HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SAUDA CÉSAR INCA.
Hoy toca el turno del quinto
disco del grupo PAPIR, titulado precisamente “V”, un ambicioso trabajo que se
extiende por más de una hora y media. El disco ha sido publicado en formato
digital a través de la red de Bandcamp de PAPIR así como vinilo doble a través
de Stickman Records durante la segunda mitad del pasado mes de agosto. Este
trío prog-psicodélico danés conformado por Nicklas
Sørensen [guitarras], Christoffer Brøchmann Christensen [batería] y Christian
Becher Clausen [bajo] no solo ha proyectado un impulso contundente de sus
ambiciones estéticas en lo referente a la extensión del nuevo repertorio aquí
contenido, sino que también lo ha hecho (y eso es más importante) en lo
concerniente al potencial de riqueza ecléctica que la banda puede sacar de sí a
fin de seguir avanzando a paso firme en la primera línea de la vanguardia progresiva
escandinava. Pasando por alto la séptima y última pieza del álbum, que se desarrolla a través de unos maratónicos 25 minutos, tenemos otros seis cuyas duraciones oscilan entre los 9 y 15 minutos. Desde ya adelantamos que el maratónico repertorio de “V” nos tiene
encantados, pero mejor es que empecemos a centrar nuestra atención en los
detalles del mismo. Una anécdota a tener en cuenta es que John McEntire, integrante de la leyenda viviente del post-rock TORTOISE, se hizo cargo de la mezcla y la ingeniería de sonido en la post-producción de este disco: se nota que el trío tenía muy claras sus ideas sobre la nueva orientación que habría de adquirir su robusta visión ecléctica del rock, y es que el factor post-rockero goza de una amplia cobertura en el repertorio de este disco... y ya es hora de ir a los mórbidos detalles del mismo.
‘V.I’ ocupa los primeros 12 ¾ minutos del disco y lo hace explayándose en la elaboración de vibraciones moderadamente aguerridas sobre un esquema rítmico rico en juegos de síncopas. La vitalidad esencial del grupo se integra en el entramado instrumental con un ropaje de serenidad que no logra ocultar del todo un fuego que clama por estallar más explícitamente, cosa que sucede una vez pasada la frontera del tercer minuto mientras el tempo vira hacia una dimensión stoner, primero con un enfoque rudo por breves momentos, y luego instalando un groove en 6/8 de tal modo que el patente vigor de los guitarreos cuenta con espacios para gestar matices espaciales en medio del jolgorio rockero. Durando
poco menos de 12 minutos, ‘V.II’ se orienta hacia un camino de confluencias entre la lógica de las pulsaciones cerebrales al estilo del legado de NEU! y las atmósferas machacantes del space-rock estandarizado por HAWKWIND, aunque en lo referente a lo segundo cabe señalar que se abren vías de serena luminosidad en medio del machacante groove. De hecho, el esquema rítmico es razonablemente veloz mas no voraz, por lo cual el talante de la guitarra resulta, en un inicio, más ensoñador que perturbador. De todas maneras, el momento tiene que llegar cuando el grupo se disponga a sacar de sí recursos de furor psicodélico, y cuando lo hace, el enfoque sonoro grupal erige una solvente dinámica de vitalista expresividad. Para el epílogo, la banda decide bajar las revoluciones al modo del anuncio de una puesta de sol que ha de finiquitar todo fulgor previo. Cuando llega el turno de ‘V.III’, la gente de PAPIR se prepara para escrutar el terreno del post-rock en busca de nuevos matices que inspiren nuevas proyecciones psicodélicas con una aureola cristalina y relajante. A través de la autocontenida musculatura que se abre en los primeros minutos de la amalgama instrumental se trasluce una espiritualidad contemplativa. Un poco más adelante, la banda crea un clima denso mientras mantiene una prestancia majestuosa en los poderosos retazos minimalistas dibujados por la guitarra: dichos retazos desembocan en un limbo solipsista como si huyeran de la luz de un nuevo amanecer.
La primera mitad del repertorio se cierra con ‘V.IV’, tema que en su punto de arranque muestra muchos aires de familia con ‘V.I’, con el detalle añadido de que la configuración sónica ostenta una mayor dosis de exquisitez, explorando la dimensión progresiva del discurso psicodélico. El sencillo motif central ostenta una aureola optimista mientras las cadencias rítmicas y las ingeniosas líneas de bajo se encargan de dar un sustento genuinamente sofisticado al asunto. El solo de guitarra que emerge en cierto momento es simplemente fabuloso, casi coqueteando con el paradigma Frippiano. La ilación de los diversos desarrollos temáticos tiene para largo y se proyecta hacia una perpetuación de variadas mecánicas vigorosas y extrovertidas. ‘V.V’ abre la segunda mitad del repertorio y lo hace regresando a los senderos ensoñadores y melancólicos del post-rock, los mismos que son oportunamente sazonados con cuidadosamente filudos matices space-rockeros en los guitarreos. El modo en que el bajo es utilizado como cómplice de contrapuntos para la guitarra resulta particularmente fructífero a la hora de manejar las continuas oscilaciones a las que se somete el motto perpetuo. ‘V.VI’ se encarga de ir perpetuando esta línea de trabajo espoleada por estándares post-rockeros mientras retoma algunas de las pautas de robustez altiva y competente que ya se han hecho presentes en temas precedentes. Esto sucede para que se pueda crear un viraje entusiastamente electrizante que se empieza a armar a poco de pasada la frontera del quinto minuto, y es allí cuando la aureola sonora vira hacia una confluencia de tormentas guitarreras a lo stoner y un compás machacón a lo HAWKWIND. Como el motivo en curso prefiere mantenerse bien asentado sobre un sitial de turbulencias martilleantes, la vitalidad reinante sirve de amparo para la emergencia final de vibraciones exultantes y extrovertidas. El fade-out da la impresión de que la algarabía psicodélica habrá de continuar indefinidamente aunque el sonido se haya alejado definitivamente de nuestros oídos.
Cierra el disco ‘V.VII’, el maratónico monumento sonoro que ya anticipamos que ocupa un espacio de 25 minutos. Su orientación sonora es la más abiertamente abstracta del álbum, aguijoneando capas sonoras densas y minimalistas en una acuciante aureola de tensión sostenida sobre la convergencia del krautrock y la psicodelia en su versión; de paso, no faltan en este encuadre integral algunos matices de post-rock, que parece ser que entraron para quedarse en este segundo volumen del álbum, y de hecho poco antes de llegar a la frontera de los 12 minutos y medio, el grupo absorbe influencias de MOGWAI y GODSPEED YOU BLACK EMPEROR!. Advertimos que la dinámica integral de esta pieza final de “V” se ha centrado con cierta voracidad en la potencialización de una laboriosidad tensa penetrada por una furiosa nocturnidad: de este modo, ‘V.VII’ funciona como el broche perfecto para este ambicioso repertorio que nos han traído ahora PAPIR. Una vez concluido nuestro repaso de “V”, solo nos quedan dos cosas: a) felicitar a la gente de PAPIR por haber logrado gestar un refrescante juego de dinamismos eclécticos dentro de su bien definida línea de trabajo; b) recomendar sinceramente este disco a todos los amantes de las vanguardias post-rockera y psicodélica dentro del lenguaje progresivo de nuestros tiempos. PAPIR refuerza su lugar dentro de la primera línea del rock experimental danés.
La primera mitad del repertorio se cierra con ‘V.IV’, tema que en su punto de arranque muestra muchos aires de familia con
Muestras de “V”.-
V.VI: https://papir.bandcamp.com/track/v-vi