Tuesday, September 30, 2025

La cuarta transición jazz-rockera de LIGRO en aquel año 2017



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Llega bastante tarde esta humilde reseña, pero llega, a fin de cuentas: lo que nos ocupa hoy es un disco originalmente publicado en 2017 por el sello Demajors, el cuarto trabajo del trío indonesio LIGRO. “Transisi” es el título del disco en cuestión, una exhibición de jazz-rock con mucho carácter enraizado en exploraciones progresivas y psicodélicas que hacen que todo brille con una musculatura muy osada. El material aquí contenido consta de 7 piezas que comparten el título del álbum mismo: todas ellas fueron grabadas en vivo en el Salihara Studio por el colectivo de Adi Darmawan [bajo], Gusti Hendi [batería y percusión] y Agam Hamzah [guitarra]. La gente de LIGRO realizó colectivamente las composiciones y subsiguientes arreglos de los 7 temas de este álbum. Lo que suena aquí fue grabado en sesiones en vivo en el Salihara Studio, estando Danny Ardiono a cargo de la ingeniería de sonido. El mismo Ardino realizó los ulteriores procesos de mezcla y masterización en el 69 Studio. Repasemos ahora los detalles estrictamente musicales de “Transisi”.

‘Transisi 1’ es la miniatura del álbum que, con su espacio de poco más de minuto y medio, hace estallar una implacable dinamita sónica elaborada en una tormentosa cruza entre el jazz-rock deconstructivo y el avant-metal. Una vez pasado ese inquieto fragor, ‘Transisi 2’ despliega un vitalismo más propiamente definido sobre un groove donde los juegos de síncopas garantizan la aseveración de un swing razonablemente saltarín. Las ingeniosas figuras del bajo complementan al 100% de perfección la batería mientras la guitarra va asentando su protagonismo con un calculadamente creciente señorío. Los toques de psicodelia que el trío incorpora a este ejercicio jazz-progresivo hacen que la neurosis reinante se revista de ropajes aristocráticos. Ya un poco más adelante, el trío aumenta su musculatura comunitaria y le da agitaciones renovadoras. Es como si volvieran al frente algunos ecos del incendio masivo plasmado en el Primer ‘Transisi’ mientras se establece nexos fraternos con los paradigmas de ATTENTION DEFICIT y el ensamble compatriota TOHPATI BERTIGA. Esta secuencia de los dos primeros ítems funciona como un posicionamiento impactante para el oyente atento. ‘Transisi 3’ reactiva y remodela los aspectos más frontalmente neuróticos del esquema de trabajo jazz-rockero que es la esencia estética de LIGRO. Exorcizando los fantasmas de Hendrix y de la primera alineación de MAHAVISHNU ORCHESTRA a través de un filtro avant-jazzero, el colectivo gesta una comunión aguerrida y alborotada cuyo señorío se sostiene desde la trastienda del vendaval. Con la secuencia de los ‘Transisi’ Cuarto y Quinto, el trío sigue explorando su dinamismo creativo. ‘Transisi 4’ nos sorprende con una viraje hacia lo sutil bajo un atavío ensoñador que mucho tiene de noctámbulo y algo tiene también de melancólico. Hay una irradiación emotiva que se destila a través de los desafiantes grooves que se van armando en clave de free form a través de una calma que, siendo predominante, sabe incorporar algunos recursos de intensidad sónica en sus últimos minutos. Por su parte, ‘Transisi 5’ exhibe un jazz-rock poderoso que coquetea abiertamente con el prog-metal. Nervio desatado y elegancia arquitectónica se combinan fluidamente a través del intrincado desarrollo temático.

‘Transisi 6’ es la pieza más extensa del repertorio con sus poco más de 10 ¼ minutos de duración. Sus primeros minutos se encuadran dentro de una atmósfera sigilosa y ambientes grisáceos donde reconocemos las trazas ceremoniosamente crepusculares que ya hemos apreciado anteriormente en ‘Transisi 4’. Eso sí, se nota que aquí hay un filo incrementado en las vibraciones psicodélicas utilizadas para dar una intensidad especial a las interacciones de los tres músicos. De hacho, desde poco antes de pasar la frontera del séptimo minuto, se advierte claramente que la pesadez rockera se ha potenciado con un brío contundente. Cabe resaltar el importante rol que cobran los ornamentos armónicos del bajo a la hora de confrontar los fraseos y riffs de la guitarra mientras la intensidad expresiva va en aumento. Los últimos segundos sirven para que la breve coda regresa al clima sigiloso inicial. ‘Transisi 7’ trae consigo el cierre del álbum y lo hace con un ejercicio de jazz-fusion modernista donde los ornamentos tribales insertos en el groove de la batería cumple una función clave para los cimientos emergentes del enclave sonoro. En líneas generales, esto suena como una versión más densa de los elementos fundamentales de ‘Transisi 2’, siendo así que la sección epilogar vira hacia una exultante algarabía rockera donde el nervio inherente al jam suelta sus traqueteos más tortuosos. El epílogo es un ocultamiento reposado tras la catarsis celebratoria precedente. Todo esto fue lo que se nos brindó desde los cuarteles del trío indonesio LIGRO con “Transisi” en aquel año 2017.


Muestras de “Transisi”.- 

Sunday, September 28, 2025

Recuento de la travesía progresiva del grupo japonés NEO ATLANTIS


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy presentamos al grupo japonés NEO ATLANTIS y su disco homónimo “Neo Atlantis”, el cual fue publicado inicialmente en el mercado nacional en el año 2023, y dos años después, el sello brasileño Masque Records hizo una reedición con intención para una distribución mundial y con una nueva portada. La alineación de NEO ATLANTIS consiste en Makoto Shirakawa [piano], Ayako Asano [sintetizadores], Kazuya Okumura [guitarras], Katunori Hamada [bajo] y Hiromitsu Kaneko [batería]. En tres temas de este disco, Megumi Yamachi es quien se hace cargo del piano. Los orígenes de esta banda se remontan al año 2016 en la ciudad de Osaka, estableciendo la misión de cultivar una propuesta de rock progresivo con dirección sinfónica. Como se dijo más arriba, el grupo pudo, tras varios años dando conciertos y un proceso un poco largo de grabaciones en estudio, registrar y lanzar al mercado su homónimo disco debut un par de años atrás en una edición exclusivamente dirigida al público japonés: gracias a Masque Records, “Neo Atlantis” puede tener ahora un alcance internacional. Repasemos ahora los detalles del disco en sí. 
 

‘Sailing Ship Across The Sea’ pone el rumbo inicial a las cosas con una ceremoniosidad fulgurosamente estilizada sobre un medio tiempo: tras un breve preludio de órgano de carácter solemne, el cuerpo central se instala a paso firme haciendo gala de su cristalina ingeniería melódica. Aunque es patente que la guitarra ocupa el rol primordial dentro del despliegue del centro temático, las viguerías del bajo también causan un impacto crucial en el señorío del bloque grupal; también hay un momento en que el sintetizador realiza un solo que obliga al ensamble a asumir una aureola de gravedad desde la que se impulsa un groove más impetuoso, siendo así que al oyente se le revela la dimensión más muscular del ideario de NEO ATLANTIS. Todo regresa al swing original con una actitud sistemáticamente refinada. He aquí un encuentro entre los mundos de CAMEL y YES en conjunción con THE FLOWER KINGS. ‘Empty Heated Battle’ sigue a continuación para dar un nuevo giro de tuerca al vitalismo del grupo, siendo así que desde el mismo punto de arranque, las columnas sónicas de guitarra-teclados y batería-bajo exhiben su capacidad de sostener la solidez del castillo musical que se nos revela. Un pasaje intermedio guiado por el piano pone algo de majestuosa serenidad al asunto, logrando insuflar una oportuna dosis de diversidad al desarrollo temático. ‘Pride Of Warriors’ sigue la misma senda que la pieza precedente con una dosis aminorada de sofisticación progresiva. Los coqueteos con el prog-metal melódico se muestran muy abiertamente, pero la banda se mantiene firme en su senda prog-sinfónica. Cuando llega el turno de ‘Enemy Attack On The Island’, la banda decide establecer un nuevo ejercicio de variedades melódicas, comenzando con un breve prólogo etéreo antes de que unas intensas florituras de piano den inicio a un centro temático tremendamente ágil. A mitad de camino, hay un viraje hacia un ejercicio sinfónico a ritmo de vals que permite al grupo recargar de a pocos sus fuerzas mientras espera que las magníficas florituras del piano regresen con el magnetismo suficiente como para renovar la faceta mágicamente extrovertida de la pieza.

‘Strange Island’ es una pieza diseñada para instaurar una calma relativa a los aires coloridos y suntuosos que se han plasmado regular y tácticamente en la serie de los tres temas precedentes. De hecho, hallamos aquí algunos lucimientos del bajo que nos remiten al tema que abrió el álbum. La agilidad sigue allí, especialmente saltante cuando llega el turno del solo de sintetizador, aunque se nota que la extroversión reinante es más grácil durante los núcleos melódicos plasmados por la guitarra. Los dos últimos temas del repertorio son también los más extenso del mismo: ‘Bermuda Triangle’, que dura poco más de 8 ½ minutos, y ‘Forgotten Forest’, que dura alrededor de 9 ½ minutos. El primero de estos temas mencionados se encarga de remodelar la energía palaciega que signó a las piezas #2 y #3 para que ésta adquiera un vitalismo más vehemente. Mientras esto ocurre, la banda va alternando diversos grooves que oscilan entre lo solemne y lo explosivo. Poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto, todo se detiene momentáneamente para que el piano emerja con unas formas libres delineadas con algunas vibraciones sombrías. A partir de allí, emerge un motif que suena como un encuentro entre los YES de 1983 y los RAINBOW del primer álbum hasta que todo vira hacia una introspección solemne que algo tiene de Floydiana, aunque con el refinamiento romántico propio de lo Genesiano. El minúsculo epílogo explosivo nos recuerda algo de lo que había emergido en los primeros minutos. ‘Forgotten Forest’, por su parte, comienza desplegando un majestuoso despliegue de lirismo reflexivo; entre la guitarra y el piano se reparten, con impoluta fluidez, el llamamiento de las meticulosamente parsimoniosas atmósferas en curso. Un poco más adelante, las cosas se intensifican de una manera que ya nos resulta familiar, haciendo uso de agitaciones estilizadamente graves al estilo de los temas #3 y #4. Para el último cuarto, el piano abre camino a una manifestación de serena candidez de índole Cameliana: el manejo de este motif final es bastante efectivo. A fin de cuentas, es refrescante saber que todavía existen y persisten grupos que se apropian del viejo ideal del rock progresivo sinfónico para darle nuevos aires: éste es el caso de NEO ATLANTIS. 
 
 
Muestras de “Neo Atlantis”.-

Friday, September 26, 2025

El destino final del viaje rockero de DADDY ANTOGNA Y LOS DE HELIO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

En esta ocasión se presenta un disco muy especial por razón de que es más que un simple disco; ante todo, es el testamento final de DADDY ANTOGNA Y LOS DE HELIO. El nombre de este ítem es “Hasta Benín” y fue publicado el pasado 2 de septiembre por el infatigable y heroico sello Viajero Inmóvil. Este ensamble conformado por los bateristas Daddy Antogna y Fernando de la Vega, Nicolás Diab [bajo] y Alan Courtis [guitarras eléctricas y acústicas] servía como un vehículo de renovación artística para el primero de ellos, veterano del rock argentino de los 70 (integró las filas de AVE ROCK en la época de su primer disco, y también formó parte de ORION’S BEETHOVEN, PASTORAL, MADRE ATÓMICA, etc.) que perdió la movilidad del hemisferio inferior de su cuerpo en un accidente. Eso sí, que conste que sus compañeros tampoco eran unos novatos: desde hace tiempo se destaca Courtis en emprendimientos experimentales de diversa índole, mientras que Diab y De la Vega fueron parte de la legendaria banda LAS OREJAS Y LA LENGUA. Este cuarteto debutó en 2009 con “Viva Belice” y posteriormente, en julio de 2012, en el Estudio Van Vliet, Buenos Aires, registró el material que ahora aparece en “Hasta Benín”. En esa ocasión fungió Hernán Calvo como ingeniero de sonido, pero recién en 2023 pudo el mismo Hernán Calvo realizar las labores de mezcla y pre-masterización. La masterización final se hizo en este año 2025 en Studio Titanio en manos de Ezequiel Morfi. En mayo de 2014 falleció Antogna, así que este disco es, además del testamento final de este ensamble, también es la bitácora del último viaje del maestro Héctor “Daddy” Antogna en la nave del ritmo que surcaba los diversos mares eclécticos de toda forma de música popular contemporánea. En este caso particular, el jazz-rock progresivo con inquietudes psicodélicas. No podía ser de otra manera cuando estaba acompañado de mentes jóvenes tan vanguardistamente prodigiosas como las de Courtis, De la Vega y Diab.

Centrándonos en el contenido de “Hasta Benín”, todo comienza con ‘Barboza’, un tema muy vivaz que define su sofisticado curso de acción en base a una cruza entre el jazz-rock y la psicodelia de viejo cuño, haciendo un uso muy elegante del vigor rockero que late continuamente en el seno del ensamble. La diversidad de las atmósferas sucesivas fluye con impoluta naturalidad. Sigue a continuación ‘En Caso De Que Se Avisparen’, una exploración más refinada de las vibraciones jazz-rockeras a las que son tan adeptos los músicos. El bajo ocupa un rol más destacado dentro del entramado sonoro mientras el swing navega sobre los delicados fundamentos rítmicos de la doble batería. Lo que suena nos recuerda, al menos, en parte, al legado de los legendarios INVISIBLE. El solo de guitarra final parece emerger como una explicitación de la urgencia enérgica que se había mantenido muy dosificada hasta aquel momento. La dupla de ‘Radial’ y ‘Al Orzar’ permite al ensamble seguir explorando diversas posibilidades de sugerentes centros temáticos compartidos y señoriales grooves abiertos al eclecticismo sistemático. El primero de estos temas mencionados eleva los recursos de sofisticación rítmica del grupo a fin de establecer una dinámica donde la paleta sonora se amplíe considerablemente; no sólo eso, también hay un manejo más intenso de los contrastes entre los variados motivos que se van hilando. En lo referente a ‘Al Orzar’, tenemos una perpetuación del ejercicio de impulsos progresivos que ya quedaron plasmados en la pieza precedente, pero es de notar que aquí hay un incremento de la garra rockera en los pasajes más animados. En cuanto a los más serenos, éstos se remontan a lo misterioso al modo de una ambientación crepuscular. Hemos tenido aquí dos cénit del repertorio y, de inmediato, llega el tercero, ‘Lee Todo’: durando seis minutos y pico, es la pieza más extensa del álbum. Su espiritualidad vivaz y su armazón de exquisitos arreglos para los advenimientos sónicos exhiben su fulgor inherente con convincente prestancia. A mitad de camino surge uno de los más notables solos de guitarra de todo el álbum y también disfrutamos de un excelso dueto de baterías sobre la siempre sólida base del bajo. La sección final es alegría pura.

Cuando llega el turno de ‘Hermanas Piller’, el cuarteto inicia las cosas con un talante ceremonioso, incluso sigiloso, tanteando atmósferas contemplativas dentro de un cristalino armazón de bien cuidadas sutilezas. No tardan mucho las cosas en virar hacia un dinamismo extrovertido y vivaz que sabe preservar un aura señorial mientras transita los claramente delineados motivos que se van sucediendo. ‘El Monzón’ desarrolla una aureola de algarabía rockera con un norte bien delineado en torno al estándar de la psicodelia progresiva, aunque también hay espacio para el arribo de algunas secciones de índole jazz-rockera. Tal vez se trate de la pieza con más polenta de todo el repertorio. ‘Hervor’ cierra el álbum con un nuevo ejercicio de versátiles diversidades. Todo comienza con una actitud contenida que se parece mucho a eso que se suele designar como post-rock y hacia esa instancia volverá en el epílogo, pero en el medio surge una incursión en la cruza entre el jazz-rock y el math-rock, la cual termina catapultándose hacia una electrizante erupción de metal stoner, un momento muy breve pero bastante impactante antes del arribo del mencionado epílogo. Hasta aquí llegó el trayecto musical de DADDY ANTOGNA Y LOS DE HELIO, al menos, “Hasta Benín”. Los derroches de peculiar magia interactiva y vigor expresivo expresados a lo largo de todos y cada uno de los temas de este álbum hacen de éste un conmovedor testimonio del modo en que los talentos de diversas generaciones hallaron un espacio de comunión musical, una comunión dueña de gran creatividad, la misma que usaron para crear su propia lógica de navegaciones rockeramente experimentales. Un disco tan recomendable como entrañable: ¡Muchas gracias al grosso Antogna por todo!


Muestras de “Hasta Benín”.- 

Tuesday, September 23, 2025

AGROPELTER: la hora actual del prog noruego

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos a AGROPELTER, proyecto de rock progresivo fundado por el multiinstrumentista noruego Kay Olsen: él toca las guitarras, los teclados, el bajo y el órgano de iglesia. “The Book Of Hours” es el nombre del disco debut de AGROPELTER, el mismo que fue publicado por el sello The Laser’s Edge el pasado 25 de julio, tanto en CD como en vinilo. Olsen aparece acompañado por varios invitados: Andreas Skorpe Sjøen (batería), Mattias Olsson (percusión, mellotrón, atmósferas y sobremezclas), Jonas Reingold (bajo sin trastes), Jordi Castella (piano clásico), Eli Mine (clavicordio), Norlene M (cello), Eileen Antu (contrabaho), Luis Vilca (flauta), Hannah Danets (flauta), Zhivago (fagot) y Edgar Asmar (duduk). Vemos en esta lista de colaboradores gente veterana de KARMACANIC, UMPFEL y ÄNGLAGÅRD, y tengamos en cuenta que el líder de WHITE WILLOW Jacob Holm-Lupo es quien se hizo cargo de los procesos de mezcla y masterización del disco que hoy nos ocupa. Olsen cita varias influencias desde las tradiciones progresiva y jazzera (GENESIS, CAMEL, KING CRIMSON, ELOY, VANGELIS, TERJE RYPDAL), así como desde el área de la música académica (RACHMANINOFF, BACH, BEETHOVEN).

El repertorio de “The Book Of Hours” comienza con la dupla de ‘Flute Of Peril’ y ‘Levitator’. La pieza inicial es un pequeño viaje pastoral donde las cándidas líneas de la flauta, acompañadas por una evocadora amalgama de teclados, opera sobre un trasfondo dramático, incluyendo ruidos de tormenta. El pasaje final guiado por la guitarra aporta un elemento suntuoso. A partir de allí, ‘Levitator’ emerge con una fastuosidad ceremoniosa que, tras una fanfarria tenebrosa de sintetizadores, exhibe una agilidad llamativa muy apegada al paradigma de CAMEL con algunos ribetes Yessianos. El factor oscurantista no desaparece del todo, pues se hace presente en algunos pasajes estratégicos, siendo esto un factor que permite a la composición preservar un manejo ágil de las variantes temáticas que se van sucediendo. La sección epilogar vira hacia una arrolladora solemnidad bajo el mando de las solemnes capas del órgano de fuelles.Burial Mound’ varía hacia un registro totalmente distinto: es un ejercicio de jazz-rock con tendencia libre y bajo un ropaje psicodélicamente onírico. Entre los sobrios fraseos de la guitarra y las florituras líquidas de la batería se arma un centro deconstructivo para el armazón grupal en curso. Nos llama mucho la atención la apelación a esta estrategia musical. El resto del álbum está ocupado por la suite homónima, la cual consta de cuatro partes. ‘The Book Of Hours Part I’ es la más larga con su espacio de más de 11 minutos. El pasaje prologar destila aires barrocos a través de un filtro romántico para luego elevarse hacia una instancia cósmica donde confluyen los patrones de los ELOY de la etapa 1976-79 y los GENESIS de la fase 1973-76: así las cosas, el colectivo puede orientar su vigor comunitario sobre un medio tiempo bien sustentado. Alrededor de la frontera del quinto minuto, todo se detiene para que unas sosegadas líneas de piano se hagan sentir en medio de unos ruidos de lluvia, ya más adelante, se impulsa una intensidad romántica para el piano solitario. El puente lleva finalmente a una reanudación de la prestancia suntuosa que había signado a la sección precedente, pero esta vez con una soltura más pomposa. La sección epilogar aterriza en una ambiente ceremonioso donde la suntuosidad previa se atenúa un poco, incluso hay algo de cinematográfico en el armazón sonoro.

‘The Book Of Hours Part II’ prosigue por la senda de magnificencia sinfónica del tema precedente con un enfoque un poco más calmado y algunos matices ligeramente sombríos en las partes más misteriosas del desarrollo temático. La mayor cantidad de las intervenciones de los teclados se antojan Wakemanianas, mientras que los solos de guitarra se inclinan más propiamente hacia la influencia Latimeriana. La Parte III se inicia con la exploración de los aspectos más solemnes del discurso progresivo, apelando incluso a lo introspectivo como sucede en el interludio dirigido por el piano mientras el sintetizador y la guitarra van gestando ornamentos por turnos. Una vez terminado este interludio, la banda desarrolla un pasaje lleno de ímpetu y esplendor palaciego que se sitúa muy cerca del patrón de PÄR LINDH PROJECT. Finalmente, la Parte IV, que dura 9 minutos y pico, encapsula una buena parte de los recursos de suntuosidad y prestancia melódica que se usaron en las Partes anteriores, aunque con el añadido de utilizar algunos subterfugios más modernistas en varios pasajes, así como una agilidad muy particular en la mayor parte de su esquema rítmico. Es como si una composición de KARMACANIC hubiese sido remodelada parcialmente en la fábrica de THE FLOWER KINGS. Para las instancias finales, el ensamble vuelve a refugiarse en su cubículo de proyecciones ceremoniosas en aras de impulsar un epílogo exultante y pomposo. Todo esto fue lo que se nos brindó en “The Book Of Hours”, un atractivo y exultante manifiesto de sonoridades típicamente prog-sinfónicas cuyos recursos de dinamismo y colorido garantizan que será una obra muy elogiada en los círculos de difusión de este género. Bastante recomendable. 


Muestras de “The Book Of Hours”.- 

Sunday, September 21, 2025

SONUS UMBRA: observaciones progresivas sobre nuestros tiempos turbulentos

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy hablamos de “Whiteout”, el más reciente trabajo fonográfico del veterano colectivo estadounidense SONUS UMBRA, el cual fue publicado el 1 de julio del pasado año 2024. Llega un poco tarde esta reseña, es verdad. El centro nuclear de la banda operó con Tim McCaskey [guitarras], Andy Tillotson [batería, teclados, sintetizadores, guitarras y diseño sonoro] y Luis Nasser [bajo, teclados, pedales bajos, efectos y diseño sonoros]. La gente de SONUS UMBRA contó con una buena pléyade de colaboradores ocasionales: Aaron Geller (guitarra), Steve Katsikas (teclados y sintetizadores), Pete Laramee (guitarras), Ramsés Luna (saxofón y wind MIDI), Mattias Olsson (batería, percusión, mellotrón y teclados), Alan Hearton (órgano y teclados), Brian Harris (sintetizadores) y Jeff Larameee (batería). también hay intervenciones narrativas de Maya Kovacevic, Melodie Shaw, Averi Lynn Boyd y el propio Jedd Laramee. Vemos en esta lista nombres asociados a LUZ DE RIADA, ÄNGLAGÅRD, KURGAN’S BANE y LITTLE ATLAS. Fue el sello ProgRock.coms Essentials el encargado de publicar este ítem. Tillotson y Nasser asumieron las labores de mezcla y masterización de todo el material contenido en “Whiteout”. Éste es un álbum conceptual que se centra en la malaria múltiple del fascismo, el racismo y el populismo radical que inunda no sólo a los EE.UU., sino a las naciones contemporáneas, en general. Siendo Nasser el principal compositor del grupo, como ciudadano estadounidense con procedencia mexicana, él tiene un interés cívico muy a flor de piel sobre estos temas. Además de tener un enfoque intelectualmente conceptual, este álbum apela también a lo emocional al modo de una plegaria por que todas esas malarias lleguen a su fin a través de una seria y honesta reflexión sobre lo que significa ser un ciudadano del mundo y tratarse los unos a los otros con dignidad y equidad. Bueno, veamos ahora los detalles estrictamente musicales del repertorio contenido en “Whiteout”.

La secuencia de la primera de las siete partes del concepto homónimo y la tercera parte de ‘Amnesia Junkies’ (las dos primeras aparecieron en el álbum de 2004 “Spiritual Vertigo”) abre el álbum ocupando un espacio de más de 11 ½ minutos. ‘Whiteout Part 1’ brinda una atmósfera de caos urbano con una voz femenina que da instrucciones, armándose en torno a todo eso un armazón instrumental que comienza con un tenor atmosférica y concluye con un epílogo moderadamente suntuoso de tenor sinfónico. Así las cosas, emerge ‘Amnesia Junkies Part 4’, cuyas secuencias narrativas apuntan a los delirios autocráticos de cierto presidente de cierto país norteamericano situado entre Canadá y México (y sus adláteres). El desarrollo temático ostenta una gravead expresiva convincente mientras juega con atmósferas razonablemente tenebrosas; eso sí, el asunto no es oscuro de por sí, pues el enclave instrumental y el swing variado sobre el que aquél se desarrolla portan una agilidad llamativa y poderosa. Lo que suena es prácticamente como el espacio intermedio entre los GENESIS de 1976 y la banda compatriota OVRFWRD. ‘Whiteout Part 2 – Aurumboros’ se orienta hacia un enraizamiento más férreo y rotundo de la dimensión aguerridamente rockera de la visión progresiva de SONUS UMBRA. Coqueteando abiertamente con el prog-metal, el ensamble gesta un viaje musical robusto con varias secciones asentadas sobre vibraciones de metralla expresionista. Los matices aportados por los solos de viento aportan una magia adicional a la ingeniería sónica. ‘Whiteout Part 3 – Veterans Of The Incel Pixel War’ no se distancia mucho de la senda expresiva instaurada por el tema precedente, aunque se nota un par de leves diferencias: el groove tiende a ser un poco más aligerado y el esquema compositivo es un poco más solemne, lo cual permite que los teclados tengan un rol más orquestal en medio del entramado general. ‘Imperfect Ally’ comienza con una introducción de piano cuasi-cabaretesco mientras unos retazos flotantes de guitarra anuncian algo un poco más sombrío... Y, en efecto, poco antes de llegar a la frontera del primer minuto, el espíritu de la pieza se torna más lóbrego mientras preserva su estructura teatralmente distinguida. Una lista de nombres de víctimas de violencia policial concluye la pieza y anuncia un swing de batería desde la cual se empezará a asentar la Cuarta Parte de ‘Whiteout’.
 
Se trata de algo muy especial con ‘Whiteout Part 4 – Incognegro
, pues ocupa un ambicioso espacio de poco menos de 16 ¼ minutos. El swing de batería que estaba en fade-in durante los últimos segundos de ‘Imperfect Ally’ exhibe unas refinadas cadencias jazz-rockeras en base a las cuales el bajo y la guitarra completan un groove colectivo bastante contundente. A partir de allí, la banda elabora un motif que parece una confluencia entre los YES de 1983 y el JEFF BECK de 1989. Ya alrededor del cuarto minuto, todo vira por un breve momento hacia una instancia prog-sinfónica con ligeros tintes prog-metaleros, concretando así una sofisticada exaltación musical. Cuando todo reposa por un instante, una recitación abre la puerta a la pronta emergencia de un nuevo motif extrovertido y señorial donde el bajo ocupa inicialmente el protagonismo, siendo así que el ingreso de la guitarra permite una nueva orientación grupal. La pieza adquiere una soltura incrementada, la cual motivaría algo jovial de no ser por la densidad expresiva que signa a los índices compositivos en curso. Una vez más, alrededor del decimotercer minuto, todo se detiene para que unos efluvios impresionistas de piano surjan en medio de algunos testimonios de vida: el ambiente crepuscular de este epílogo es patente, casi se puede tocar, un mensaje final de humanismo y desesperanza que redondea eficazmente la faena. De manera concluyente, esta maratón rockera ha gestado el cénit determinante del álbum... pero, claro está, todavía hay más. La Parte 5 de ‘Whiteout’ se titula ‘Into The Maelstrom’ y su primera sección está envuelta por una parsimonia introspectiva que, a ratos se siente etérea. El swing cuasi-jazzero de la batería ayuda a mantener esta aureola hasta que, más adelante, llega un momento extrovertido donde todo se anima con eficaz gracilidad. La parte final regresa al recurso de introspección. Llega el turno de ‘Insects Part 4 – Vita Pascitur In Vita’ (las tres partes anteriores cierran el álbum “Snapshot From Limbo” del año 2000) y la gente de SONUS UMBRA reactiva y remodela los aspectos más extrovertidos y suntuosos de su visión musical. Siendo otro culmen del disco, su desarrollo temático despliega solventes niveles de nervio, estilización y versátil encanto melódico. Una vez más, es un pasaje de piano lo que arma la sección epilogar, esta vez, más fulgurosa y traviesa que la que había cerrado anteriormente a ‘Whiteout Part 4 – Incognegro’. La pulcritud del tinglado musical hace honor a la majestuosa labor de composición aquí presentada. 
 
Las dos últimas Partes de ‘Whiteout’ son también los dos últimos temas del álbum: la Parte 6 se llama ‘Anthropocene Blues’, mientras que la Parte 7  tiene el muy significativo título de ‘Epilogue Or Requiem’. 
‘Anthropocene Blues’ tiene el espíritu de un blues-rock, pero tanto su groove como los arreglos implantados en el jam central lo convierten el algo más refinado, incluso con una actitud ecléctica que incluye elementos psicodélicos. Cerca del final, el jam se vuelve un poco más intenso antes de aterrizar en un área noctámbula donde las sombras se asientan con un aura de misteriosa gracilidad. ‘Epilogue Or Requiem’ tiene dos secciones bien diferenciadas: la primera está signada por una espiritualidad bucólica bajo un manto de sinfonismo minimalista; la segunda se explaya en una inquietante atmósfera cinematográfica donde resurgen los ecos de paranoia social que ya surgieron en varias piezas del álbum. En fin, esto fue lo que se nos brindó con “Whiteout” desde los cuarteles de SONUS UMBRA en julio del pasado año 2024, un disco intenso y sofisticado que también apela a la conciencia moral del oyente. Muy bueno este disco, recomendable al 300% (un ciento por cada integrante del núcleo de SONUS UMBRA).
 
 
Muestra de “Whiteout”.-
Whiteout Part 4 – Incognegro: https://www.youtube.com/watch?v=Aeo5nG0Iqm0
Insects Part 4 
– Vita Pascitur In Vita: https://gotsonus.bandcamp.com/album/whiteout-hi-res-24-bit

Thursday, September 18, 2025

La renovada razón rockera de los siempre aventureros KAYO DOT



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos el deleite de presentar la nueva obra fonográfica del veterano ensamble estadounidense de avant-prog KAYO DOT, lanzada al mercado en el primer día del pasado mes de agosto bajo el título de “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason”. La publicación se dio por vía del sello alemán Prophecy Productions, tanto en CD como en ediciones especiales de doble vinilo (blanco y negro marmoleado) y doble CD Deluxe Edition.* Bajo la guía del compositor y multiinstrumentista Toby Driver [guitarras, bajos con y sin trastes, órgano, sintetizador, clarinete, flauta, batería, percusión y voz], la alineación de KAYO DOT se completa con los guitarristas Greg Massi y Matthew Serra, Sam Gutterman [batería, vibráfono y otras percusiones], Terran Olson [clarinete, saxos alto y barítono, flauta y piano eléctrico], David Bodie [gong, crótalos y otras percusiones]  Timba Harris [violín, viola y trompeta] y Jason Byron [voz en el tema #3]. La razón de ser de este undécimo disco de KAYO DOT reside en la celebración del vigésimo aniversario del álbum debut “ Choirs Of The Eye”, lo cual llevó a la convocatoria de la alineación original. El principal compositor del material aquí contenido es Driver, recibiendo aportes de Massi, Gutterman, Serra, Byron, Olson y Harris. Driver es una figura dominante en la gestación de este disco, pues también se hizo cargo de las labores de mezcla y masterización de “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason”, y en el área de las artes plásticas, es el autor de la imagen de la portada. Revisemos ahora los detalles estrictamente musicales del disco. 


Todo empieza con ‘Mental Shed’, una pieza abiertamente inquietante que se apoya en la asociación de bases minimalistas de teclado y recitaciones guturales para proyectar un aura categóricamente fantasmal. El esquema sónico nos remite directamente a los climas de pavor y desconcierto propios de las películas de horror B de los 60 y 70, una atmósfera crepuscular que despliega sus vibraciones infernales para subyugar a los indefensos. De esta manera, se refuerza los índices ansiosos que subyacen a las flotantes agitaciones que se van renovando a paso firme dentro de una persistente parsimonia. La misma estructura de la canción apuesta abiertamente por una lógica de la insistencia en las bases minimalistas antes mencionadas, la cual logra reforzar los exasperantes ambientes que la encuadran junto a los efectos percusivos de los platillos. Acto seguido, llega el momento de ‘Oracle By Severed Head’, un tema radicalmente distinto. Su patrón musical centrado en cruzar el post-rock y el avant-jazz adopta varios matices cinematográficos, los cuales se intensifican mientras la liquidez del esquema rítmico se expande. De esta manera, el ensamble confronta al oyente con un fulgor indefinido y arcano que también tiene mucho de melancólico. En particular, esta iniciativa se siente cercana a lo que hizo KAYO DOT en su periodo 2008-12: un lirismo que, a pesar de no ocultar su núcleo inquietante, sabe expresarse con suma delicadeza en lo que concierne a su estructura sonora específica. ‘Closet Door In The Room Where She Died’ no sólo vuelve de lleno al oscurantismo absorbente del tema inicial, sino que además lo agita con un trágico delirio. El empleo de notas más altas en las armonías del teclado reflejan cabalmente una furia nueva y una exaltación más desaforada: claro está, las tanáticas recitaciones de Byron refuerzan esto último. Los espeluznantes oleajes de la orquestación desatan un exquisito infierno sónico que hubieran llenado de orgullo a UNIVERS ZERO o SHUB-NIGGURATH de haber sido ellos los compositores. 


‘Automatic Writing’ es la maratónica pieza de 23 minutos y pico que se erige como una de las composiciones más extensas de todo el catálogo histórico de KAYO DOT. En su cuerpo central, perdido en medio de un ensueño atrapado en una encrucijada entre el desasosiego y el surrealismo solipsista, las capas de teclados, vientos y cuerdas arman un paisaje enigmático que no omite la proyección de un fulgor indescifrable. Así las cosas, el canto emerge bajo un manto de tristeza mientras trata de articula una especie de exorcismo. Los meticulosamente dispersos golpes de la batería funcionan como ecos de los latidos de un corazón en medio de las sutiles convulsiones que se explayan a través de la densidad reinante. También son sutiles los riffs de guitarra que entran a tallar a poco de pasada la frontera del décimo minuto: éstos cumplen la función de elevar el enclave sonoro hacia una intensificación de los subterfugios etéreos de la composición. Más adelante, para el último cuarto, el fondo musical baja un poco el nivel de intensidad para que el canto y las recitaciones ocupen un lugar más intimista, más cercano al oyente, casi hay un giro confesional en varias de las intervenciones vocales. Pero, el arribo de una tormenta eléctrica amenaza con instigar una nueva fase de arrolladoras inquietudes; la amenaza se queda en un nivel latente mientras la pieza avanza hacia su final. ‘Blind Creature Of Slime’ trae consigo el cierre del repertorio y lo hace con un manifiesto de furia rockera establecido sobre un ingenioso juego de síncopas. La inteligente arquitectura de la composición cobra vida de forma incandescente con la visceralidad invertida en la ingeniería performativa. He aquí la ansiedad más genuina emanada de la tormenta anunciada en ‘Automatic Writing’ y anticipada en los desvaríos cruelmente alucinados de ‘Closet Door In The Room Where She Died’. Todo esto fue lo que se nos brindó con “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason” desde los cuarteles de la ya leyenda viviente del avant-rock estadounidense KAYO DOT. Este disco es un testimonio de la renovada razón rockera que informa y sustenta a su versátil y exigente visión del rock experimental con tonalidades progresivas. Concluimos que se trata de un ítem totalmente recomendable para cualquier fonoteca actualizada de música rock enfocada en cualesquiera modalidades aventureras.


Muestras de “Every Rock, Every Half-Truth Under Reason”.- 


* Esta edición deluxe contiene varios bonus tracks que son versiones instrumentales de tres de los temas del disco, además de otro nuevo titulado ‘Augoeides’. En líneas generales, este tema se puede definir como una prolongación de las inquietantes vibraciones etéreas de la pieza que abre el repertorio.

Monday, September 15, 2025

Las exploraciones avant-progresivas del dúo francés FULGUROMATIC

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos el gusto de presentar al dúo francés de música avant-progresiva ecléctica FULGUROMATIC y su homónimo álbum debut, el mismo que fue publicado por el sello áMARXE Música a inicios de abril del presente año 2025. La edición se hizo tanto en CD como en vinilo. El colectivo está conformado por Paul Cossé [pianos acústico y eléctrico Fender Rhodes, flauta automatizada, flauta de botella, xilófono, percusiones, banjolina y voz] y Lancelot Rio [batería, xilófono, percusiones, guitarras, bajo automatizado, piano acústico, sintetizador silbato y voz]. Todo el material contenido en “Fulguromatic” fue compuesto por ambos músicos, quienes también se encargaron de los procesos de ingeniería de sonido y de mezcla. FULGUROMATIC inició su actividad en el año 2022 y de inmediato iniciaron sus integrantes unas interesantes labores creativas que iban más allá de las dotes de uno como teclista y las de otro como baterista: la logística instrumental de los Sres. Cossé y Rio es utilizada con innegable eficacia a la hora de arreglar y plasmar en el estudio las complejas y eclécticas composiciones congregadas en el disco que hoy nos convoca. Veamos ahora sus detalles.

 
Los primeros 6 ½ minutos del disco están ocupados por ‘The Sigh Of A Whittled Grove’, una pieza que empieza con una placidez grácil cuyos mesurados recursos de agilidad posibilitan la mayor amplitud posible para la exhibición del colorido melódico con el que se traza el cuerpo central. Alrededor de la frontera del segundo minuto, la pieza vira hacia un despliegue de vigor jazz-rockero donde el armazón instrumental se torna un poco más denso, algo así como una traducción Hatfieldiana del estándar de los WEATHER REPORT de los dos primeros álbumes. Así las cosas, la agilidad se torna más intensa. Una siguiente sección se apoya sobre un swing sofisticado tras un minúsculo puente armado por etéreas líneas de flauta; el vitalismo señorío en curso garantiza un gran cierre para esta gran apertura del álbum. ‘The Unconceivable Curse Of Atahualpa’ refuerza el dinamismo jazz-progresivo heredado de las secciones más enérgicas del tema precedente dentro de una resolución aristocráticamente expresionista que nos recuerda a bandas compatriotas tales como CAMEMBERT y LE GRAND SBAM. Hay, de hecho, algunos factores avant-progresivos en los arreglos de percusión tonal y de flauta, pero lo que predomina en el jam central es un talante emparentado con los ZAO de la fase 1975-77 y con la faceta jazzera del estándar Zappiano de inicios de los 70. Resulta muy estimulante que el disco empieza con la ilación de estos dos cúlmenes. La miniatura de menos de 2 minutos ‘Hidden Realm’ es, básicamente, una orgía percusiva con un sistema de cadencias bien definido sobre el cual se instalan ornamentos de piano eléctrico, flauta y canto. ¿Una versión melódica de THIS HEAT perpetrada por los AKSAK MABOUL de 1977? Quizás sea ésta la manera exacta de describir esta pieza tan particular. Cuando llega el turno de ‘Top 5 Des Citations d’Albert Einstein’, el dúo se dispone a explorar más a fondo su veta más netamente vanguardista. Tras un prólogo abstracto emerge un jam delicadamente extrovertido que resuena como una idea perdida de NEU! que fue reciclada por ESKATON bajo las órdenes dadaístamente humorísticas del inmortal Frank Zappa. Las ceremoniosamente satíricas vocalizaciones son cruciales para reforzar el espíritu de la canción.
 
‘Nutriscore Z’ tiene como función principal la de capitalizar y reforzar el vitalismo sofisticado del tema #2 mientras preserva los recursos satíricos vocales que marcaron a la pieza precedente. En resumen, un nuevo ejercicio de filtro Zappiano para un esquema híbrido de jazz-prog y vanguardia inspirada en el Zeuhl fusionesco (a lo ZAO y ESKATON). Hay algunos pasajes estratégicos donde la ingeniería rítmica se vuelve abstrusa, algo que sirve eficazmente para instaurar elementos sombríos y tensos en medio de lo que, en su mayor parte, es un jolgorio surrealista. Las pulsaciones exultantes desplegadas a lo largo del último minuto son irresistibles. ‘Lil’ Appeau’ es una composición muy peculiar en el sentido de que parece estar centrada en combinar la distinción fulgurosamente solipsista de los HENRY COW del primer álbum y la acidez aventurera de unos NEWS FROM BABEL. El rol protagónico de las minimalistas capas de órgano insuflan un encanto misterioso al bloque instrumental íntegro. Su espacio de casi 3 ¾ minutos se siente muy breve, valgan verdades, pero es que llega el turno de ‘An Odd Bird’s Bill’, una composición aún más embrujadora. Su estrategia movilizadora de un complejo explayamiento de recursos fusionescos con un tenor progresivo nos remite, en buena medida, a esa singular sofisticación que signó y sostuvo a la magia del primer tema del disco. Incluso se puede decir que esa magia acoge una mayor dosis de musculatura sónica en esta composición. Siendo la pieza más extensa del álbum con sus más de 7 ¾ minutos de duración, ‘Grmmf’ también es la encargada de cerrarlo y lo hace a lo grande desde la prevalencia de los aspectos más ácidos y tensos del ideario musical del dúo. Pero, ojo, no es ésta una pieza siniestra, sino apropiada de una exquisita elegancia jazz-progresiva que sabe cómo extenderse y arrojarse a lo largo de las variables temáticas que van sucediéndose. Los arreglos vocales que emergen alrededor de la frontera del cuarto minuto emplazan un breve retorno a lo burlón, lo cual prepara el terreno para un ejercicio deconstructivo de percusiones: bueno, así comienza, pero terminará convirtiéndose en un enclave epilogar que exhibe un paisaje crepuscular al modo de una evocación ensoñadora. 

En nuestra humilde opinión, es en estos dos últimos temas del álbum y en ‘The Sigh Of A Whittled Grove’ donde disfrutamos de los lucimientos más exigentes de la batería: es impresionante cómo influye en el énfasis de varios índices melódicos mientras sustenta bases rítmicas tan explícitamente complicadas. Yendo a lo general, y ya como balance final, que conste que los nombres de FULGUROMATIC y “Fulguromatic” queden registrados de forma destaca en nuestras agendas de próximas exploraciones melómanas. Lo que se nos ha brindado en este fabuloso disco que acabamos de revisar es un muy inspirado catálogo de exploraciones eclécticas dentro de diversos legados de la vanguardia progresiva de ayer y siempre.
 
 
Muestras de “Fulguromatic”.-
The Sigh Of A Whittled Grove: https://amarxe.bandcamp.com/track/the-sigh-of-a-whittled-grove

Sunday, September 14, 2025

Cuadros de la exposición de RICK WAKEMAN del año 2023

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

RICK WAKEMAN, el mago de los teclados dentro de la larga tradición del rock prog-sinfónico británico, está ad portas de presentar un nuevo disco de estudio, el cual tiene programado su lanzamiento para octubre de este año 2025. Nada hay de extraño en ello, dado que el buen RICK siempre ha sido un trabajólico en los estudios de grabación y los escenarios. Mientras tanto, echemos la mirada a fines de 2022, cuando se publicó su disco “A Gallery Of The Imagination” por vía del sello Madfish. Para ser más exactos, la primera edición tuvo lugar en noviembre de 2022, y a inicios del siguiente año, también salieron al mercado los formatos de doble vinilo en el habitual color negro y en color claro, y CD + DVD. Para ser todavía más exactos, el disco está firmado por RICK WAKEMAN & THE ENGLISH ROCK ENSEMBLE, sucediendo por 2 años al trabajo anterior “The Red Planet”. Habiendo sido éste un álbum conceptual sobre el planeta Marte, “A Gallery Of The Imagination” también lo es, aunque no está basado en un ente concreto, sino en una idea que le dijo una profesora de piano que tuvo en su infancia, la Sra. Symes, en su primera clase. Palabras del propio RICK: “Ella me dijo que tocar el piano era el equivalente del músico a pintar un cuadro y cada vez que yo tocaba, me decía que debería pintar un cuadro. Tras aprenderme una determinada pieza, ella me me hacía memorizarla para tocarla con los ojos cerrados y dejar que la música conjurara imágenes en mi cabeza.” Estas composiciones de WAKEMAN están dirigidas a fomentar la imaginación del oyente para que imagine alguna pieza de artes plásticas o un ballet en su cabeza mientras las escucha. El ensamble acompañante está conformado por Dave Colquhoun [guitarras eléctricas y acústicas de 6 y de 12 cuerdas], Lee Pomeroy [bajos], Ash Soan [batería y percusión] y Hayley Sanderson [voz]. El arsenal del líder consta de sintetizadores Mini-Moog, Korg, Roland, Memotron, StudioLogic Sledge y IK Multimedia, además del legendario órgano Hammond. Erik Jordan fue el ingeniero de sonido principal para las sesiones de grabación del material aquí contenido; también se encargó del proceso de mezcla junto a Toby Wood. Las ulteriores labores de masterización fueron realizadas por Simon Heyworth. Martin Robin Cook es el autor de las imágenes de la funda del disco, así como del diseño gráfico. Bueno, pasemos ahora a los detalles estrictamente musicales de “A Gallery Of The Imagination”.


Abre el disco ‘Hidden Depths’ y lo hace de una manera muy colorida, desplegando un inspirado ejercicio de dinamismo sinfónico donde la guitarra ayuda a los teclados a mantener una cima expresiva a lo largo del desarrollo temático. El rol rector del piano no está situado permanentemente en el centro del bloque instrumental, pero cumple cabalmente con la misión de instalar el esquema básico para el desenvolvimiento del núcleo melódico y sus minuciosamente estructurados arreglos. Buena apertura del álbum. ‘The Man In The Moon’ sigue a continuación para exhibir la primera muestra de candor melódico del ensamble, aunándose al entramado sónico el expresivo canto de Sanderson. La precisión de la dupla rítmica permite a la guitarra asentar su propio nervio en una instancia mesurada; el terreno está preparado para que, en algún momento, un rutilante solo de sintetizador se adueñe de la situación para activar una renovada extroversión al asunto. Hay ciertos matices de esta canción que nos recuerdan a los mejores momentos de “1984”. Los siguientes 9 ¼ minutos del repertorio están ocupados por la dupla de ‘A Mirage In The Clouds’ y ‘The Creek’, piezas que siguen cargando consigo varios recursos de cristalino lirismo progresivo. El primero de estos temas se enfoca claramente en las pautas de serenidad contemplativa mientras el canto femenino y las muy bien perfiladas escalas de los teclados se hermanan dentro de un estilizado ensueño sónico. Los ocasionales ornamentos de la guitarra acústica completan el paisaje espiritual mientras la dupla rítmica mantiene un groove elegante. En cuanto a ‘The Creek’, se trata de una introspectiva pieza solista de piano donde predominan unas vibraciones de serena melancolía. Otro solo de piano que aparecerá más adelante está en el octavo tema del disco, el cual se titula ‘Just A Memory’: en comparación con el anterior, tiene un talante más meditabundo. ‘My Moonlight Dream’ es el tema más extenso del disco con sus poco menos de 7 minutos de duración. Si bien su esquema de trabajo no aporta muchas novedades respecto al tipo de lirismo estilizado ya desarrollado en los temas #2 y #3, se nota que hay aquí una intención de gestar un colorido más épico para el explayamiento del desarrollo melódico. 


 

‘Only When I Cry’ es una balada acústica centrada en un camino intermedio entre la serenidad contemplativa y la nostalgia por algún pasado indeterminado: el canto femenino se adapta perfectamente a las cadencias particulares que emanan de las sobrias escalas del piano. El resto de instrumentos completa el escenario con la debida tesitura, realzando eficazmente la embrujadora belleza de la composición. ‘Cuban Carnival’ despliega un vitalismo festivo que se basa en una revisión estilizada de algunos estereotipos de la fusión latina: el resultado se traduce a una gentil exhibición de ambient-prog con un esquema rítmico coqueto, algo muy semejante a lo que suele hacer ANTHONY PHILLIPS en sus bandas sonoras. Eso sí, son de destacar los solos de sintetizador que emergen a medio camino, los cuales añaden algo de barroquismo al entramado sonoro, y más adelante, la guitarra aporta su propio lucimiento en términos de un jazz-rock melódico. Cuando llega el turno de ‘The Dinner Party’, el ensamble juega con un medio tiempo para elaborar un ejercicio de fulgor sinfónico donde el patente vitalismo sabe por dónde realizar las alternancias entre los modismos centrales y las bien perfiladas variaciones. ‘A Day Spent On The Pier’ es un asemi-balada que regresa de lleno al candor antes exhibido en el tema #2: la presencia de la guitarra acústica pone el toque pastoral mientras que los solos de sintetizador llenan ingeniosamente los espacios sutilmente dejados en el trasfondo por el piano. ‘The Visitation’ es una canción donde Sanderson se exige en los límites más altos de su registro vocal, lo cual le permite concretar el pathos (contenido al estilo de WAKEMAN) ínsito en la estructura melódica de la canción. Los últimos 3 ¾ minutos del repertorio están ocupados por ‘The Eyes Of A Child’, una balada bucólica en tiempo de vals que se centra de nuevo en la dimensión más introspectiva del ensamble. Una pieza galante y delicada para el final. Todo esto es lo que se nos brindó en 2022 con “A Gallery Of The Imagination” desde los cuarteles de RICK WAKEMAN con el apoyo de THE ENGLISH ROCK ENSEMBLE hace unos años. Un disco bastante interesante que contiene suficientes momentos destacados como para mantener al maestro WAKEMAN en el candelero del rock progresivo del nuevo milenio. 



Muestras de “A Gallery Of The Imagination”.-


Friday, September 12, 2025

El brutalismo rockero de los STICK MEN


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Esta ocasión es para los veteranos STICK MEN, el trío conformado por Tony Levin [Stick y Stick con arco], Markus Reuter [Touch Guitars® U8 Deluxe y voz] y Pat Mastelotto [baterías y percusiones acústicas y electrónicas]. En este año 2025, este insigne colectivo nos brinda el EP “Brutal” cuya serie de cinco temas nos revela una variante particularmente filuda de su propuesta musical, tan bien definida como está desde hace muchísimos años. El material contenido fue compuesto por los tres músicos, estando Reuter a cargo de las labores de producción. Fabio Tretini realizó la mezcla, mientras que la masterización fue realizada por Erik Emil Eskildsen. Siendo el nuevo lanzamiento de estudio de la banda tras varios años, se anuncia como un preludio a un trabajo de larga duración que deberá salir al mercado en breve. Mientras tanto, disfrutamos de los detalles de “Brutal”.
 

La pieza titular ocupa los primeros 4 minutos y pico del repertorio. ‘Brutal’ y nos golpea, desde los iniciales cortantes acordes duales de Touch Guitar y Stick Bass, con un despliegue de ácida agresividad mientras el centro temático se va explayando. El ingreso de la batería permite al entramado sonoro transitar ágilmente entre la contención ceremoniosa y la vivacidad densa. Lo que ha sonado aquí fue, en lo básico, una cruza entre los KING CRIMSON de 1974 y bandas contemporáneas como TONNEN VON HALL y ANCHOR AND BURDEN (Reuter toca en ambos): el delicadamente incendiario equilibrio entre la psicodelia progresiva y el avant-metal funciona a las mil maravillas en este impactante punto de partida. El segundo tema es ‘Fandango’, consistiendo su enfoque estético en remodelar la herencia de los ecos furiosos de la pieza inaugural a través de una ingeniería un poco más sofisticada. Tanto el complejo armado del sostén rítmico como los solos de Touch Guitar y Stick mantienen un cromatismo que hace sentir su vitalismo esencial con varios tintes de furia altiva. Un cénit del EP donde musculatura y distinción se funden en una sola manifestación sónica
. ‘The Well’ se sitúa en el ecuador del disco, siendo una de las dos piezas del lote que duran 6 minutos y pico. Portando una espiritualidad misteriosa bajo un manto de lírica calidez, la pieza explora dimensiones relativamente serenas dentro de un encuadre jazz-progresivo muy bien perfilado. Aparte de algunos efluvios intensos de la Touch Guitar, el tema se desarrolla con un talante de aplomo contemplativo. ‘Bash Machine’ ostenta una naturaleza arquitectónica para un cuerpo central creado con miras a delinear una funcionalidad maquinista arropada por una aureola aristocrática. La agresividad aplanadora de los riffs es atenuada notablemente por los artificios sincopados gestados por la batería, la cual insufla una pertinente agilidad jazz-rockera a la maraña rockera global. También se puede notar algún parentesco con la pieza titular. Su espacio de poco más de 3 ½ minutos se siente demasiado breve, la verdad sea dicha... pero eso no le impide erigirse como otro cénit del EP. 

Todo concluye con ‘Pulp’, la otra pieza que ocupa un espacio de 6 minutos y pico, siendo su misión de la de reconstruir el gusto por atmósferas cinematográficas al estilo Crimsoniano más contemporáneo que siempre ha sido algo infaltable en los discos de los STICK MEN. El groove fusionesco de la batería, los elegantes y misterioso lamentos de la Touch Guitar y el vitalismo sutil del Stick se hermanan en el desarrollo de un jam rebosante de vibraciones contemplativas. Nos parece que también pudo haber durado un poco más por el encanto embrujador que tiene, pero es lo que hay y así está muy bien, a fin de cuentas. Todo esto fue lo que se nos brindó en “Brutal” desde los cuarteles del trío STICK MEN, una leyenda viviente de la experimentación progresiva en el nuevo milenio. Esta exhibición de brutalismo rockero que no llega a completar 25 minutos enteros es más que suficiente para demostrar que este ensamble siempre mantiene una voz atenta desde su interior para motivarse a renovar mil y un detalles dentro de su bien definido enclave estilístico, este vez, desde la perspectiva de la propulsión de la garra expresiva. Ya veremos qué será lo siguiente dentro de la historia viva de los STICK MEN, pero mientras tanto, nuestro veredicto es que este trabajo es muy recomendable para cualquier buena fonoteca de rock aventurero y ecléctico. 

Tuesday, September 09, 2025

La excelsa triangulación progresiva de LUCIANO MARGORANI, DARIO D’ALESSANDRO y CHRIS CUTLER



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos un disco muy especial en nuestras manos, resultado del encuentro de tres veteranos de diversas generaciones y países: dos italianos y un británico. El ensamble en cuestión es LUCIANO MARGORANI / DARIO D’ALESSANDRO / CHRIS CUTLER y su obra fonográfica se titula “Triangolazioni”. Tenemos aquí a un solista veterano de larga trayectoria dentro de las áreas del jazz y el rock experimentales, a la figura central de HOMUNCULUS RES y a una leyenda viviente de HENRY COW y ART BEARS. Publicado por el sello español áMARXE Música el 5 de setiembre último, este disco que hoy reseñamos tuvo un largo proceso de gestación. Todo se remonta hasta el año 2012 cuando MARGORANI solicitó a CUTLER que grabara algunas pistas de batería que de por sí tuviesen una estructura compuesta: una tenía que ser libre, otra tenía que ser abstracta y lenta, otra tenía que pasar de las formas libres a un esquema rítmico bien definido, otras dos debían incluir cambios de tempo, instrucciones de este tipo. Los aportes iniciales del maestro CHRIS fueron registrados en el Studio Midi-Pyrénées de Caudeval, Francia, estando Bob Drake a cargo de la ingeniería de sonido. Tras una primera intentona de completar la faena con sesiones de jazz-rock improvisado armadas por MARGORANI y su colega Luca Pisavini al bajo, los resultados finales no fueron satisfactorios, quedando las pistas guardadas por tiempo indefinido. Hasta que llegó el mes de setiembre del año 2024. Fue entonces que el buen LUCIANO retomó el proyecto para darle un enfoque más coherente con las características compuestas que se había instruido para las pistas de batería registradas por CHRIS, así que convocó a D’ALESSANDRO para que ayudara a completar las guías compositivas de las piezas y, de paso, añadir el canto. Así quedó la logística: MARGORANI [bajo, guitarras, efectos y loops], D’ALESSANDRO [teclados, voz, guitarras y glockenspiel] y CUTLER [batería y percusión]. El propio DARIO se hizo cargo de la mezcla, mientras que el músico irlandés Jim Strain (hoy por hoy, una mitad de los actuales RASCAL REPORTERS) se hizo cargo de la masterización. Al igual que en los discos de HOMUNCULUS RES, D’ALESSANDRO realizó el arte gráfica. Veamos ahora los detalles estrictamente musicales de “Triangolazioni”.

‘Sul Farsi’ abre el disco con una jovialidad ligera y grácil que se apoya sobre un swing festivo. Las bases y armonías de los teclados, enfatizadas por la percusión tonal, facilitan un encuadre exquisito para un desarrollo musical llevado con eficiente agilidad; las estupendas florituras de la guitarra que surgen a mitad de camino refuerzan esa agilidad. En líneas generales, la combinación de luminosidad y urgencia que rigen al desarrollo melódico nos remiten simultáneamente al paradigma de Kevin Ayers y a la faceta más traviesa del paradigma de HATFIELD AND THE NORTH, algo que, a su vez, nos remite inevitablemente a los patrones estilísticos de bandas como NEEDLEPOINT, ZOPP y HOMUNCULUS RES. Bar Eclisse’ es una canción más calmada, ostentando una espiritualidad noctámbula mientras su centro temático se orienta por un sendero de señorial misterio. Hay un vitalismo sutil en la manera en que la batería articula sus propios recursos de sofisticación dentro del tempo lento, mientras las capas armónicas de los teclados tienden a centrarse en atmósferas cinematográficas. Los solos de guitarra operan como fuerzas potenciadoras de densidad en medio de la arcana serenidad en curso. Una belleza de composición, la verdad que sí. Con el arribo de ‘Stupidario’, el trío regresa parcialmente al fulgor de la primera pieza, pero con una importante modificación: el asunto está ahora en manifestar una gracilidad cálida que incluye algunas sorpresas disonantes tensas en algunos pasajes estratégicos. Jazz-prog al estilo de NATIONAL HEALTH con un ingenioso giro de luminiscencia surrealista. Otra pieza culminante del disco. Cuando llega el turno de ‘Marcia Trionfale’, el ensamble se pone a jugar con un esquema de marcha bélica, siendo así que el ensamble decide retorcer los índices del bien definido groove. Esta estrategia se adentra sólidamente en un área de trabajo heredada de ART BEARS y COS: una osada inspección musical cuya intrínseca exquisitez está parcialmente disfrazada bajo un manto de hilachas sonoras áridas.

 ‘You Dont Have The Cards’ despliega un talante aún más aventurero en sus primeras instancias, las cuales navegan sobre aguas de libres formas mientras bucean en busca de nuevas paletas de colores vanguardistas. El carácter filudo de las notas más bajas del teclado ayudan a apuntalar ciertos recursos de certidumbre en medio de la ventisca... Y a poco de pasada la frontera del segundo minuto y medio, la nave triádica ya cuenta con una cartografía cuyos delineamientos se asientan sobre un compás inusual. La persistente densidad a pasado del desconcierto a la aserción. Nubendi Traditi’ es la pieza más extensa del repertorio con sus más de 13 ½ minutos de duración. Comienza con unos sencillos rasgueos de guitarra acústica cuya pauta invita a una nueva exploración de la faceta más introspectiva del trío. La disparidad entre los libres fills de la batería y las delicadas orquestaciones de los teclados sirve para que se dé una peculiar comunión entre placidez y tensión. Una segunda sección transita por una magia etérea y envolvente que nos remite al legado de Robert Wyatt y es aquí donde la ingeniería musical se percibe como una irrupción onírica de sensaciones y paisajes inescrutables. Más adelante, cuando la batería arma un swing relajado en 6/8, lo ensoñador deja paso a lo contemplativo. Alrededor de la frontera del séptimo minuto, las vibraciones sistemáticamente introspectivas viran hacia lo gentil, lo cual permite que la claridad melódica se avive con miras al armazón de una sección epilogar mesuradamente refulgente. Terra Sancta’ cierra el candado con un estupendo ejercicio de cruzas entre la mágica introversión del Robert Wyatt de 1974 y la excelsa ceremoniosidad de unos ART BEARS sobre la base de un aristocrático groove avant-jazzero. Es como si se hubiese recogido la mayor parte de la cosecha precedente a fin de darle un dinamismo deconstructivo, renovando continuamente la busca imposible de formas reconocibles. Un final oportunamente rebelde para un disco pródigo en ingenio aventurero. 

Todo esto fue “Triangolazioni”, el fruto de la excelsa asociación de LUCIANO MARGORANI, DARIO D’ALESSANDRO y CHRIS CUTLER, un emprendimiento musical que, a pesar de haberse desarrollado de forma diferida, ha generado una obra avant-progresiva muy orgánica. La riqueza integral de ideas melódicas, rítmicas y atmosféricas que se han mostrado de principio a fin hacen de este disco uno de los más notables dentro del rock experimental del año 2025. ¡¡¡Totalmente recomendable!!!


Muestras de “Triangolazioni”.-