HOLA,
AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
toca el turno de la estupenda banda polaca MERKABAH y su nuevo disco “Million
Miles”, el tercer disco de estudio de su carrera fonográfica que ha sido
lanzado al mercado a mediados del pasado mes de noviembre del 2017, por vía del sello Instant Classic. El grupo está
conformado por los instrumentistas Gabriel Orłowski [guitarras eléctrica y lap steel,
sintetizador], Aleksander Pawłowicz [bajo], Kuba
Sokólski [batería, efectos electrónicos] y Rafał Wawszkiewicz [saxofón,
guitarra lap Steel y sintetizador], además del artista visual Adrien Cognac. El
disco que tenemos en nuestras manos nos muestra a una banda que sigue
explorando las múltiples e impredecibles posibilidades que se abren cuando se
fusionan los discursos y modelos del avant-jazz, el metal experimental, el space-rock y la
psicodelia progresiva. Han pasado tres años desde que el anterior disco del
grupo, titulado “Moloch”, saliera al mercado y lograra llamar la atención en
las redes especializadas en la difusión del jazz, el metal y el rock
progresivo. Portador de una música inteligente y autoritaria que exhibe
solventemente varios tipos de arquitectura sónica en su propuesta integral, el
material que hallamos en “Million Miles” no es apto para cardíacos y no es para
nada recomendable para los oídos
progresivos especialmente sujetos a los estándares de lo puramente sinfónico…
pero mejor es que pasemos de una buena vez a los detalles del disco en
cuestión, ¿verdad?
Los
primeros 7 ¼ minutos del álbum están ocupados por ‘Solar Surfer’, tema que tras
un prólogo de tenor sideralmente inquietante, abre paso a un maelstrom de
delirios contundentes y absorbentes. La vitalidad ingenieril del complejo armazón
rítmico y los sólidos ornamentos de saxofón permiten a la frontalmente
protagónica labor de los guitarreos enriquecerse con matices interesantes. Tienen
lugar algunos virajes hacia climas más contenidos, pero no son vías hacia un
solaz sino recursos de diversidad atmosférica. ¡Qué pedazo de tema, por Dios! ‘A
Letter Of Marque’ sigue a continuación para ahondar en esta estrategia musical
y darle nuevos aires de tajante robustez a partir de un manejo más sofisticado
de la persistente vitalidad neurótica que conforma la esencia central del grupo.
Hay aquí un estupendo cruce entre PANZERZAPPA y SHINING, incluyendo algunos
elementos Crimsonianos propios de la fase 2000-03. El grupo se dispone a
explayarse en sus inquietudes más fastuosas con la pieza ‘Zheng Zhilong’, la
cual dura 12 ½ minutos… y ya nos estamos dando cuenta de que muchas piezas del álbum cuentan con un prólogo de talante cósmico. La magnífica estructura
sónica de ‘Zheng Zhilong’ arranca con un extenso prólogo portador de un empíreo
minimalismo donde lo celestial y lo inescrutable se amalgaman en un único
impulso sonoro. Así se prepara el terreno para la ulterior emergencia del
cuerpo central, el cual ostenta un juego de cadencias que permite que la
sobriedad regule las dosis de tensión emocional y misterio insertas en el
paisaje sonoro en curso. Todo lo que ha habido de machacante en cualquier de los temas precedentes se reúne aquí bajo coordenadas más calibradas, lo cual aminora un poco (solo un poco) el predominio de los tormentoso. Una segunda sección se proyecta tajantemente hacia un
nuevo atajo de robusta neurosis, la misma que tiene algo de festiva: con esto, el oyente
empático se hace una idea más o menos definitiva de lo que este grupo entiende
específicamente como recurso de luminosidad.
Con
sus 9 ¼ minutos de duración, ‘Ourang Medan’ se erige como el segundo tema más
extenso del repertorio. En esta ocasión, la banda explora su faceta más jazzera y permite que el saxofón asuma un protagonismo especial dentro de los desarrollos temáticos a fin de que el tenor fusionesco del cuerpo central se imponga con solvencia y soltura. Esos tenores fusionescos se inspiran en lo arábigo y lo mediterráneo, siendo oportunamente remodelados a través de filtros Crimsonianos y con una ambición señorial a lo PANZERZAPPA. Cuando llega el turno de ‘Pitchblende’, notamos que el grupo sigue con ganas de continuar explorando los aspectos más sutiles de su propuesta musical, y esta vez lo hace elaborando un enfoque de meticulosamente equilibrados enroques entre el jazz-rock y la psicodelia progresiva. Las secciones pesadas y aguerridas son muy minoritarias, revelando que su principal función es la de tender puentes bien delineados entre ciertas secciones específicas. Nos vamos acercando al final del disco cuando
emerge ‘Glaucous Gardens’, un tema que persiste en establecer meticulosas y puntillosas exploraciones de lo que el grupo puede hacer desde su faceta más serena. Este nuevo pasaje de rastreo en sonoridades sobrias dentro de una ingeniería patentemente robusta establece un colorido peculiar en los diálogos y uniones que se dan entre la guitara y el saxofón. Algunos momentos suenan muy pero que muy Crimsonianos, aunque lo más curioso está en su instancia final: un guitarreo nervioso de cadencias post-metaleras abre una vía para el arribo de la pieza encargada de poner el broche al disco, y esa pieza se titula ‘Ex-Imperial’. Este tema nos toma de sorpresa porque su motif central se enfila directamente por la senda del post-rock bajo un ropaje space-rockero (imaginemos una cruza de RUSSIAN CIRCLES, HAWKWIND y PAPIR). No es la guitarra sino la batería la fuerza directriz del empuje rockero mientras el saxo dibuja los trazos medulares del motto perpetuo. Poco
más de 7 ½ minutos de gloria mística encarcelada – que no acallada – en un una
prisión de densa musculatura. Con el seguimiento atento a estos cuatro últimos temas nos hemos podido percatar de que el personal de MERKABAH ha concebido a este disco como una sucesión de dos mitades con sus propios enfoques prioritarios. Percibimos en ‘Glaucous Gardens’ el cénit de esta segunda mitad así como en ‘Ex-Imperial’ apreciamos el adiós perfecto de la misma.
Recién hemos descubierto a MERKABAH y debemos decir que con este disco titulado
“Million Miles” nos han causado una gratísima impresión. Es un grupo al que vale la pena descubrir, y una vez conectado el oyente con este mismo disco (o el que sea), no podrá resistir la tentación de investigar su obra en retrospectiva. Teniendo en cuenta las dosis de creatividad y energía que los MERKABAH han invertido en este polivalente millaje progresivo, esperamos que en el futuro próximo nos vengan con más discos.
“Million Miles” nos han causado una gratísima impresión. Es un grupo al que vale la pena descubrir, y una vez conectado el oyente con este mismo disco (o el que sea), no podrá resistir la tentación de investigar su obra en retrospectiva. Teniendo en cuenta las dosis de creatividad y energía que los MERKABAH han invertido en este polivalente millaje progresivo, esperamos que en el futuro próximo nos vengan con más discos.
Muestras
de “Million Miles”.-
Solar
Surfer: https://merkabahpl.bandcamp.com/track/solar-surfer
Zheng Zhilong: https://merkabahpl.bandcamp.com/track/zheng-zhilong
Glaucous Gardens: https://merkabahpl.bandcamp.com/track/glaucous-gardens