Monday, January 29, 2018

MERKABAH: millones de millas de magnífica música avant-progresiva


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy toca el turno de la estupenda banda polaca MERKABAH y su nuevo disco “Million Miles”, el tercer disco de estudio de su carrera fonográfica que ha sido lanzado al mercado a mediados del pasado mes de noviembre del 2017, por vía del sello Instant Classic. El grupo está conformado por los instrumentistas Gabriel Orłowski [guitarras eléctrica y lap steel, sintetizador], Aleksander Pawłowicz [bajo], Kuba Sokólski [batería, efectos electrónicos] y Rafał Wawszkiewicz [saxofón, guitarra lap Steel y sintetizador], además del artista visual Adrien Cognac. El disco que tenemos en nuestras manos nos muestra a una banda que sigue explorando las múltiples e impredecibles posibilidades que se abren cuando se fusionan los discursos y modelos del avant-jazz, el metal experimental, el space-rock y la psicodelia progresiva. Han pasado tres años desde que el anterior disco del grupo, titulado “Moloch”, saliera al mercado y lograra llamar la atención en las redes especializadas en la difusión del jazz, el metal y el rock progresivo. Portador de una música inteligente y autoritaria que exhibe solventemente varios tipos de arquitectura sónica en su propuesta integral, el material que hallamos en “Million Miles” no es apto para cardíacos y no es para nada  recomendable para los oídos progresivos especialmente sujetos a los estándares de lo puramente sinfónico… pero mejor es que pasemos de una buena vez a los detalles del disco en cuestión, ¿verdad?




Los primeros 7 ¼ minutos del álbum están ocupados por ‘Solar Surfer’, tema que tras un prólogo de tenor sideralmente inquietante, abre paso a un maelstrom de delirios contundentes y absorbentes. La vitalidad ingenieril del complejo armazón rítmico y los sólidos ornamentos de saxofón permiten a la frontalmente protagónica labor de los guitarreos enriquecerse con matices interesantes. Tienen lugar algunos virajes hacia climas más contenidos, pero no son vías hacia un solaz sino recursos de diversidad atmosférica. ¡Qué pedazo de tema, por Dios! ‘A Letter Of Marque’ sigue a continuación para ahondar en esta estrategia musical y darle nuevos aires de tajante robustez a partir de un manejo más sofisticado de la persistente vitalidad neurótica que conforma la esencia central del grupo. Hay aquí un estupendo cruce entre PANZERZAPPA y SHINING, incluyendo algunos elementos Crimsonianos propios de la fase 2000-03. El grupo se dispone a explayarse en sus inquietudes más fastuosas con la pieza ‘Zheng Zhilong’, la cual dura 12 ½ minutos… y ya nos estamos dando cuenta de que muchas piezas del álbum cuentan con un prólogo de talante cósmico. La magnífica estructura sónica de ‘Zheng Zhilong’ arranca con un extenso prólogo portador de un empíreo minimalismo donde lo celestial y lo inescrutable se amalgaman en un único impulso sonoro. Así se prepara el terreno para la ulterior emergencia del cuerpo central, el cual ostenta un juego de cadencias que permite que la sobriedad regule las dosis de tensión emocional y misterio insertas en el paisaje sonoro en curso. Todo lo que ha habido de machacante en cualquier de los temas precedentes se reúne aquí bajo coordenadas más calibradas, lo cual aminora un poco (solo un poco) el predominio de los tormentoso. Una segunda sección se proyecta tajantemente hacia un nuevo atajo de robusta neurosis, la misma que tiene algo de festiva: con esto, el oyente empático se hace una idea más o menos definitiva de lo que este grupo entiende específicamente como recurso de luminosidad. 

Con sus 9 ¼ minutos de duración, ‘Ourang Medan’ se erige como el segundo tema más extenso del repertorio. En esta ocasión, la banda explora su faceta más jazzera y permite que el saxofón asuma un protagonismo especial dentro de los desarrollos temáticos a fin de que el tenor fusionesco del cuerpo central se imponga con solvencia y soltura. Esos tenores fusionescos se inspiran en lo arábigo y lo mediterráneo, siendo oportunamente remodelados a través de filtros Crimsonianos y con una ambición señorial a lo PANZERZAPPA. Cuando llega el turno de ‘Pitchblende’, notamos que el grupo sigue con ganas de continuar explorando los aspectos más sutiles de su propuesta musical, y esta vez lo hace elaborando un enfoque de meticulosamente equilibrados enroques entre el jazz-rock y la psicodelia progresiva. Las secciones pesadas y aguerridas son muy minoritarias, revelando que su principal función es la de tender puentes bien delineados entre ciertas secciones específicas. Nos vamos acercando al final del disco cuando emerge ‘Glaucous Gardens’, un tema que persiste en establecer meticulosas y puntillosas exploraciones de lo que el grupo puede hacer desde su faceta más serena. Este nuevo pasaje de rastreo en sonoridades sobrias dentro de una ingeniería patentemente robusta establece un colorido peculiar en los diálogos y uniones que se dan entre la guitara y el saxofón. Algunos momentos suenan muy pero que muy Crimsonianos, aunque lo más curioso está en su instancia final: un guitarreo nervioso de cadencias post-metaleras abre una vía para el arribo de la pieza encargada de poner el broche al disco, y esa pieza se titula ‘Ex-Imperial’. Este tema nos toma de sorpresa porque su motif central se enfila directamente por la senda del post-rock bajo un ropaje space-rockero (imaginemos una cruza de RUSSIAN CIRCLES, HAWKWIND y PAPIR). No es la guitarra sino la batería la fuerza directriz del empuje rockero mientras el saxo dibuja los trazos medulares del motto perpetuo.  Poco más de 7 ½ minutos de gloria mística encarcelada – que no acallada – en un una prisión de densa musculatura. Con el seguimiento atento a estos cuatro últimos temas nos hemos podido percatar de que el personal de MERKABAH ha concebido a este disco como una sucesión de dos mitades con sus propios enfoques prioritarios. Percibimos en ‘Glaucous Gardens’ el cénit de esta segunda mitad así como en ‘Ex-Imperial’ apreciamos el adiós perfecto de la misma.



Recién hemos descubierto a MERKABAH y debemos decir que con este disco titulado
“Million Miles” nos han causado una gratísima impresión. Es un grupo al que vale la pena descubrir, y una vez conectado el oyente con este mismo disco (o el que sea), no podrá resistir la tentación de investigar su obra en retrospectiva. Teniendo en cuenta las dosis de creatividad y energía que los MERKABAH han invertido en este polivalente millaje progresivo, esperamos que en el futuro próximo nos vengan con más discos. 


Muestras de “Million Miles”.-
Glaucous Gardens: https://merkabahpl.bandcamp.com/track/glaucous-gardens

Saturday, January 27, 2018

El retorno necesario de TÉMPANO a algún lugar y algún tiempo

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HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

¡Buenas noticias desde la tradición progresiva venezolana! En los últimos meses del año 2016 vimos la reaparición del grupo TÉMPANO con el disco “Nowhere Now Here”: más exactamente, el disco salió al mercado a inicios del mes de octubre de ese año en formato digital, con miras a tener su correspondiente equivalente en formato de vinilo. Sin embargo, el tiempo pasaba y tanto la logística como los medios financieros para gestionar esto último estaban aquilosándose, así que la gente de TÉMPANO ha preferido remitirse a la iniciativa del CD mientras pone en un indefinido horizonte futuro el proyecto del vinilo. Cosas de la vida... pero mejor sigamos concentrados en el grupo. La persistente y resistente formación tetrapartita de TÉMPANO sigue estando constituida por Pedro Castillo [canto, guitarras eléctricas y acústicas], Giuglio Cesare Della Noce [teclados, percusiones electrónicas y efectos], Miguel Ángel Echevarreneta [bajo] y Gerardo Ubieda [batería, percusiones, artilugios electrónicos y guitarra de 12 cuerdas]; además, el socio del grupo Alexis Lope Bello se hace cargo de las letras y a dirección artística. En el tema ‘Opposites’ aparece el saxofonista invitado  Jeff Zavac, mientras que el violinista Oman Pedreira hace lo propio en ‘Walker But Not William’. El trabajo de grabación del repertorio de “Nowhere” se repartió entre los Estados Unidos y Venezuela, en  G.Lab, Música Virtual y Atabal Studios. 

Veamos ahora los detalles del repertorio de “Nowhere Now Here”. ‘Nowhere’ abre el disco a guisa de una ilación de reflexiones sonoras a través de la cual los músicos van diseñando diversos motivos de talante predominantemente cósmico, todo ello en busca de un diálogo que abre y renueva sus reglas consistentemente a lo largo del camino. Hay una envolvente sensación de señorío musical imperando en el ambiente hasta que llega la sección final, la cual se focaliza en un jam blues-progresivo de tenor Floydiano. Cuando llega el turno de la segunda pieza, titulada ‘The Night Before The End’, el grupo se explaya a sus anchas en la capitalización de uno de sus estándares más sólidos: mezclar lo sinfónico con lo jazz-rockero dentro de un dinamismo tan luminoso como elegante. Algunos pasajes centrados en los riffs de guitarra añaden matices pesados al asunto, pero tal vez el instrumento protagónico es la batería, con su swing tan sofisticado que se utiliza cabalmente para proporcionar robustas vibraciones al motif central. Sin duda, un cénit del disco, pero todavía queda mucho más por disfrutar. A continuación sigue ‘Walker But Not William’, un instrumental llamativo centrado en melodías y atmósferas del Oriente Próximo: la vitalidad sobria que emana la ingeniería musical diseñada para la ocasión ostenta una magnífica magia cautivadora. ‘Daylight Moon’, por su parte, se mete más de lleno en el terreno del rock melódico pesado con factores progresivos emparentados con los estándares de PORCUPINE TREE y STEVEN WILSON… y por qué no, también hallamos aquí ciertas coincidencias con el neo-prog de ARENA y la línea de trabajo del SPOCK’S BEARD post-Neal Morse. De hecho, aquí tenemos las sonoridades más contemporáneas del disco, aunque lejos de asumir una estrategia complaciente al respecto, el grupo le da su propia orientación melódica que se hallaba bien definida desde los tiempos de “The Agony And The Ecstasy”. En el ecuador del repertorio nos topamos con el breve instrumental ‘Now Here’, que no llega a los dos minutos de duración: con un esquema rítmico que comienza en funky y concluye jazzero, ornamentos espaciales de teclado y guitarreos que oscilan entre el rock duro y la psicodelia, podemos disfrutar de algo tremendamente ameno.

‘Whisper Of The Blade’ expone una agilidad relajada y serena en base a los intrépidos rasgueos de guitarra acústica sobre los cuales se focalizan las bases  armónicas del desarrollo temático. El sonido global de la canción se centra en un sinfonismo moderno cuya máxima expresión de fastuosidad se da en su dinámico interludio, el mismo que ostenta una medida sofisticación en el groove (no muy diferente de lo que harían unos YES en sus momentos más inspirados de los 80s). Las dos últimas piezas del disco son las más extensas del mismo: ‘Acrobat Citizens’ durando poco menos de 8 minutos y ‘When Opposites Meet’ extendiéndose hasta los 9 ½ minutos, y podemos decir que en ellas se prolonga una cima artística del álbum que tenemos en nuestras manos. ‘Acrobat Citizens’ hereda en buena medida el lirismo estilizado la canción precedente, pero esta vez le proporciona una aureola más notoriamente ceremoniosa, y además, abre campo a una mayor presencia de los sintetizadores en las orquestaciones y el armazón temático: esto último ayuda a darle un aire particularmente plácido al esquema  melódico en curso. A fin de no romper el equilibrio de las cosas , el solo de guitarra que emerge en algún momento elabora su expresividad con la debida frugalidad (algo más cercano a MARK KNOPFLER que a STEVE HACKETT); por su parte, la batería mantiene las cosas controladas desde sus arquitectónicos cimientos que se sienten genuinamente exuberantes sin hacer aspavientos de sobra. En fin, tenemos en ‘Acrobat Citizens’ una canción muy bella y es una pena que no dure más a despecho de su razonablemente generoso espacio de desarrollo, pero es que tiene que llegar el turno de la última canción, ‘When Opposites Meet’. Esta está estructurada en una sólida amalgama de jazz-rock, psicodelia y sonoridades sinfónicas, amalgama ágilmente desarrollada en base a extravagancias progresivas donde los teclados hacen convivir ornamentos espaciales y orquestaciones prístinamente arquitectónicas. Una vez más, la batería elabora un esquema lo suficientemente sofisticado como para dotar de un esplendoroso señorío a la amplia excursión ejecutada por los músicos. La guinda de la tarta se ha reservado para esta última canción cuya deliciosa factura la debe convertir fácilmente en un nuevo hito dentro del todavía viviente legado de TÉMPANO.

Todo eso es lo que nos ha ofrecido en “Nowhere Now Here”, un disco que estamos reseñando un poco tarde pero, a fin de cuentas, nunca es demasiado tarde ni demasiado temprano para recalcar cuán grandioso es el grupo TÉMPANO. Este disco perpetúa a todas luces su estadía privilegiada dentro del Parnaso de las mayores glorias del rock progresivo latinoamericano de ayer y de hoy, de cualquier tiempo y de cualquier lugar. 


Muestra de “Nowhere Now Here”.-

Thursday, January 25, 2018

CONTRAMAREA: la insistencia del ideal progresivo sinfónico argentino


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy toca el turno del dúo argentino CONTRAMAREA. Conformado por el dúo del teclista Edgardo Marchi y el baterista Santiago Benedetti, este ensamble practica una modalidad muscular y vitalista de rock progresivo sinfónico que a veces coquetea con los estándares vigorosos propios del estándar prog-metalero de DREAM THEATER, el sinfonismo de nueva escuela propio del héroe connacional SERGIO ÁLVAREZ, las estilizaciones modernas de unos KARMACANIC, el jazz-fusión, y, en menor medida pero igualmente fácil de notar, el legado de los últimos discos de PORCUPINE TREE. El grupo tiene desde el año 2013 un estudio propio desde el cual construye y graba sus composiciones, las mismas que finalmente, a inicios de noviembre del pasado año 2017, quedaron bien redondeadas para completar un disco titulado “Insistante”  un título bastante sugerente en tanto que refleja tanto la vitalidad instantáneamente compartida por los integrantes de este power-duo como la insistencia en la prosecución del sueño de proponer rock artístico. El disco en cuestión solo tiene difusión digital (más detalles en la página web del dúo: 
https://www.contramarea.net/). Bueno, pasemos  de una vez al repertorio mismo de “Insistante”, ¿vale? 


Durando 9 ½ minutos, ‘Fractal’ da inicio al álbum con un rotundamente vitalista despliegue de complejos grooves donde los paradigmas de EMERSON, LAKE & PALMER y GENTLE GIANT se fusionan con una fluidez formidable. Los teclados ostentan una musculatura muy solvente que va muy a tono con el vigor que la batería sabe imponer a lo largo de la intrincada arquitectura rítmica que se va desarrollando. Algunos momentos que, en medio de la inagotable energía, permiten el lucimiento de un lirismo envolvente nos hacen evocar un poco a los legendarios HAPPY THE MAN, mientras que los pasajes más netamente Emersonianos portan una agilidad atractiva y cautivadora. La coda nos remite a un breve pasaje cósmico que nos toma por sorpresa: un contraste que a unos les puede sonar forzado mientras que a  otros les puede sonar como un impredecible as bajo la manga... y nosotros optamos por el segundo diagnóstico. ¡Qué buen inicio de disco! ‘Tres Meses’ sigue a continuación ocupando un minuto más de duración que la pieza de inicio. Tratándose de una pieza ostentosamente estilizada, aquí el dúo se dispone a explayarse más meticulosamente en el factor lírico, dando mayor presencia al piano dentro del entramado melódico en su primera mitad. Más adelante, el grupo vira hacia un punche rockero más aguerrido, a veces de manera frontal, otras, de una forma más sutil. Con las dos partes de ‘Moebius’, los CONTRAMAREA nos brindan el pasaje central del repertorio: ambas partes conjuntamente ocupan un espacio de 16 ¾ minutos. La primera parte empieza centrándose en lo sinfónico mientras incorpora generosas dosis de cadencias y matices de tenor fusionesco en clave tanguera. Poco antes de pasar por la frontera del tercer minuto, el dúo vira dramáticamente hacia un ejercicio de musculatura sonora donde se explora la faceta más incandescente del sinfonismo; los ornamentos psicodélicos que entran a tallar están en función de la furia sistemática que se instala con toda naturalidad. En una tercera instancia, se da un nuevo viraje, esta vez hacia el lado romántico bajo la guía del piano, lo cual lleva sucesivamente a un momento de relax minimalista y a una breve retoma de la sección inicial como colorido epílogo. 


  

La segunda parte de ‘Moebius’ también tiene trazos de talante fusionesco en medio de la  imparable cascada de majestuosidad sinfónica. Definitivamente, aquí logra Marchi combinar los legados Wakemaniano y Emersoniano con una soltura mejor focalizada que en las dos piezas precedentes. ‘Infierno Sobre Hielo’ es la pieza más extensa del repertorio con sus 13 ¾ minutos de duración, y también es la que se encarga de cerrarlo. Su vitalidad es luminosa con un fulgor siempre sobrio, bien encaminada por estándares sinfónicos que comienzan en clave barroca, luego explayándose a través de manierismos efectivos y preciosistas, para luego pasar a un clima relajante signado por una estoica nobleza. A partir de la marca del octavo minuto, el grupo vira hacia una aureola de pletórica extroversión que se condice mucho con estándares de RICK WAKEMAN y de JORDAN RUDESS: el empleo de robustos tempos complejos y contrastes de ambientes resulta esencial para llevar esta idea de grandeza progresiva a buen puerto. Los últimos minutos están centrados en una aureola de envolvente solemnidad que se impone de forma contundente. Es una idea poderosa e ingeniosa terminar el disco con un cénit tan explosivo que no está dispuesto a tomar prisioneros durante su concluyente desarrollo temático, y ciertamente, el dúo lleva a esta idea a buen puerto. Todo esto fue “Insistante”, un catálogo de excelsas muestras sonoras del ideal progresivo sinfónico como insistente persistencia de ambiciones estéticas. Hay una larga tradición de expansiones progresivas en la historia del rock argentino y también un amplio espacio en las presentes generaciones dedicadas a cultivar y perpetuar este género en cuestión: CONTRAMAREA es una de las más notables nuevas voces de este presente. 



Muestras de “Insistante”.-



Monday, January 22, 2018

Los buenos deseos de SPECIAL PROVIDENCE


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos complacemos en presentar el nuevo disco de los húngaros SPECIAL PROVIDENCE, el cual se titula “Will” y es el quinto de su producción hasta ahora. El cuarteto húngaro conformado por el teclista 
Zsolt Kaltenecker, el guitarrista Márton Kertész, el bajista Attila Fehérvári y el baterista Adam Markó ha hecho lucir sus galones a la hora de crear, arreglar, ejecutar y grabar el material que se incluye en este nuevo disco, el quinto de su trayectoria, el mismo que fue lanzado al mercado a fines de octubre del pasado año 2017 por el sello GEP. Miramos con entrañable nostalgia al disco del año 2012 “Soul Alert”, que fue con el que los SPECIAL PROVIDENCE empezaron a ganarse un sitial notorio y un renombre importante dentro de los círculos progresivos y metal-progresivos, y ahora tenemos en este nuevo disco (y antes de él, “Essence Of Change” del 2015) la confirmación de su reforzamiento en dicho sitial. Es el segundo disco del cuarteto con la alineación parcialmente renovada que había grabado “Essence Of Change”, dicho sea de paso. Lo que hallamos e“Will” es un catálogo de vitalista piezas que son síntomas claros del talento y la energía que guían al grupo en la exploración de un renovado eclecticismo así como en la remodelación de las pautas estilísticas que ya están más que maduras en su ideario musical. Veamos ahora el repertorio del disco que ahora tenemos en nuestras manos, ¿vale? 



El primer tema del disco se titula ‘Akshaya Tritiya’, tema que comienza con sigilosos ornamentos cibernéticos, los mismos que anuncian el complejo groove sobre el cual se habrá de instaurar el cuerpo central. Una vez entrados en acción todos los instrumentos, nos topamos con un marchoso y muy llamativo ejercicio de prog-metal melódico donde las bases armónicas de piano y el sintetizador asumen las primeras instancias de protagonismo. No tarda mucho el bloque instrumental en abrir espacios para los electrizantes solos de guitarra que habrán de llegar, pero bien pronto nos damos cuenta de que la estrategia en curso es un híbrido de prog pesado y space-rock de tintes étnicos. ¡Gran principio de álbum! Luego sigue la dupla de ‘Irrelevant Connotations’ y ‘A Magnetic Moment’, diseñada para que el grupo siga explayándose en diversos matices de su propuesta, totalmente reconocible a estas alturas de su carrera fonográfica por su fluida combinación de claridad melódica y virtuosismo técnico dentro de un esquema de trabajo potente. El primero de estos temas mencionados trabaja con un groove notablemente más intenso que el que se creó para la pieza de entrada, pero se da una dosis mayor de sofisticación musical en la labor compositiva: la confluencia de prog-metal y jazz-rock con añadidos matices de tenor math-rockero funciona muy bien merced a las milimétricamente calculadas compenetraciones entre los instrumentos. Por su parte, ‘A Magnetic Moment’ apuesta principalmente por una sobriedad exquisita desde la cual la dupla rítmica se centra en una cadencia funky manejada con una gracilidad bien asentada. De este modo, la pieza se mantiene en un ambiente sereno mientras ostenta su filo rockero, en no poca medida sustentada por el bajo; solo hay un breve momento alrededor de la frontera del tercer minuto y medio en el que el cuarteto elabora un inesperado interludio incendiariamente frenético antes de volver al groove primordial. Este híbrido de CAB y PLANET X funcionó a las mil maravillas. El cuarto tema del álbum es el que justamente le da título. Es la pieza más breve del repertorio con sus 3
½ minutos de duración: se trata de un llamativo ejercicio de prog-metal cuya mayor gracia  está en los bellos solos de sintetizador que signan un lirismo sinfónico tremendamente exquisito.




Cuando llega el turno de ‘Neptunian Pyramid Chill’, el grupo está lo suficientemente inspirado como para gestar un cénit especial del álbum. Retomando la grandilocuencia mágica de ‘Irrelevant Connotations’ y creando una luminosidad sinfónica en torno a ella para varios de los solos de guitarra y todas las orquestaciones de los teclados, el cuarteto nos hace recordar a los DREAM THEATER de la etapa pre-1997 mientras afila con irrefutable convicción su talento para hilar diversos motivos y grooves. En efecto, tenemos aquí uno de los puntos culminantes del disco. ‘Slow Spin’ emerge con un talante renovador que se basa en no poca medida en el empleo space-rockero de las bases armónicas y ornamentos de los teclados mientras la dupla rítmica elabora una ingeniería rockera muy acorde con los estándares de bandas como NIACIN y CAB. De hecho, hay que hacer una mención especial a la labor del baterista, de las más brillantes de todo el disco. ‘The Rainmaker’ y ‘The Ancient Cosmic Bubble’ son las dos piezas más extensas del repertorio, durando la primera 6 ¾ minutos y la segunda, poco menos de 7 ½ minutos. La estructura de ‘The Rainmaker’ es relativamente sencilla, jugando a preservar un groove consistente en clave fusionesca dentro de un contexto rockero. Su principal magnetismo está en la manera en que logra establecer con pulso firme su esencial vitalidad. Por su parte, ‘The Ancient Cosmic Bubble’ desarrolla una fastuosidad solventemente sustentada sobre una refinada arquitectura desde la cual se maneja con impoluta precisión los contrastes entre los pasajes suaves y los aguerridos. De esta manera, los variados motivos que se van hilando pueden hacerse notar sin que los tramos de virtuosismo técnico sirvan de elementos distractores. Aquí hallamos algunos de los mejores solos de guitarra de todo el álbum, así como otra labor superlativa del baterista
Markó. Otra cima del disco. En medio de estos dos temas de relativamente ambiciosa envergadura se sitúa ‘Mos Esley’, un tema que recoge y revalida la belleza estilizada que antes habíamos gozado en los temas #3 y #4. Una vez más, el grupo desarrolla su bien conocido balance de prog-metal y jazz-rock en un elegante derroche de virtuosismo que permite incorporar algunos retazos del sinfonismo.



El cierre del álbum nos lo brinda el fastuoso tema ‘Distant Knowledge’, patentemente diseñado para finiquitar el repertorio con bombos y platillos. Su esquema de trabajo elabora una robusta cruza entre ‘Neptunian Pyramid Chill’ e ‘Irrelevant Connotations’. Todo esto fue “Will”, un disco que nos muestra a unos SPECIAL PROVIDENCE como permanentes integrantes de la élite prog-metalera europea de nueva generación, un sitial que se han ganado a pulso con el trabajo duro y la creatividad solvente que han demostrado desde sus inicios. Si su tercer álbum “Soul Alert” (del año 2011) fue el que los puso en el mapa de una forma decisiva, “Will” está a cargo de reforzar su posicionamiento regio dentro de la variopinta movida progresiva mundial. ¡Disco recomendado al 100%!



Muestras de “Will”.-


Friday, January 19, 2018

CULTO AL QONDOR: el martillo tripartito de la psicodelia peruana contemporánea


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar al poderoso trío peruano CULTO AL QONDOR so pretexto de la reciente  publicación de su disco de debut “Templos”: más exactamente, este disco fue publicado en la primera semana de diciembre del pasado año 2017 por el sello nacional Necio Records. Con la alineación de Dolmo [guitarra y ecos], Aldo Castillejos [batería y loops] y Chino Burga [bajo y drones], CULTO AL QONDOR nos brinda una estupenda muestra de rock oscuramente psicodélico centrado en el paradigma del space-rock y sazonado con matices progresivos, más algunos coqueteos con el stoner y con el post-rock que redundan eficazmente en las rotundas atmósferas de densa oscuridad a los cuales el grupo es tan adepto. Los integrantes del grupo son gente curtida en el underground rockero de su país pues uno de ellos proviene de LA IRA DE DIOS mientras que los otros dos estuvieron en el inolvidable grupo SERPENTINA SATÉLITE. La prehistoria de CAQ se remonta al lapso entre los años 2003 y 2005, en el que el trío armó varios jams lisérgicos que llamaron la atención del oúblic ounderground limeño, pero no dejaron tras de sí ninguna grabación oficial debuido a los compromisos que tenían ellos entonces con los dos grupos mencionados. Ahora estamos en el presente: el material de “Templos” fue registrado en vivo en una sesión que tuvo lugar en el Bar Hensley en el 2 de setiembre del 2017. El trío tiene su propio manifiesto místico-estético impreso en la contratapa del disco y viene bien transcribirlo aquí: “Nuestras máquinas tienen alma / y nuestras  almas  tienen músculos. / Nuestras ideas tienen dientes / / Y alas... muchas alas en nuestras mentes...” Esta noción de explorar en el interior para sacar de allí una garra esencial con la cual elaborar una propuesta seria y hercúlea de rock artístico donde el fulgor reinante termine por retroalimentar la fuente de luz que le dio origen describe bastante bien el modus operandi en las composiciones de la banda.


Vayamos ahora al repertorio mismo del disco. Ocupando los 11 primeros minutos del álbum, ‘Martillo’ empieza deshaciéndose en martilleos flotantes que poco a poco se van derivando por un cauce bien definido en base a un efectivo groove sostenido por la batería. Los efluvios místicos plasmados en los impresionistas guitarreos y las punzantes escalas del bajo gestan en conjunto un despliegue de energía sonora que, manteniéndose siempre bien focalizada, nunca se desborda. Más o menos a partir de la frontera del sexto minuto, el viaje musical realiza una transición hacia una instancia de intensidad visceral donde las aristas rockeras frontalmente expuestas son pulidas con una incandescencia voraz. El dinamismo impetuoso de unos HAWKWIND y la faceta más ruda de unos GURU GURU (época de los dos primeros discos) se conjugan mágicamente en lo que en este momento particular hace el trío. Durando casi el mismo tiempo que el tema de apertura sigue a continuación ‘Amanecer En Tres Cruces’, pieza que consta de dos momentos claramente delimitados entre sí a la par que se conectan con fluida claridad. Su primera sección es marchosa y contundente, habitada por un fuego terrenal e impulsada por un fuego celestial a partir de un jam sencillo que va edificando sobre el camino el auge de su propia sofisticación. Las vibraciones pulsátiles del jam en cuestión están enmarrocadas bajo la ley del paradigma stoner en cuanto a su estructura básica, pero la realización concreta se mantiene controlada por un pulso convincente que sabe preservar una cierta aureola flotante para la incandescencia sonora en curso. La segunda sección deriva hacia una densa liviandad que se proyecta a una introversión cósmica: no estando muy lejano del modelo de los PINK FLOYD de fines de los 60s ni tampoco del más contemporáneo estándar del post-metal, el trío concreta en esta instancia particular un momento de inescrutable magia sonora. Tal vez tenemos aquí el primer cénit decisivo del disco, lo cual da particular relevancia al hecho de que es el bajo de Burga el ítem que lidera la edificación de las atmósferas sucesivas. Mientras la batería aprovecha los espacios vacíos para plasmar varios ornamentos rítmicos dentro de los bien definidos compases esquemáticos, los guitarreos dibujan bosquejos cósmicos penetrados por pertinentes dosis de rudeza. 
  

Con su espacio de 13 minutos, ‘Antiguos Dioses Sobre Chilca’ se erige como la pieza más extensa del disco, siendo así que en su primera sección recoge buena parte de la cosecha mística y densa de la pieza precedente, aunque esta vez hay un matiz ensoñador que se añade al vigor fastuoso y demoledor que resulta tan esencial para la banda. En una confluencia ágil entre los modelos de ASH RA TEMPEL, COSMIC JOKERS y RUSSIAN CIRCLES (tal vez, también la faceta más salvaje de unos MOGWAI, el trío perfila y gestiona su vivacidad psicodélica con un garbo efectivo y llamativo. A poco de pasada la frontera del octavo minuto y medio, la reinante vitalidad aumenta un poco su frenesí para remitirnos a un inspirado ejercicio de renovación del paradigma de los primeros HAWKWIND. La guitarra hace de los desarrollos armónicos derivados de sus punzantes rasgueos un recurso de perfecta complicidad con el robusto swing de la batería, dejando con ello al bajo la labor de completar los coloridos potenciales del paisaje abierto entre la ingeniería rítmica y las evocaciones melódicas diseñadas para el nuevo jam. De este modo, el grupo lleva a su talante explosivo a un nuevo cénit, y de paso, también al esquema sonoro perpetrado para el conjunto global del disco. Los aires de familia con la faceta más maciza de SERPENTINA SATÉLITE están bien definidos. En fin, el último tema del disco es el que también se encarga de darle título, y justamente porque se trata de la última pieza del repertorio, es conveniente que ostente una espiritualidad crepuscular dentro de las pautas de nervio y musculatura que el grupo impone a la orientación punzante de la pieza en sí. Las líneas de guitarra y bajo vibran con una soltura herética dentro de un hierático y arquitectónico expresionismo; por su parte, la batería crea contorneos tribales con ingeniosa perspicacia, casi como pasando a un segundo plano aunque, en realidad, su función es la de ayudar a la preservación de la gracilidad propia del cuerpo central de la pieza. De todas maneras, para las últimas instancias de esta pieza claramente enrumbada hacia el reposo final, el esquema rítmico adquiere una especie de vehemencia al modo de un impulso tanático hilvanado para sellar el preciso epílogo. 



CULTO AL QONDOR es una fuerza creativa que sabe alimentarse de la veteranía de sus integrantes individuales para concretar un vigor grupal férreo y vitalista. Lo que se nos brinda en “Templos” es un rotundo catálogo de tenebristas despliegues de elevada creatividad dentro de un esquema de trabajo psicodélico muy solvente y muy sólido. ¡De lo mejor que se ha hecho en la escena peruana en el año 2017!


Muestras de “Templos”.-
Antiguos Dioses Sobre Chilca: https://cultoalqondor.bandcamp.com/track/antiguos-dioses-sobre-chilca

Tuesday, January 16, 2018

FALLING INTO BIRDS: nueva voz del chamber-rock del nuevo milenio


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar a FALLING INTO BIRDS, proyecto progresivo estadounidense dirigido por Joey M. Bishop por motivo de la publicación de su disco homónimo a mediados del mes de junio del 2017. Con un nutrido ensamble conformado por Nicole Garcia [violín], Maksim Velichkin [cello], Joel Hands-Otte [saxofón alto, clarinete bajo], Jeremiah Rose [trompeta], Rory Hutchinson [clarinete], Sam Smith [piano] y el propio líder Joey M. Bishop [multiinstrumentista dedicado a la guitarra, el bajo y la batería]. Lo que se nos ofrece en “Falling Into Birds” es una dinámica muy interesante dentro de los parámetros habituales del chamber-rock, en muchos momentos reavivada con elementos del jazz contemporáneo y los aspectos más minimalistas del avant-prog. Las influencias primarias proceden de los legados de UNIVERS ZERO, HENRY COW (en su última fase) y AFTER CRYING, siendo así que las confluencias con entidades de nuestros tiempos como ARANIS, THE ARCHESTRA, GATTO MARTE, KRONOS QUARTET y FIVE-STOREY ENSEMBLE están a la orden del día debido al oportuno aggiornamento que Bishop y sus secuaces son capaces de insuflar a sus confluyentes energías creativas. Repasemos ahora el repertorio contenido en “Falling Into Birds”, ¿vale?

Abre el disco ‘Syzygy’, durando casi 8 ¾ minutos e instaurando una poderosa vía de entrada al contexto global del repertorio. La confluencia de colorido imponente y gráciles grooves hace que la pieza ostente una omnívora luminosidad: parece que los diálogos entre violín y clarinete asumen buena parte del protagonismo a lo largo de los magnéticamente sinuosos desarrollos temáticos. El pasaje final se sienta particularmente conmovedor, redondeando la faena con una adecuada resonancia emocional. ¡Muy valiente iniciar el disco con una de sus cumbres! La dupla de ‘Sonder’ e ‘In Zapoy’ permite al ensamble ampliar su espectro sonoro: el primero de estos temas es notablemente melancólico, haciéndose un tanto sombrío a ratos, pero mayormente mostrando un talante romántico; el segundo, por su parte, despliega una irradiación sobriamente saltarina con ligeros ribetes neuróticos, la misma que se sostiene sobre la resolutiva pared armada entre el piano y la dupla de cuerdas. ‘Love Is A Plague’ entra a tallar para meter más matices y colores renovadores a  la ilación musical que se va desenvolviendo en el disco: ahora los aires festivos salen a la luz en toda su magnífica alegría, ostentando un aura juguetona y coqueta sin llegar a groseros aspavientos. Incluso hay ciertos pasajes con un swing propio de canciones circenses. Los vientos y cuerdas se explayan a sus anchas en los retratos sonoros de lo ágil y lo alborozado diseñados para la ocasión. Un momento especialmente importante del repertorio es el de la tríada integrada bajo el concepto de ‘The Intrepid Eleven’. La primera sección del susodicho concepto se titula ‘No Home’ y ostenta un talante grisáceo, inocultablemente triste, elegantemente dramático, inmerso en un solipsismo propio del corazón desamparado que vagabundea sin rumbo. La segunda sección se titula ‘Rhadamanthine Men’ y su espiritualidad es totalmente distinta de la del capítulo precedente: es ágil y suelto, bien centrado en la cualidad expedita que marca el swing jazzero de la batería desde el mismo punto de arranque. En fin, la tercera y última sección es ‘Blaze Of Glory’ y su función consiste principalmente en capitalizar el empuje de la sección precedente y darle mayor fulgor así como una mayor solemnidad. Es algo muy épico, en verdad.

‘The Languorous Habits Of The Lawn Gnomes’ se aparta del esplendor explícito del que el ensamble hizo gala en los dos últimos tercios del concepto multipartito precedente para elaborar un motif moderadamente saltarín. Se trata de un momento de lúdica policromía que anticipa el vigor señorial de ‘The Deft, The Daft, The Dire’, pieza que constituye otro fabuloso cénit de un disco que, por sí mismo, está exento de altibajos. El tema en el que nos detenemos ahora recoge mucho de la vitalidad majestuosa de ‘Rhadamanthine Men’ mientras la completa con un juego de amalgamas traslapadas como el que dio resultados tan deliciosos en el tema que abría el disco, más algo de la neurosis preciosista de ‘In Zapoy’. Bien puede describirse esta pieza como una síntesis correcta de las aristas más relucientes del ideario musical  del ensamble. Durando poco menos de 2 minutos, ‘A Reading Nook’ es el ítem más breve del disco, y parece que conforma una continuidad con la pieza siguiente, ‘The Eschatologist’, pues ambas dan prioridad a los arreglos de cuerdas y se centran más en atmósferas y bases armónicas que en la confluencia de índices melódicos y estructuras rítmicas. Los aires de familia con ARANIS son patentes. Otro concepto multipartito, esta vez  titulado ‘Apotheosis’, cierra el álbum con su total de 13 minutos y 50 segundos repartido entre sus dos secciones ‘Trials In Corporeity’ y ‘The Metamorphosis’. Aquí tenemos un broche de oro perfecto para el disco. La primera sección se cierra bastante eficazmente en el legado de UNIVERS ZERO en lo referente a las tensiones rítmicas y la creación de estimulantes tensiones poliarmónicas a través de las capas de sonido creadas por los vientos y las cuerdas. En todo caso, respecto a lo estrictamente melódico, la sofisticada paleta sonora nos acerca más a los referentes de GATTO MARTE y FIVE-STOREY ENSEMBLE. La ceremoniosidad categórica que marca la coda de ‘Trials In Corporeity’ prepara el camino para la pronta emergencia de la rotunda vivacidad de ‘The Metamorphosis’.

Todo esto es lo que nos ofrece en “Falling Into Birds”, lo cual se puede expresar en resumidas cuentas como una preclara manifestación de principios del chamber-rock para el nuevo milenio, ahora que éste está a punto de concluir su segundo decenio. Vale realmente la pena prestar atención a lo que nos está dando la gente FALLING INTO BIRDS y esperar que en el futuro próximo nos sigan brindando avant-progresivas de esta talla. ¡Recomendado al 200%!


Muestras de “Falling Into Birds”.-
Apotheosis – Trials In Corporeity: https://fallingintobirds.bandcamp.com/track/apotheosis-trials-in-corporeity

Sunday, January 14, 2018

IAMTHEMORNING: un faro de música contemplativa y solidaria


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Un poco tarde llega esta reseña sobre un disco del año 2016, pero más vale tarde que nunca pues siempre vale la pena revisar, apreciar y comunicar las virtudes de la propuesta musical de IAMTHEMORNING, dúo ruso conformado por la cantante Marjana Semkina y el teclista Gleb Kolyadin (al piano de cola y los sintetizadores). El disco en cuestión se titula 
“Lighthouse”. Tratándose de un disco conceptual en torno al tema de las enfermedades mentales, el mensaje general es de solidaridad para con los que padecen de alguna de sus variantes - “to all the lost souls out there: you’re not alone, ever”. El dúo contó para esta ocasión con la estupenda dupla rítmica del baterista Gavin Harrison y el bajista Colin Edwin (los mismos de PORCUPINE TREE, efectivamente), además de lguitarrista Vlad Avy, e larpista Andres Izmailhov y el percusionista Evan Carson. No solo eso, también participan ocasionalmente músicos de vientos (Tatiana Rezetdinova a la flauta, Roman Erofeev al clarinete, Sergey Korolkov a la trompeta y Oksana Stepanova a la bombarda) y un ensamble de cuerdas conformado por cinco violinistas, dos violistas, dos cellistas y un contrabajista. Además, para la canción que da título al álbum, el dúo cuenta con un colaborador muy especial: Mariusz Duda, el frontman de RIVERSIDE. 



La dupla de ‘I Came Before The Water Pt. I’ y ‘Too Many Years’ instala una delicada dinámica de cristalino lirismo, siendo así que el ceremonioso señorío del primero de estos temas brinda la pauta certera para que el segundo agarre vuelo expresionista de forma inmediata. Remontándonos a una especie de cruza entre los primeros QUIDAM y el estándar de RICK WAKEMAN, más algunas cuotas de THE ENID, el dúo y sus compañeros de turno nos brindan un hermoso ejemplo de dramatismo preciosista en un contexto rígidamente sinfónico. El solo de sintetizador para la coda llena espacios con holgada gracilidad. Así las cosas, ‘Clear Clearer’ cumple con la función de darle un viraje diferente al preciosismo reinante, y esta vez el esquema  de trabajo es notablemente más sobrio, incorporando suaves matices fusionescos al asunto desde ciertos arreglos percusivos, lo cual permite que se muestren ciertas afinidades con XII ALFONSO. La guitarra solista suena muy a lo HACKETT… y es una pena que su solo del final quede acallada sin extenderse más por causa del fade-out que se abre para la emergencia de un breve epílogo tocado por el ensamble de maderas. No siendo particularmente extensas las dos siguientes piezas, respectivamente tituladas ‘Sleeping Pills’ y ‘Libretto Horror’, ellas aportan una fluida movilidad melódica que permite al grupo seguir ahondando en sus bien delineadas estrategias musicales. En el caso de la primera de estas piezas mencionadas, el cuerpo central se centra sólidamente en una aureola de etérea melancolía, la misma que acoge un matiz de leve extroversión para la sección final. Por su parte, ‘Libretto Horror’ nos remite al mundo de KATE BUSH pero con las maneras románticas de unos THE ENID. El tenor elegantemente farsesco del motif creado para la ocasión también añade un tono teatral satírico, como siempre, de manera suave. 

El sexto tema del álbum es justamente el homónimo: su talante introspectivo y romántico engloba al cuerpo central de manera refinadamente meticulosa, dejando que las bases melódicas y armónicas del estricto dueto de voz y piano sigan una estructura libre. Como dijimos antes, Mariusz Duda interviene aquí como colaborador, y es justamente en la frontera del cuarto minuto que se deja escuchar cuando entran a tallar la dupla rítmica y el ensamble de cuerdas. El compás en 3/4 es manejado con una tersura estupenda. Siendo así que las cuerdas ocupan el lugar protagónico del encuadre instrumental. Cuando llega el turno de la pieza instrumental ‘Harmony’, las cosas pasan a un nivel mayor de complejidad. Comenzando con un talante impresionista en su sección prologar, luego se sitúa el piano solitario para abrir paso fluidamente al cuerpo central. De esta forma, el modus operandi de los músicos involucrados elabora un equilibrio inspirado entre sinfonismo y soft jazz, aunque queda claro que el primero de estos dos factores es el predominante. Hay un bello solo de guitarra que entra a tallar a mitad de camino para que se añada un recurso eficaz de colorido al asunto, pero ciertamente es el piano quien dirige la situación mientras cuenta con la batería como su cómplice ideal. Si los temas #2 y #3 habían funcionado como sendas cimas de lirismo distinguido, ‘Harmony’ instaura un cénit de primorosa exquisitez. De esta forma, se da la ocasión perfecta para que llegue el turno de ‘Matches’, canción que en buena medida recibe el impacto estilístico de la pieza precedente mientras añade a la paleta sonora cromatismos que ya hemos percibido y disfrutado en la dupla de ‘Sleeping Pills’ y ‘Libretto Horror’. Tenemos la sensación de que el cénit continúa de la mano de esta inspirada labor de síntesis de los aspectos más coloridos del diagrama sonoro del grupo. ‘Belighted’ regresa de frente al romanticismo etéreo y a las influencias de KATE BUSH en combinación con algo de XII ALFONSO (y también algo del aspecto introspectivo del PETER GABRIEL de nuestros días). Aunque la canción dura menos de 3 ½ minutos, el gancho de su otoñal motif es innegable e irresistible. 



Nos acercamos al final del disco cuando arriba ‘Chalk And Coal’, canción diseñada para volver a sacar las aristas más sofisticadas del cosmos musical de IAMTHEMORNING, y siendo así que la letra refleja emociones tensas (“But though, you see, I’m not meant to be, / I know this disease will not set me at ease, / I am rotten inside, I’m not pure”), no es de extrañar que encima contenga los matices más rockeros de disco, aunque no por ello deja de tener el piano de cola el lugar protagónico en los enclaves instrumentales. Hay partes habladas en el trasfondo que retratan inconfundiblemente el delirio insoportable de quien oye voces en su cabeza sin poder impedirlo. Los últimos 5 ½ minutos del disco están ocupados por la dupla de ‘I Came Before The Water Pt. II’ y ‘Post Scriptum’. La primera de estas piezas retoma la melodía central de la primera canción, alargando su alcance y expandiendo su sutil magia con un poderoso arreglo de cuerdas, indicando el suicidio por ahogamiento (al estilo de VIRGINIA WOOLF); la segunda expone un sereno ejercicio de cálido sinfonismo al modo de una elegante elegía, siguiendo hasta cierto punto el paradigma de THE ALAN PARSONS PROJECT en confluencia con el de WAKEMAN.

Thursday, January 11, 2018

CAMEMBERT: fuerza positiva del avant-prog francés



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.


Hoy nos complacemos en presentar el nuevo trabajo fonográfico de la muy talentosa banda avant-progresiva francesa CAMEMBERT, el cual se titula “Negative Toe” y fue publicado por el sello italiano AltrOck Productions el 26 de diciembre del año 2017 que se nos acaba de ir. Permítasenos adelantar con todo el entusiasmo del mundo que este disco es enorme, fabuloso, espectacular, toda una sorpresa de fin de año melómana no apta para cardíacos. Se trata del segundo disco de la banda tras “Schnörgl Attahk”, que data del ya distante año 2011. El ensamble de CAMEMBERT que se hizo cargo de registrar este disco consta de la siguiente nutrida alineación: Adrien Arnaud [trompeta y percusiones], Lela Frite [voz e invocaciones], Guillaume Gravelin (alias Harpus) [arpa], Pierre Wawrzyniak (alias W-Cheese) [bajo y guitarra acústica], Juliette Blum [trombón y percusiones],  Fabrice Toussaint (alias Fab y alias Slipman) [batería, percusión y arreglos], Valentin Metz [guitarras eléctrica y acústica, y bajo] y Clarissa Imperatore [vibráfono, xilofón y percusión]. “Negative Toe” es un trabajo que ha tomado mucho tiempo en el desarrollo de sus procesos de grabación y posproducción pero finalmente se hizo realidad antes de la Nochevieja del año 2017 que ya se nos fue. Además de las ediciones digitales y en CD de rigor, también hay una edición limitada en doble vinilo de este disco, el cual ha sido una de las máximas sorpresas agradables que nos han deparado nuestras investigaciones melómanas en el año 2017. Pero en vez de seguir con elogios generales, lo mejor es ir a los propios detalles del disco que ahora tenemos en nuestras manos, ¿verdad? 



El repertorio se inicia de una forma muy aventurera: el tema ‘Orteil Négatif. Once Upon A Time In The Galax-Cheese’, que no es muy largo (dura poco menos de 3 1⁄3 minutos), nos brinda una extravagante mezcla de modernismos orquestados e inquietantes sutilezas cósmicas, algo así como un híbrido entre el legado de FRANK ZAPPA &; THE MOTHERS OF INVENTION y la faceta más etérea de unos ART ZOYD en la fase 1980-83. El primero de los temas extensos del disco sigue a continuación, y de hecho, es el más largo con su duración de más de 15 minutos: se titula ‘Fécondée Par Un Extra-terrestre’ y su dinámica es muy semejante a la que conocemos del FRANK ZAPPA de los álbumes “Chunga’s Revenge”, “Waka-Jawaka” y “The Grand Wazoo”, incorporando algunos elementos de latin-jazz al asunto. El efectivo colorido que se utiliza desde los masivos arreglos de bronces y los relevantes ornamentos de percusiones tonales ayudan bastante a asentar el sólido desarrollo de los motivos que se van sucediendo. Las transiciones de los momentos cálidos a los sobrios y viceversa se dan con genial fluidez. Hay variaciones de ambientes y grooves pero éstos nunca son realmente drásticos, por lo que la exhibición de sofisticación musical que tiene lugar puede consolidarse con una aureola de cristalina naturalidad. Es como una labor de intrincada ingeniería que no oculta su esencia complicada pero que tampoco se extravía por recovecos innecesarios. Ya en una última instancia, el bloque sonoro vira sobriamente hacia aires más modernistas en afinidad con los JAGA-JAZZIST. ‘Gros Bouquin’ cumple con la misión de recibir el impacto del vitalismo sofisticado de la pieza anterior y llevarlo hacia el terreno del jazz-fusión con la inclusión de varios tintes progresivos de tenor chamber-rock. La pieza ostenta unos aires joviales y lozanos a través de su majestuosidad estructural, la cual asocia varios motivos con impecable soltura mientras les brinda un groove llamativo (salvo en algunos intervalos donde se prioriza lo calmo). ¿Se puede imaginar alguien a qué sonaría un ensamble de músicos de UNIVERS ZERO, GONG, FROGG CAFÉ y SNARKY PUPPY cuando se pone a completar una idea inconclusa del maestro Josef Zawinul para un disco de WEATHER REPORT que se quedó a medio hacer? Pues eso es lo que el oyente recibe con Gros Bouquin. ¿Música avant-progresiva bailable con medidos aires de carnaval? Este despropósito conceptual se convierte en coherente gloria sónica en las manos del ensamble de CAMEMBERT. 

El cuarto tema del disco se titula ‘The Lament Of Pr. Frankenschnörgl’. Su esquema sereno y parsimonioso se enfila al seguimiento de los paradigmas de HENRY COW y ART BEARS, o sea, enfocar el discurso básico del jazz-progresivo dentro de un etéreo fuego cruzado donde entran la cámara posmoderna y el jazz contemporáneo, mientras que los arreglos vocales asumen una ceremoniosidad que se sitúa entre lo farsesco y lo solemne (a lo GONG, claro está). Hermosos los encuadres entre las percusiones tonales y los vientos sobre las delicadas escalas de guitarra y arpa que fungen como efectiva cortina de fondo. El meticuloso lirismo que surge de todo esto resulta perfectamente idóneo para calibrar y acentuar el desarrollo temático en curso. ‘Skwitch’ es la segunda pieza más larga del álbum con sus 14 ¾ minutos de duración. El prólogo instaura una atmósfera serenamente oscurantista (y justamente esa serenidad hace que la niebla sónica se sienta particularmente perturbadora) para luego abrirse hacia un espectro musical más grácil a través de unas complejas ambientaciones polícromas. Los cambios de motivos y esquemas rítmicos se utilizan sabiamente para jugar con la permanencia del swing básico y la solemne atmósfera mientras los fundamentos temáticos se van renovando con impoluta fluidez. El epílogo retoma el núcleo temático del prólogo con un ropaje petulante y fastuosamente mefistofélico, culminando con unas minimalistas capas tétricas al más puro estilo de ART ZOYD en su faceta más alevosamente minimalista. Si la tortuosa y ostentosa fastuosidad sonora de ‘Fécondée Par Un Extra-terrestre’ apostaba por una impetuosidad ferozmente surrealista, la esencia de ‘Skwitch’ se asienta en la noción de un juego enigmático con varias modalidades de atmósferas serias que a veces coquetean con lo sombrío. ‘El Pulpo’ cierra el disco comenzando con un notable contrapunto a lo inmediatamente anterior mediante el empleo de un lirismo relajado y bucólico, al modo de un retrato sonoro de un amanecer apacible. Pero pronto se rompe esta placidez cuando surge un factor inquietante que deriva finalmente en un ejercicio de tensiones oscurantistas marcadas por una minimalista pomposidad; los delirios dadaístas que entran a tallar instalan, sin mayores aspavientos, un denso desasosiego que marca un interesante final del disco.

Todo esto fue “Negative Toe”, uno de los mejores trabajos avant-progresivos que nos ha brindado en el año 2017, una expresión de auténtica fuerza positiva dentro de los conceptos de rock ecléctico y de jazz experimental. La gente de CAMEMBERT se ha lucido a las mil maravillas con este repertorio, y como tal, es justo que recomendemos al 200% (¿o 300% tal vez?) este disco a todos aquellos seguidores fieles de las vertientes más radicales de experimentación progresiva de todos los tiempos. 


Muestras de “Negative Toe”.-