Thursday, November 30, 2017

MAKOTO KAWABATA, RICHARD PINHAS y YOSHIDA TATSUYA: una tríada de oro


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos complace enormemente traer a colación una nueva obra maestra de vanguardia prog-electro-psicodélica titulada “Trax”, una de las más notables joyas experimentales que nos brinda el año 2017 en sus últimos meses de vigencia. Y la cosa no podía ser de otra manera pues el aquelarre encargado de crear y grabar esta joya es el trío franco-japonés de MAKOTO KAWABATA, RICHARD PINHAS y YOSHIDA TATSUYA. Sí, usted ha leído bien, el hombre de ACID MOTHERS TEMPLE, el hombre de HELDON y el hombre de RUINS se congregaron para realizar una obra de 12 temas que se reúnen bajo el nombre común de ‘Trax’ con su numeración correspondiente a lo largo del repertorio. El material recogido en “Trax” fue grabado a fines del año 2016 en el Condorcet Studio de la bella localidad francesa de Toulouse dentro de la dinámica de composición en tiempo real y expresiones libres dentro de la psicodelia progresiva. Todos estos ítems son composiciones grupales de los tres monstruos aquí congregados: el disco fue publicado por Bam Balam Records en la segunda mitad del mes de noviembre. Además, en los créditos de la contratapa del álbum se especifica que MAKOTO se hace cargo de las texturas más belicosas de los guitarreos mientras que PINHAS hace lo propio con las texturas más cargadas del efecto de delay, siendo así que ambos alternan los solos. Al tercer hombre en discordia se le asigna el rol de proveedor de karma además de baterista: un chiste, sin duda, un poco de humor de parte de tres gentiles hombres que exploran sus facetas más oscuras y ansiosas en el arte del sonido. Hay algunos solos adicionales que se sobregrabaron de la mano de PINHAS  en su Heldon Studio de Nantes, mientras que hay loops de sintetizador añadidos por MAKOTO en su Asuka Studio. Tras las mezclas hechas por YOSHIDA en su Magaibutsu Studio de Tokio, los tres se dedicaron a la posproducción entre fines de ese mismo año 2016 y mediados del presente año 02017.  


‘Trax 1’ inicia las cosas con un robusto despliegue de viril caos que, lejos de perderse en el desorden de lo indefinido, ostenta una actitud desafiante ante las convenciones del orden y hace de la estrategia de buscarse a sí mismo un nuevo referente de orden y creación. Así, los filudos guitarreos ingresan a paso firme en un diálogo deconstructivo desde el primer instante mientras la batería va fluyendo como aleatoria fuerza unitaria. ‘Trax 3’ sigue a continuación (no existe el #2 aquí) para brindarnos 10 ½ minutos de gloria psicodélica donde el intelecto se manifiesta con una luminosidad renovada. En efecto, tras un no muy extenso prólogo de tensos tanteos pletóricos de vigor, el cuerpo central se instaura en clave de medio tiempo con generosas dosis de quiebres jazz-rockeros en los sesudos ornamentos percusivos que gesta Tatsuya. Por su parte, los guitarreos oscilan fluidamente entre estándares de blues-rock psicodélico de talante Hendrixiano y abismales tormentas cósmicas: de esta manera, el bloque sonoro adquiere un señorío imponente e irrebatible. Todo un cénit del álbum, sin duda. Con la secuencia de los dos siguientes ‘Trax’ (4 y 5), el trío hace una sabia recapitulación del esquema de trabajo central desarrollado en el segundo de los dos temas que acabamos de comentar para explorar nuevas vías de acaecimiento musical. Yendo a lo más concreto, tenemos en el cuarto Trax’ un ejercicio de ahondamiento y pulido del estándar creado en ‘Trax 3’ pero con un fuego un poco más comedido en las dinámicas y garras de las dos guitarras; el nervio de los dos pares de seis cuerdas se deja envolver por un aura espacial la mayor parte del tiempo, lo cual repercute en el hecho de que la batería se resalte más en las maniobras del bloque tripartito. También es de notar que la batería se maneja con mayor soltura al manejar un groove menos intenso de acuerdo al espíritu sónico desenvuelto para la ocasión. Por su parte, ‘Trax 5’ parte de un groove razonablemente reconocible para posteriormente desatarse en un breve momentum caótico, el cual sirve para impulsarse hacia una segunda sección signada por un swing salvajemente neurótico. Lo que había comenzado en clave parcialmente Crimsoniana terminó en una suerte de híbrido entre MASSACRE, ASH RA TEMPEL y THE WORLD HERITAGE (donde toca YOSHIDA, precisamente). 

Cuando emerge ‘Trax 6’, el trío se dispone a dar nuevos bríos al factor deconstructivo que tan buenos réditos había dado en la primera pieza. La dupla de ‘Trax 7’ y ‘Trax 8’ incluye loops sintetizados, lo cual sirve para darle una nueva movilidad al enfoque sonoro del trío desde un énfasis en el modernismo, aunque sin quitar un milímetro de protagonismo a los guitarreos: en el caso del primero de estos temas tenemos un dinamismo excelso alimentado por una robusta neurosis; por su parte, el segundo de ellos se enfila hacia un frenesí psicótico signado por un delirio volcánico, casi, casi coqueteando con lo anarquista. ‘Trax 9A’ se embarca en una muscular y vistosa síntesis de los aspectos más señoriales de los Trax 3-5 en base a una fluida encrucijada de free-jazz, space-rock y psicodelia pesada, siendo así que en su segunda mitad el último factor se impone en exclusiva. ‘Trax 9B’ opera durante sus primeras instancias con una cadencia de inspiración bluesera para luego acercarse al espíritu de la primera mitad de la pieza precedente: estrategia inversa. La sucesión de los Trax numerados del 12 al 14 está a cargo de cerrar el repertorio con un brío renovador y una luminosidad distinguida que sirven para motivar nuevos aires dentro del perenne espíritu aventurero del ensamble. Empezando con ‘Trax 12’, vemos que el trío juega con ritmos y colores del blues-rock con marcado talante avant-jazzero en varios pasajes y juegos rítmicos. Aquí hay un elegante desborde de la vitalidad furiosamente escurridiza que los tres músicos dominan con una soltura inmensamente inteligente. Cogiendo la posta de la pieza inmediatamente precedente, ‘Trax 13’ inicia frontalmente el imperio del free jazz que habrá de sostenerse hasta el final del disco. Aquí tenemos un claro claro y contundente de dominio líder de la batería de YOSHIDA, la cual se erige como rectora de los riffs y matices que sus dos compañeros de ruta van elaborando a lo largo del camino. En fin, ‘Trax 14’ brinda una perpetuación de las atmósferas ágilmente neuróticas y descoyuntadas dominantes en las dos piezas precedentes con un acento deconstructivo más pronunciado. Esta vez, la agencia de las perturbaciones sonoras está mejor repartida entre los tres héroes de esa nave musical, aunque en algún momento se instaura un groove reconocible que muy bien nos puede hacer recordar a THE WORLD HERITAGE (una vez más).  



La tríada de AKOTO KAWABATA, RICHARD PINHAS y YOSHIDA TATSUYA realmente vale su peso en oro, dueña de una áurea prestancia musical que brilla con una luz muy particular durante la realización de sus osadas y exploraciones musicales. En este disco, más que una amalgama de sonidos, se muestra una mansión de vanguardia sónica edificada con los metales más nobles. Tal como lo señalamos en el primer párrafo de la presente reseña, “Trax” es una de las más notables joyas experimentales que nos brinda el año 2017 en sus últimos meses de vigencia. Gracias a los tres integrantes de esta asociación franco-japonesa por esto. 

Monday, November 27, 2017

JORDSJØ: una muy interesante propuesta progresiva desde Noruega



Hoy viajamos a la capital noruega de Oslo para toparnos con el dúo folk-space-progresivo JORDSJØ, el cual está conformado por Håkon Oftung [voz, flauta, guitarra y teclados] y Kristian Frøland [batería y percusión], so pretexto de su disco “Jord”. Publicado a fines de enero del presente año 2017 (tanto en formato físico de casete como download desde el blog de Bandcamp del grupo), se trata del tercer trabajo del grupo tras el debut homónimo del año 2015 y “Jordsjø” del 2016 (además de un disco compartido con BREIDABLIK que se titula “Songs From The Northern Wasteland”, también del 2016). El grupo basa su estilo musical en un directo enfoque retroprogresivo que se alimenta simultáneamente de la tradición sinfónica, el folk-rock ambicioso que dejó grandes huellas tanto en la avanzada rockera escandinava de los 70s como en la británica, y también en los bosquejos lisérgicos propios de la electrónica progresiva de inspiración germánica y del space-rock.


La miniatura de un minuto y tres cuartos ‘Over Vidda’ da inicio a las cosas portando un aura mística y cósmica a la vez: vientos agudos y tenues flotan sobre sobriamente sinuosas capas de sintetizador que tienden hacia lo oscuro. Claro está, su principal función es la de preparar el terreno para el pronto arribo de ‘Abstraksjoner Fra Et Dunkelt Kammer’, canción que se proyecta magníficamente hacia una cálida ingeniería melódica claramente definida bajo las pautas de la tradición prog-sinfónica con un talante preferentemente sereno, pero abriendo campo finalmente a la emergencia de momentos más extrovertidos. Bebiendo por igual de los legados de PINK FLOYD (etapa 71-73) y de los inolvidables héroes del prog escandinavo de los 70s RAGNARÖK y ELK, la gente de JORDSJØ se pone en una línea similar a las que siguen otros grupos escandinavos retro-progresivos del momento como son AGUSA y ELDBERG. La siguiente pieza es instrumental y se titula ‘Finske Skoger’, no llegando a completar los tres minutos de duración: su atmósfera central es netamente pastoral, a medio camino entre los paradigmas de JETHRO TULL y FAIRPORT CONVENTION, plasma cabalmente la fineza lírica de ambos referentes. Para esta ocasión, el dúo cuenta con la colaboración del bajista Robert William Dall Frøseth. La secuencia de ‘Jord I’ y ‘Jord II’ es la sección más ambiciosa del álbum, ocupando un total de 15 minutos y 50 segundos. ‘Jord I’ comienza con un enclave instrumental razonablemente gozoso bajo una aureola de prístina majestuosidad, la misma que se habrá de tornar melancólica cuando entre a tallar la sección cantada. Hay un interludio para dicha sección que ostenta una exquisitez sinfónica irresistible, siendo así que los teclados ocupan un rol predominante (órgano, piano y mellotrón); es una pena que este interludio no dure un poco más, dado que su luminosidad particular podía dar para cierta expansión lisérgica, pero es que la canción tiene que seguir su flujo multitemático de forma natural. 


Tras el épico epílogo de ‘Jord I’, ‘Jord II’ instaura inicialmente un terreno bucólico que nos remite fácilmente a los GENESIS del “Trespass” y a los NOVALIS de los tres primeros álbumes. Un poco más adelante, el cuerpo central alterna pasajes de resuelto colorido con otros donde predomina la gracilidad etérea. Aquí hallamos, dicho sea de paso, uno de los solos de sintetizador más hermosos del disco, y de hecho es el más extenso. Poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto y medio, un viraje temático nos transporta a territorio de WHITE WILLOW (de los discos #1 y #3) antes de volver a replantear el dinamismo de una de las secciones melódicas precedentes, siendo así que el grupo se da buena maña para refrescarlo con una pomposa elegancia. Efectivamente, con el dual concepto de ‘Jord’, el grupo ha creado el cénit del disco, pero aún falta un poco más. El penúltimo tema se titula ‘La Meg Forsvinne!’ y consiste, en buena medida, en una prolongación del espíritu general del tema #2: las partes más agresivas se sostienen sobre los riffs de guitarra y las bases armónicas de un semi-distorsionado órgano. Los últimos 4 ¾ minutos de “Jord” están ocupados por la pieza oportunamente titulada ‘Postludium’: su estructura nos toma de sorpresa pues se sostiene sobre una ingeniería electrónica de aureola celestial, un guiño nada sutil al período 74-77 de TANGERINE DREAM. Los loops y capas de sintetizadores están prioritariamente diseñados para aludir a una calma reflexiva, pero en los momentos finales hay una especie de combinación de ceremoniosas fluctuaciones y tensiones abstractas: con las bases finales de órgano hay un realce del factor ceremonioso. Recientemente el grupo se ha ampliado como cuarteto, y de todas maneras, no se trata de una movida artificiosa porque sobre el escenario el personal de JORDSJØ siempre necesitaba ampliar su logísitica cuantitativamente: ojalá tengamos pronto más novedades de parte del grupo porque el material contenido en “Jord” nos ha dejado con ganas de más.  


Muestras de “Jord”.-
Jord II: https://jordsjo.bandcamp.com/track/jord-ii

Saturday, November 25, 2017

VIRGEN SIDERAL: adoraciones y flujos solares del krautrock peruano


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el tiempo de celebrar la producción del primer disco de la banda peruana VIRGEN SIDERAL por vía del sello nacional Necio Records, disco que ostenta en su título el mismo nombre de la banda... además de una bellísima portada a cargo de Fluor Mandala. Conformado por el dúo de Paul Saavedra Tafur [flautas de caña y traversas, moceños,voces, teclados, sintetizadores, osciladores y drones] y Nagel Díaz Seminario (alias DJ AEon) [sintetizadores, drones y loops], este núcleo dual de VIRGEN SIDERAL ha recibido el apoyo crucial de Brayan Buckt al bajo, Shaheem Saavedra a la batería y el Chino Burga a la guitarra durante la compleción de los bloques sonoros diseñados para los cuatro temas que se integran en el álbum. Fue en el ya lejano 1987, en medio de los árboles de la Universidad Agraria de Lima, que Saavedra y Díaz hicieron su primer ensayo utilizando flautas dulces y percusiones autóctonas creando una ambientación tribal de conceptualización postapocalíptica. Mientras Paul empezaba a interesarse en la literatura y Nagel en el teatro y el misticismo, el dúo empezaba una andanada de imparables actividades musicales improvisadas en el círculo underground, festivales musicales en parques y playas, etc. Incluso hubo un tiempo en que el grupo aumentó a cuarteto con las sucesivas incorporaciones del teclista Iván Esquivel y la actriz Miréliz Alba, quien aportaba danzas. Poco a poco, el grupo se orientaba a paso firme por los terrenos de lacid-folk y el krautrock. Antes de que llegara el año 1994, tiempo de la disolución del grupo, el colectivo de VIRGEN SIDERAL tuvo algunas actuaciones memorables como la que realizó en el evento Arte CAG y un concierto de 45 minutos en Casa La Cabaña. Realmente es una pena que muchas de las grabaciones de sus ensayos se hayan perdido, pero menos mal que el destino, nada pródigo con el ofrecimiento de oportunidades claras para motivar una discografía real para el grupo, no quisiera tampoco que el ideal estético de VIRGEN SIDERAL quedara muerto para siempre.



En el año 2011, un entonces quinceañero Brayan Buckt informó a Nagel (cuando ambos integraban la banda LOS SILVER MORNINGS y aún no existía el proyecto de Brayan MONTIBUS COMMUNITAS) sobre el hallazgo de una vieja cinta donde se registró una actuación del cuarteto en el local Magia... un feliz suceso que activó la idea de la resurrección de VIRGEN SIDERAL. Con un periodo de ensayos que incluía la participación del hijo de Paul Shaheem (percusionista de la escuela de Música de la Pontifica Universidad Católica del Perú), las grabaciones del material escogido para esta ocasión se realizan en agosto del mismo año 2011, en los Unión Studios del distrito limeño de Surco, siendo así que luego el propio Brayan lleva las pistas al Chino Burga para preguntarle si lo que estaba registrado allí era digno de publicarse, y en tal caso, si él estaba dispuesto a producirlo: Burga no solo se siente entusiasmado con lo que escucha sino que añade sus propios aportes a la guitarra. Su presencia en LA IRA DE DIOS y 3AM lo coloca como prácticamente una autoridad en la vanguardia rockera peruana. He aquí el espaldarazo definitivo que hacía falta para la realidad física de “Virgen Sideral”, ítem cuya labor de edición estuvo a cuatro bandas con Burga, Saavedra, Eddie Pledge y Julio Ortega, con producción de Saavedra. Aunque hubo una edición de este disco por vía de un sello extranjero en setiembre del año 2014, en realidad es esta edición de mediados del 2017 a cargo de Necio Records la que cuenta como la versión verídica y definitiva de este disco que aquí comentamos. Ahora vayamos directamente al repertorio del disco en cuestión. Durando poco más de 8 ½ minutos, ‘Adorativa (A La Virgen Sideral)’ abre el repertorio con un despliegue de dinámicas feroces y robustos vuelos lisérgicos que nos remiten directamente a una confluencia de ASH RA TEMPEL, AMON DÜÜL II y HAWKWIND. La sección prologar es tenue en su estructura sonora de sintetizadores y vientos autóctonos, pero está penetrado por un centelleo ominoso y eso es un indicio de que hay un despliegue de oscura intensidad en el horizonte próximo. Pues sí, algo de eso hay de forma clara y contundente, pero el grupo lo maneja con una fineza  lisérgica que permite a los instrumentos contar con sus propios espacios de respiración individual dentro de la atmósfera compartida, sostenida ésta sobre un groove exquisito.

Acto seguido, con la dupla de ‘Pétalos De Flujo Solar’ y ‘Barbelognosis’, disfrutamos de 27 minutos de esplendor sónico con la gestación atmósferas poderosamente incandescentes: aquí está el corazón del álbum y también su amplio punto álgido. ‘Pétalos De Flujo Solar’ se orienta sobre el asentamiento de cadencias relativamente autoconstreñidas en una primera instancia, pero alrededor de la frontera del tercer minutos y medio, el ensamble intensifica el groove, haciendo que se hermanen kraut y space-rock. Los efectos y flujos de sintetizador que en un inicio podían enfocarse en lo evocativo ahora despliegan un talante oscurantista, el cual permanece consistente cuando más adelante el ensamble elabora otro momento de cadencias sobrias. De hecho, las capas de sintetizadores impulsan su propia magia negra capitalizándola hacia la creación de capas sonoras tremendamente densas. Lo que parece caos es en realidad el desencuentro calculado entre el vigor deconstructivo de la dupla rítmica y el crecientemente absolutista imperio de los sintetizadores. Un segundo momento de alborotado frenesí sirve para aliviar en algo la tensión que nunca se va, y de paso, instala un indicador de las atmósferas rabiosamente constrictoras que habrán de consolidarse hasta el final. Una imagen de prodigalidad vitalista ya se ha implantado sólida e inquebrantablemente dentro del ideario musical en curso: ahora solo queda esperar al momento en que esa prodigalidad encuentre la ocasión de su oportuno cierre. ‘Barbelognosis’ pone sus cartas rítmicas sobre la mesa desde el primer instante, logrando que la batería pase del rol de socia a codirectora del entramado sonoro global. Se nota aquí un empuje heredado de la pieza precedente pero con un par de matices: hay un coqueteo con el stoner y el post rock, y también hay un énfasis un poco más notorio en las posibilidades flotantes de los sintetizadores y efectos. Así las cosas, el régimen rítmico del groove se nota más definido, lo cual hace que las configuraciones de los guitarreos y las capas electrónicas se focalicen en una raíz concreta. Una vez más vuelven a nuestra mente los paralelos con el legado de ASH RA TEMPEL, pero también hay confluencias con la nueva hornada prog-psicodélica que se encarna en bandas como CAUSA SUI, MY SLEEPING KARMA y PERHAPS. La emergencia de un solo de flauta en algún momento añade un sorpresivo toque de calidez y liberalidad en medio de un encuadre donde los espartanos fraseos de la guitarra habían asumido buena parte del protagonismo. 



Portando el bello título de ‘… Vestida De Sol Con La Luna Bajo Los Pies’, el cuarto y último tema del disco ostenta una cadencia lánguida en nombre de la elaboración de un ambiente de exorcismos y cavilaciones a partir de una mente que se ha trasladado a un universo paralelo donde cada cosa aporta su propio sonido individual a una delirante música de inusitadas esferas. Lo que se plasma sónicamente aquí es como una espiritualidad no puede ser propiamente contenida en los confines oscuros de las cavernas más solitarias del hálito interior, por lo que proyecta un fulgor grisáceo en un atardecer otoñal, dejando que su vibración vaya desvaneciéndose sola. Así concluye el repertorio contenido en este homónimo disco debut de VIRGEN SIDERAL, una victoriosa venganza de este proyecto de krautrock peruano contra las fuerzas del destino: ahora como ítem tangible, la visión musical de Saavedra, Díaz y sus esforzados colaboradores deja una huella concreta en la inmensidad del mercado musical. ¡Esperemos más de ellos!


Muestras de “Virgen Sideral”.-

Wednesday, November 22, 2017

AGUSA: un disco para asentar su nombre propio


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy toca el turno de hablar sobre el tercer disco de estudio de la estupenda banda escandinava AGUSA, el cual se titula igual que la banda en cuestión y fue publicado a fines del pasado mes de octubre por el sello The Laser’s Edge: dicho sea de paso, también tienen los AGUSA en su curriculum vitae un disco en vivo y un recopilatorio. El quinteto sueco grabó este disco en el mes de febrero con la conformación de Tobias Pettersson [bajo], Mikael Ödesjö [guitarras], Tim Wallander [batería y percusión], Jonas Berge [órgano] y Jenny Puertas [flauta], cultivand oeficazmente una atractiva fórmula de rock retro-progresivo de amplio carácter psicodélico y con razonablemente abundantes ribetes folklóricos en la  creación de las ideas melódicas que se emplean para su repertorio. Es el primer disco del grupo con Wallander en sus filas, y además, Berge dejó la banda tres meses después de grabado el disco para ser reemplazado por Jeppe Juul. En “Agusa” tenemos la que tal vez sea su obra fonográfica de más exquisita factura, siguiendo fielmente las huellas estéticas marcadas por sus discos anteriores (Hotgid, del 2014, y Tva, del 2015) pero enriqueciendo notoriamente su enfoque musical con un tratamiento más preciosista de las atmósferas y contrastes de ambiente de los focos melódicos asignados a cada pieza del álbum. De esta manera, se advierte que el quinteto ha tomado la firme decisión de perpetuar la cosecha de musicalidades fastuosas que se heredó de su segundo disco. Más bien, pasemos ahora a repasar los detalles de los cinco temas contenidos en “Agusa”.



Tras un pasaje inicial marcado por sonidos de ambientes pastoriles, el primer tema del disco, titulado ‘Landet Längesen’, instaura su cuerpo central sobre un compás lento, cuerpo melódico que ostenta un talante ceremonioso en sus armonizaciones de guitarra y flauta así como en las capas del órgano. Más adelante, el grupo agiliza el groove con el propósito de condimentar y realzar las armonías básicas del cuerpo central, logrando crear una aureola más decididamente majestuosa en torno a ella. Cuando el grupo regresa al juego de cadencias inicial, la majestuosidad revitalizada permanece gracias tanto al embrujador solo de guitarra que sale a colación como al dinamismo realzado que asumen los teclados en el camino hacia el punto final. Un gran inicio de disco, sin duda, y Sorgenfri, se hace cargo de sucederlo con una actitud más festiva, la cual está en no poca medida sustentada sobre la labor de la flauta en el desarrollo melódico. En el pasaje inicial de este tema, las florituras del mencionado instrumento portan un inocultable talante celebratorio mientras la dupla rítmica se encarga de mantener un esquema folklórico en su cálido swing. De todas formas, el asunto se torna más frontalmente rockero cuando entra a tallar el solo de órgano, lo cual es aprovechado por la batería para aumentar su punche... y cómo no, tampoco puede faltar un solo de guitarra cuya estilizada ferocidad halla un perfecto contrapunto doble en el órgano y la flauta mientras la pieza llega a sus instancias finales. Una pieza muy agradable, dueña de un gancho muy propio. Durando 8 ½ minutos, ‘Den Förtrollade Skogen’ se encarga de exponer una aureola sigilosa, reflexiva, tal vez melancólica, aunque con el soporte expresionista que utiliza la flauta, el motif enfocado en un compás lento nunca llega a rozar el sendero de la languidez emocional. El aire sigiloso (incluso suspicazmente tenebroso) que emanaba el prólogo nos hacía pensar que tal vez estaríamos expuestos a un despliegue de oscuridad sónica, pero no, es una manifestación de inquietudes reflexivas el norte al cual se dirige la imaginación melódica creada para la ocasión. Con sus bien definidos matices folklóricos habituales y su atmósfera ensoñadora, parece que estamos presenciando la cruza entre ELK y los RAGNARÖK del primer álbum... y de hecho, tenemos aquí un cénit otoñal del disco tras el clímax primaveral que nos brindó el tema #2. 

Los últimos 19 ¾ minutos del disco están ocupados por la dupla de ‘Sagor Från Saaris’ y ‘Borton Hemon’, dos piezas de ambiciosa expansión que garantizan al oyente un despliegue de esplendores sonoros para culminar a lo grande la experiencia de “Agusa”. ‘Sagor Från Saaris’ tiene una primera instancia bien encauzada dentro del estándar folk-rockero. Aunque el esquema sonoro de la banda tiende siempre hacia la adustez, el ensamble sabe darle una vivacidad especial a sus ideas musicales de turno, y en el caso particular de esta pieza se advierte que la banda sabe crear solventemente recursos de sofisticación estructural para combinar un punche rockero moderado y la placidez propia de lo pastoral. En un segundo momento, el grupo se expande a paso firme sobre sus recursos de mayor intensidad rockera, abriendo paso a un despliegue coetáneo de fuerzas psicodélicas y blues-rockeras que sintonizan muy bien con los legados de PINK FLOYD en su etapa 69-71 y de los AGITATION FREE en su faceta más filuda. Es como si una niebla espesa y densa se encargara de asegurar de que los secretos del alma permanezcan alejados de las curiosas miradas intelectuales que puedan salir al frente. Los suaves ornamentos de teclado y flauta en los segundos finales realzan la aureola de misterio a través de un giro inesperado. Tal vez tenemos aquí el trance musical más luminoso del disco: definitivamente, es una pieza con una personalidad firme y poderosa a través de sus variaciones de motivos y ornamentos que entran a tallar en uno y otro momento. En cuanto a ‘Borton Hemon’, éste recibe en parte el señorío ceremonioso de la pieza precedente con igual entusiasmo que su nervio en diferentes instancias de su desarrollo temático, esta vez ubicado sobre un compás de 7/8. En todo caso, en la comparación hay que señalar que el tenor rockero se siente más enfático debido a que el protagonismo de la guitarra es más marcado mientras que las intervenciones de la flauta están más comedidas. También se nota a la presencia de la dupla rítmica más acentuada dentro del bloque sonoro general. Como broche para un exquisito ejercicio de electrizante musculatura guitado por la guitarra hay un conato de falso final poco antes de llegar a la frontera del sexto minuto y medio, pero el órgano persiste en su elegante base armónica para que el grupo desarrolle un motif nuevo: las cosas no son las mismas, el interludio aguerrido dejó su huella para que el grupo pueda perpetuar el dinamismo en curso con total soltura, pero esta vez se siente el predominio de lo pastoral y lo renacentista en la armazón melódica que habrá de prolongarse hasta el instante final. ‘Borton Hemon’ se ha portado muy a la altura en su misión de proseguir por la senda de expresividades climáticas iniciada por ‘Sagor Från Saaris’.



Todo esto es lo que nos han brindado los AGUSA con éste, su quinto disco que lacónicamente lleva su propio nombre: siempre nos da la impresión con cada año que pasa que el talento para la creatividad progresiva  es imparable en tierras escandinavas y en el caso de este quinteto tenemos la enésima confirmación de esta noción. “Agusa” es un ítem perfectamente recomendable para todos los amantes del rock retro-progresivo escandinavo, y en general, para todos los eternos nostálgicos del ideal del rock progresivo de primera  generación.


Muestras de “Agusa”.-

Monday, November 20, 2017

ACID MOTHERS TEMPLE y su nuevo viaje al espacio exterior


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de degustar y comentar el más reciente trabajo fonográfico de la veterana banda space-progresiva japonesa ACID MOTHERS TEMPLE, asociada como en muchas ocasiones anteriores con THE MELTING PARAISO U.F.O., disco que se titula “Wandering The Outer Space”. Un detalle curioso es que el sello encargado de publicar este disco es Buh Records, sello peruano dirigido por el erudito Luis Alvarado, uno de los historiadores y difusores de música de vanguardia más notables del entorno hispanoamericano. Sin duda que la presencia de ACID MOTHERS TEMPLE en el catálogo de Buh Records desde el 17 de noviembre es un gran punto a favor para ambas instancias. El ensamble completo que se encargó de gestar y grabar el repertorio de “Wandering The Outer Space” consta de Makoto Kawabata [guitarra, bouzouki, bajo sin trastes, órgano, sintetizador y efectos de cintas], Hiroshi Higashi  [sintetizadores y Theremín], Mitsuru Tabata [guitarra, guitarra-sintetizador, voz], Satoshima Nani [batería] y Wolf [bajo, efectos de cintas], junto a los aportes vocales de Jyonson Tsu y Cotton Casino. Los ACID MOTHERS TEMPLE son una institución viviente dentro de la vanguardia rockera del País del Sol Naciente, y en particular, el guitarrista Kawabata Makoto es una figura notable dentro de las diversas modalidades de rock psicodélico y experimental que se ha labrado suficientes méritos para tener el renombre individual que tiene, tanto dentro como fuera del habitáculo de AMT. La carrera de este grupo se inició en 1995 a partir de las iniciativas conjuntas de unos músicos (entre ellos Kawabata) que ya se conocían desde varios años atrás. Muchos años y miríadas de grabaciones han pasado desde que en los años 1996 y 1997 se publicaran las primeras casetes bajo el título colectivo de “Acid Mother's Temple & The Melting Paraiso U.F.O.”, y en este exhaustivo catálogo – propio de dementes trabajólicos siderales – se han dado discos como “Absolutely Freak Out (Zap Your Mind)”, “Minstrel In The Galaxy”, “Electric Heavyland”, “Are We Experimental?”, “Acid Motherly Love”, “Crystal Rainbow Pyramid Under The Stars” y un largo etcétera. Solo en el pasado año 2016, los ACID MOTHERS TEMPLE publicaron dos discos en vivo (“Last Concert Of The First Chapter” y “Live At Cabaret Victoria 2016”) y dos de estudio (“Wake To A New Dawn Of Another Astro Era” y “La Nòvia”), y encima, poco antes de la publicación de “Wandering The Outer Space”, se hizo lo propio con “Those Who Never Came Before” por vía del sello Nod and Smile Records. Pero bueno, sería engorroso seguir ahondando en tantos detalles históricos por lo que ahora vamos a lo más productivo de este momento: comentar los detalles del repertorio de “Wandering The Outer Space”.


La imagen puede contener: una o varias personas, noche y exterior

Durando poco más de quince minutos y medio, ‘Anthem Of The Outer Space’ abre el repertorio con un generosamente expansivo sentido del expresionismo cósmico en el arte del sonido. Durante sus primeros 4 minutos y pico, la banda se centra en un jam razonablemente intenso sustentado sobre un llamativo motif de guitarra de inspiración arábiga, el mismo que se repite como un mantra sutilmente punzante en medio del magnífico encuadre entre el esquema rítmico, las capas de sintetizador y los retazos obcecadamente psicodélicos de la primera guitarra. En una segunda instancia, el bloque instrumental transita hacia un jam nuevo donde el groove opera de una forma más suelta mientras que el vigor rockero en curso gana tanto en densidad como en incandescencia. Hemos pasado del terreno de los AMON DÜÜL II al de los GURU GURU con una facilidad enorme, pero cuando todavía no llegamos a la frontera del octavo minuto y medio, comienza una dupla de secciones aleatorias donde se impone la lógica de la expectativa indefinida: primero hay un pasaje solista de guitarra cuyos cortinajes van flotando en el aire sin decidirse a tocar tierra, y luego hay una interferencia de parte de otra guitarra que parece estar armando una idea para un riff al modo de tanteo. Así las cosas, el pasaje que ocupa los últimos minutos del disco emerge y se desarrolla como una solución bajo la guisa de un entramado donde confluyen los paradigmas de HAWKWIND y de CAN: de esta forma, se regresa al clima de exaltación con el que había comenzado la pieza mientras recoge algo de la misteriosa densidad ganada en los dos interludios sucesivos. ‘The Targeted Planet’ sigue a continuación, consistiendo su plan de trabajo en una elaboración anárquica de ambientes espaciales y diálogos vaporosos que exhiben una especie de misteriosa tirantez. Recién a mitad de camino se instaura un recurso de musicalidad, y el que sale a colación en este momento particular desarrolla una ambientación alevosamente lánguida donde se recupera, en simultáneo, los espíritus de los PINK FLOYD de la etapa 68-69 y de los TANGERINE DREAM de la época 71-73, todo ello mientras las elegantemente alucinadas líneas de la primera guitarra destilan un inconfundible tenor Frippiano.   



El repertorio del disco que aparece publicado en la página de Bandcamp de Buh Records concluye con los poco más de 11 ¼ minutos que ocupa ‘Forsaken Moonman’. Este tema que recoge en buena medida el aura lánguida y contemplativa del inmediatamente anterior pero dándole un punche más redondo, eso sí, preservando la gracilidad espacial y la aureola propia de la luminosidad interiorizada. Poco antes de atravesar la frontera del noveno minuto, el grupo se halla sumergido en un despliegue de vigor que se siente extravagantemente cálido. Logrando crear el perfecto híbrido entre los AGITATION FREE del segundo álbum y los PINK FLOYD del “Ummagumma”, los músicos imponen un brío señorial y una musculatura exquisita a este viaje psicodélico que, poco a poco, se retroalimenta del fuego inherente a su densidad esencial para crear un crescendo meticuloso e inteligente. A pesar de que pueden parecer escondidas bajo los inagotables redobles de la batería y las centelleantes florituras de la primera guitarra, las minimalistas capas del sintetizador y el órgano preservan el núcleo central del carácter etéreo propio de esta pieza. Pero aún queda un bonus track que solo aparece en el disco físico, y se titula ‘Golgotha 13 Choise Électrique’, siendo una composición conjunta de los dos guitarristas del grupo. Con una atmósfera tan muscular como benevolente dentro de un esquema de trabajo luminoso y denso, el grupo exorciza inteligentemente las influencias de los ASH RA TEMPLE GONG y de los HAWKWIND de la etapa 71-73, con algún toque de los GONG de la fase pre-1973. La batería impone su fuerza de carácter con esos golpes de los tambores rotundamente contundentes, pero también sabe elaborar un swing un poco más grácil en algunos pasajes estratégicos del intermedio, eso antes de la explosión sonora que habrá de desplegar su lisérgico encanto envolvente durante los dos últimos minutos.


  

Todo esto fue “Wandering The Outer Space”, un disco intenso y tremendamente vitalista que resulta muy ameno de escuchar, y de hecho, nos atrevemos a aseverar que se trata de uno de los trabajos de estudio más inspirados y más elevados que han realizado los ACID MOTHERS TEMPLE en los últimos años. En este viaje vagabundo hacia la música del espacio exterior hemos disfrutado mucho de lo que se nos ha brindado en este repertorio nuevo: mientras se publica la presente reseña, el alucinado ensamble japonés está inmerso en su primera gira sudamericana que le lleva a escenarios de Perú, Chile, Argentina y Brasil. ¡Que siga adelante la maquinaria de los ATM sobre los escenarios y en los estudios de grabación!... ¡Queremos más!


Muestra de 
“Wandering The Outer Space”.-
Anthem Of The Outer Space: https://buhrecords.bandcamp.com/track/anthem-of-the-outer-space 

Friday, November 17, 2017

Idiosincrasias diversas bajo la óptica de SUPERFLUOUS MOTOR



En esta ocasión nos topamos nuevamente con SUPERFLUOUS MOTOR, el proyecto unipersonal fundado en el 2012 por el retraído Greg Chambers, una persona inquietamente creativa que con su arsenal de teclados gesta su propio microcosmos progresivo marcado por la exquisitez, la elegancia y la musicalidad en sus más ricas expresiones. “Idiosyncrasies” es el título de su nueva obra, publicada en su página de Bandcamp a fines del pasado mes de junio. Ya en pasado año 2016, SUPERFLUOUS nos había brindado un genial par de ampulosos discos titulados “Scatterbrain” y “Kaleidoscope”, respectivamente. Ahora, con”Idiosyncrasies”, el buen Sr. Chambers se ha dedicado mayormente.  

Durando poco menos de 5 ½ minutos, ‘Delusions’ inicia este viaje musical con una aureola sobria sostenida sobre un motto perpetuo al piano eléctrico, el cual aprovecha muy bien su configuración para establecer una ambientación obsesivamente onírica. Las imparables vibraciones etéreas acogen un renovador aire moderadamente denso cuando el esquema rítmico se termina de asentar. Luego sigue ‘Anxiety’, un tema que a despecho de su título no se regodea en extremismos expresionistas; eso sí, es una pieza notoriamente más extrovertida que la de apertura, centrada en una confluencia de las influencias de los WEATHER REPORT de la segunda mitad de los 70s y el JAN HAMMER de los dos primeros discos. Con la dupla de ‘Avoidant Personality Disorder’ y ‘Mania’, el enfoque sonoro de SUPERFLUOUS MOTOR se proyecta hacia el ahondamiento de los dinamismos eclécticos y multicoloridos que siempre han sido su motivo de creatividad: en el caso del primero de estos temas mencionados, el enfoque ha estado centrado en la electrónica hipnótica y señorial que reconocemos en los discos de inicios de los 80s de TANGERINE DREAM y de VANGELIS; en el segundo, la estrategia creativa se ha orientado hacia una mezcla de sinfonismo (a lo CAMEL) y jazz-rock (al modo de la CHICK COREA ELEKTRIC BAND), siendo así que su despliegue de jolgorio contrasta eficazmente con la parsimonia reflexiva de ‘Avoidant Personality Disorder’. El rol del piano es bastante relevante y la armazón rítmica es lo suficientemente desafiante para el oído del oyente empático como para mantenerlo en un interesante vilo contemplativo. Siendo la pieza más breve del álbum con su minuto y segundos de duración, ‘Attention Deficit Hyperactivity Disorder’ se da maña para llamar nuestra atención por causa de su carácter filudamente asertivo: el groove complejo de raigambre funky ayuda bastante al respecto. Cuando llega el turno de ‘Nostalgia’, el bloque sonoro de SUPERFLUOUS MOTOR se torna más lírico, pero básicamente lo que se hace aquí es regresar a una síntesis de los dinamismos y atmósferas de los temas #2 y #4. Ya va quedando bien claro por dónde se va orientando el planteamiento predominante de este nuevo disco. 

Suponemos que las cosas viran hacia una orientación cínica cuando emerge el séptimo tema del repertorio, el cual se titula ‘Cynicism’. En realidad, apreciamos aquí otro gentil ejercicio de lirismo preciosista sobre la base de un groove llamativo y típicamente complejo al estilo jazz-progresivo, pero de todas maneras se nota que aquí late una espiritualidad adusta en comparación con la calidez que se había resaltado en los temas #4 y #6. Vale mencionar lo espléndido que es el solo de sintetizador que se explaya en el largo pasaje final, de lo más acrobático del disco. Una pieza titulada ‘Schizophrenia’ no puede faltar en el concepto del presente disco y es justamente ésta la que ocupa el octavo lugar del repertorio: su despliegue de parcos encuadres melódicos y sobrio dinamismo permite que en ciertos lugares estratégicos emerjan ornamentos disonantes y quiebres rítmicos razonablemente inquietantes. Las cosas amenazan con volverse más punzantes con el arribo de ‘Psychotic Break’, pieza que desarrolla una especie de tensión mezclada con exaltación a partir de un vitalismo retorcido y vertiginoso que convierte a esta pieza como motivadora de estremecimientos incendiarios en este momento del álbum. En efecto, ‘Addiction’ va por este mismo camino aunque es justo señalar que su desarrollo temático ostenta una dosis mayor de luminosidad. De hecho, la sección final se acerca seriamente a patrones clásicos de la tradición prog-sinfónica, aunque evidentemente el esquema rítmico se orienta disciplinadamente hacia el estándar del jazz-rock. ‘Denial’, por su parte, se focaliza en el dinamismo alegre y grácil que ya hemos disfrutado en los pasajes más jazzeros de varias piezas precedentes. El ambiente espiritual que parece que pretende plasmar este tema es el de una vivacidad que se explaya como una fachada que cubre frustraciones inquietas. 


Nos acercamos al final de “Idiosyncrasies” cuando emerge ‘Autophobia’, un tema bastante sobrio cuya sencilla estructura temática nos brinda uno de los pocos momentos de genuina introspección del álbum. La dupla de ‘Depression’ y ‘Serenity’ pone el broche final al disco. El primero de estos temas capitaliza la herencia introspectiva de la pieza precedente y la lleva a un minimalismo de retazos románticos dentro de una atmósfera que se siente etérea y angustiada a la vez. Cuales gotas de rocío que se van acumulando mientras cae una llovizna de otoño, la secuencia monótona de piano se deja arropar por añadidos armónicos y densas cortinas que nos vuelven a remontar al mundo de TANGERINE DREAM. Con sus poco más de 2 ¼ minutos de duración, ‘Serenity’ elabora una ambientación relajada en base al piano, el cual gesta un recurso de discreto encanto como si con cada nota temiera hacer un barullo improcedente. La verdad que esta última tríada ha servido como un oportuno bálsamo de relax espiritual tras el fabuloso e imperativo despliegue de vivacidades multicolor que había impregnado a la inmensa mayoría de melodías y atmósferas del repertorio precedente. Así fue la experiencia de “Idiosyncrasies”, una magnífica experiencia melómana progresiva para el año 2017: la presencia de SUPERFLUOUS MOTOR sigue teniendo relevancia en los círculos actuales de la música progresiva del mundo en nuestros días.



Muestras de “Idiosyncrasies”.-

Wednesday, November 15, 2017

Un asunto familiar de FOCUS


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca presentar la nueva iniciativa de FOCUS, la leyenda viviente del rock progresivo neerlandés. El grupo inició en setiembre último una gira sudamericana que le ha llevado a tocar en escenarios del Perú, Chile, Argentina y Brasil, lo cual ha servido de pretexto para lanzar al mercado un disco doble titulado “The Focus Family Album”, tanto en formato de CD como de vinilo. Una gracia especialmente significativa de este ítem es que la portada fue hecha por Roger Dean, al igual que con algún disco anterior. Con dos miembros históricos aún presentes en sus filas, el perenne frontman flautista-teclista Thijs van Leer y el invencible campeón de la batería Pierre van der Linden, el cuarteto se completa con el guitarristas Menno Gootjes (desde el 2011) y el bajista Udo Pannekeet (desde noviembre del año pasado). Cada volumen contiene 10 piezas, siendo así que cada integrante cuenta con dos piezas solistas a aportar dentro del repertorio: este mismo contiene temas nuevos así como versiones nuevas de otros que ya aparecieron en discos anteriores... y eso no es nada nuevo en la banda, pues recordemos que en “Focus 3” se incluía una extensa y electrizante nueva versión de ‘Anonymous’, original del álbum debut “In And Out Of Focus”, bajo el título de “Anonymous Two”. La distribución de piezas en el repertorio del volumen 2 es simétrica a la del otro volumen de acuerdo a las asignaciones colectivas o individuales. Pongamos unos ejemplos: cada volumen, comienza con un tema solista de Van Leer a la flauta; los temas #2 y #4 son los dos primeros en los que toca el grupo íntegro mientras en el medio aparece un tema solista del maestro Van der Linden; cada séptimo tema pertenece a SWUNG, el trío de jazz-rock vanguardista que armó Van der Linden con el guitarrista y el bajista de turno en los cuatro últimos años durante las pruebas de sonido sin la presencia de Van Der Leer, lo cual permite al universo global de FOCUS sacar de sí algunos de sus filos más aguerridos y psicodélicos dentro de un contexto free. Algunos temas fueron registrados cuando Bobby Jacobs todavía era el bajista del cuarteto. 


  

Mientras el mundo se dispone a disfrutar a rabiar de la potencia y garra incombustibles de Van Leer, Van Der Linden y sus dos socios de lujo en cada presentación en vivo que realizan, pasamos ahora a revisar el contenido de “The Focus Family Album”. El volumen 1 comienza con la pieza solista de Van Leer ‘Nature Is Our Friend’, el cual emana una calidez etérea guiada por una flauta que dibuja a paso firme las cristalinas florituras creadas para la ocasión: lo pastoral y lo barroco se fusionan con una brillantez cristalina que resulta esencial para completar la solvencia del aura reflexiva bajo la que se desarrolla la composición. Los temas segundo y cuarto se  titulan ‘Song For Eva’ y ‘Victoria’, respectivamente: el primero de ellos es ceremonioso en su núcleo temático, lo cual causa un impacto efectivo en su espiritualidad expresiva; por su parte, ‘Victoria’ es una versión más corta de la misma pieza que había aparecido en “Focus X”, pero este detalle no impide que podamos disfrutar del pulido esquema melódico que penetra a la bella arquitectura general de la versión original. Como anécdota, cabe señalar que la Eva del título del primero de estos dos temas mencionados es una de las hijas de Van Der Leer; además, la parte hablada proviene de un poema de Lord Byron. Con su duración de 9 1/2 minutos, ‘Song For Eva’ goza de un amplio espacio de expansión para que las vibraciones contemplativas de sus señoriales líneas melódicas puedan ser meticulosamente escudriñadas. En medio de estas piezas se sitúa ‘Riverdance’, tema solista de Van der Linden que se explaya en esquemas polirrítmicos con cierto talante fusionesco: se dejan sentir las alusiones a colores musicales a través de la sola presencia de tambores y platillos... o al menos, eso imaginamos nosotros especialmente en esos pasajes donde Van der Linden muestra toda su musculatura sin esconder una sola partícula de la misma. Volviendo al bloque de FOCUS, los otros tres temas asignados a la banda dentro del volumen 1 son ‘Mosh Blues’, ‘The Fifth Man’ y ‘Clair-Obscur’. El primero de ellos forma parte de una serie de ensayos y composiciones tentativas que el grupo registró en los MOSH Studios de Sao Paulo, Brasil, en medio de una gira sudamericana de inicios del año 2012, y el segundo proviene de unas sesiones similares en el mismo local dos años después. ‘Mosh Blues’ es un ejercicio de rock cañero reciclado a través de un swing jazzero con mucha polenta, mientras que ‘The Fifth Man’ deja fluir lo cañero hacia una proyección mucho mayor de vivacidad rockera. ‘Clair-Obscur’, por su parte, nos devuelve a la faceta introspectiva de la banda en un esquema melódico notoriamente jazzero: la armonización entre las escalas de piano, los fraseos de guitarra y los trazos del bajo es simplemente magistral. 


‘Two-Part Intervention’ sirve para que Gootjes exponga su dominio de la guitarra acústica dentro de un contexto de inspiraciones académicas, específicamente, las Invenciones de Dos Partes de BACH. Esta pieza destila belleza y frescura a raudales, y su título es un homenaje al gran maestro antes mencionado. Más adelante, ‘Song For Yaminah’ abre un espacio para el lucimiento del bajista Pannekeet, quien gusta de dar giros melódicos a su robusto y bien perfilado estilo: se puede notar la influencia de JACO PASTORIUS en su voz que es genuinamente propia mientras realiza sus envolventes florituras en dos pistas de bajo, uno con trastes y otro sin trastes. A propósito, el nombre Yaminah pertenece a una persona real, la esposa de Pannekeet. Pero es en ‘Raga Reverence 1’ que hallamos algo muy peculiar: la presencia de SWUNG, trío de Van der Linden, Gootjes y Jacobs que emergía de los ensayos mientras el maestro Van Leer todavía no se hacía  presente. Jazz-rock progresivo en estado químicamente puro, en este tema se luce una ágil mezcla de punche comedido y serena sofisticación sobre un groove llamativo. Más de esta prestancia robusta de SWUNG la volveremos a encontrar en el segundo volumen con ‘Raga Reverence 5’, pero esta vez se trata de un refinado ejercicio de rocanrol remodelado con una ágil actitud hard-prog. Y ya que estamos hablando del segundo volumen, remontémonos a su momento inicial: ‘Let Us Wander’ es un nuevo ejercicio de cálido lirismo encapsulado en una espiritualidad flotante en base a la flauta, una pieza innegablemente fraterna con ‘Nature Is Our Friend’. A continuación emerge ‘Birds Come Fly Over (Le Tango)’, tema original del disco Focus X (a su vez, inspirado en Le Tango del disco a dúo de VAN LEER y AKKERMAN): en la versión conocida hasta ahora teníamos el canto de Ivan Lins, pero ahora el canto está a cargo del mismo Van Leer. Cuando llega el nuevo turno solista de Van der Linden con ‘Spiritual Swung’, nos topamos con la esperada intensidad aleatoria propia del cosmos musical de la mente de su heroico gestor: comparada con ‘Riverdance’, esta pieza ostenta una musculatura más medida, podríamos decir que es hasta más arquitectónica en lo referente al dinamismo controlado de su consistente swing. 

 

‘Santa Teresa’ tuvo un destino igual que el de ‘Song For Eva’ al ser grabado durante las sesiones del álbum Focus X para no ser incluido a fin de cuentas en él (salvo como bonus en una edición japonesa). Tenemos aquí una exquisita muestra de sinfonismo con letra en español: los pasajes sobrios y los más rutilantes se engarzan con impoluta fluidez. ‘Hazel’ de Gootjes nos muestra un nuevo camino para sus exploraciones con las cadencias y sutilezas de la guitarra acústica, esta vez sobre un sendero signado por amables colores folclóricos. El segundo tema aportado por Pannekeet es ‘Anaya’ (nombre de su hija): usando varias pistas de bajo y usando un ritmo computarizado relativamente inspirado en vibraciones Latin-jazzeras, el buen Udo nos brinda un momento de grácil jovialidad donde se combinan lo fusionesco y lo funky. ‘Fine Without You’ y ‘Fine Fourth’ sirven para que el colectivo de FOCUS siga rizando los rizos de sus diversos recursos expresivos. Lo que tenemos en ‘Fine Without You’ es la versión cantada de ‘Mosh Blues’ con la adición de la intervención vocal de Jo de Roack (el mismo personaje que cantó en la versión de ‘Just Like Eddy’ para el álbum Focus 9) y un compás más lento, propiamente ajustado a la ceremoniosidad del blues-rock en clave estilizada; hay un breve enclave jazzero en el esquema rítmico cuando llega el turno de un hermoso solo de flauta. Por el otro lado, disfrutamos en ‘Fine Fourth’ de un explayamiento progresivo fiel a la esencia Focusiana sobre un recurrente compás de 5/4: los momentos más comedidos obedecen a un esquema melódico bien definido, mientras que en otros donde predomina la soltura se intensifica moderadamente el groove y la guitarra despliega una especial vitalidad. 7 minutos muy bien aprovechados para este tema que formó parte de las sesiones en los MOSH Studios del 2014... y tal vez  se trata de nuestra pieza favorita de todo el repertorio. ‘Winnie’ es el tema de FOCUS que cierra el último volumen: otro nombre de persona que responde a la existencia de un ser importante, esta vez la hija de Gootjes. El talante de ‘Winnie’ es ostentosamente solemne, creando cierta sensación de simetría con el tema que cerraba el primer volumen, pero en esta ocasión la espiritualidad es más otoñal, incluso densa. Una buena confluencia entre la serenidad contemplativa y una especie de brío etéreo, una hermosa manera de concluir la serie de 20 temas de “The Focus Family Album”



En este doble álbum que hemos terminado de revisar, el colectivo de FOCUS ha demostrado ser una familia musical muy funcional: su engranaje grupal sabe encontrar nuevas ideas musicales genuinamente interesantes dentro de un sistema operativo históricamente instalado mientras que las iniciativas fractalizadas abren campos a nuevas vías expresivas. Obviamente, los temas solistas y las piezas nuevas son lo que más se resalta en “The Focus Family Album”, mas hay que añadir que la escucha del repertorio entero es una experiencia agradable y estimulante en su completitud