad fonográfica de la legendaria y aún vigente banda progresiva italiana PREMIATA FORNERIA MARCONI: más específicamente, nos ponemos a echar un vistazo a su disco en vivo “Cook” (también publicado como “Live In U.S.A.”), original de fines del año 1975, so pretexto de la reedición deluxe que coprodujeron Manticore y Esoteric Recordings en formato de triple CD en el año 2011, repitiéndose una segunda remesa en el año 2014. El primer volumen de esta meticulosa reedición contiene el disco en vivo en cuestión con su repertorio y mezcla originales: ‘Four Holes In The Ground’ /
‘Dove... Quando... (Parte 1)’ / ‘Just Look Away’ / ‘Celebration’ / (Including ‘The World
Became The World’) / ‘Mr. Nine ‘Till Five’ / ‘Alta Loma Five ‘Till Nine’. Pero es en los otros dos volúmenes donde está el mayor atractivo de esta reedición pues va más allá de la traducción de una nostalgia de vinilo a una modernización en CD: resulta que ambos volúmenes recogen conjunta e íntegramente el concierto en el Central Park de Nueva York que el entonces quinteto de Franco Mussida [guitarras y voz], Flavio Premoli [teclados, acordeón y voz], Mauro Pagani [flautas, violín y coros], Jan Patrick Djivas [bajo, pedales bajos y coros] y Franz di Cioccio [batería, percusión y voz] brindó el 31 de agosto de 1974, en el contexto del Schaefer Central Park Music Festival. La cosa es que la edición original de “Cook” combinaba temas tocados en este concierto con otros que se tocaron en un concierto realizado en el Convocation Hall de Toronto, Canadá, 9 días antes. Ahora disponemos de un testimonio completo del evento neoyorquino, lo cual sirve como evidencia más cercana de lo que es la magia de un momento específico de la historia del grupo. Como dijimos unas líneas más arriba, este disco en vivo se publicó originalmente bajo dos títulos distintos y con portadas diferentes: “Live In U.S.A.” fue el título del LP publicado por el sello italiano Numero Uno mientras que el título “Cook”, con su correspondiente portada alucinante de un guiso de serpientes haciéndose con el calor directo del sol, procede de las oficinas del sello Manticore. Y de paso, para hacer las cosas más fáciles para el mayoritariamente angloparlante mercado internacional, aparecía firmada por el nombre de las siglas PFM.
Desde la época de “Photos Of Ghosts”, su primer disco anglosajón, el grupo gozaba de los beneficios que traía el que dos sellos se preocuparan por publicar sus obras en los mercados italiano e internacional en simultáneo. Cuando aun contaba con la alineación de Mussida, Premoli, Pagani, Di Cioccio y el bajista Giorgio Piazza, el quinteto soñaba con proyectarse allende las fronteras del mercado italiano cuando Greg Lake, en el contexto de una gira europea de EMERSON, LAKE & PALMER, quedó encantado con la propuesta del grupo y le propuso firmar un contrato de grabación para Manticore, el recién fundado sello del triádico monstruo británico. De paso, bajo el patrocinio del mismo Lake, el poeta Peter Sinfield (viejo socio de Lake durante sus días en el primer KING CRIMSON) fue convocado para aportar letras en inglés, las cuales mayormente iban por lo que las Musas inspiraban a Sinfield en el momento y no tanto una traducción de las letras originales. “Photos Of Ghosts” fue publicado en octubre de 1973 incluyendo canciones selectas de los dos primeros álbumes del grupo (“Storia Di Un Minuto” y “Per Un Amico”, de enero y de noviembre de 1972, respectivamente), añadiéndose el instrumental ‘Old Rain’ y dejando casi totalmente intacta la versión original de ‘Il Banchetto’. Con los primeros conciertos en tierras británicas, el quinteto no tardó mucho en llamar la atención de la prensa del Reino Unido (elogiando sus composiciones y su virtuosismo, aunque también diciendo algunas frases paternalistas sobre lo bueno que era el grupo a pesar del problema de que son italianos cantando en inglés). Con todo, fue en los EE.UU. y en Canadá donde el grupo obtuvo sus mayores ventas anglófilas: de hecho, ‘Celebration’ fue un hit como lo había sido un año y medio antes su precedente italiano ‘È Festa’. También se abrieron puertas a escenarios europeos diversos, como el caso de a edición del Festival de Montreux y Zurich. Para el caso del segundo disco angloparlante de PFM, “The World Became The World”, éste fue publicado por Manticore en simultáneo con su equivalente italiano “L’Isola Di Niente” (por Numero Uno, como siempre) en marzo de 1974, tras sesiones de grabación que se alternaban entre los famosos Advision Studios de Londres y los Fonorama Studios de Milán, el mayor presupuesto logístico del que había dispuesto hasta entonces la gente de PFM en su propio país. ‘Is My Face On Straight’ (su primera canción con letra directamente hecha en inglés) es la canción común en ambas versiones mientras que la inglesa contiene una canción más, la fastuosa balada sinfónica homónima, equivalente de ‘Impressioni Di Settembre’: dicho sea de paso, nosotros, en lo particular, apreciamos más esta nueva versión inglesa porque tiene arreglos más pulidos, una mayor producción de sonido y una línea vocal mejor focalizada junto a las bases instrumentales. Para entonces, Djivas era el nuevo bajista de la banda. Ya a fines del año 1973, el grupo sentía la necesidad de fortalecer y reavivar su esquema sonoro; en el contexto de un concierto en el local Altro Mondo en Rímini, Di Cioccio quedó impresionado por el versátil estilo jazz-rockero del que hacía gala el entonces bajista de AREA, el Sr. Djivas, nativo de Francia pero residente en Italia desde varios años atrás. Tras bambalinas, ambos músicos hicieron un jam que fue el preludio a la invitación a Djivas de parte de Di Cioccio para que reemplace a Piazza en las filas de PFM, cosa que el bajista aceptó de inmediato con enorme entusiasmo.
Fue en el contexto de la gira de promoción de “The World Became The World” que se recogió el material de “Cook”: repasemos ahora el repertorio de los volúmenes 2 y 3 de la reedición deluxe. ‘River Of Life’ da inicio a las cosas omitiendo el preludio de corte renacentista guiado por el encuadre de guitarra
clásica, espineta y flauta para ir de frente al breve interludio rockero (ahora prólogo) donde
el violín, la guitarra eléctrica y el teclado establecen un minúsculo patrón incandescente
con el férreo apoyo de la dupla rítmica. Ya el cuerpo central – que incluye
otro pasaje de tenor renacentista en el siguiente interludio – se encargará de
plasmar fehacientemente el talante reflexivo sobre la brevedad de la vida terrenal
mientras se desarrolla su hermoso y evocativo núcleo melódico. Las cosas habrán
de pasar a una dimensión más extrovertida y celebratoria con el arribo de ‘Four
Holes In The Ground’ una de las piezas más destacadas de “The World Became The
World” (lo mismo vale para su versión original ‘La Luna Nuova’ en “L’Isola Di
Niente”). La fluida combinación de estilizaciones barrocas, colores folclóricos, vivacidad rockera y clacisismo orgánico es manejada con excelsa pulcritud por el grupo a través de los tres motivos principales, culminando todo con una coda rotundamente electrizante. ‘Is My Face On Straight’, la tercera canción pautada para este concierto, fue la primera canción de los PFM cuya versión
original ya estaba en inglés, siempre con el aporte del Sr. Sinfield: con una letra cáusticamente inmersa
en la sátira social en torno al problema de los propulsores y las víctimas de
los estereotipos humanos, el grupo aprovecha la ocasión para dar rienda suelta
a sus inquietudes jazz-rockeras dentro de la aún permanente estrategia
prog-sinfónica. Este tema puede, en retrospectiva, ser apreciado como un
anticipo de lo que se venía para los tiempos del siguiente disco de estudio “Chocolate
Kings” pues el dinamismo particular que insufla la dupla rítmica al armazón
instrumental global tiene más afinidad con las líneas de trabajo de unos RETURN
TO FOREVER que con las de unos YES o GENESIS. El talante fusionesco también se
hace sentir en las cadencias que Mussida emplea para sus momentos de solo de
guitarra, aparte del cariz folclórico que implementa el
acordeón de Premoli. El grupo se siente cómodo entrando a todo galope en esta área
expresiva mientras expande la pieza con refrescante soltura: de hecho, hay una cita de la penúltima sección instrumental de la canción ‘Per Un Amico’ en uno de los viajes que el grupo arma durante el último tercio de la pieza, la cual supera los 17 minutos de duración a través de su propio meollo. Djivas explica: “Teníamos características distintivas en nuestro sonido tales como una gran energía y una fuerte actitud para la improvisación. Teníamos un enfoque inglés en la elaboración de las estructuras de nuestras canciones pero un enfoque americano y elástico a la hora de tocarlas en vivo.”
La órbita introspectiva del concierto se inicia con la única canción cantada en italiano en todo el evento y que nunca tuvo
su correspondiente versión inglesa: la balada pastoral ‘Dove... Quando... (Parte
1)’, la cual mantiene aquí su aureola romántica envolventemente etérea con la que fue concebida originalmente. Con todo, hay
un detalle revelador sobre los nuevos aires musicales que por entonces soplaban
en el cosmos de PFM: la introducción de piano eléctrico se desprende de
la estructura original de madrigal y más bien desarrolla vibraciones jazzeras,
muy al estilo de lo que hacía Chick Corea en los dos primeros discos de RETURN TO FOREVER. El momentum romántico prosigue con ‘Just Look Away’ (versión
inglesa de ‘Dolcissima Maria’ de “L’Isola Di Niente”) con un intermedio creado desde el elegante y bien
delineado solo de guitarra clásica a cargo de Mussida: esta pieza ostenta un
señorío monumental a través de las sobrias ilaciones que articulan el continuum
de los varios parajes melódicos que se van sucediendo. Los matices mediterráneos e impresionistas se van entrelazando a través de un
generoso espacio de 3 ½ minutos. Con un delicado golpe de efecto en los últimos acordes de este solo se abre la puerta para el arribo de ‘Just Look Away’, balada representativa del sinfonismo mediterráneo que es parte de la marca de la casa. El nuevo solo
breve de sintetizador que funge de prólogo exhibe una esencia italiana
cautivadora. Por su parte, el motto perpetuo de
flauta que dirige el camino hacia un apasionado cierre mientras se disipa el canto de Di Cioccio al alejarse del primer plano y caminar hacia su batería halla un efectivo refugio en el crucial encuadre del órgano Hammond y la batería para motivar el efecto dramático deseado en el grand finale. El detalle de la efímera coda que desemboca
en la retoma de uno de los parajes que habían formado parte del previo solo de
guitarra clásica es el lazo que cierra completamente esta experiencia particular dentro del concierto. 13 minutos de pura gloria contemplativa en clave progresiva,
13 minutos de esos que solo pueden proceder de la mente colectiva de PFM.
Tras este clímax de introspectivo éxtasis tiene que llegar un nuevo momento para encender la llama del rock y hacerlo con ritualístico entusiasmo, algo de lo cual se hace buen cargo el quinteto al ejecutar el electrizante tema ‘Mr. Nine ‘Till Five’, que en su versión original era el instrumental ‘Generale!’ dentro del segundo álbum de la banda: ahora transformado en ‘Mr. Nine ‘Till Five’ y cantada por Premoli, tiene una letra satírica sobre la vida vacía y trivial de los oficinistas y burócratas en torno a quienes gira la vida de todas las grandes urbes, un microcosmos risible y patético del macrocosmos mecanisista y deshumanizante encarnado en la gran ciudad. La banda está totalmente inmersa en los efluvios incandescentes de su propia hoguera musical por lo que la canción es ejecutada con exultante intensidad y exaltada velocidad. Eso hace más complicados el manejo de los variantes tempos y cambios de ambiente que se desarrollan en un espacio de menos de 5 minutos pero estos virtuosos
salen, cómo no, tremendamente airosos de tan compleja faena. El largo instrumental ‘Alta Loma Five ‘Till Nine’, compuesto exclusivamente para la gira, está diseñado para coronar la furiosa jovialidad de ‘Mr. Nine ‘Till Five’ de una manera más expandida y con un desarrollo de mayores espacios para los respectivos lucimientos del mágico Mussida y el versátil Pagani. Todo comienza con un jam jazz-rockero afín al modelo de MAHAVISHNU ORCHESTRA sobre un esquema rítmico lento y sereno, siendo así que los ornamentos del melotrón y el piano eléctrico brindan un contrapeso, a veces de sutileza, a veces de apéndice, para con el rol protagónico de la guitarra. Recién en la frontera del séptimo minuto entra en acción el violín de Pagani y lo hace guiando a la atmósfera reinante hacia un dimensión un poco más moderada, lo cual permite que las florituras del bajo y el piano eléctrico (para nada ostentosas) se hagan notar un poco más antes de que la guitarra se una al violín en la línea del frente. El ápex decisivo de ‘Alta Loma Five ‘Till Nine’ emerge a partir del minuto 11 con la emergencia de una línea de bajo inspirada en la canción ‘Heaven On Their Minds’ de la ópera rock Jesus Christ Superstar: a partir de allí, el violín de Pagani asume total protagonismo explayándose en manierismos varios mientras sus compañeros coquetean abiertamente con el estándar del hard rock de aquella vieja escuela. Ahora la cosa parece un auténtico híbrido de CURVED AIR y DEEP PURPLE... hasta que Pagani se queda solo para seguir viajando por su cuenta. El cierre llega con el grupo en pleno remodelando una cita de la famosa Obertura de Guillermo Tell del maestro Gioachino Rossini, completando así las vibraciones explosivas que se habían desarrollado cohesivamente en estos últimos minutos del concierto. Tenemos aquí una versión 4 minutos más larga que la que apareció en el vinilo original. Por supuesto, las ovaciones del impresionado y estático público también son explosivas, total armonía mística entre artistas y oyentes.
Pero aún queda más, de hecho, quedan 17 ½ minutos más, los cuales están ocupados por la secuencia de ‘Celebration’, un extenso solo de batería donde Di Cioccio muestra su dimensión sobrehumana y el estribillo instrumental de ‘The World Became The World’ como epílogo definitivo. Por supuesto, la manera en que el grupo metamorfosea el ritmo de la tarantella dentro de una cadencia blues-rockera planteada con incandescente energía más los consabidos ornamentos progresivos que usualmente entran a tallar, el grupo vuelve a conquistar los corazones y las mentes de los asistentes, un encanto que se hace todavía más contundente cuando entra a tallar el generoso solo de batería. Más bien, el epílogo que trae la aplicación del motif de ‘The World Became The World’ plantea un efectista viraje hacia una ambientación señorial. Todo esto fue lo que nos mostró como indicio en “Cook” en aquel año 1974 y lo que se nos muestra en el nuevo milenio como testimonio completo, el auge de PREMIATA FORNERIA MARCONI en el mercado rockero internacional, el logro de la meta que se habían trazado desde los días de “Photos Of Ghosts”. Cerramos esta retrospectiva con las palabras del mismo Franz di Cioccio respecto a lo que significó para el grupo asó como para toda la escena progresiva italiana este periodo de PFM de 1973 a 1974: “Se nos veía a los italianos simplemente como tocadores de mandolinas y comensales de espagueti. Hasta entonces, el tipo de música popular que habíamos exportado era la de Caruso, la canción ‘Volare’ y las figuras eran Gina Lollobrigida, Rodolfo Valentino y gente por el estilo. Ser parte de una escena internacional como un grupo de rock progresivo procedente de Italia para ocupar un lugar en los charts de Gran Bretala y de los EE.UU. significó que podíamos iniciar una aprciación del talento musical italiano. PFM nunca tocaron un estilo de música rock que fingía ser anglosajona, siempr defendimos nuestro propio estilo y nuestras propias raíces. la música de PFM es y todavía es una especie de música progresiva que también incluye nuestra propia personalidad musical.”
Muestras de “Cook”.-
Alta Loma Five ‘Till Nine: https://www.youtube.com/watch?v=8N_1FGIM_Wk
(Dedicamos esta retrospectiva a la gente que integra el foro Grupo Progresiva 70s con todo nuestro aprecio y toda nuestra gratitud.)