HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos esta reseña (un poco tardía) sobre uno de los discos alemanes que más gratamente nos sorprendieron en el pasado año 2021: nos referimos a “Snapshot” de CHOCLAT FROG, dúo conformado por los hermanos Rainer [batería, percusión, teclados, voz, algo de guitarra y programación] y Tim Ludwig [bajos, casi todas las guitarras y voz adicional]. El disco en cuestión fue publicado a mediados de junio de 2021. Los orígenes de CHOCLAT FROG están en la desintegración del grupo THE STOCK, trío afincado en la localidad de Bad Camberg (distrito de Hesse), tras el abandono del guitarrista una vez acabadas las sesiones de grabación de su único disco “Humanize”, el cual fue publicado en 2018. Los dos miembros restantes decidieron seguir adelante con otro nombre colectivo, e incluso han incluido en este álbum una pieza existente mientras aún estaba vigente THE STOCK. Las composiciones y letras que forman parte del repertorio de “Snapshot” son de la coautoría de ambos integrantes del grupo, siendo así que Reiner fue el principal realizador de los procesos de grabación, mezcla y masterización en los Homerun Studios, en varias sesiones dispersas entre 2018 y 2021; por su parte, Tim se hizo cargo del collage de la portada y del diseño artístico. Los invitados ocasionales del dúo fueron los guitarristas Christof Engel (el mismo que fue integrante de THE STOCK), Dietmar Appel y Uwe Grunert; también estuvieron Floyd Anthony y Monica Ludwing para hacer algunos aportes vocales por aquí y por allí. En ciertas instancias, las letras incluyen citas de personajes eruditos tan diversos como JOHN LOCKE, JEAN-PAUL SARTRE, FRIEDRICH NIETZSCHE, JEAN SIBELUIS y LUÍS VAZ DE CAMÕES. “Snapshot” es de por sí un muy inspirado álbum conceptual donde cada tema individual es una parte de un todo y las transiciones entre tema y tema son muy sutiles: la idea básica es la de brindar retratos de varios aspectos de la vida, al modo de un continuum similar a la sucesión de varios programas televisivos, dando prioridad a esos aspectos propios del estrés del mundo moderno y los actuales problemas de desapego e incomunicación que afectan a nuestra cotidianeidad pandémica. Bueno, vayamos ahora a los detalles de este disco.
‘Part I (Opposites)’ ocupa los seis primeros minutos del repertorio y su comienzo con ruido de numerosa gente conversando en un bar promete algo ágil para el inicio... Y, en efecto, se cumple la promesa con un exquisito ejercicio hibridizador de jazz-rock, prog y elementos Zappianos al estilo de la etapa 1979-82. El swing general es relativamente sencillo, pero sus elaborados juegos de síncopas permite que los instrumentos y los cánticos brillen con excelsa extroversión. ‘Part II (Army Of The Wise Guys)’ sigue a continuación para explayarse en el legado de vigor sofisticado y burlón dejado por la pieza inaugural, llegando ahora a nuevos niveles de sofisticación estructural. La garra y la neurosis están aumentadas hasta el punto de sonar como un KING CRIMSON metaleramente remodelado, mientras que los diversos quiebres rítmicos asientan una ingeniería sesudamente compleja. Eso sí, la gracilidad expresiva del dúo permanece intacta. ‘Part III (Philosophers)’ comienza con una breve incursión en un terreno deconstructivo de tenor RIO antes de volver al vitalismo sobrio y cínico que hasta ahora impera déspotamente en la elaboración de las ideas musicales y sus ulteriores arreglos. Algo así como una cruza entre ZAPPA y ATTENTION DEFICIT, con algunos ornamentos de teclados que concretan matices sinfónicos dentro del entramado sonoro global. Esto último sirve primordialmente para enrumbar a la pieza hacia un epílogo oportunamente exultante. Cuando llega el turno de ‘Part IV (Useless Talk)’, el dúo se dispone a jugar explícitamente con recursos más líricos mientras baja un poco el nivel de garra rockera (antes de la explosiva sección final) a fin de realzar texturas jazz-progresivas a lo Canterbury. No ocurre lo mismo con los ribetes satíricos, lo cual se evidencia con la presencia de unos monólogos que ostentan a todas luces una solemnidad fingida. ‘Part V (Need To Survive)’ es un ejercicio de heavy prog con bastante gancho en su muy marchoso desarrollo instrumental, a veces, bastante cercano al paradigma de los RUSH de la fase 75-81. En cuanto a las intervenciones vocales, éstas se sienten más burlonas que en cualquiera de los temas precedentes.
La miniatura de un minuto y medio ‘Part VI (Everything…)’ consiste en un despliegue muy bien cuidado de vibraciones sinfónicas que muy bien hubiesen podido formar parte de un disco de CAMEL o YES si no fuese por esas persistentes (y ya amistosas) invocaciones Zappianas. Así, se abre la puerta para el arribo de ‘Part VII (Monsters – I Need More Bucks!)’, una pieza que bien puede catalogarse como introspectiva bajo los estándares de CHOCLAT FROG. El talante general de la pieza es de línea jazz-rockera, incorporando algunos coqueteos con el paradigma satírico de unos MR. BUNGLE a lo largo del camino. La labor de la batería es una de las más intricadas dentro del álbum; por su parte, las numerosas intervenciones del sintetizador y del piano aplican unos recursos preciosistas que, en cierta medida, nos remiten al paradigma de GENTLE GIANT a través del filtro del Canterbury en su faceta más señorialmente relajada. Una mención especial debe ir para el solo de guitarra, quizá el más notable de todo el repertorio: poderoso y filudo. Con la dupla de ‘Part VIII (Metropolis)’ y ‘Part IX (The Drinker)’, el dúo sigue explorando los matices y focos sonoros de su propuesta estética. La Parte VIII recibe varios ecos de la pieza precedente mientras trae a colación una vivacidad renovadora, además de otro excelente solo de guitarra. En cuanto a la Parte IX, ella establece un perfecto equilibrio entre el empuje del jazz-rock, el garbo neurótico de KING CRIMSON (tanto de los 80s como de los 90s) y el nervio típico del heavy prog. El pasaje final comienza en clave free-jazz y termina con vibraciones Crimsonianas. ‘Part X (Bastard Neighbor)’ retoma las líneas de trabajo de las Partes II y III, añadiéndoles algo de la musculatura recogida de las dos inmediatamente precedentes. Los soliloquios, satíricos como siempre. portan ahora un filo más agresivo, algo airado que no puede realmente esconderse bajo el manto cínico que arropa al repertorio íntegro. El álbum concluye con su pieza más extensa, la cual dura 8 ¾ minutos y responde al título de ‘Part XI (Where Language Ends Music Begins)’. Resulta ser también la pieza más épica, lo cual resulta de su manera de condensar las facetas y recursos más complejos de todo el repertorio precedente: trazas de GENTLE GIANT, KING CRIMSON, PRIMUS, THE ARISTOCRATS y ZAPPA se integran dentro de un retorcido fulgor pletórico de majestuosas agitaciones. Un gran final para un disco tan peculiarmente magnífico.
Ésta fue la experiencia de “Snapshot” tal como fue concebida por CHOCLAT FROG y brindada al mundo para nuestro deleite melómano. Hemos disfrutado de un disco bastante peculiar, repleto de ingenio y vigor dentro de un enfoque de combinación de varios frentes estilísticos progresivos que se siente muy propio. Un catálogo de 11 instantáneas jocosas sobre la sociedad actual traducidas a un sofisticado lenguaje rockero. Concluimos esta reseña reiterando dos cosas que señalamos en el primer párrafo: este repertorio es de lo mejor que brindó Alemania a la producción progresiva del pasado año 2021 y funciona muy bien como álbum conceptual de inapelable orientación ecléctica. ¡Totalmente recomendable!
Muestras de “Snapshot”.-
Part II (Army Of The Wise Guys): https://choclatfrog.bandcamp.com/track/part-ii-army-of-the-wise-guys
Part VII (Monsters – I Need More Bucks!): https://choclatfrog.bandcamp.com/track/part-vii-monsters-i-need-more-bucks
Part VIII (Metropolis): https://choclatfrog.bandcamp.com/track/part-viii-metropolis
Part XI (Where Language Ends Music Begins): https://choclatfrog.bandcamp.com/track/part-xi-where-language-ends-music-begins