Sunday, March 09, 2025

RAINBOW FACE: la cruzada del rock progresivo estadounidense en medio de las ruinas


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión prestamos atención a la localidad de Portland, Oregón, para toparnos con el grupo estadounidense RAINBOW FACE, cultor de una interesante modalidad de rock progresivo ecléctico y experimental, y autor del álbum “Enjoy This Ruin”, el mismo que fue publicado el 6 de diciembre del pasado año 2024. La alineación de RAINBOW FACE consiste en Jake Rose [guitarras y canto], Salvador Altamirano-Farrell [teclados y sintetizadores], Connor Reilly [batería] y Dominique Reveneau [bajo]. Los orígenes de RAINBOW FACE se remontan al año 2015 y fue recién en el año 2020 que el grupo pudo cncretar su disco de debut “Stars’ Blood”; en aquel entonces, el grupo operaba como un trío que no conseguía tener un baterista permanente. Mirando al tiempo presente, el material contenido en “Enjoy This Ruin” fue grabado en varias sesiones organizadas en el estudio Quartertone Recording, estando el bajista Reveneau y Colin Doherty a cargo de las labores de producción e ingeniería de sonido. El cuadro que ocupa el centro de la portada es de la autoría de Yui Sakamoto, mientras que el propio Altamirano-Farrell se hizo cargo del diseño gráfico. Bueno, veamos ahora los detalles estrictamente musicales del disco en cuestión.
 

Las cosas se inician con ‘Left Behind’, canción que, tras un inicio un tanto denso que coquetea con lo tétrico, revela un cuerpo central razonablemente ágil que refleja un vitalismo grave donde se da una inaudita confluencia entre los paradigmas de BENT KNEE y RESISTOR; también hay algunos elementos extra del ZAPPA de inicios de los 80. A mitad de camino, la pieza da un viraje hacia una parsimonia grisácea donde parece que opera un dramatismo latente; éste va haciéndose explícito mientras avanza el crescendo bajo la doble guía de la batería y la guitarra, gestándose así un epílogo electrizante. ‘Automation’ sigue a continuación para cumplir con la misión de expandir los recursos de sofisticación musical y vivacidad expresiva de la banda, dando como resultado una especie de monstruo ágil que parece sacado de un taller clandestino de los AHLEUCHATISTAS para que sea remodelado por BLACK MIDI tras pasar varias horas escuchando discos de PAK y THE CARDIACS. En el mismo desarrollo de su cuerpo central, la canción se sitúa en un punto intermedio entre lo amenazante y lo jovial, siendo así que un breve interludio de talante sigiloso aporta un interesante recurso de variedad al entramado sónico. También hay un breve swing pseudo-circense que anticipa la extremadamente neurótica coda. El tercer tema del disco se titula ‘Virus’ y es también el más largo del mismo con su espacio de casi 8 ¼ minutos. Tras un prólogo denso y deconstructivo, el ensamble arma un motif reconocible sobre un medio tiempo que permite poner un sólido dramatismo al canto inherentemente solemne. ¿Cómo sería algunas de las composiciones más sofisticadas de los BLACK SABBATH de 1974 si se trastocara en manos de los KING CRIMSON de 1973 y, después de eso, fuese transportada hacia un área de interacción entre los estándares del stoner y del brutal prog del nuevo milenio? Como esta canción, efectivamente. Aunque su complejidad es menos ostentosa que la de la canción anterior, recibe los ecos de su señorío. Dos cénit sucesivos para el repertorio. ‘My Crusade’ es una canción más asertiva que las dos anteriores, manteniendo la garra expresiva mientras aporta un nuevo fulgor al motif central y a las bases melódicas que lo sostienen. Eso sí, el pathos ácido sigue incólume.
 

‘Borders’ parece centrarse un poco más en lo reflexivo y lo melancólico mientras los guitarreos van centrándose en las escalas y riffs y los teclados arman unas orquestaciones de cierto tenor cósmico. La ingeniería rítmica tiene una actitud evocadora que se hace sentir a través de la abundante rabia rockera que caracteriza a la esencia grupal. La dupla rítmica juega varias veces con ingeniosos esquemas sincopados, ya sea en las partes contenidas, ya sea en las más musculares. En algún momento emerge desasosegado solo de teclado que parece querer destruir cualquier trazo de añoranza que le precedió... aunque ésta regresa en los acordes finales de la guitarra. Cuando llega el turno de ‘Ransom’, el grupo ahonda un poco más en esta exploración de áreas reflexivas mientras trabaja con grooves complejos. La arquitectura planteada por la batería y las inteligentes líneas del bajo impulsan al bloque global por un meticulosamente perfilado crescendo que termina conquistando una explosiva cima jazz-progresiva con retoques Crimsonianos. También hay confluencias peculiares con SEVEN IMPALE y ELDER. Otro culmen del repertorio. Durando poco más de 8 minutos, ‘Drown’ es la segunda pieza más extensa del repertorio y también es la encargada de cerrarlo. Su característica principal es que se deja llevar por la faceta más propiamente lírica del ideario estético de la banda, la cual se instala principalmente en las escalas de piano que marcan el centro temático. No faltan los pasajes ostentosos de rigor, pero sí es evidente que el ensamble se acerca más que nunca al estándar de la tradición prog-sinfónica. Esta canción buen pudo ser una composición perdida de ECHOLYN que pasó por el filtro de una pesadez ácida propia de SUN COLORED CHAIR mientras acoge algunos traqueteos Yessianos. No teniendo una intensidad igual que la de cualquiera de las dos canciones precedentes, funciona muy bien como broche final del álbum. 
“Enjoy This Ruin” es el ítem con el que hemos conocido a RAINBOW FACE y nos ha causado tan buena impresión que recomendamos encarecidamente una investigación en todo el material que este excelente joven grupo estadounidense tiene publicado. Por lo pronto, señalamos a este disco como parte de lo mejor que se ha publicado en el área del rock progresivo a fines del año 2024 y lo recomendamos para cualquier buena fonoteca dedicada al rock artístico. 
 
 
Muestras de “Enjoy This Ruin”.-
Automation: https://rainbowface.bandcamp.com/track/automation

Thursday, March 06, 2025

CAUSA SUI: la fuente de inspiración para el álbum de estudio #13



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la ocasión de presentar el nuevo trabajo del grupo danés CAUSA SUI, el cual está conformado por Rasmus Rasmussen [teclados], Jakob Skøtt [batería y percusión], Jonas Munk [guitarras] y Jess Kahr [bajo]. “From The Source” es el disco al que nos estamos refiriendo, siendo el decimotercer trabajo de larga duración de esta banda fundada en la localidad de Odense en el 2004. El Paraiso Records se encargó de publicar este disco tanto en vinilo (formatos negro y verde-amarillo) como en CD, el 28 de junio del pasado año 2024. El propio guitarrista Munk se encargó de la ingeniería de sonido en las sesiones de grabación, además de los ulteriores procesos de mezcla y masterización. El baterista Skøtt, por su parte, es el autor del arte gráfica. La gente de CAUSA SUI apostó por realizar una labor particularmente sofisticada para celebrar su vigésimo aniversario de existencia, en la cual no sólo salieron al mercado 13 trabajos de estudio, sino también algunos discos en vivo y un par de cajas con sesiones improvisadas; pero bueno, concentrémonos ahora en los detalles de este disco del 2024. 


‘Sorcerer’s Disciple’ inicia el rumbo de las cosas con un despliegue de llamativa vivacidad por vía de un ágil jam cuyo groove se sostiene solventemente sobre vibraciones propias del rock clásico, las mismas que cuentan con un substrato jazz-rockero. Lo que suena aquí es algo que muy bien hubiesen elaborado los DEEP PURPLE de 1974-75 si hubiesen contado con el bajista de BLACK SABBATH y con la guía espiritual de HAWKWIND. Hay pasajes estratégicos donde la musculatura grupal aumenta a fin de gestar ciertos clímax bien perfilados mientras el swing sigue cubriendo las bases de la instrumentación colectiva. Sigue a continuación una pieza más reposada titulada ‘Dusk Dwellers’, la cual se asienta sobre un swing de blues eléctrico. La situación es idónea para dejar que los fraseos de la guitarra y las ingeniosas líneas del bajo vayan llenando espacios con sobriedad a medida que el núcleo firme de la composición se vaya reforzando. Una vez más, tenemos el empleo de la estrategia de insuflar momentáneos incrementos de energía rockera que, dentro de la ingeniería temática, ensalzan el vigor grupal antes de que el epílogo aterrice sobre un terreno más introspectivo. La primera mitad del repertorio se cierra con su segundo tema más extenso, el cual se titula ‘The Spot’ y dura alrededor de 9 ½ minutos. El esquema central de esta pieza se enfoca primordialmente en la senda de sofisticación refinadamente muscular que la gente de CAUSA SUI usualmente convierte en su faceta más fastuosa. Eso sí, hay que matizar que el grupo sabe llevar este lado ostentoso con adecuadas dosis de templanza expresiva, dejando que las texturas sean tan importantes como los trazos melódicos dentro de su ingeniería sónica. La sección final ostenta un temple sereno mientras se apoya en un ingenioso juego de síncopas armado por la dupla rítmica. En general, notamos algunas conexiones estilísticas con GILA y el aspecto más relajado de AMON DÜÜL II, aunque no cabe duda que el ensamble sabe estructurar su particular vigor dentro de su armazón de herencias.

  

Toda la segunda mitad – más exactamente, 24 minutos y pico – está ocupada por ‘Visions Of A New Horizon’, ambiciosa suite que consta de siete partes. Desde sus instancias iniciales emerge un prólogo envolvente que parece hacer gala de un embrujo flotante, siendo así que el grupo sabe cómo darle un tenor expectante a su esquema sonoro. Una vez pasado el prólogo, el grupo arma un jam intrépido que nos remite por igual al paradigma de NEKTAR y al de AGITATION FREE con sus oportunas dosis de space-rock: ésta combinan la garra propia de lo lisérgico con el refinamiento esencial del discurso progresivo, estando éste, a su vez, impulsado por las vibraciones jazz-rockeras empleadas por la batería en varias instancias. Alrededor de la frontera del séptimo minuto, las cosas viran notoriamente hacia una ceremoniosidad Floydiana con ciertas afluencias kraut-guitarreras. Ahora estamos en.el terreno de la gravedad señorial pertrechada por una augusta distancia contemplativa, la misma que genera variadas dosis de suntuosidad. Más adelante, el grupo gesta un crescendo psicodélico firmemente impulsado por una batería muy vitalista. El epílogo marca una parsimonia aguerrida y señorial, aterrizando en una coda de guitarra que completa el círculo. Así es como el grupo decide concluir éste, su decimotercer trabajo de estudio. Con una intensiva trayectoria fonográfica de discos de estudio y en vivo desde el año 2005 que el colectivo de CAUSA SUI tiene tras de sí, “From The Source” es el disco del año 2024 que les permite sostenerse con firmeza dentro de la avanzada rockera de su país. Bastante recomendable, sin duda. 


Muestras de “From The Source”.-

Tuesday, March 04, 2025

Un simulacro progresivamente real de los noruegos CLOUD PEOPLE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy viajamos al escenario rockero escandinavo y nos topamos con el grupo noruego CLOUD PEOPLE, el mismo que ha publicado su disco “Simulacra” en el primer día de marzo del recientemente fenecido año 2024... O sea, hace poco más de un año. La edición se hizo en CD y en vinilo por vía de Apollon Records. Este sexteto conformado por Andreas Sørensen Hauge [bajo y sintetizador bajo], Benjamin Mekki Widerøe [saxofón y teclados], Filip Mekki [teclados], Fredrik Mekki Widerøe [batería, guitarra y teclados] y Morten Olsen [guitarra, guitarra barítono y teclados] practica un híbrido de space-rock, electrónica y jazz-rock dentro de un encuadre progresivo donde conviven la versatilidad y el vigor expresivo. El sello Apollon Records se encargó de publicar este disco de debut de CLOUD PEOPLE en vinilo, pero también está disponible en formato digital desde el blog de Bandcamp del grupo. Cabe indicar que conocemos a algunos de estos músicos por su membrecía en SEVEN IMPALE. Para este disco, el colectivo contó con la colaboración de la cantante Amalie Holt Kleive. El rol de productor de 
“Simulacra” fue cumplido por Njål Paulsberg, mientras que DJ Teebee se hizo cargo de la masterización. Hay monólogos insertados en varios temas, a veces sonando como testimonios personales, otras veces como reportes periodísticos: es un recurso que acentúa el enfoque musical de CLOUD PEOPLE. Bueno, repasemos ahora los detalles del repertorio aquí contenido.    

 
‘Simulation’ inicia el rumbo de las cosas con el ruido de una máquina activándose, una ceremoniosa voz femenina haciendo un anuncio, y finalmente, la instauración de un cuerpo central que se caracteriza por fusionar estándares del nu-jazz y del space-rock progresivo con fundamentos electrónicos. La reinante vivacidad es manejada con un sagaz juego de síncopas mientras la pieza despliega su colorido particular en inspiradas maniobras de soltura melódica. A partir de aquí, emerge la dupla de ‘Chemtrails’ y ‘Area 91’ con el fin de expandir los esquemas de trabajo sónicos del ensamble. El primero de estos temas mencionados sigue activando el dinamismo constante de la pieza inicial a fin de aumentar la dosis de una vivacidad que sigue reinante mientras el esquema grupal alumbra un incrementado señorío. El solo final de saxofón es particularmente hermoso. En el caso de ‘Area 91’, se trata de una sólida exploración jazz-rockera que se amolda muy bien a la estrategia space-rockera diseñada para la ocasión. Los artilugios oníricos son manejados con suma elegancia a través de la bien perfilada gracilidad en curso. Hay un aspecto cinematográficamente trágico en el uso de un monólogo cerca del final. Durando casi 7 minutos, ‘Hollow Moon’ es la segunda pieza más extensa del álbum. Su esquema expresivo se orienta hacia lo ceremonioso mientras arropa la cálida sencillez de su núcleo temático con un aura aristocrática, la cual resulta bastante idónea para persistir en la ambientación general del tema precedente. El rol del saxofón consiste principalmente en guiar la mayor parte de dicho núcleo temático mientras la batería da robustez al groove sereno. El armazón general de la instrumentación guarda un carácter mayormente orgánico en consonancia con la espiritualidad contemplativa de la composición misma. Tenemos aquí un cénit del repertorio. ‘Project Blue Beam’ vira hacia una agilidad frontalmente extrovertida que establece nexos familiares con OZRIC TENTACLES y QUANTUM FANTAY. Las agitaciones luminosas del motif central se sienten muy orgánicas a través de los múltiples usos de teclados digitales, especialmente en el sereno interludio que añade una sana variedad al asunto.
 
‘Pandora’s Hoax’ es el tema más largo del repertorio con su espacio de 8 minutos y pico. Bajo este simpático título emerge una pieza que ensalza y capitaliza el modernismo vivaz ya plasmado en la pieza precedente para elevarlo a una dimensión más fastuosa y muscular. He aquí el encuentro entre aquel mundo de los TANGERINE DREAM de la fase 1978-82 y un híbrido contemporáneo de NECROMONKEY y GHOST TOAST. Las variaciones de groove que tienen lugar ayudan a la ingeniería sónica a incrementar el opulento dinamismo de este otro cénit del álbum. Cuando llega el turno de ‘Element 115’, el grupo regresa de lleno a la lógica jazz-progresiva con fundamentos de nu-jazz, la cual había equipado a la logística sónical primer tema. Poniendo énfasis en lo extrovertido, la aureola celebratoria se mantiene de manera consistente. El cierre del disco lo trae ‘Cover Up’, tema cuya misión principal consiste en transportar la faceta space-rockera del ensamble hacia una exultante magnificencia. La solvente elasticidad de la batería permite que todos los demás instrumentos vayan saltando en perfecta consonancia sin perder el foco melódico. Todo esto fue lo que se nos brindó el año pasado desde los cuarteles de CLOUD PEOPLE; llega un poco tarde esta reseña, pero queda claro que 
“Simulacra” es un trabajo que vale la pena disfrutar en medio de la amplia gama de propuestas musicales que surgen continuamente de la escena vanguardista escandinava. He aquí un simulacro progresivamente real de parte de los noruegos CLOUD PEOPLE. Llega un poco tarde esta reseña, pero todos los elogios que hemos escrito sobre los temas contenidos en “Simulacra” son honestos; este disco es bastante recomendable en cualquier fonoteca dedicada a la vertiente progresiva y otras expresiones eclécticas dentro del inmenso valle del rock contemporáneo.
 
 
Muestras de “Simulacra”.-
Chemtrails: 
https://cloudpeople1.bandcamp.com/track/chemtrails

Saturday, March 01, 2025

La crisálida jazz-progresiva de STEAM THEORY

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy viajamos un poco atrás en el tiempo, al mes de noviembre del pasado año 2024, para toparnos con el más reciente trabajo de STEAM THEORY, el proyecto de rock progresivo y jazz-fusion de la multiinstrumentista y compositora Jessica Denkevitz. El disco en cuestión se titula “Chrysalis” y allí ella se hace cargo de las guitarras, los bajos, los teclados y las programaciones de ritmos, pero también cuenta con los apoyos ocasionales de la guitarrista April Cox y de Ori Boker a los teclados. Hay ocho composiciones nuevas en “Chrysalis” además de nuevas versiones de dos viejos temas originalmente aparecidos en “Enduring Delirium”, el disco de debut del año 2010. Conocimos a Jessica como Jason cuando descubrimos a STEAM THEORY por el disco anterior “Passages” del año 2020, pero ahora es una mujer transgénero. La propuesta musical es la misma de siempre: un esquema de trabajo versátil donde las proyecciones más refinadas del rock y el jazz-rock se expresan bajo liberales pautas progresivas tanto en las ideas compositivas como en los arreglos. Denkevitz se hizo cargo de las labores de mezcla del material contenido en este disco, mientras que el ulterior proceso de masterización estuvo en manos de Maria Triana.

La pieza homónima abre el disco con un sólido despliegue de fulgor sónico. En efecto,  ‘Chrysalis’ se centra en la maquinación de aires exóticos de tenor mesoriental tanto en el centro temático como en el esquema rítmico. Las labores de la guitarra eléctrica brindan un vigor especial a esta manifestación de masivas vibraciones fusionescas: es algo que muy bien podría haber formado parte de un álbum de STEVE HACKETT de los últimos 14 años. Sigue a continuación ‘Journeys’ a continuación y lo hace con una manifestación de estilizadas sonoridades gráciles que se apoyan cómodamente sobre la consistente fluidez del armazón rítmico. El vitalismo de esta pieza se apoya también en un exhaustivo uso de dinamismos exóticos de inspiración asiática, pero esta vez hay una gracilidad más refinada que permite el afloramiento de una mayor dosis de densidad en la exhibición de magia musical. También hay ciertos pasajes donde la garra de los guitarreos y la suntuosidad de los teclados elevan todo a una envolvente majestuosidad. Primer cénit del álbum. ‘Equinox’ se orienta por una senda expresiva más calmada mientras refuerza el factor jazz-rockero de STEAM THEORY. El enfoque sonoro de este tema se sitúa en un punto intermedio entre los DIXIE DREGS de fines de los 70 y LIQUID TENSION EXPERIMENT, siendo así que la exuberancia propia de la ingeniería rítmica ayuda mucho a resaltar el señorío inherente a la composición. Con la dupla de ‘Sol’ y ‘Cosmic’ se nos sigue ofreciendo estrategias musicales variadas. El primero de estos temas mencionados tiene un esquema melódico que gira en torno a las escalas y figuras de la guitarra acústica, estando los teclados a cargo de complementarlas mientras asegura un foco bien definido para las orquestaciones. El ambiente general es ensoñador, incorporando algunos matices de inquietud por vía de ciertos ornamentos sintetizados estratégicamente ubicados. Cuando entra a tallar la guitarra, la fastuosidad progresiva se explicita cordialmente y hace que el bloque instrumental se torne más resplandeciente. ‘Cosmic’, por su parte, exhibe un viaje prog-sinfónico donde el lirismo reinante impone delicadamente su firme gobierno a través de todos los motivos que se van sucediendo. Lo que suena es como un híbrido de YES y HAPPY THE MAN que se manifiesta a través de una traducción de los colores iluminados del mundo en el lenguaje de la música.
 
‘The Djinn’ es un ejercicio de espiritualidad ceremoniosa dentro del discurso jazz-progresivo donde se destaca unos de los más brillantes solos de guitarra de todo el disco. El esquema rítmico ostenta, a través de sus variaciones de swing, un porte radiante, logrando impulsar una creciente fastuosidad con las oportunas dosis de intensidad. ‘Impressions’ es más calmado, conectándose estilísticamente con la primera mitad de ‘Sol’. Las sobrias florituras del bajo sin trastes apuntalan eficazmente los índices temáticos que se van explayando a lo largo del camino. Cuando llega el turno de ‘Something’s In There’, Denkevitz hace una revisión enérgica con amplios matices místicos de una composición que ya había aparecido en el primer disco. La musculatura de los riffs y solos de guitarra realza las augustas vibraciones vertidas por los ornamentos y orquestaciones de los teclados. También hay algunos aires de tenor levemente space-rockero que permiten a la pieza acoger algunos retazos de afable extravagancia. ‘Coterie’ es un moderadamente alegre ejercicio de musicalidades progresivas activadas por ligeros tintes jazz-rockeros. Lo que suena aquí tiene ciertas confluencias con los últimos discos solistas de DARRYL WAY, así como también tiene estrechas conexiones con un NICOLAS MEIER en su faceta más extrovertida. El último tema del repertorio es también el encargado de cerrarlo; se titula ‘Sword Runner’ y dura poco menos de 10 ½ minutos; además, es la segunda revisión de material viejo. Lo percibido aquí es una mesuradamente exuberante exhibición de índices melódicos que son manejados dentro de una peculiar cruza entre los mundos de CAMEL, GORDIAN KNOT y el PAT METHENY GROUP de los 80. A poco de pasada la frontera del séptimo minuto, las cosas se tornan un poco más filuda,  pero las claves melódicas siguen ostentando sus cristalinas policromías. El pasaje epilogar elabora unas vibraciones épicas que, tras un fulguroso vuelo, aterrizan en una zona serena que se evapora en un fade-in. En fin, todo esto fue lo que se nos brindó en “Chrysalis”, una obra magnífica que refuerza la posición del proyecto STEAM THEORY como un importante punto de referencia para la avanzada del rock progresivo estadounidense de nuestros tiempos.