Thursday, March 31, 2016

Extinción y eternidad de FULANO


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

El grupo chileno FULANO se va por la puerta grande del mundo fonográfico con “Animal En Extinción”, demostrando justamente que su instancia ontológica es todo lo opuesto al título del nuevo disco: bueno, es verdad que hoy por hoy FULANO es una entidad extinta, pero a lo que hacemos referencia con la primera frase es al hecho de que el vigor creativo del que hizo gala este colectivo desde que puso en marcha su periodo de remodelación era muestra de cualquier cosa menos de agonía y decadencia. Eso sí, la trágica y prematura muerte de Vivanco en enero del 2003 llevó a una fase de desintegración y dispersión para el mundo musical de FULANO que se tradujo en carreras solistas y en la formación de nuevos ensambles (MEDIABANDA, por ejemplo). Tras este desarrollo de los eventos, resulta natural que la reformación de FULANO, iniciada en el año 2009, se centrara en tantear nuevas posibilidades en medio de un futuro poco cierto, creando poco a poco nuevas canciones aunque sin llegar a grabar un nuevo trabajo de estudio. Al final, la misión pasó a ser el ver cómo se cerraba de una forma adecuada y coherente esta carrera musical signada por la inquietud experimental, el eclecticismo, el fuego creativo y la expresividad contestataria. El ensamble que grabó este disco está integrado por Jorge Campos [bajos, contrabajo, sintetizadores y coros], Cristian Crisosto [saxos soprano y alto, flauta, flauta bajo y coros], Felipe Muñoz [teclados], Paquita Rivera [voz y coros], Cristóbal Dahm [saxos tenor, alto y barítono, y clarinete], Álvaro Poblete [batería] y Rafael Chaparro [saxo tenor y coros]. “Animal En Extinción” fue publicado por el sello El Templo Rekords a fines del año 2015: a mediados del diciembre siguiente, FULANO dieron un concierto en el Cine Arte Alameda de la ciudad de Santiago para presentar el disco y hacer su retirada oficial. 


Veamos ahora los detalles del disco en cuestión. La breve pieza ‘Solo Quería Decirte Que…’ – de autoría del maestro Vivanco – abre el disco cual diminuto prólogo en clave de jazz relajado antes de que ‘Fábula Y Fantasía’ irrumpa con su grácil ingeniería marcada por complejas síncopas e inteligentes juegos de matices. Los arreglos de los vientos simultáneamente crean coloridos de trasfondo y complementan la labor de la dupla rítmica, siendo así que cuando los teclados empiezan a ocupar un rol más protagónico dentro del bloque instrumental general se crea un momento climático muy especial. Eso sí, este momento climático tiene como principal función la de fungir como puente hacia una remodelación más dinámica del motif central, y es a partir de aquí que se crea vías para expresiones más libres de los músicos y las partes cantadas: el que haya un relato en el trasfondo del canto de Rivera da un talante dadaísta al asunto. Vale mencionar especialmente a un hermosamente intenso (aunque demasiado breve) solo de sintetizador cerca del final. ‘Late Cerebro’ se hace cargo de capitalizar el convincente vigor que empapó a la pieza precedente y llevarlo hacia más exquisitas instancias de vigor: los solos de saxofón, la robusta armazón rítmica y los poderosos ornamentos de los teclados conforman el paisaje sónico perfectamente idóneo para el urgente canto de Rivera. La agitada coda sirve para cerrar el esquema temático de la pieza con una cierta actitud sorpresiva, aunque sin duda se siente muy coherente dentro de la ingeniería musical. Cuando emerge ‘Conservadores Por El Cambio’, el grupo se focaliza en un groove funky que se sitúa a medio camino entre la tradición Motown y el paradigma del FRANK ZAPPA de la primera mitad de los 70s: da gusto ver cómo el espíritu combativo del canto de Rivera se amalgama con la majestuosa armazón instrumental, la misma que incluye un bello solo de saxofón soprano a lo Wayne Shorter. ‘Viaje Al Silencio’ sigue por esta misma línea de mensajes combativos (incluyendo algunas frases airadamente soeces) mientras los adornos instrumentales y vocales se orientan por senderos más complejos, estableciendo abiertamente aires de familia con los modelos de HENRY COW (los dos últimos discos) y THINKING PLAGUE, aunque sin perder del todo la inspiración de la tradición fusionesca de los 70s.

Con el muy elocuente título de ‘La Tonada Amarga De La Vida Del Tercer Mundo’, la sexta pieza del álbum nos confronta inicialmente con una aspereza musical diseñada para remecer nuestras conciencias con un punche convincente (a veces coqueteando con el paradigma Magmiano a través del filtro de sus compatriotas de AKINETÓN RETARD). Más adelante, cuando se asienta el cuerpo central, el grupo se centra en un swing llamativo donde va edificando recursos de fluido lirismo en medio del patente derroche de energía expresiva: técnicas del jazz-fusion y del rock-in-opposition se hermanan en los pasajes más cálidos, los mismos que sirven de acicate para la gestación e instauración del fastuoso arreglo de metales en torno al cual se centra el clímax conclusivo. ‘Nada Cuadra’ es una breve pieza marcada por un cautivador colorido centrado en el inmortal paradigma académico modernista de Varese (a través del filtro de ZAPPA): no es un interludio ni nada por el estilo, es una miniatura que instaura un viaje musical con una plenamente autónoma autoridad. Cuando surge ‘Jaco Dance’, el grupo hace gala de su sentido tremendamente sofisticado de la musicalidad. Muñoz se hizo cargo del fabuloso solo de Mini-Moog que nos quita el habla. La dupla de ‘Mina Inmune’ y ‘Selah… Deténgase Y Escuche’ completa el repertorio del disco, y curiosamente se trata de una dupla muy antagónica. ‘Mina Inmune’ se desarrolla en un ritmo hip-hop latino desde el cual el ensamble elabora un empuje farsesco con su correspondiente letra contestataria: dando la espalda a su faceta más habitualmente sofisticada, el grupo se dedica a afilar su dimensión más ácidamente puntiaguda en esta particular travesura musical. Como invitado especial para la ocasión funge el pianista Francisco Loyola para aportar una frescura dinámica al asunto. Por su parte, ‘Selah… Deténgase Y Escuche’ es un ejercicio expresionista de delicados fraseos de piano alimentados por capas orquestales de sintetizador que realzan apropiadamente la cualidad etérea de la melodía básica: bien se puede describir como un homenaje simultáneo a la faceta introspectiva del inmortal JOE ZAWINUL y al lirismo exquisito de LYLE MAYS.


Fueron 40 minutos de grandeza musical los que nos ha regalado la gente de FULANO por vía de “Animal En Extinción”, tal vez muy poco minutos para quienes nos acostumbramos a espacios más generosos dentro del formato de CD, pero de lo que no cabe duda es que se trata de un fabuloso muestrario de la visión ecléctica que siempre han ostentado FULANO en la experimentación progresiva y la vitalidad aventurera en los discursos del jazz y del rock modernos. Cualesquiera intentos de elogio sistemático que intentemos plasmar en esta reseña se pierden en la imprecisión cuando intentamos explicar cuán bien lograda es esta obra fonográfica de esta banda emblemática de la avanzada musical chilena. Parece mentira que estén tan lejanos esos años de la segunda mitad de los 80s cuando esos significativos discos que fueron “Fulano” y “En El Bunker” entraron de lleno en el colectivo del underground chileno para mostrar una nueva forma de hacer arte experimental en la música. FULANO se van por la puerta grande dejando atrás un castillo artístico esplendoroso que ellos construyeron a lo largo de varias décadas de labor artística: se van para conquistar la decisiva y definitiva eternidad.


Muestras de “Animal En Extinción”.-
Fábula Y Fantasía [en vivo, abril de 2013]:https://www.youtube.com/watch?v=rRJUvGvOvJ4
Conservadores Por El Cambio [en vivo, abril de 2013]: https://www.youtube.com/watch?v=65WrQFvJuAU


[Dedicamos esta reseña a los amigos Felipe Morros Martel y Jorge Campos Astorga, quienes hicieron posible nuestro acceso a este excelente disco.]

Tuesday, March 29, 2016

PENSIERO NOMADE: música para todos los lugares


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

PENSIERO NOMADE vuelven y lo hacen con todo a través de lo que muestran en el hermoso catálogo contenido en su nuevo álbum “Da Nessun Luogo”, publicado a inicios de octubre del año pasado 2015. Para esta ocasión, el personal de PENSIERO NOMADE consta de Fabio Anile [piano, sintetizadores y efectos electrónicos], Michela Botti [voz], Davide Guidoni [batería, gongs y demás percusiones], Salvo Lazzara [Touch Guitar de 9 cuerdas, guitarra, guitarra-sintetizador, bajo y programaciones], Andrea Pavoni [piano, sintetizador, bajo, guitarra y voz], Luca Pietropaoli [trompeta y efectos electrónicos] y Alessandro Toniolo [flauta y saxo Midi]. O sea, tenemos aquí una labor más nutrida que la que plasmó el trío de Lazzara (el líder de este proyecto), Pietropaoli y Guidoni en el disco anterior “Imperfetta Solitudine” (2013), además de darse los retornos de Anile y Toniolo desde el primer disco “Materia E Memoria” (2011). Lazara y Toniolo ya son colegas en el grupo GERMINALE, mientras que a Guidoni le conocemos por DAAL y TAPROBAN; también hay integrantes del grupo GREENWALL en este colectivo, así como el trompetista de FONDERIA Pietropaoli. El predominio tan incisivo de lo introspectivo y lo atmosférico en “Da Nessun Luogo” nos lleva a la conclusión de que PENSIERO NOMADE ha gestado este disco pensando en hacer una serie de bosquejos y dibujos donde se retrata una serie de inquietudes espirituales: la estrategia sonora para concretar esto principalmente se basa en los estándares del progresivo moderno con algunos espacios medidos que se reservan para el desarrollo de sonoridades psicodélica y jazzeras, aunque sin romper con la aureola de amables desarrollos melódicos. Respecto a este último punto, cabe destacar la aplicación de recursos inspirados en el pop-rock de vanguardia de las dos últimas décadas. Bueno, vayamos ahora a los detalles del repertorio, ¿vale? 


El disco comienza con ‘Dove Comincia Il Giorno’, un instrumental etéreo no ajeno al influjo de aires mediterráneos y del Oriente Próximo en el desarrollo de sus bases armónicas y ornamentos: notamos ciertos aires de familia con sus compatriotas de NODO GORDIANO en lo referente al manejo del núcleo cósmico del estándar de la psicodelia progresiva con una alimentación telúrica. ‘A Tensione Constante’, por su parte, se orienta hacia una mezcla de jazz-rock (un poco al estilo de UPPER EXTREMITIES) y la faceta más etérea del Crimsonismo contemporáneo: la actitud evocativa que imperó en las atmósferas de la primera pieza se hacen a un lado para que ahora se imponga un esplendor luminoso matizado con cierta aureola inquietante. En esta primera dupla de temas es como si hubiésemos pasado desde los inciertos primeros instantes del amanecer hasta la clara definición de la mañana. Así las cosas, ‘Più Lontano, Più Forte’ – el primer ítem cantado del álbum – entra a tallar con un vigor rockero bien definido, instalado sobre un swing compacto alimentado por grooves fusionescos, mientras que la instrumentación restante (capas de sintetizador, florituras de guitarra, trompeta, saxo Midi y piano) se concentra en armar una orquestación tan abstracta como envolvente. El grupo está claramente orientado hacia la edificación de un discurso jazz-progresivo que ostenta una musculatura inocultable a la par que evita que la fuerza reinante se desborde; los libres efluvios de los vientos hallan en el encuadre de la batería y las omniscientes capas sintetizadas un cálido refugio donde organizar sus aportes al gran cuadro sonoro en curso. ‘Niente, Finalmente’ se encarga de recibir el impacto de la exuberancia majestuosa y misteriosa de la canción precedente y la lleva hacia una instancia más etérea, logrando simultáneamente exhibir una pasión más explícita (aunque suene paradójico). El canto de Michela Botti resulta crucial para esto. ‘La Coda Dell’Occhio’ es una pieza lánguida sustentada sobre un compás de 5/4 que bien puede describirse como una cruza de RADIOHEAD (etapa 98-01) y la banda compatriota ARIES, con algunos toques de TORTOISE que sirven para meter algo de misteriosa densidad al asunto.


La pieza homónima dura poco más de 13 ½ minutos, siendo de por sí la más extensa del disco. El núcleo temático es sencillo y persistente, elaborado al modo de una balada progresiva donde se conjugan los discursos del sinfonismo moderno de tenor neo-progresivo y el jazz-rock melódico. El motif central con sus correspondientes pasajes cantados tarda un poco en emerger pues el colectivo instrumental se toma su tiempo para madurar su enfoque central a través de un jam envolvente (un poco a lo GORDIAN KNOT en su faceta más contemplativa). Una vez instalado dicho motif, emergen algunos matices Floydianos diseñados para aportar una oportuna sensación de empuje emocional al asunto: los guitarreos a medio camino entre los paradigmas respectivos de DAVID GILMOUR y ROBERT FRIPP y el saxo Midi se instalan en la columna vertebral de la atmósfera general de la instrumentación. A esta composición larga le sucede ‘Il Verso Che Non Trovo’, otra balada que acentúa el aire de ensueño reflexivo en torno al cual se había prodigado la pieza precedente: a Michela se le nota más apasionada que nunca mientras realiza su dueto con Pavoni. Tenemos aquí una canción cercana al PETER GABRIEL de los últimos 15 años aunque con una presencia más robusta de la batería. Nos vamos acercando al final del repertorio cuando emerge ‘L’Apparente Allegria’, una pieza instrumental innegablemente cautivadora que bien puede describirse como un reciclaje del paradigma de PORTISHEAD a través del filtro del nu-jazz. Los ecos de las sobrias líneas de la trompeta son tan vitales como los sonidos mismos mientras la armazón de batería y sintetizadores ofrecen un marco sólido para la atmósfera reinante, Durando casi 4 ½ minutos, ‘Cercalo In Fondo Agli Occhi’ cierra el disco con un regreso simultáneo a la faceta más suntuosa de ARIES y la nostalgia extravagante del RADIOHEAD de inicios del milenio: dado que esta vez predomina un aura crepuscular en la canción, se la puede considerar como un ritual de atardecer que despide la serie de viñetas reflexivas que se nos ha regalado a través del repertorio. La gente de PENSIERO NOMADE ha creado en “Da Nessun Luogo” un disco muy bonito, marcado por una belleza hipnótica y sugerente: de hecho, así parece que surgen estas reflexiones convertidas en música, de ningún lugar, pero cuando surgen, ocupan todos los espacios del intelecto y todos los rincones del alma.


Muestras de “Da Nessun Luogo”.-

Saturday, March 26, 2016

En la tierra de los sueños jazz-progresivos de BELEDO


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión nos complacemos enormemente en presentar el nuevo trabajo fonográfico del héroe uruguayo de la avanzada jazz-progresiva BELEDO, trabajo que porta el título de “Dreamland Mechanism”. Lo que hace el maestro BELEDO es mostrarnos una imagen más completa de sí, un rol que va más allá del experto y creativo guitar hero que todos pensamos de él. De hecho, su primer instrumento fue el piano, el mismo que estudió formalmente desde la tierna edad de 6 años, y fue solo a partir de sus años adolescentes que empezó a tocar la guitarra, que con el tiempo se convirtió en su instrumento de bandera (una historia muy parecida a las de EDDIE VAN HALEN y TREVOR RABIN). Además de tocar teclados junto a sus habituales guitarras eléctricas y acústicas, BELEDO también incursiona en el violín, instrumento que utiliza con la sensibilidad lírica de siempre. Dentro del personal congregado para ayudar a BELEDO en el producto final de “Dreamland Mechanism” destaca la fabulosa dupla rítmica del baterista Gary Husband y el bajista Lincoln Goines, con alguna ocasional intervención de otra dupla conformada por Tony Steele y Doron Lev, y además, grandes figuras de la fusión progresiva indonesia como son Dewa Budjana y miembros de la banda SIMAKDIALOG. Pero bueno, veamos ahora los detalles del repertorio, ¿vale?


Durando poco más de 5 ¼ minutos, ‘Mechanism’ abre el álbum con un vigor rotundo encapsulado en un medio tiempo que permite que los ornamentos y los matices que entran a tallar se resalten bien a lo largo del desarrollo temático, muy metido en el paradigma de JEAN-LUC PONTY con sazones de RETURN TO FOREVER. El continuo diálogo entre la guitarra y el violín se apoya menos en la pirotecnia y más en la sustentación de la armazón de la instrumentación global; por supuesto, contar con Goines y Husband para completar el cuadro sónico es una garantía infalible para un groove atrapante. Ostentando orgullosamente un aumento de la gracilidad y una ingeniería lírica más rica, ‘Bye Bye Blues’ nos muestra un perfecto ejemplo de luminosidad musical bajo los parámetros jazz-progresivos. Una mención especial debe ir para el bellísimo solo de sintetizador Mini-Moog – ejecutado por el propio BELEDO – que nos remite a los paradigmas de KIT WATKINS y JAN HAMMER. ‘Marilyn’s Escapade’ también hace lucir su lirismo esencial, siendo así que el piano ocupa el rol central dentro del bloque instrumental; además, es un lujo que este tema tan atractivo se extienda hasta más de 8 ½ minutos de duración. Orientándose mayormente por terrenos de PAT METHENY, esta pieza también se beneficia de la inclusión de cadencias fusionescas de motivación tanguera merced a la inclusión de un envolvente solo de acordeón: que no nos extrañe que BELEDO sea también el responsable de realizar este detalle, aunque tampoco puede faltar un vibrante solo de guitarra suyo. Definitivamente, tenemos en esta dupla de ‘Bye Bye Blues’ y ‘Marylin’s Escapade’ un cénit definitivo del álbum… pero todavía faltan varias gozadas para agotar su oferta completa. ‘Lucila’ viaja hasta otros lugares del mundo para proseguir con las inquietudes fusionescas de BELEDO: esta vez nos hacemos acompañar de los percusionistas indonesios Endang Ramdan y Cucu Kurnia para que se nos brinde una sugerente confluencia de ritmos orientales con colores latinos (un poco a lo STRUNZ & FARAH). El aura de sobria vitalidad está perfectamente lograda en esta pieza.


Cuando emerge ‘Sudden Voyage’, BELEDO opta por desarrollar un swing bluesero bizarramente enriquecido con cadencias exóticas provistas por percusiones adicionales: los fraseos de la guitarra tienen suficiente energía, pero ésta se halla debidamente contenida para dejar que la ingeniería rítmica asuma un rol destacado dentro del sonido grupal. La labor de la dupla rítmica del bajista  Tony Steele y el baterista Doron Lev es apropiadamente sólida. Con la dupla de ‘Big Brother Calling’ y ‘Mercury In Retrograde’, BELEDO prefiere restringirse al esquema sonoro de power-trío con la leal complicidad de Goines y Husband, y de paso, logra gestar otro cénit para el disco. En ‘Big Brother Calling’ disponemos de un ejercicio de sofisticado jazz-rock firmemente instalado sobre un esquema rítmico razonablemente complejo… y de paso, se nos regala uno de los solos de guitarra más contundentes de todo el disco. En cierto sentido, esta pieza nos recuerda al proyecto THE AVENGERS donde estuvo BELEDO. ‘Mercury In Retrograde’ va por similar camino pero con un swing más ligero y un manejo más comedido de la vitalidad propia de este ensamble que se siente perfectamente armonizado. De hecho, notamos a un Husband fabuloso que se roba el protagonismo en varios pasajes: sus complejos juegos de redobles en las instancias finales son simplemente de otro mundo. ‘Silent Assesment’ explora aspectos más serenos del mundo musical de BELEDO, pero aún en estas circunstancias se abre un amplio campo de expresión para la vitalidad nuclear de la dupla rítmica de Goines y Husband. ‘Budjanaji’ vuelve a los arreglos exuberantes que disfrutamos en las tres primeras piezas del álbum con el fin de emplearlos para un ejercicio de PAT METHENY oriental, muy a tono con la línea de trabajo de unos SIMAKDIALOG. Claro, está, hay tres músicos del mencionado grupo apoyando a BELEDO en esta travesía específica, además del maestro Dewa Budjana, quien se hace cargo de uno de los dos solos de guitarra. Como si ambos guitarristas estuvieran estableciendo su amistad musical por vía de desafíos mutuamente enriquecedores, ambos emplean varios pasajes muy lucidos, aunque siempre al servicio de la atmósfera general: se nota que ALLAN HOLDSWORTH es una figura referencial y venerada por los dos. 


Ocupando un espacio de casi 5 ½ minutos, ‘Front Porch Pine’ cierra el álbum reiterando algunas pautas y cadencias que ya se hicieron presentes antes en ‘Mercury In Retrograde’: la robustez del largo solo de guitarra añade una intensidad especial al asunto. Tratándose de una pieza marcada por una atmósfera cálida, supone un cierre muy agradable para el repertorio, además de que sintetiza eficazmente los aspectos más ágilmente coloridos del repertorio del álbum. Lo que ha supuesto “Dreamland Mechanism” para nosotros ha sido una estupenda experiencia melómana, aunque poco hay de sorpresivo en esto cuando se trata de una obra gestada por el genio musical de BELEDO. Sin duda, este disco instaura un cénit especial para la carrera de este veterano de la fusión contemporánea y la escena jazz-progresiva del mundo.


Muestras de “Dreamland Mechanism”.-

Front Porch Pine [en vivo en Mexicali, 2014]: https://www.youtube.com/watch?v=aSWLXU_MSZ8

Tuesday, March 22, 2016

La extraordinaria ópera-rock de DREAM THEATER


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

DREAM THEATER han abierto con gran pompa y circunstancia el año 2016 por vía de su doble álbum de estudio “The Astonishing”, el cual sigue conceptualmente el relato de la represión y ulterior liberación de la creatividad artística dentro de un hermético y agobiante contexto distópico. Si astonishing significa en español increíble o extraordinario, entonces podemos decir que la obra musical concretizada en este disco responde plenamente a los significados de diccionario de su título: el quinteto de James LaBrie [voz], John Petrucci [guitarras], Jordan Rudess [teclados], John Myung [bajo] y Mike Mangini [batería y percusión] ha hecho la doble tarea de, por un lado, darle un nuevo giro de tuerca a su gusto por musicalidades ostentosas y elaboradas, y por el otro, focalizar las nuevas ideas en la exploración de matices predominantemente prog-sinfónicos dentro de un contexto teatral propio de un musical de Broadway (a lo “Phantom Of The Opera” o las reposiciones recientes de “Jesus Christ Superstar”), además de recoger aspectos rockeros dramáticos al modo del Tommy de THE WHO y The Wall de PINK FLOYD. El material de “The Astonishing” es muy meticuloso en el seguimiento de la mitología que Petrucci empezó a escribir a mediado del año 2013, para presentárselo a sus compañeros casi un año después. La aprobación inmediata de éstos llevó a la dupla de Petrucci y Rudess a componer la música del disco con las ideas muy claras. Difícil es hablar de una dictadura monolítica en el modo en que funciona la banda actualmente: es más bien un liderazgo bien definido donde las otras figuras distintas al líder gozan de espacios para respirar y apoyar en la recreación final del mapamundi compositivo. Esto resulta particularmente efectivo para el caso del vocalista LaBrie, quien amolda los registros y trucos de su canto a los diferentes personajes que forman parte del imaginario de “The Astonishing”. También es de resaltar la presencia de algunos ensambles corales (uno de gospel y otros dos de cámara) y de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de Praga en varios pasajes climáticos. Siendo así que hay una notoria cantidad de pasajes semi-lentos y/o baladísticos en la amplia expansión musical que la banda se otorga para la ocasión, vemos que esto se impone como un recursos inevitable pues el peso del relato que unifica a todas las canciones es muy fuerte, lo suficiente como para que la sucesión de eventos exija un manejo moderado de los tempos a fin de hacerse claro al oyente.  


El contexto del argumento dramático del doble álbum es el año 2285, cuando la región nordeste de los Estados Unidos está gobernada despóticamente por el Great Northern Empire of the Americas, el cual solo abre campo a espacios de entretenimiento con música robótica creada por las Noise Machines (NOMACs). En un pueblo pequeño dentro de este reducto futurista llamado Ravenskill viven los hermanos Arhys y Gabriel: el primero es la figura líder de la Ravenskill Rebel Militia, que combate a favor de una expansión de las libertades civiles, y el segundo es un joven con grandes dotes para crear música y cantar. El emperador Nafaryus oye rumores sobre la existencia de Gabriel y el poder liberador que tiene su talento musical, y aunque se siente impactado por lo que ve y oye en Gabriel, decide ejercer un mando opresivo contra cualquiera que pretenda crear alternativas a los medios oficiales de entretenimiento. Pero bueno, la hija del emperador Faythe aprecia más ampliamente el don de la música y, encima, se enamora de Gabriel. Intrigas políticas amenazan con sabotear este romance así como la liberación del arte, pero finalmente, tras no poco dramas – Arhys muere asesinado en el camino y Faythe resulta malherida –, el amor triunfa y el arte musical es reivindicado desde dentro del sistema gubernamental, o sea, por un Nafaryus que cambia de opinión. Más detalles sobre esta trama en el enlace http://www.dreamtheater.net/theastonishing: por nuestra parte, nos ponemos a revisar el repertorio del doble álbum que tenemos en nuestras manos.


El primer volumen de “The Astonishing” se abre con una fenomenal tríada conformada por ‘Descent Of The NOMACs’, ‘Dystopian Overture’ y ‘The Gift Of Music’. Las dos primeras piezas de esta tríada son instrumentales y transitan desde una ceremoniosidad maquinista de tenor futurista hacia una pomposa exhibición de musicalidades ricas donde se anticipa varios de los motivos centrales que se instaurarán a lo largo del álbum. Con ‘The Gift Of Music’ escuchamos por primera vez la voz de LaBrie, y se trata realmente de una canción con enorme gancho: la vitalidad de sus riffs y la magia incendiaria del obligado solo de guitarra que entra a tallar en algún momento se encuadran muy bien dentro del bien afiatado ensamblaje diseñado por los cuatro instrumentistas. El esquema rítmico es tan marchoso como sofisticado, y cómo no, la ágil versatilidad de Rudess a la hora de armar las orquestaciones, desarrollos armónicos y un ocasional solo ostenta el usual nivel de genialidad: una canción que obedece inteligentemente al “imaginario manual de prog-metal” que DREAM THEATER ayudó tan intensamente a escribir. A partir de ‘The Gift Of Music’ se siembra el camino para la concatenación de ‘The Answer’, ‘A Better Life’ y ‘Lord Nafaryus’. ‘The Answer’ porta un lirismo relajado y cálido, mientras que el de ‘A Better Life’ es un lirismo más muscular, propio de una power-ballad, y cómo no, incluye algún momento de ceremoniosa serenidad y un fulguroso solo de guitarra. ‘Lord Nafaryus’ completa esta secuencia con un esplendor sinfónico alimentado con una teatralidad mágica: el núcleo global de la instrumentación reside en la dupla de voz y piano. Así las cosas, el escenario está preparado para las ambientaciones gótico-palaciegas de ‘A Saviour In The Square’ y la prístina claridad melódica de ‘When Your Time Has Come’, que nos suena a un curioso híbrido de STYX y el GENESIS de la época 76-78. La magnificencia intrínseca de aquella canción y la vibración romántica de ésta se conjugan hermosamente en ‘Act Of Faythe’, canción que no tenemos miedo de designar como una de las más bellas que han hecho los DREAM THEATER en los últimos 10 años.

  

Ostentando una musicalidad diversa, ‘Three Days’ vuelve de lleno a la teatralidad (al modo de la banda sonora de “The Phantom Of The Opera”), siendo su coda una breve secuencia de desatados mecanismos que responde al título de ‘The Hovering Sojourn’. Por su parte, ‘Brother, Can You Hear Me?’ nos regresa a la magnificencia épica y lo hace un poco al modo Floydiano de la obra magna “The Wall”, alternando climas marciales con estructuras de power-ballad, además de incorporar una masiva presencia de arreglos orquestales y corales. Este recurso es utilizado en más de una ocasión, haciendo obvio que el grupo se toma la expresión ópera rock muy al pie de la letra. ‘A Life Left Behind’ es, no nos cabe duda al respecto, una de las composiciones más sólidas de este doble álbum desde el punto de vista progresivo: magníficos pasajes instrumentales y bien delineadas secciones cantadas cuyo tenor nostálgico nunca se hace meloso, dos cosas que funcionan muy bien cuando se hilan con la magia tan propia de este quinteto. Y por si fuera poco, le sucede ‘Ravenskill’, otra canción armada dentro de una ingeniería compositiva tremendamente refinada, aunque a diferencia de la canción precedente, aquí hay un dramatismo más pomposo. Con la dupla de ‘Chosen’ y ‘A Tempting Offer’, la banda sigue alternando las exploraciones en climas románticos con otras en ambientes teatrales recargados de ceremonioso vigor. En el caso de la segunda de estas canciones, tenemos un peculiar solo de Petrucci donde le vemos realizar nuevas entonaciones, diseñadas indudablemente para retratar un aura de terror. También tenemos una hermosa coda orquestada. Con la serie de efectos sintetizados que conforma el breve puente ‘Digital Discord’ se abre la puerta a ‘The X Aspect’, otra power-ballad que recibe claramente los resonantes ecos de ‘A Better Life’… y cómo no, si es que la letra misma continúa por la misma temática. El pasaje final, dirigido por etéreas líneas de gaita, prepara el terreno para la emergencia de ‘A New Beginning’, que con su espacio de casi 7 ¾ minutos se erige en la pieza más larga del primer volumen de “The Astonishing”. Cabe destacar el gran vuelo sinfónico que se plantea el grupo para esta canción, que bien se puede describir como una síntesis entre los tiempos de “Scenes From A Memory” y “Dream Theater” con algunos matices de esa particular edad de oro que encarnó “Images And Words”. Las alternancias entre pasajes intensos y serenos están muy bien armadas, sin altibajos en las ambiciones de fastuosa musicalidad que el grupo proyecta. ‘The Road Of Revolution’ concluye el repertorio de ‘Act 1’.  

  

El instrumental ‘2258 Entr’acte’ da inicio al segundo volumen, desplegando un medley sinfónico de varios motivos centrales a ser desarrollados posteriormente. Con ‘Moment Of Betrayal’, la banda elabora estándares pesados melódicos muy en onda con lo que ha venido haciendo en los dos últimos álbumes, pero se nota en la amplificada labor de los teclados que algo queda de las huellas del “Octavarium” y del “Six Degrees Of Inner Turbulence”. Los DREAM THEATER se regodean en los elementos clave de su propio paradigma y les sale algo realmente inspirado. Casi 6 ¼ minutos de puro gancho prog-metalero. Con la tríada de ‘Heaven’s Cove’, ‘Begin Again’ y ‘The Path That Divides’, el grupo se sigue sumergiendo en sus ambiciosas pautas de grandilocuencia rockera. La primera de estas canciones ostenta una espiritualidad ceremoniosa en base a la fuerte presencia de un piano romántico en el pasaje inicial y un señorial viraje rockero ulterior; éste se cierra con otro pasaje de piano, el mismo que sirve para que ‘Begin Again’ se impulse desde un aura de expresividad conmovedora que termina aterrizando en una bonita semi-balada a lo RICK WAKEMAN. ‘The Path That Divides’ cumple con la función de desplegar ambientes robustos, algo que se potenciará mas fehacientemente hasta llegar casi a lo tétrico en ‘The Walking Shadow’, siendo el breve intermedio robótico ‘Machine Chatter’ el enlace para la plasmación de estos nuevos aires amenazantes. La dupla de ‘My Last Farewell’ y ‘Losing Faythe’ aporta un giro especial a la narrativa del álbum: ‘My Last Farewell’ lleva el ahora predominante aire de amenaza a dimensiones de intenso colorido – incluyendo un fabuloso solo de Rudess – mientras que ‘Losing Faythe’ es una balada de base acústica que finalmente deja paso a arreglos épicos, los mismos que insertan un reprise de ‘Begin Again’. Su tono elegíaco sirve de oportuno reposo ante el despliegue de vigor que se ha venido desarrollando desde la segunda canción del volumen que ahora nos ocupa. Otra dupla, la de ‘Whispers On The Wind’ y ‘Hymn Of A Thousand Voices’, se encarga ahora de reencaminar esta vía de vulnerabilidad a través de recursos de serenidad que empiezan con un tenor lánguido y luego viran hacia una espiritualidad más decidida.   


Con el espíritu expectante y un tanto edulcorado de ‘Our New World’ (un poco al estilo del rock duro AOR) y los efectos de opacidad tecnológica que se despliegan en el interludio instrumental ‘Power Down’, el concepto se abre a su gran final con el fastuoso reprise de varios motivos previos que se arma para la canción que se titula precisamente ‘Astonishing’: este cierre de poco menos de 6 minutos que cumple cabalmente con concluir el relato bajo una inevitable aureola de optimismo, autoafirmación y redención. El hilo narrativo tenía que llegar hasta aquí, hasta la idea de que hay que luchar por lo que se es y lo que se quiere ser, siendo así que el arte es la vía de expresiones más puras y libres del ser humano y que no hay sistema político ni horizonte moral que pueda justificar su silenciamiento y su ahogamiento. Bueno, así fue nuestra experiencia con esta abrumadora obra conceptual de DREAM THEATER, una ópera rock que dura poco más de 130 minutos y que desde este humilde lugar internauta apreciamos con actitud muy positiva. “The Astonishing” está recibiendo elogios y reproches (más de lo primero) de parte de los fans de siempre, pero como es habitual, hay una gran expectativa en torno a la gira de apoyo del disco. Desde nuestra óptica, este doble álbum ha sido, ante todo, un nuevo campo de expansión para el ideario musical de este veterano quinteto, y eso siempre es un signo positivo dentro del paradigma de DREAM THEATER y dentro de la gran escena mundial del prog-metal: de hecho, hasta nos atrevemos a decir que se trata de la obra más rica de la presente etapa que comenzó con “A Dramatic Turn Of Events”.  


Muestras de “The Astonishing”.-
The Gift Of Music [video-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=fae4FQ4McSY


Sunday, March 20, 2016

POINTS NORTH: rock instrumental que viaja a todas partes



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En este momento se da el turno de prestar toda nuestra atención al trío estadounidense POINTS NORTH, particularmente a su segundo álbum, el cual se titula como el trío en cuestión y fue publicado por el sello Magna Carta el año pasado. La propuesta musical brindada por este ensamble formado en San Francisco a fines del decenio pasado se orienta hacia un híbrido de jazz-rock sólido y rock duro melódico, dándole claros tintes progresivos a dicho híbrido, además de algunas ocasionales incursiones en las aristas más metaleras del estándar rockero universal. Su alineación consta del guitarrista Eric Barnett, el baterista Kevin Aiello y el bajista Uriah Duffy. Contando con un primer álbum en su currículum que data del año 2012, titulado “Road Less Traveled”, el trío grabó su segundo disco en el año pasado 2015 y decidió darle un título epónimo. Repasemos el repertorio del mismo ahora, ¿vale?


Durando poco menos de 4 minutos, ‘Ignition’ abre el repertorio del álbum en un ejercicio de dinámica ignición rockera diseñado para motivar sentimientos de instantáneo entusiasmo en el oyente. Los despliegues de vitalidad y solvencia técnica a cargo de los tres músicos están al servicio del ágil e inocultadamente sofisticado esquema sonoro que nos remite a dos bandas: LED ZEPPELIN y TRIBAL TECH. Luego sigue la dupla de ‘Northstar’ y ‘Child’s Play’ para que el grupo siga mostrando diversas facetas de su ideario musical. La primera de estas piezas porta un swing relativamente sencillo, orientado más ciertamente a los estándares del rock furo melódico con sobrios ribetes jazzeros (al modo de la faceta más asequible del paradigma de STEVE VAI); vale destacar el espacio que se otorga al bajo para que se luzca en ciertos momentos estratégicos, sin distraernos del foco temático. Por su parte, la segunda de estas piezas nos muestra el lado reflexivo e intimista de POINT NORTH, apoyándose en un desarrollo temático seductor y evocativo sobre un compás lento. En ‘Child’s Play’ hay momentos que nos recuerdan a BOZZIO LEVIN STEVENS así como a lo que hace el maestro STEVE MORSE en los álbumes de THE STEVE MORSE BAND: hay un lirismo bien dibujado que no tiene miedo a meterse en esquemas expresivos filudos, y tal vez sea éste el secreto de que se imponga como uno los picos máximos del disco. Con la siguiente dupla, conformada por ‘Sky Punch’ y ‘Rites Of Passage’, el trío se pone a reforzar su línea de trabajo ahondando en varios estándares que ya se revelan con total claridad al oído del oyente empático. Así pues, tenemos en ‘Sky Punch’ un retorno al filo vibrante y electrizante que antes gozamos en ‘Ignition’, así como a la misma aura de robusta sofisticación; en lo que respecta a ‘Rites Of Passage’, nos topamos con otro paraje de miradas introspectivas, y más aún, tenemos un caso prístino de ahondamiento en el lirimo reflexivo que antes se nos había brindado en ‘Child’s Play’. ‘Colorblind’ cierra la primera mitad del álbum con una llamativa actitud hard-rockera, mayormente asentada sobre un compás de 7/8: es bastante cañera y con alusiones equitativas al estándar del prog-metal y al jazz-rock robusto de un JEFF BECK. ¡Y además tiene algo de letra!  


‘Harlequin’ emerge para darnos una nueva dosis de dulce sobriedad desde las coordenadas musicales donde se sitúan POINTS NORTH. En este caso específico, cabe resaltar el empuje del dinamismo jazzero que utiliza el dúo de Aiello y Duffy a la hora de asentar el groove general del tema; también podría decirse que aquí encontramos algunos de los fraseos más elegantes de la guitarra de Barnett. Para un grupo que no esconde su gusto por la fuerza pura del rock, se les siente igualmente cómodos en estas composiciones más concentradas en una espiritualidad intimista. La octava pieza del álbum se titula ‘Turning Point (La Villa De Villers)’ y es la más extensa del disco con sus casi 7 ¼ minutos de duración. Mostrando un ingenioso balance de rock pesado y jazz-rock, además de algunas paráfrasis inspiradas en el clásico instrumental de RUSH ‘La Villa Strangiato’, el grupo construye la edificación más netamente progresiva de sus instintos rockeros mientras se deja llevar sólidamente por sus impulsos musicales más ambiciosos. El resultado se traduce en otro cénit decisivo del disco. Nos acercamos al final del álbum cuando surge ‘Redeye’, y la misión de este tema consiste en reincidir en las vibraciones progresivas de la pieza anterior dentro de un encuadre menos amplio. Las variantes de compás son manejadas con perfecta fluidez y las expansiones performativas son manejadas con buen gusto: virtuosismo al servicio del desarrollo temático y con miras a plantear una luminosidad permanente. Con el simpático título de ‘Foxes & Cougars’ – que ostenta claras connotaciones picarescas – el trío nos regala un ameno jam blues-rockero que se sitúa cómodamente en las tradiciones de JEFF BECK, JOE SATRIANI y GARY MOORE. En estos dos temas hay espacios para el lucimiento del bajo, instrumento que se da maña para erigirse en desafiante cómplice de la habitualmente protagónica guitarra. En fin, el cierre del disco viene con ‘Killer Pounder’, pieza que recapitula las máximas expresiones de vigor cañero que se instauraron en muchas de las piezas precedentes, y por qué no, volviendo a acentuar la influencia de RUSH: es un broche muy coherente para el disco.


Bueno, no nos queda sino exponer un balance general muy positivo sobre “Points North” tras todo este deleite que nos ha brindado el trío de Eric Barnett, Kevin Aiello y Uriah Duffy. POINTS NORTH han hecho un trabajo bordado en el pasado año 2015 y es justo decir que nunca es tarde para descubrir a este grupo en cuestión.


Muestras de “Points North”.-
Child’s Play [en vivo en BrickByBrick]: https://www.youtube.com/watch?v=xhd95-Fy2KA

Sky Punch [en vivo en Vinnie’s Bar]: https://www.youtube.com/watch?v=QgMO-4OwzaY

Friday, March 18, 2016

SYDERALUS: una nueva vía para la experimentación progresiva argentina


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Desde San Miguel de Tucumán llega el cuarteto argentino SYDERALUS con su disco homónimo… o casi, pues se titula “SyderaluS”, así, con las eses mayúsculas al inicio y al final de la palabra. Este disco fue grabado entre diciembre de 2013 y mayo de 2014, para ser publicado en octubre del mismo año 2014. Con Nico Auvieux a la guitarra y los efectos, Fernando Ferro a la guitarra y la voz, Augusto Gallegos al bajo y los efectos, e Isaac Llovera a la batería, la voz y los teclados, este cuarteto gesta un estilo progresivo muy particular donde se funden prog-metal, space-rock, recursos diversos de psicodelia y post-metal, con momentáneas incursiones a formas extremas de metal experimental. Por supuesto, esta propuesta está diseñada para que el ensamble ostente su musculatura esencial y la desarrolle con una actitud tan aguerrida como sofisticada: lo aguerrido está en la fiereza que recurrentemente atraviesa a las expresividades musicales diseñadas por la banda, mientras que la sofisticación se desarrolla osada y desafiantemente en los continuos contrastes de ambientes que tienen lugar a través de cada una de las tres extensas composiciones que conforman el disco “SyderaluS”: ‘The Dork’, que dura 14 ½ minutos, ‘Wrong Number’, que dura casi lo mismo, y ‘Vegital Moun’, que se extiende hasta casi 16 ½ minutos. El grupo proclama en su página de Facebook las influencias de TOOL, TESSERACT, OPETH, PORCUPINE TREE, THE MARS VOLTA, BLACKFIELD, RADIOHEAD y otras entidades que son hoy por hoy veneradas por su compromiso con la experimentación en la diversidad de modismos rockeros que se han ido desarrollando desde los últimos años del milenio pasado. Veamos ahora cómo hacen los SYDERALUS para forjar su voz propia dentro de este ideal experimental.


Las secciones de ‘Dork’ se titulan ‘The Fat’, ‘E’, ‘Go’, ‘Old Old Bitch’, más la coda ‘(The Scratch Thing)’. La primera sección es etérea y cósmica dentro de una aureola sutilmente inquietante, siendo así que la segunda llega a sacar dicha inquietud en todo su robusto esplendor, siendo la función de la tercera el focalizar la cosecha de las dos anteriores bajo una atmósfera introspectiva: lo que tenemos hasta aquí es una vitalista mezcla de los estándares de TOOL y ISIS. Para ‘Old Old Bitch’, el cuarteto vira hacia un groove blues-rockero que parece emanar un aire un tanto cálido al asunto, con lo cual la espiritualidad reinante en curso adquiere un tono más relajado. Es una pena que esta sección no llegue siquiera a los 2 ½ minutos de duración, pues ostenta un gancho muy interesante, pero resulta que esta primera suite del álbum debe terminar con una sección electrónica donde los arreglos sintetizados en clave chill-out sirven como puente hacia la segunda suite, titulada ‘Wrong Number’. ‘The Beginning’ es la primera sección de ‘Wrong Number’ y exhibe muy bien la destreza que tiene el cuarteto para desarrollar motivos pesados en una amalgama compleja donde se conjugan fluidamente los modelos del prog-metal y el post-metal. Con las secciones ‘The Sky Flouts’ y ‘The Light’, el cuarteto explora ingenierías  sincopadas con el propósito de proporcionar un aura de inteligente distinción a su esencial vigor rockero; hay una especie de rabia autoafirmativa que se destila en las letras (“I can feel so lifted like every soul created. I can go on.”) así como en el canto de Ferro y Llovera. Por su parte, la siguiente dupla de ‘The Continuance’ y ‘…………. The Dark Fall’ sirve para que la gente de SYDERALUS se dedique a concentrarse en dicha robustez para capitalizarla con sofisticada soltura. Finalmente, la coda ‘(Suffocated By The Smoke)’ nos devuelve a climas cósmicos de base electrónica, esta vez con una vibración grisácea, a lo RADIOHEAD en sus pasajes más abstractos. Esta coda parece hacerse eco de la rabia de los momentos más intensos de la suite, y esto resulta muy oportuno para abrir la puerta a la última suite del álbum, ‘Vegital Moun’.

  

‘Vegital Moun’ es no solo la suite más extensa sino también la que consta de más secciones: nueve en total. Las tres primeras, ‘First Contact’, ‘The Intruder’ y ‘Discovering The Knowledge’, elaboran una ilación muy fiel a la furia ecléctica y bipolar que tan fuerte presencia ha tenido en las otras dos suites: eso sí, notamos en ésta una musicalidad más inspirada, y de hecho, nos parece que en ‘Vegital Moun’ está el clímax decisivo del álbum. Una vez que emerge ‘Into The Space Hole’, el grupo explora pasajes minimalistas con un engañoso clima de serenidad, que, en realidad, esconde una densidad emocional filuda bajo su ropaje de distanciamiento. Las secciones ‘Spinal Zorba’ y ‘The Marauder’ se encargan de aportar sucesivas señales de filuda musculatura y lirismo grácil, mientras que la dupla de ‘True Abstinence’ y ‘Eclectical Noise’ nos lleva desde un aura de electrizante caos a un despliegue de explosividad rockera. Respecto a ésta, es una pena que no tenga una duración mayor, pues su groove tan marchoso es sumamente contagioso. En fin, como es usual, la coda ‘(Goneid Rest)’ elabora ambientes cósmicos electrónicos, esta vez en clave minimalista. “SyderaluS” es una obra que resulta importante para entender las cosas que se están cocinando actualmente en las esferas más vanguardistas de la escena progresiva argentina. Hemos descubierto un poco tardíamente a SYDERALUS, y de hecho nos enteramos de que hoy por hoy opera como el trío de Gallegos, Llovera y Auvieux, pero ahora que les hemos descubierto, podemos decir que la experiencia nos ha resultado satisfactoria y también que debemos estar pendientes de lo que la banda nos pueda brindar en el horizonte cercano.


Muestra de “Syderalus”.-


Wednesday, March 16, 2016

La segunda conexión de PARALLEL MIND


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

PARALLEL MIND, la banda jazz-progresiva estadounidense  formada en la ciudad de Chicago a fines del pasado milenio por el baterista Joe Babiak y el teclista Nibandh Nadkarni volvió al ruedo fonográfico con el disco “Connections” a inicios de agosto del año pasado. A pesar de su larga existencia (y persistencia), el grupo solo tiene un disco anterior a éste, “Colossus ADEA”, el cual fue grabado bajo el formato de trío y ha recibido merecidos elogios en varias redes progresivas por causa de su sabia mezcla de jazz-rock, sinfonismo y jazz-fusion, con algunos trucos avant-progresivos utilizados en ocasiones precisas. PARALLEL MIND aumentó su formato a cuarteto incluyendo en sus filas al guitarrista Aaron Harris y al bajista Tim Seisser para la grabación de este nuevo álbum, y con este factor, el sonido grupal de PARALLEL MIND se focaliza voluntariamente en lo jazz-rockero dentro de su convincentemente ecléctica apuesta musical. Dicho de forma más concisa, tenemos en “Connections” un disco más filudo que su predecesor. Cabe anotar que recientemente, Seisser ha sido reemplazado por Phil Reiner. En cuanto a los méritos individualmente específicos de “Connections”, se trata de un disco muy ameno e intenso: veamos los detalles del mismo ahora mismo.  

El repertorio del disco comienza con las cuatro partes del concepto de ‘Colossus 2’, ocupando todas juntas un espacio de casi 15 minutos. La primera parte está asentada sobre un groove llevadero, ostentando un motif de matices arábigos en clave hard-rockera donde confluyen fluidamente el legado de LED ZEPPELIN y el paradigma de LIQUID TENSION EXPERIMENT; la segunda parte se encarga de explorar tales matices arábigos armando un esquema sereno donde la banda se centra en lo etéreo, al modo de un puente de acceso hacia ese castillo de dinamismos fieros y robustos que es la tercera parte. En efecto, la tercera escala del viaje musical que nos brinda ‘Colossus 2’ nos lleva por senderos sonoros donde se alternan exaltaciones propias del prog-metal y estilizaciones melódicas de raíz prog-sinfónica. Estas dinámicas que sucesivamente se han armado en las partes segunda y tercera son básicamente estrategias preparatorias para la ulterior instauración de la última parte, la cual se regocija en su propia fastuosidad sobre un esquema rítmico bastante marchoso. Lo que tenemos en este gran final es algo emparentado con AYREON y KARMACANIC, elaborando una atmósfera épica con una luminosidad entrañablemente pomposa. Tras esta suite llega la pieza homónima, la cual dura poco más de 7 ½ minutos… ¡y es una joya absoluta! La belleza de las ilaciones armónicas y desarrollos melódicos que se arman al alimón por Harris y Nadkarni es simplemente abrumadora, pero además, hay que resaltar la vitalidad así como la precisión con la que la dupla rítmica elabora el swing apropiado para la ocasión. El desarrollo temático central en 7/8 agiliza las cosas para darle matices renovadores a la sobriedad reinante, algo así como un fulgor primaveral que se complace en contemplarse a sí mismo como motivador de vida nueva. Tenemos aquí una de las cúspides definitivas del disco. ‘Confession Of Faust’ es una composición en la que el grupo explora su rincón prog-metalero, y de paso, tiene la peculiaridad de contar con presencia de canto, específicamente a cargo de Erik Martinez. La canción es amena y ostenta una robusta arquitectura sónica, pero tal vez se siente como un injerto dentro del flujo del repertorio del álbum: suena más a una versión de una canción de DREAM THEATER o de SHADOW GALLERY y no a una pieza gestada desde las entrañas creativas de PARALLEL MIND. Pero bueno, apreciémosla como una canción buena que nos permite tomarnos unas momentáneas vacaciones del cosmos musical del cuarteto.

Y en eso estamos cuando nos ponemos a escuchar ‘Resyduel’, tema que  vuelve un poco al talante de ‘Connections’ pero con una extroversión más pronunciada, la cual nos remite a un pasaje intermedio entre los paradigmas de TRIBAL TECH y HAPPY THE MAN, con algunos matices emparentados con la faceta más robusta del inolvidable power-trío BOZZIO LEVIN STEVENS. En todo caso, queda claro que es en estos valles jazz-progresivos donde la maquinaria de PARALLEL MIND transita con mayor comodidad, aunque siempre hay un espacio reservado para la edificación de momentos rockeramente robustos. Algunos de ellos están focalizados en algunos breves interludios, mientras que otros se centran en la elaboración de grooves notoriamente filudos que sustentan las bases para el poderoso clímax conclusivo. Nos vamos acercando al final del álbum cuando emerge ‘Monochrome Carousel’, una pieza que en buena medida capitaliza el dinamismo ostentoso de la pieza anterior y trabaja más a fondo el factor prog-metalero en los arreglos globales. Es en la labor de los teclados que se asegura una relevancia genuina para el factor sinfónico. Sobre todo, ‘Monochrome Carousel’ se encarga de edificar la conclusión climática del álbum junto a ‘The Great Divide’, pieza que ocupa los últimos 9 ½ minutos del disco. En ‘The Great Divide’, el cuarteto realmente sabe sacar provecho del poderío musical que se está imponiendo: en muchas maneras, esta pieza final recoge el legado de majestuosa vitalidad de la suite cuatripartita que abrió el álbum, añadiendo a la receta sónica algo de la electricidad épica que marcó a ‘Monochrome Carousel’. Así de esplendorosa es la finalización de nuestra experiencia con “Connections”, un muy buen disco que nos hace recordar lo importante que es el rol que cumplen PARALLEL MIND dentro de la actual escena progresiva estadounidense.


Muestras de “Connections”.-
Monochrome Carousel [vídeo-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=f3R-eWdqY1g
Resyduel [en vivo en Reggie’s Rock Club, en Chicago]: https://www.youtube.com/watch?v=LHdywR8zLQk


Sunday, March 13, 2016

SPUTNIK, la paralaje del jazz-prog canadiense de hoy en día


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos a SPUTNIK, cuarteto instrumental canadiense conformado por la dupla rítmica del bajista Leigh Fischer y el baterista Doug Northcott junto a los dos guitarristas Barry G. Player y Tristan Rivers. Su disco “Parallax Vol. 1” – que sucede al trabajo debut del año 2012 “Space Junk” – ha sido publicado en el pasado mes de enero y resulta una experiencia excitante y reveladora. Este cuarteto formado a inicios del segundo decenio del presente milenio describe su propuesta como jazz-rock-fusión con elementos funk de corte intergaláctico: para decirlo de forma más concisa, hacen jazz-rock con fuertes componentes funk y varias excursiones ocasionales en el lenguaje ecléctico propio del estilo progresivo. Como referentes contemporáneos, podemos ubicar a la gente de SPUTNIK como emparentada con THE ARISTOCRATS, ATTENTION DEFICIT y, hasta cierto punto, TRIBAL TECH.


Ocupando los primeros 7 ¾ minutos del álbum, ‘Atomic Biscuit’ exhibe unas efectivas vibraciones cósmicas sobre un groove poderoso y muy marchoso. La vitalidad propia del discurso del jazz-rock convive a las mil maravillas con los ornamentos psicodélicos de los guitarreos, y sobre todo, se completan muy bien cuando los sucesivos solos de guitarra – uno de tendencia Crimsoniana y otro de tendencia pesada – alimentan el jam con rotunda musculatura. A poco de pasada la barrera del quinto minuto y medio, pasamos a un paraje calmado que abre campo para el lucimiento de un elegante solo de bajo; este paraje calmado no es sino el preámbulo a la coda que reitera el groove general. Hemos tenido un buen comienzo y las cosas se siguen poniendo bien con el arribo de ‘Milky Way’, una pieza cálida y amable donde la gracilidad esencial del cuarteto se maneja con una aureola de exquisitez. Copiando un poco la extroversión fastuosa de TRIBAL TECH pero portando un esquema sónico más cercano al de CAB, el grupo demuestra que tiene un buen feeling para entretenerse a sí mismo mientras entretiene al oyente empático. ‘Flat Earth’ es una breve miniatura de batería elaborada con serena pulcritud: su principal función es la de allanar el camino para ‘Rooftop Garden’, pieza en la que el grupo acentúa solventemente el factor funky con el que siempre viene coqueteando. La labor de la dupla rítmica se siente particularmente sofisticada aquí, como la que conforman Dennis Chambers y Billy Sheehan en NIACIN, pero también podemos citar a los clásicos PARLIAMENT FUNKADELIC como una inspiración esencial para la armazón grupal. A través de su ambicioso espacio de 8 minutos, ‘Extra Terrestrial Techonology’ cumple con la función de sustentar las facetas más ambiciosas del grupo, lo cual se traduce en un mágico vigor donde conviven jazz-rock y prog-metal. El ascenso en el frenesí expresivo para los últimos dos minutos y medio dan pie a que el cuarteto revise matices psicodélicos tanto en algunos fraseos solistas de guitarra como en los flotantes arpegios de base. Esta pieza supone un cénit del álbum diseñado para anunciar el pronto arribo de otros picos posteriores.

  

‘Dark Matter’ es un etéreo dueto de guitarra y bajo que nos remite parcialmente a las dimensiones sombrías de la tradición psicodélica de aquellos inicios de los 70’s, pero éste es un recurso engañoso, pues principalmente se trata de un breve preludio a ‘Critical Mass’. Este tema que dura poco más de 8 minutos y cuyo foco temático sirve para que el grupo explore serenos recursos líricos nos revela el lado contemplativo de la banda, haciendo que su perenne e irrebatible vigor halle nuevos y refrescantes vías de expresión. El parentesco con el aspecto más extrovertido de los inolvidables ATTENTION DEFICIT se notan fácilmente. Cierra el álbum ‘Mars Atlas’, otra pieza que se prolonga por más de 8 minutos. Aquí tenemos el último cénit del disco, una pieza robusta, dueña de una arquitectura musical bien delineada que comienza con un motivo de talante ligeramente Crimsoniano y continúa con otro de base jazz-funky que se deja complementar por ornamentos pesados.  Para las instancias finales, el factor progresivo vuelve a imponerse mientras un desquiciado solo de guitarra entra a tallar con incendiaria energía y la dupla rítmica elabora un groove osadamente sofisticado. Los ya mencionados aires de familia con THE ARISTOCRATS se muestran aquí con un esplendor vital. A pesar de que el asunto termina con un fade-out, incluso el descenso del volumen no acalla el impacto de esta efervescencia final. Todo esto fue “Parallax Vol. 1”, un muestrario jazz-rock-progresivo vigoroso y moderno que ha de poner a SPUTNIK en el centro de atención de nuestra mirada a la avanzada canadiense actual: definitivamente, este disco ha despertado grandemente nuestra curiosidad sobre este cuarteto, cual paralaje que mide la expansión de la avanzada jazz-progresiva canadiense.


Muestras de “Parallax Vol. 1”.-

Friday, March 11, 2016

Las primeras travesías de MAGELLAN


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

MAGELLAN es el grupo estadounidense que recordamos hoy, más específicamente, sus dos primeros álbumes “Hour Of Restoration” e “Impending Ascension”, los mismos que han sido reeditados por Magna Carta en un double feature publicado en agosto del 2015. Este grupo fue gestado en California a mediados de los 80s por los hermanos Trent y Wayne Gardner, amantes nostálgicos del clásico rock progresivo setentero y con ganas de replantear sus estándares para los entonces nuevos tiempos del rock a nivel mundial. Siendo el primero teclista y cantante y el segundo guitarrista, ellos han sido los creadores y directores del esquema sonoro esencial de MAGELLAN, un esquema que ostenta orgullosamente las principales influencias de YES, KANSAS y EMERSON, LAKE & PALMER mientras coquetea con los estándares del prog-metal. Todo esto se traduce en el esplendor fastuoso de las orquestaciones de teclado y variaciones de ambientes en las composiciones y la pomposidad explosiva. Incluso hay momentos en que se desarrolla una sensibilidad melódica frontal que usualmente se considera típica del neo-progresivo. Con la incorporación del bajista Hal “Stringfellow” Imbrie, el entonces trío quedó completo mientras se resignaba a no contar con un baterista interesado en completar el cuadro; así las cosas, las partes de batería y percusión para las composiciones de Trent Gardner quedaban bajo la “responsabilidad digital” de secuenciadores de ritmo manejados por los tres músicos. Afortunadamente, este factor restrictivo no significó un hándicap sino un estímulo creativo para la banda, pues las secuencias rítmicas se ajustan a los cambios de patrones rítmicos y variaciones de atmósferas que caracterizan a su ambición musical. Publicado a fines del año 1991, “Hour of Restoration” no solo marca el debut discográfico de MAGELLAN, sino también la apertura del sello Magna Carta, la cual en su momento funcionó como un punto de referencia crucial para lo que algunos denominaron el revival progresivo de los 90s en la zona estadounidense. Incluso el susodicho sello se bautizó a partir del primer tema de este disco. El material del disco se basa en grabaciones de las primeras composiciones de la banda, realizadas en dos temporadas: de agosto a setiembre de 1990, y de julio a agosto de 1991. La portada revela a un barco alado surcando un cielo azul oscuro: este Magallanes progresivo está dispuesto a dar la vuelta al cosmos y tiene el propósito muy firme desde esta primera travesía.


Los exigentes parámetros artísticos que se plantea la gente de MAGELLAN, junto con el nivel de entusiasmo y energía invertidos en las ejecuciones, conforman la mayor virtud de este disco debut, el cual también muestra los defectos que suelen afectar a todo disco de debut: momentáneos signos de inmadurez en la ilación de varias ideas musicales y un armado incompleto de la cohesión que debería guiar dicha ilación. Todo ello, los puntos fuertes y los débiles, son fáciles de detectar en la primera de las dos piezas de largo aliento, que se titula ‘Magna Carta’, aunque afortunadamente los aspectos positivos se imponen con mayor consistencia que los negativos. De hecho, podemos decir que “Hour Of Restoration” comienza a lo grande dado que los 14 ¾ minutos que ocupa ‘Magna Carta’ para instaurar sus desarrollos multi-temáticos sirven para dejar en el oyente empático una primera impresión tremendamente fuerte. La presencia de los teclados es decisivo para el enfoque global de la instrumentación: llena espacios con las orquestaciones y capas que salen a colación en cada sección sucesiva, y además elaboran algunos solos muy líricos en ciertos momentos en que el bloque sonoro se torna sutil. El epílogo se arma en base a capas etéreas de sintetizador sobre un compás de corte tribal, más una minúscula emulación de sonata de clavicordio. Por su parte, ‘Union Jack’ – la cuarta canción del disco – destaca por mantener un esplendor fabuloso y robusto a través de su sólida arquitectura. En líneas generales, logra encarnar un espíritu más cohesivo que la suite de entrada y elabora un vigor rockero más convincente a través de su aureola de sofisticación netamente progresiva. Los mejores 9 minutos del álbum, no nos cabe duda alguna sobre ello. En medio de estas dos composiciones alevosamente épicas se sitúa la dupla de ‘The Winner’ y ‘Friends Of America’: la primera de estas canciones porta una vitalidad sobria cuya fastuosidad estilizada nos remite a una mezcla del YES de fines de los 70s y al KANSAS clásico, mientras que la segunda coquetea con el estándar del prog-metal sin renunciar al rol preeminente de los teclados. Ahora bien… ¿qué diablos pasa con estas canciones? ¿Por qué tienen que ser tan cortas cuando contienen ideas melódicas tan atractivas y ostentan un gancho rockero innegable? Bueno, el hecho es que el trío se limitó a reducirlas a ítems cortos intercalados entre los dos temas de largo aliento: nos parece que daban para arreglos más expansivos, por supuesto.


En fin, el disco sigue adelante con dos canciones muy poderosas que responden a los títulos respectivos de ‘Another Burning’ y ‘Breaking These Circles’, más la relativamente breve pieza intermedia ‘Just One Bridge’. ‘Another Burning’ parece hacer algunas concesiones al modelo del AOR de los 80s, pero lo más predominante está en su manera de vehiculizar el estándar del neo-prog (al modo de MARILLION y PENDRAGON) a través de una genuina nostalgia por la faceta más pomposa del YES clásico. ‘Just One Bridge’ es una canción basada en un sereno juego de escalas de guitarra con tenues capas de teclado, derivando finalmente a una fastuosa sección instrumental desde la cual se prepara la emergencia de ‘Breaking These Circles’. Ésta encarna otro momento particularmente espectacular del disco, pues encapsula las mejores virtudes de ‘Friends Of America’ y ‘Union Jack’ en un espacio de 5 ¼ minutos, mientras asume también alguna herencia de los contrastes atropellados de ‘Magna Carta’. Tal vez sea adecuado señalarla como la síntesis perfecta de los recursos estéticos más notables del repertorio precedente. Aunque no era precisamente mala la idea de ubicar a esta canción como el broche de oro de “Hour Of Restoration”, la pieza final resulta ser ‘Turning Point’, durando poco menos de un minuto y medio. Básicamente se trata de un himno ceremonioso en el que Gardner apela a la misión de unir metas con el prójimo más allá del enfoque materialista y despótico del mundo moderno; esto le permite definirse como el epílogo de ‘Breaking These Circles’. En efecto, estas tres últimas canciones conforman un continuum interesante y cautivador para el repertorio íntegro del disco.


Con la concreción de “Hour Of Restoration” como un ítem real en el mercado fonográfico y un sello que estaba en rápida fase de auge con la incorporación de otras bandas notables (como SHADOW GALLERY, ENCHANT, ALTURA, y los holandeses de LEMUR VOICE), el trío californiano que ahora nos ocupa se sintió muy entusiasmado con el prospecto de crear el próximo disco, el mismo que – según nos parece desde nuestra humilde perspectiva – supuso una notoria mejoría en la capitalización de las mejores cualidades musicales del primer disco. De hecho, aún para muchos es uno de los mejores discos de MAGELLAN hasta el día de hoy. Nos referimos a “Impending Ascension”, el cual fue publicado en agosto de 1993. Para esta ocasión, el grupo se esmeró en muchos detalles no solo musicales sino también de imagen: por ejemplo, hay dos labores de dibujo hechas por Wayne Gardner en el libro de la edición original, aunque sin duda, la imagen de la portada es única: futurista y gótica, esta portada refleja una sensación de algo siniestro que se impone a pesar del tenor vivaz de los colores utilizados para las figuras. La primera canción del álbum fue grabada en junio de 1992, mientras que las demás lo fueron entre octubre del mismo año y marzo del siguiente: veamos cómo resultó esta segunda travesía de MAGELLAN.


Los dos primeros temas del disco son sendas piezas de largo aliento, dispuestos para envolver al oyente con su tenor épico y los abrumadores desafíos que suponen sus cambios de motivos, ritmo y ambientes: durando cada uno 11 minutos y pico, el grupo aprovecha a lo grande estas expansiones de espacio musical para elaborar exigentes armazones multi-temáticas. ‘Estadium Nacional’ tiene una letra basada en el ominoso golpe de estado dirigido por el chileno Pinochet. La introducción de cadencias tribales y cósmicas cortinas de sintetizador abre paso prontamente al primer cuerpo central, el cual es motivado por una ágil confluencia de sinfonismo clásico y prog-metal melódico. Las confluencias de los legados de GENESIS, EMERSON, LAKE & PALMER y el DREAM THEATER de la época 89-92 salen al frente con un groove particular que es uno de los sellos propios de la banda. También es de notar la inclusión de un hermoso interludio instrumental que se centra en el paradigma Genesiano, la misma que reaparece brevemente antes de la sección final; ésta, a su vez, vuelve a los climas exóticos que signaron la introducción, pero esta vez hay un tenor elegíaco en el esquema sonoro global, lo cual indica claramente el inicio de una etapa de oscurantismo y censura. En cuanto a ‘Waterfront Weirdos’, tiene una temática sobre los indigentes sin techo, siendo así que la letra adopta un aire tremendamente cínico en varios momentos. Para esta segunda pieza, el grupo conto con un colaborador de lujo: el baterista de JETHRO TULL Doane Perry, quien aborda un kit electrónico en su intervención a fin de mantener una coherencia con respecto a los sonidos percusivos plasmados por los secuenciadores. El enfoque creativo para ‘Waterfront Weirdos’ se plasma en una mezcla de sinfonismo de primera escuela (YES, GENESIS, KANSAS) y sinfonismo moderno al estilo neo-progresivo (MARILLION, IQ). Sobre un compás que alterna compases de 7/8, 4/4 y 6/8 con eficaz soltura, el motif se desarrolla con un gancho tan llamativo como robusto. También tenemos un intermedio instrumental muy marchoso cuyos matices industriales retratan muy bien el incesante fragor de las monumentales urbes modernas. El clímax final de esta mini-suite nos parece realmente fascinante, y es uno de los motivos por los que nos parece una de las cimas creativas de todo lo que ha venido haciendo la gente de MAGELLAN hasta la fecha. Ese efecto de señal de barco que interrumpe la fanfarria sintetizada final es una estupenda metáfora del nivel de deterioro que ha de sufrir una sociedad al dejar que la marginalidad se amplíe desde su propio seno.


Cuando surge ‘Songsmith’, el grupo se siente preparado para trabajar con espacios más concisos, los cuales aprovecha para elaborar ideas cercanas al estándar del prog-metal aunque sin perder de vista el aspecto sinfónico que se siente siempre tremendamente arraigado en el modus operandi de MAGELLAN. La canción tiene un gancho innegable y sus variantes de ritmo y atmósfera son fáciles de seguir de parte del oyente. Una línea de trabajo muy parecida se plasma en la siguiente canción, titulada ‘Virtual Reality’. En cuanto a gancho, éste se mantiene coherente a lo largo del desarrollo temático pero pierde en la comparación; por otro lado, sus niveles de complejidad compositiva en obediente clave sinfónica juegan a su favor para la experiencia melómana, siendo así que los aspectos patentemente digitales de la base rítmica son dirigidos con refinada sensibilidad. Un factor común en estas dos canciones es que Imbrie cuenta con claras oportunidades para sacar a relucir sus aportes como fundante de la labor rítmica, actuando con notoria soltura en varios momentos. Como dato adicional, Hope Harris aporta una narración femenina durante el prólogo. El impresionante instrumental ‘Storms And Munity’ dura poco menos de 2 ¼ minutos, poco tiempo en verdad, pero suficiente para establecer un dinamismo ingeniosamente vigorosoen una confluencia de los paradigmas de ELP y KANSAS (casi como un hermanamiento del tema inicial de ‘Tarkus’ y ‘The Spider’), pero aparte de sus méritos individuales, su misión principal consiste en tender un puente hacia la tercera mini-suite del álbum, ‘Storms And Mutiny’: tema inspirado en los dramáticos altibajos que tuvo que padecer la misión de Fernando de Magallanes hasta antes de su póstuma compleción de la primera vuelta al mundo por mar, nos brinda la usual serie de variaciones melódicas y rítmicas que se espera de toda composición progresiva de largo aliento y narrativa erudita. Aunque en conjunto no nos impresiona tanto como cualquiera de las dos primeras suites, también resulta bien lograda en su estructura diversa y en su afilado punche. Los últimos minutos están dedicados a un atmósfera serena que se extiende a través de un aura etérea. Lo único que nos intriga es por qué ‘Under The Wire’, un tema de clara tendencia prog-metalera que pudo haber cerrado el disco con un explosivo broche de oro, se limita a ser una simple coda de un minuto y medio: pudo haber sido un buen tema, pero ya sabrán sus gestores cuál era el motivo para darle ese espacio y ese rol de mero epílogo para el repertorio de “Impending Ascension”.


En suma, “Impending Ascension” supuso una franca evolución para mejor respecto a “Hour Of Restoration” en términos de inteligencia invertida en los arreglos y una mayor solidez en las performances, todo ello mientras sigue explorando los mismos esquemas estilísticos. Por supuesto, la banda aún estaba en una fase de tanteo con miras a proyectarse hacia un sonido más pulido en sus dos discos siguientes – “Test Of Wills” y “Hundred Year Flood” –, pero por ahora, el trío de Gardner, Gardner e Imbrie demostraban fehacientemente una capacidad para ascender en el afinamiento de su particular ingenio navegador a través de los mares y océanos del rock progresivo de los 90s. De hecho, la atención que recibieron estos dos primeros discos de MAGELLAN forjó el camino para que Trent Gardner se convirtiera en algo así como una personalidad en el mundillo del art-rock. Aparte de su labor en MAGELLAN, el buen Trent fundó y dirigió el proyecto colateral EXPLORER’S CLUB, creó la ópera-rock-progresiva “Leonardo: The Absolute Man” (inicialmente planeada como un disco de MAGELLAN con muchos invitados especiales), fue activo integrantes de los discos de tributo que Magna Carta produjo sobre PINK FLOYD, YES, GENESIS, EMERSON, LAKE & PALMER y JETHRO TULL. Y para añadir más méritos a este CV, fue coautor de algunos temas del primer disco de MULLMUZZLER (proyectos solista del frontman de DREAM THEATER James LaBrie) y del segundo disco solista de STEVE WALSH “Glossolalia”. Mucho hay que escribir sobre Trent Gardner y MAGELLAN, pero por ahora nos ceñimos a lo que nos muestran estos dos primeros discos del grupo en cuestión. Hoy por hoy, MAGELLAN no pertenece al catálogo de Magna Carta, y de hecho, todas las bandas y proyectos que alguna vez fueron arropadas por él guardan malos recuerdos de ese tiempo, aunque también algunas le reconocen el haberles dado su primera tribuna. Al igual que en el caso de SHADOW GALLERY, este double feature de “Hour Of Restoration” e “Impending Acension” no reemplaza a los ítems originales por tener datos tan parcos en su empaque, pero de todas maneras será importante de obtener de parte de quienes hayan llegado a conocer y admirar la obra de MAGELLAN fuera de las “vías “normales”.


Esta retrospectiva está dedicada a la memoria del guitarrista Wayne Gardner, quien tomó su propia vida en un fatídico día de febrero del año 2014, agobiado física y mentalmente por la imparable migraña que, a su vez, era producto de un tumor cerebral cancerígeno. Gracias a Wayne por todo, y en general, gracias a todos los que han trabajado con los hermanos Gardner en este grupo cuya época inicial celebramos en esta reseña.


Muestras de MAGELLAN.-


[Esta reseña incluye información originalmente publicada en los siguientes enlaces de la página web La Caja De Música:http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/magellan_hourofrestorarion.html + http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/magellan_impendingascension.html]


[Dedicamos esta retrospectiva a Gustavo Bolasini, quien a través de la radio internauta El Retorno Del Gigante me presentó la existencia de esta reedición especial de MAGELLAN.]