Hoy se da la ocasión de hacer una retrospectiva del único disco que publicó el grupo francés instrumental 1980, a la sazón, un cuarteto cultor de una modalidad ecléctica de prog-metal inclusiva de elementos del jazz-rock, el metal extremo y el math-rock, haciendo gala de su complejidad técnica mientras crea climas potentes y aguerridos para cada una de sus composiciones. El susodicho cuarteto originado en la bella localidad de Aviñón en el año 2003 estaba conformado por Pablo Daninos [teclados y efectos electrónicos], Armand Feret [guitarras de 6 y de 7 cuerdas], Mathieu Bonardel [batería] y Benoit de Coster [bajo]. “1980” es el único registro que legó el grupo a la escena prog-metalera antes de disolverse, un disco que dura poco más de 35 minutos; su publicación tuvo lugar en el año 2007 por vía del sello Trendkill Recordings. Fue el guitarrista Feret quien se hizo cargo del arte gráfica de este disco homónimo, el cual ya es considerado como una rareza de colección para los coleccionistas de rock metalero y experimental de las últimas décadas; como dijimos antes, éste es el único legado fonográfico que el grupo dejó al separarse en el año 2012. Aunque el grupo tenía un público de culto en el underground de varias ciudades francesas, el hecho es que sus actividades eran cada vez menores, lo cual llevó a la inercia y el desgaste. Bueno, a continuación repasaremos los detalles del repertorio contenido en el disco que hoy nos ocupa.
‘Intro’ es una breve aventura de parcas exploraciones en efectos de sintetizador y capas que emulan el espesor ceremonioso del órgano de fuelles, siendo su principal función la de abrir la puerta a la emergencia de ‘Sagaie’, la primera pieza formal del álbum. El inicio de ésta es tormentoso y aparatoso, bien sustentado sobre un compás complejo y arropado por unas vibraciones robustas de talante oscurantista. De todas formas, la pieza en cuestión varía drásticamente hacia un delicado juego de síncopas donde se fusionan el math-rock y el metal de talante oscurantista, un cambio de registro que pronto permitirá también el ingreso del swing jazzero como otro ingrediente de plena sofisticación musical. El propósito de todo este enredo sónico es asegurar que el regreso de la originaria garra metalera pueda explotar el máximo punto de su potencial de fastuosidad. ‘O Me Oh’ es el tercer ítem del disco y su estrategia consiste en seguir ahondando en la pesadez sofisticada del tema precedente tras pasar por un señorial prólogo en clave jazz-rockera: el amanecer sonaba a algo así como PLANET X en su faceta cálida y el esplendor del día se proyectó hacia el paradigma de MESHUGGAH, alborotando las cosas con incandescente musculatura. ‘Meshuggreich’ sí explora fehacientemente los factores más sutiles del cosmos musical de 1980 en una grácil ostentación de equilibrio durante la elaboración del cuerpo central y la atmósfera general: alternando cuando no combinando pasajes y grooves propios del math-rock (a lo DON CABALLERO de la fase 2000-2006), del metal experimental a lo MESHUGGAH y del jazz-rock, los instrumentos van interactuando en el dibujo de un paisaje candoroso de luminosidades progresivas. Durando poco más de 5 ¾ minutos, ‘Amicalment Votre’ nos sorprende en el punto de arranque con un drástico contrate entre el frenesí arrollador de la tríada de guitarra-bajo-batería y las bizarras disonancias flotantes del sintetizador, pero una vez instalado el cuerpo central, disponemos de otro ejemplo de ingeniosa confluencia entre los paradigmas de DON CABALLERO, UPSILON ACRUX, CYNIC y MESHUGGAH. En un pasaje ulterior, el juego de contrastes del breve prólogo reaparece, no por mucho tiempo, pero el suficiente como para rehacerlo con incrementada majestuosidad: se trata, al fin y al cabo, del preludio a la sección más rabiosa de la pieza que instaura un clímax concluyente realmente salvaje.
Durando poco más de 10 ½ minutos, ‘Il Se Fait Tard Mon Ami, Il Faut Rentrer’ trae el cierre para el fehacientemente sinuoso y arrollador viaje musical plasmado a lo largo y ancho de este álbum. Su incandescente vitalismo se centra particularmente en la incesante ilación de pasajes prog-metaleros con otros jazz-rockeros, usando riffs y progresiones armónicas como colores dentro de una amalgama de paisajes diversos. La mayor parte del tiempo, el bajo se dedica a llenar espacios musicales de la guitarra, mientras que la batería se centra en la muy complicada misión de sustentar los diversos cambios de ambiente y de groove con impoluta fluidez. Algunas secciones nos sorprenden porque se proyectan hacia una ambientación cósmica progresiva que nos remite a un híbrido entre las fases 73-74 y 81-84 del amplio paradigma Crimsoniano. Es en estos momentos que el cuarteto demuestra que también se maneja muy bien con lo psicodélico, aunque, técnicamente hablando, esos pasajes cumplían mayormente la función de preparar el terreno para un jam jazzero de tenor etéreo. Tras un par de minutos de silencio, el grupo regresa al frente para elaborar un clímax neurótico en clave de metal experimental con unos recursos cibernéticos que hilan una maraña math-rockera de nervio desgarrado e ímpetu futurista. Los recortes que van apareciendo en las instancias finales brindan un aura deconstructiva al asunto. En conclusión, 1980 y “1980” son dos nombres que deben estar anotados con puño firme en nuestras agendas de exploraciones melómanas del primer decenio del nuevo milenio. Muchas gracias a este colectivo francés por lo que nos dio en su momento, sin importar si fue mucho o poco cuantitativamente hablando; realmente vale la pena redescubrir su pequeño pero voraz legado musical.
Muestras de “1980”.-
Meshuggreich: https://www.youtube.com/watch?v=Ig7p4U1D83Q
Il Se Fait Tard Mon Ami, Il Faut Rentrer: https://www.youtube.com/watch?v=og8lunnHyl0