Ahora que se va acabando julio, regreso a este blog para hablarles de “Concierto De Evocación Sonora Para Conjunto Instrumental”, segunda obra fonográfica de SENOGUL, banda española que encarna una de las propuestas más sólidas de progresivo contemporáneo. Después de ofrecernos con su homónimo disco debut de 2007 un catálogo de exquisito eclecticismo donde convivían el sinfonismo, la fusión y la psicodelia, “Concierto De Evocación Sonora Para Conjunto Instrumental” surge en 2009 como todo un deleite de magnífica envergadura; un disco portador de una magia peculiar donde el grupo luce tanto su lucidez perceptiva de las raíces sónicas más íntimas como su sapiencia arquitectónica sobre la articulación musical.
El hecho de que el quinteto haya contado con una cantidad enorme de colaboradores y que no haya seguido una pauta estructural común en todos los temas de repertorio sirve para dar forma definitiva al rico viaje sonoro que el grupo había proyectado para este segundo disco. Elementos de World-music, fusión y ambient son los más recurrentes en esta magistral ejercitación de evocaciones sonoras que ora se muestran envolventes, ora se tornan sugerentes, ora se explayan en recursos oníricos y surreales. ‘Itamaracá’ abre el disco con una cálida candidez apoyada en el acordeón y el saxo barítono, siendo así que un reprise del mismo tema con solo de acordeón habrá de cerrarlo. En el ínterin, nos encontramos con estupendos despliegues multicolores. Hay temas de talante predominantemente percusivo en los que se exploran inquietudes ritualísticas y celebratorias, como en ‘Siete Lunas (La Canción del Nómada)’ y ‘Terra–Terreiro’. También tenemos un tema como ‘Swaranjali (Sangama Mantra)’, cuyo prólogo y epílogo se focalizan en un motivo de cítara, mientras que buena parte de su cuerpo central está ocupada por un lento motivo psicodélico en el que unas guitarras sutilmente crimsonianas aportan un eficaz aire de grisácea densidad, nada chocante. 'De Nooijer' comienza con un ambiente etéreo, portador de una melancolía espacial que finalmente aterriza en un clímax sinfónico calmo y envolvente. ‘En Permanente Estado de Vigilia’ y ‘Lughnassad’ prácticamente son encarnaciones puras de lo ensoñador, la suave y misteriosa liviandad del flujo pensante humano al servicio del sonido, recursos musicales vanguardistas dispuestos como telas de sábanas que arropan nuestras mentes en ese inescrutable limbo que llamamos mundo.
“Concierto De Evocación Sonora Para Conjunto Instrumental” es un disco hermoso y misterioso, una exhibición sónica frente a la que las palabras son vanas, y con eso incluyo a esta misma reseña que escribe un servidor. Como sea, espero a lo sumo haber llamado un poco la atención de los lectores para así manifestar mi total aprecio por SENOGUL y su obra. ¡¡Totalmente recomendado!!