Tuesday, March 29, 2022

YANG: un nuevo diseño de genial música progresiva

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el placer de presentar “Designed For Disaster”, el nuevo disco del ensamble francés YANG, el cual fue publicado en la segunda mitad del pasado mes de febrero por el sello Cuneiform Records. Este cuarto conformado por Frédéric L’Epée [guitarras y sintetizador], Laurent James [guitarras], Nico Gomez [bajo] y Volodia Brice [batería] ha hecho algo nuevo aquí, que es incorporar algunas piezas vocales. Es por ello que Ayşe Cansu Tanrikulu aparece en algunos temas de este nuevo álbum, mientras que L’Epée, James y Gomez aportan ocasionalmente coros. El material recogido en “Designed For Disaster” fue grabado en varias locaciones de Berlín, Anthéor, La Turbie y La Ciotat. Específicamente, las pistas de batería fueron registradas en Le Cri de la Tarente Studio, en La Ciotat. El diseño artístico de la portada fue realizado por Jean-Christian Philippart, quien incorporó caracteres de “L’alphabet Imaginaire” de Bruno Mendonça. Como es habitual, todas las composiciones son de L’Épée; además, él compartió con el maestro alemán Markus Reuter las funciones de producción y mezcla de este álbum. Bueno, pasemos ahora los detalles de “Designed For Disaster”.


El disco empieza con ‘Descendance’, una pieza de claro talante ceremonioso y portadora de ciertos tintes ceremoniosos, especialmente en lo que referente al groove signado por la batería. Por su parte, las guitarras plantean una moderada evocación saltarina, siendo así que todo el conjunto suena a un Crimsonismo 80ero con matices añadidos de ART BEARS. Un muy buen comienzo cuyas vibraciones y esquemas expresivos hallan un apropiado eco en la subsiguiente dupla de ‘Collision Course’ y ‘Disentropy’. El primero de estos temas, que instaura un primer cénit para el álbum, exhibe una vivacidad ágil y rotunda, alimentada por ribetes futuristas que son brindados por la secuencia sintetizada con que se da origen a la pieza. El ensamble se pasea por ilaciones entre pasajes aguerridos y otros más contenidos con una fluidez impecable, logrando que este ejercicio de cruza entre jazz-prog, math-rock, tensión al estilo RIO y manierismos de metal experimental brille con un fulgor imponente. El solo de guitarra que guía la senda del clímax conclusivo es simplemente genial. El segundo de estos temas mencionados no se queda precisamente a la zaga. ‘Disentropy’ apuesta por un ahondamiento en climas misteriosos recargados por una recia espiritualidad oscurantista que pone al bloque instrumental en diálogo permanente con la tradición del chamber-rock francófono (ART ZOYD, PRESENT, UNIVERS ZERO) a la hora de diseñar la impacablemente densa ingeniería desde donde se ha de articular el motif central. La idea de colocar algunos pasajes más serenos en el intermedio es muy efectiva a la hora de resaltar la reinante lobreguez. La miniatura ‘Interlude – Golem’ presenta un ejercicio de parcos sobresaltos rockeros seguido de una reposada ambientación que casi coquetea con el estándar post-rockero. A partir de allí, emerge la canción ‘Words’ para instalar una nueva instancia de inquietud oscurantista, esta vez con una mayor explicitación. Los ornamentos corales que acompañan a las parsimoniosas acentuaciones de la dupla rítmica sustentan buena parte de la atmósfera general, muy amenazante de por sí, algo que parece una procesión en un rincón apartado del Limbo. Por su parte, los comedidos fraseos de la primera guitarra procuran añadir una aura palaciega al asunto. Los interludios flotantes vienen bien para plasmar una faz más sutil de la inquietud esencial de la pieza. Otro momento culminante del repertorio.

‘Flower You’ es algo muy diferente a lo que escuchamos anteriormente: se trata de una canción plácida y, en su mayor parte, transmisora de una espiritualidad gentil y reflexiva, aún en aquellos momentos en los que la musculatura sónica aumenta un poco. ‘Unisson’ tiene un prólogo signado por un garbo sereno, el cual anticipa la expansión de vibraciones melancólicas con las que la hermosa maraña de evocativas escalas de las guitarras duales arma el núcleo central de la pieza. Opera aquí un swing jazz-rockero muy etéreo a la hora de sostener la delicada densidad que engloba a todas las moléculas sonoras que van emergiendo hasta el golpe final. La miniatura ‘Miniature – Echo’ establece una especie de continuación de la atmósfera contemplativa y cautivadora que llenó al tema precedente, y eso mismo sirve para abrir campo a la emergencia de ‘Migrations’, pieza que dura casi 10 ¾ minutos y que es la más extensa del álbum. El grupo sabe sacar muy buen provecho del espectro temporal que se ha dispuesto para la ocasión, y lo hace estableciendo una magnificencia sofisticada que no resulta para nada ostentosa. Los desarrollos temáticos que consignan la ilación de motivos que tienen lugar (unos tirando hacia lo flotante, otros tirando hacia una gracilidad comedidamente extravagante) se preservan encapsulados bajo una inteligente estrategia progresiva que da prioridad a las múltiples expansiones armónicas que se amalgaman bajo el poder de las inflexiones compartidas entre las dos guitarras y el bajo. Hay algunos momentos en los que la tensión aumenta, algo idóneo para abrir espacios a algunos solos de guitarra (muy a lo Fripp-con-Frith). Básicamente, lo que hace esta maratón es remodelar el aura de las dos piezas que le precedieron para darle un viraje más fastuoso y más neurótico. ‘La Voie Du Mensonge’ es un tema instrumental que, en su mayor parte, recoge la tensión contenida que tuvo lugar en varios parajes de la pieza precedente y le brinda una renovadora gracilidad sobre un medio tiempo con un compás de 11/8. Tendiendo puentes entre el RIO y el post-rock de una manera novedosa, esta pieza gesta una síntesis de la tensión contenida antes mencionada y el groove principal del tema que abrió el álbum. Algunos riffs filudos aportan matices cañeros al asunto.


Los últimos 8 ½ minutos del álbum están ocupados por la dupla de ‘Interlude – Décombes’ y ‘Despite Origins (En Dépit Des Origines)’. El primer ítem es un interludio de talante abstracto, colateralmente emparentado con el oscurantismo que signó a las piezas #3 y #5. En cuanto a ‘Despite Origins’, éste se caracteriza por desplegar una contundente garra muy similar a la que tuvo lugar en el arrebatado segundo tema del álbum; similar, pero no igual, porque aquí el filo rockero está un poco más domesticado. Es como si el grupo exigiera al oyente a enfocar su atención en la estructura del tema y el modo en que ésta organiza las variantes de vigor expresivo que tienen lugar. El cántico que se explaya sobre las cadencias intermedias resuena como un himno surrealista. Como conclusión, “Designed For Disaster” resulta ser una gran obra musical diseñada para brillar con luz propia dentro del escenario mundial del rock progresivo de nuestros días. La gente de YANG ha salido bien parada de esta labor de reinvención de su visión musical mientras mantiene la consistencia inicial de la misma para la gloria de la escena progresiva del presente año 2022.

Saturday, March 26, 2022

La ECLECTIC MAYBE BAND, otra vez

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos grandes noticias desde los cuarteles del músico y compositor belga Guy Segers, ilustre y vigente veterano del avant-progresivo: se trata de la publicación del tercer álbum de la ECLECTIC MAYBE BAND, su principal proyecto en estos últimos años. “Again Alors?” es el título del tercer disco de este genial ensamble de música experimental y fue publicado por el sello británico Discus Music el día 4 de marzo, hace muy poco. El maestro Segers se hizo cargo del bajo, como siempre, además de los sampleos y las reproducciones virtuales de algunos teclados y baterías. Pero además, como también es habitual, contó con una nutrida pléyade de invitados para completar tan tremenda faena: los guitarristas Michel Delville, Ángel Ontalva y Pascal Vaucel, el baterista Fabrice Owerzarzak, las vocalistas Carla Diratz y Cathryn Robson, los flautistas Pierre Bernard y Roland Binet, Stephan Köhr (fagot y contrafagot), Martin Archer (clarinete), Dave Newhouse (saxofones y clarinete bajo), Dirk Descheemaeker (clarinetes alto y bajo), Joe Higham (clarinete y teclados), Andy Kirk (teclado), Catherine Smet (piano), Jean Pierre Soarez (trompeta), las violinistas Cécile Broché y Ariane Plumarel, la cellista Sigrid Vandenbogaerde y Kazuyuki Kishino (máquina fantasmal). O sea, viejos colegas de UNIVERS ZERO, gente de THE WRONG OBJECT / MACHINE MASS, THE MUFFINS, OCTOBER EQUUS, ART ZOYD, K.K. NULL, ilustres veteranos del avant-jazz europeo, etc. La estrategia creativa plasmada en este álbum tiene una mitad basada en improvisaciones en el estudio y otra centrada en secuencias temáticas creadas con anticipación para que los invitados de turno añadan sus propios aportes posteriormente. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio de “Again Alors?”, el cual, anticipamos, es fabuloso.

La suntuosa pieza ‘Disquiet’ ocupa los primeros 13 minutos y cuarto del álbum, siendo de por sí la más extensa del mismo. Todo empieza con una inquietante expansión de vibraciones lúgubres organizada por una poderosa amalgama de sintetizadores, órgano y percusiones cibernéticas, una interesante cruza entre UNIVERS ZERO y los ART ZOYD post-1983. Poco a poco, la atmósfera reinante se va develando como vórtex impulsor del motivo nuclear, el mismo que llega a un punto de quiebre alrededor de la frontera del cuarto minuto y medio, pues ahora el oscurantismo ejecutivo asume un ahora más ceremoniosa, lo cual se traduce en un notable incremento de suntuosidad en el encuadre instrumental. Ya un poco más adelante, el rumbo colectivo se enfila hacia un jazz-prog patentemente vigoroso que sigue siendo informado por la ceremoniosidad precedente: la oscuridad se desvaneció para que se devele ante nuestros ojos un escenario surrealista hecho sonido. Esta nueva musculatura logra salir más al frente durante el último minuto y medio para gestar un epílogo oportunamente contundente. ¡Gran inicio de álbum! ‘Retable Vertigineux’ sigue a continuación para explorar más a fondo el factor surrealista que ya había tenido una importante presencia en la pieza de entrada. El asunto empieza con unos azuzamientos psicodélicos centrados en loops aflautados, para luego virar hacia un ejercicio de avant-jazz con fuertes influencias de la tradición free. La triangulación de batería, piano y flauta marca la pauta para el bloque sonoro global, jugando siempre a usar la tensión como enfoque creativo, ya sea de forma más o menos explícita según lo que se de en cada pasaje concreto. Otro cénit tras el que abrió el repertorio. ‘Further On The Ladder’ cumple con la función de dar tribuna al canto elegantemente perturbador de Carla Diratz dentro de un contexto muy afín al RIO tanto de PRESENT como de MASSACRE (y también algo de los HENRY COW de los dos últimos discos). Hay un gancho rockero muy a flor de piel del armazón sonoro instalado sobre un medio tiempo que es manejado por la batería en clave jazzera. La confluencia entre los solos de maderas, violín y guitarra cerca del final merecen una mención aparte por sí misma, así como por su capacidad de enfilar al bloque instrumental hacia su epílogo con perfecta compacidad. 

‘Tinglin Skin’ exhibe inicialmente un aura más sosegada, algo que se ve venir desde la combinación prologar de sobrios fraseos de piano y ambientes cósmicos de tenor misterioso. No pasa mucho tiempo antes de que el sosiego desaparezca una vez que una maquinaria perturbadora e intensa se disponga a proyectar vibraciones de inescrutable y penetrante nebulosidad. A lo largo del camino, el piano empieza a desplegar fraseos oscurantistas mientras la amalgama de sintetizadores y efectos cibernéticos se va tornando más densa. Con el arribo de ‘Voici Voila’, el ensamble operante se encarga de capitalizar la nebulosidad surrealista heredada del tema precedente y procede a establecer un esquema de trabajo aún más volátil e informe. Las maderas trabajadas mayormente en sus tonalidades más bajas se encargan de llenar espacios con amenazante soltura, preparando así el camino para un groove reconocible que se sitúa cómodamente dentro de la nocturnidad reinante, dando algo de gracilidad al asunto sin tratar de esconder su dinamismo marcadamente inquietante. A poco de pasada la frontera del séptimo minuto, la arquitectura rítmica se torna un poco más machacona, lo cual ayuda a darle un interesante matiz mecanicista al bloque grupal y también estimula el surgimiento de una robustez gradualmente incrementada para el núcleo central de este viaje musical. El aire calmado del breve epílogo refleja muy bien la imagen de algo que se desvanece tras haber brillado en toda su gloria. ‘A Beast Trophy’ elabora un ejercicio de distinguido jazz-prog marcado por un gran despliegue de energía expresiva, la cual no está exenta de matices lúdicos: algo así como un Canterbury contaminado por esquemas posmodernos. De hecho, éstos son fundamentales para hacer de esta pieza la más propiamente alegre del álbum, o, si se prefiere, más vivaz. Aquí hallamos confluencias con los patrones estilísticos de GUTBUCKET, THE MUFFINS y, hasta cierta medida, GONG, siendo así que el contraste entre la aureola saltarina de los vientos y el adusto brío de las poderosas líneas de bajo funciona a las mil maravillas. En algunos parajes estratégicos, la batería llena espacios con brioso ingenio. Ya en las instancias finales, la vivacidad lúdica adopta aires dadaístas. ‘Smudgy Cartography’ es un ejercicio de free jazz arropado por un manto avant-progresivo. El esquema rítmico establece una ingeniería con algunos parajes dejados abiertos a propósito a la vez que el piano procura gestar algunos recursos de centralización. Por su parte, los vientos y la guitarra van entrecruzando sus respectivas intervenciones; tampoco faltan algunos interesantes ornamentos intrusivos de sintetizador. 

‘Atomos Keyhole’ ocupa un espacio de poco más de 10 minutos y cuarto, cerrando el álbum con el asentamiento de un predominio de expansiones sonoras combativamente abstractas. Inicialmente, impera la lógica de lo informe con déspota distinción mientras los persistentes ornamentos cósmicos que simbolizan una masiva ventisca hallan un adecuado contrapunto en los efectos percusivos y en las espartanamente cortantes líneas del bajo. Los alocados cánticos que aparecen de vez en cuando y el aguerrido solo de guitarra que emerge a mitad de camino añaden un foco dadaísta al asunto, el cual ya encontró una estructura osada a la cual aferrarse. Mientras tanto, las intervenciones del bajo se tornan más filudas. Así pues, todo esto fue lo que se nos brindó a lo largo y ancho del repertorio de “Again Alors?” y todo esto es más que suficiente para confirmar nuevamente a la ECLECTIC MAYBE BAND como una entidad importante dentro de la música vanguardista de los últimos años. Los caminos de diálogo y cohesión participativa que Segers ha diseñado para este colectivo de músicos de múltiples nacionalidades y generaciones han servido como un excelso caldo cultivo de música extraordinariamente rica en matices dentro de unas pautas claramente definidas dentro de una hibridación de chamber-rock, free form y avant-jazz. Guy Segers sigue siendo un visionario total de nuevas formas musicales dentro de una línea de trabajo progresiva que aspira a radicalizarse continua y sostenidamente. Un disco recomendable al 1000% (sí, usted ha leído bien, hemos puesto 3 ceros) en cualquier fonoteca dedicada a la música aventurera sin concesiones.
 


Wednesday, March 23, 2022

TOUNDRA: el maleficio redentor de la escena del rock experimental español

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos concentramos en “Hex”, el séptimo trabajo de estudio de la banda madrileña de post-metal progresivo TOUNDRA. Este cuarteto conformado por Alberto Tocados [bajo y sintetizador], Álex Pérez [batería y piano], David López Macón [guitarras y sintetizador] y Esteban Jiménez Girón [guitarras] publicó este disco que ahora reseñamos el pasado 14 de enero de 2022, tanto en CD como en vinilo (en negro y en lila), además de una edición conjunta de CD  y vinilo por vía del sello Inside Out Music, en alianza con Sony Music Entertainment. Para esta ocasión, la gente de TOUNDRA contó con las colaboraciones ocasionales del saxofonista Adrià Bauzo y el percusionista Marc Clos. Ultramarinos Costa Brava, estudio situado en la localidad de Sant Feliu de Guíxols, Girona, fue el lugar donde “Hex” fue grabado, mezclado y masterizado. Adelantamos que este disco sirve principalmente para que el grupo recupere y remodele enfoques estéticos antes explorados en “IV” y “Vortex” (que datan de los años 2015 y 2018, respectivamente), a la vez que se explora nuevos recursos de suntuosidad art-rockera. Dado que el grupo siempre ha mostrado su afinidad por las artes plásticas y audiovisuales, es sintomático que la suite tripartita con la que comienza este nuevo disco tenga su expansión en un cortometraje realizado por Jorge Carbajales. Bueno, vayamos ahora a los detalles del repertorio contenido en “Hex”, ¿vale?


La triada de ‘El Odio, Parte I’, ‘El Odio, Parte II’ y ‘El Odio, Parte III’ abre el disco ocupando un espacio de 21 minutos y cuarto. La Parte I, que dura poco más de 8 minutos, establece una atmósfera solemne y cadenciosa donde se alternan fluidamente pasajes contenidos con otros más notoriamente explosivos, siendo así que estos últimos son los que guían el camino hacia un momento muy relevante que es impulsado por un ímpetu feroz y una incandescencia voraz. Es aquí donde la energía expresiva del cuarteto concreta niveles genuinamente explosivos, aunque preservando la magia solemne con la que se inició la pieza. El vigor en curso se toma su tiempo para llenar espacios por doquier a través de varios motivos focalizados en sus respectivos riffs. El epílogo vira drásticamente hacia unas vibraciones razonablemente introspectivas, las cuales gestan un crescendo que siembra el camino para el ulterior florecimiento de la Parte II. Ésta exhibe una agilidad peculiar que, de varias maneras, insufla unos aires gráciles al esquema sonoro grupal, no solo en lo referente al armazón rítmico, sino también a los tintineos líricos que emana la primera guitarra. El manejo de los varios niveles de vitalidad que se van explayando a lo largo de la elástica ingeniería de esta Parte II sirve para que los TOUNDRA conquisten un territorio señorial para su mecánica post-metalera. El epílogo de los dos últimos minutos brinda una oportuna síntesis de todo lo que ocurrió aquí. En fin, la Parte III empieza con una nebulosa ceremoniosidad con un cierto talante lisérgico (al modo de una cruza entre MOGWAI y ASH RA TEMPEL) para luego asentarse en una sofisticada arquitectura contundente y rotunda. Toda esta pesadez palaciega se asienta sobre una cruza de stoner y post-rock con sus infaltables traqueteos metaleros. Esta suite está dispuesta a terminar con destellos mágicos, a juzgar por el aura ensoñadora que prevalece en las últimas instancias. De lo mejor del disco, y definitivamente, de lo mejor que ha grabado jamás TOUNDRA hasta ahora. ‘Ruinas’ sigue a continuación, comenzando con un prólogo de ligeras connotaciones abstractas, para luego cimentar un groove aguerrido para los múltiples juegos de guitarras que entran a tallar una y otra vez. Ya en la sección epilogar, el ambiente general se torna más cálido y grácil, una variante bastante efectiva a la hora de explorar y encuadrar diversas atmósferas dentro de una sólida narrativa instrumental. Un gran ejercicio de pesadez progresiva en comunión con el estándar del post-metal.


Cuando llega el turno de ‘La Larga Marcha’, el grupo se dispone inicialmente a volver a enfatizar la faceta ceremoniosa de su enfoque musical, pro pronto llega el momento en que los sofisticados arreglos planteados por la dupla rítmica animan a las guitarras a explayarse en múltiples coloridos sonoros. He aquí un sumario de la Parte I de ‘El Odio’ y ‘Ruinas’ plagado de exquisito señorío. ‘Watt’ abarca un despliegue de sofisticado poderío rockero, el mismo que se asienta muy cómodamente en una encrucijada de metal, stoner y space-rock. El señorío emanado por los solos y los ornamentos psicodélicos añadidos en algunos pasajes estratégicos ayudan a avivar las llamas de esta ritualística hoguera rockera. A mitad de camino, el groove básico se vuelve más intrépido e intenso. Una vez más, el grupo recurre a un epílogo cálido y moderadamente calmado para redondear la faena. El final del repertorio llega de la mano de la pieza justamente titulada ‘FIN’, la misma que dura poco menos de 5 minutos. Su enfoque es netamente post-rockero, anticipado por un prólogo nebuloso y minimalista; el cuerpo central exhibe una compostura introspectiva, lánguidamente arropada por un manto onírico que, poco a poco, va ganando en texturas (por ejemplo, la adición del piano). La percusión cibernética, que mantiene un perfil discreto dentro del entramado global, añade sólidos matices futuristas al asunto. Todo esto fue “Hex”, la nueva obra del excelso ensamble TOUNDRA que lo vuelve a encumbrar en su sitial de gran alcurnia dentro de la escena del rock experimental español y también mundial. Nos parece, de hecho, parte de lo mejor que este cuarteto ha realizado en todo lo que lleva de trayectoria, que es muy extensa y también muy ambiciosa. Un disco tan bueno como éste nos deja con mucha curiosidad respecto a futuras producciones, pero, por ahora, nos conformamos con decir que “Hex” es una gran adición en cualquier buena fonoteca de rock artístico. Totalmente recomendable.


Muestra de “Hex”.-


Sunday, March 20, 2022

CODY CARPENTER: un equilibrio jazz-progresivo para el año 2022

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos el placer de presentar el nuevo trabajo fonográfico del teclista y compositor estadounidense CODY CARPENTER, el cual fue publicado el pasado 7 de enero bajo el sugerente título de “Balace Of Extremes”. Para este disco, CARPENTER contó con el apoyo del guitarrista Marco Sfogli, el bajista Jimmy Haslip y el baterista Gergő Borlai; Haslip es, además, coproductor de este álbum junto al propio CARPENTER. Los procesos de mezcla y masterización estuvieron a cargo de John Spiker, mientras que la portada, al igual que en otras ocasiones previas, fue realizada por Nobokatsu Mizoguchi. En este nuevo disco, CARPENTER sigue explorando su gusto por combinar la elegante energía del jazz-rock y la estilización preciosista del prog sinfónico, dando cierta prioridad al primero de estos ítems a la hora de articular las creaciones y arreglos musicales. Bueno, de algo es indicativo el hecho de que Hasli haya sido parte no solo de la banda de apoyo sino también del proceso de producción. Bueno, vayamos ahora a los detalles del repertorio de “Balace Of Extremes”.

‘Hold On’ abre el álbum con un empuje ágil y vital que se sustenta, en buena medida, sobre el llamativo groove que sostiene al armazón sonoro, un groove vivaz que sabe ornamentarse en algunas instancias estratégicas. Los diálogos y traslapamientos de sintetizador y guitarra mantienen solventemente el magnetismo virtuoso de la pieza. Atención del oyente garantizada. Luego sigue ‘Floating With You’, una pieza refinadamente lírica que nos remite al paradigma de JORDAN RUDESS (y posiblemente, también al de los LIQUID TENSION EXPERIMENT), haciendo gala de su señorío esencial a través de cada poro sonoro. La batería resuelve el relativamente sosegado swing con una enérgica sofisticación. Al fin y al cabo, tenemos aquí un cénit del álbum. La dupla de ‘Junk’ y ‘Dancer’ permite al ensamble seguir explorando matices dentro de su enfoque estético. En el caso del primero de estos temas mencionados, opera una parsimonia de apariencia reflexiva donde el punche rockero se asiente sobre una cadencia autoconstreñida; en su segunda parte, el posicionamiento del piano en primer plano hace que todo vire hacia una ambientación introspectiva, la cual concluye con una orquestación cósmica de sintetizadores. En cuanto al segundo de estos temas, su enfoque es el de retomar el talante general de la primera pieza con un aura más sofisticada, la cual se sitúa bajo las coordenadas de unos PLANET X; o sea, un despliegue de jazz-prog con tintes prog-metaleros. Con el arribo de ‘Self-Hatred’, vuelve a darse rienda suelta a su faceta más extrovertida, pero esta vez hay un complejo encuadre rítmico donde los juegos con las síncopas se desarrollan con pulcrísima eficiencia. Además, hay un enfoque electrónico en el modo en que los teclados se hacen cargo del mando de la pieza en cuestión. ‘Vitality’ destila una fastuosidad cautivadora y envolvente que no en poca medida recibe el impacto de ‘Floating With You’ en cuanto al refinamiento melódico, pero, sin duda, hay una dosis mucho mayor de señorío típicamente progresivo en la arquitectura sónica y en el modo en que se desenvuelve el desarrollo temático. Otro cénit indiscutible del repertorio.

‘Cute Little Living Things’ es un tema alegre cuya sobria vivacidad rítmica va muy a tono con el patrón jazz-rockero de CHICK COREA en los 80s. ‘Crystal Hell’, por su parte, elabora una vibrante reactivación de los elementos más extrovertidos y fulgurosos del ideario musical de CARPENTER, apelando a un gancho sofisticado y bien perfilado. La miniatura ‘Transfer’ consiste en una serie de orquestaciones sosegadas donde se ostenta una espiritualidad relajada y contemplativa. Así las cosas, ‘Uncontrollable Rage’ pone la cuota de abierto contraste al instaurar un ejercicio de palaciego señorío dentro de una nueva expresión inspirada de la cruza entre el esplendor preciosista del prog sinfónico y la dimensión más lírica del discurso prog-metalero. Con sus poco más de 6 minutos y tres cuartos, ‘Trying To Explain’ se erige como la pieza más extensa del álbum y también es la encargada de cerrarlo. Su propuesta es la de sintetizar los aspectos predominantes de los temas #1, #4 y # 10: jazz-rock, sinfonismo y tonalidades prog-metaleras se fusionan a través del muy alegre motif central. Con la adición de interludios razonablemente sofisticados, la pieza preserva su encanto innato a fin de ponerle un final tremendamente dinámico al repertorio. Todo esto es lo que se nos brinda en este nuevo disco “Balace Of Extremes”, una nueva muestra de la creatividad y el vigor de CODY CARPENTER. Con álbumes tan recomendables como éste, el año progresivo 2022 ha comenzado bastante bien.


Friday, March 18, 2022

Testimonio del tercer viaje musical de los finlandeses MALADY

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de hablar del grupo finlandés MALADY, conformado por Taavi Heikkilä [saxofones alto y tenor, y clarinete], Babak Issabeigloo [guitarras y voz], Juuso Jylhälehto [batería y sintetizador modular], Ville Rohiola [órgano Hammond, mellotrón, pianos clásico y eléctrico Wurlitzer, sintetizador Minimoog y voz] y Jonni Tanskanen [bajo], por motivo del lanzamiento de su tercer disco “Ainavihantaa”. Más exactamente, este lanzamiento tuvo lugar por vía del sello Svart Records el 10 de diciembre del pasado año 2021, no hace mucho, en realidad. Los orígenes de MALADY se remontan al año 2010 en la capital finlandesa de Helsinki, siendo así que le tomó cinco años al grupo lograr publicar su disco debut, el cual es homónimo. Tres años después salió al mercado “Toinen Toista”, el cual tuvo una buena recepción en las redes de difusión de la música progresiva y el art-rock. “Ainavihantaa”, el disco que ahora nos ocupa, se apoya en la herencia del mencionado segundo álbum para reforzar la línea de trabajo de la banda, enfilada hacia un retro-prog meticulosamente estilizado que también se abre a la absorción de matices propios de la psicodelia de vieja escuela, el jazz-prog, las atmósferas lánguidas usualmente asociadas al post-rock, y también algo del folk. El resultado es típicamente escandinavo, aunque no nos gusta realmente cómo suena esto. Bueno, repasemos ahora los detalles de este disco de MALADY. 


Abre el álbum la pieza titulada ‘Alava Vaara’, cuyos iniciales parajes ceremoniosos redundan contundentemente en una orientación de psicodelia pesada, siendo así que la manera en que la dupla de bajo y batería que abre camino al cuerpo central asegura que se concrete una ambientación misteriosa y solemne para arropar al mismo. Lo que suena es como una cruza post-rockera de MOGWAI y DO MAKE SAY THINK con algunas confluencias con el típico paradigma del revival escandinavo de los 90s (ANEKDOTEN, LANDBERK), además de algunos matices Floydianos de la etapa 69-71. A continuación, llega el turno de ‘Vapaa Ja Autio’; el grupo se dispone a ahondar en la languidez señorial de las vibraciones introspectivas inauguradas en la pieza de entrada mientras añade retazos jazz-progresivos al bloque sonoro general, siendo así que dichos retazos proceden tanto de los colores aportados por el saxo como del groove sobriamente señorial armado por la dupla rítmica. Lo que opera ahora es una labor de remodelación de los legados de ELK y RAGNARÖK, bien afianzada en un lirismo evocador y sereno. Cuando las cosas se agilizan un poco (cerca de la frontera del quinto minuto), el grupo establece un clímax musical que ya parece festivo. He aquí un cénit decisivo del álbum. Con la dupla de ‘Sisävesien Rannat’ y ‘Dyadi’, el ensamble sigue explorando su aleta sonora. El primero de estos temas mencionados regresa al terreno del post-rock progresivamente ecléctico, esta vez enfilándose hacia una cruza con los discursos del space-rock y del sinfonismo de vieja escuela. Sin trabajar con compases frenéticos, preservando una parsimonia envolvente y lírica, el grupo se las arregla para transmitir un aura de fuerza de carácter a través de la persistente atmósfera reflexiva que se proyecta a lo largo de la canción. En cuanto a ‘Dyadi’, éste sí exhibe una espiritualidad un poco más animada, ostentando un esquema melódico muy en sintonía con el revival escandinavo, algo así como una mezcla de FRUITCAKE y LANDBERK. El desarrollo temático es, en sí mismo, sencillo, pero adquiere algunos rasgos de sofisticación merced al rol importante de las capas de mellotrón y las florituras de los vientos. Una canción muy bonita, sin notorios aspavientos y con suficientes dosis de elegancia y preciosismo al más puro estilo prog-sinfónico, los mismos que salen a relucir especialmente en el transcurso del último tercio. 

El instrumental ‘Haavana Väri’ es el ítem más breve con sus 3 minutos y tres cuartos de duración, y, de paso, también es el tema más extrovertido del disco. Con su grácil tempo de 5/4, la situación es perfecta para gestar una hibridación de jazz-prog y sinfonismo de vieja escuela (al modo de unos SARCOPHAGUS NOW). Las conexiones entre la guitarra y el saxofón dirigen firmemente el esquema melódico del cuerpo central. Para cuando llega el turno del solo de órgano, las cosas se serenan para darle un nuevo giro de tuerca a la espiritualidad reflexiva predominante en la idiosincrasia del quinteto, lo cual define el final del tema mismo. Todo culmina con la pieza homónima, la cual sintetiza varios enfoques estilísticos que fueron planteados en el repertorio precedente. En efecto, ‘Ainavihantaa’ comienza con una solemnidad lánguida y misteriosa que nos remite a una cruza entre el paradigma Floydiano pre-73 y el de post-rock, para luego explayarse en una suntuosidad prog-sinfónica que se emparenta tanto con el revival de los 90s como con la nueva generación escandinava de los 10 últimos años (AGUSA, JORDSJØ, etc.). Esta canción de cierre y el instrumental precedente tenían suficiente gancho para ser más extensos, pero así quiso el personal de MALADY que fueran... Y bueno, están bien como están, de todas maneras. Todo esto fue lo que se nos brindó en “Ainavihantaa”, un disco agradable y de refinada factura que nos permite descubrir (un poco tardíamente) a MALADY como una fuerza creativa bastante interesante dentro de la vanguardia rockera finlandesa. Vale la pena explorar su catálogo entero. 


Tuesday, March 15, 2022

El quinto protocolo del maestro SIMON PHILLIPS

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos “Protocol V”, el nuevo registro solista del magistral veterano británico de la batería SIMON PHILLIPS, un señor versátil que tiene una amplia y versátil trayectoria pero que es, ante todo, un campeón del jazz-rock. Publicado el pasado 4 de febrero por el sello CD Phantom Recordings, este disco nos muestra a un PHILLIPS muy bien acompañado por el tremendamente virtuoso ensamble de Otmaro Ruiz (piano y sintetizadores), Jacob Scesney (saxofones), Alex Sill (guitarras) y Ernest Tibbs (bajo). Conservando a Tibbs de sus anteriores discos “procolarios” y cambiando a los demás para esta ocasión, “Protocol V” es el primero de ellos en el que se incluye a un saxofonista, una idea muy importante para ampliar el espectro sonoro del programa jazz-rockero que PHILLIPS tiene en mente. PHILLIPS compuso algunos temas de este nuevo álbum por su cuenta en un proceso creativo que comenzó en marzo de 2020, mientras que contó con las labores de coautoría de Sill o Ruiz para otros. Incluso hay un tema coescrito con el teclista Jeff Babko 12 años atrás. El material recogido en “Protocol V” fue grabado en el estudio de PHILLIPS Carbonite Sound, ubicado en Ojai, California, a lo largo de la segunda mitad del pasado año 2021. Bueno, vayamos ahora a los detalles del mismo.


El repertorio se abre con el fabuloso tema ‘Jagannath’, el cual emerge como una implosión vivaz y festiva tras un breve preludio cósmico sintetizado. Una vez instalado el groove diseñado para que sobre él se asiente el desarrollo apropiadamente focalizado del motif central, los músicos se hermanan con virtuosa agilidad, la misma que ponen al servicio del dinamismo reinante. Por supuesto que hay solos de guitarra, saxo y piano eléctrico que ornamentan el fulgor reinante: este último se dispone con una cierta suavidad, la cual no estorba para nada en la persistente algarabía. Pero… ¡Qué estupenda pieza de entrada! Luego sigue ‘Isosceles’, un tema que también exuda una diáfana espiritualidad alegre, pero esta vez hay un nervio expresivo más filudo y un manejo más sofisticado del swing, así como una complejidad un poco más ostentosa tanto en el foco temático central como en los sucesivos solos de guitarra y de saxofón. Esto suena como una partitura perdida de los RETURN TO FOREVER de 1976 remodelada por los WEATHER REPORT de inicios de los 80s. Dos cenit para empezar el álbum. ‘Nyanga’ se mete de lleno en el área del jazz-fusion contemporáneo en base a ambientes y cadencias orientales. El exotismo patente en la atmósfera sonora gestada por el ensamble es manejado con meticulosa delicadeza, lo cual hace que el preciosismo implícito a los arreglos revele una suerte de talante contemplativo. En el momento del brillante solo de piano que entra a tallar a mitad de camino, PHILLIPS aprovecha la ocasión para brindar una refrescante sofisticación al swing básico. Un poco más adelante, el solo de guitarra impulsa al quinteto a proyectar el único pasaje incandescente de la pieza. Cuando llega el turno de ‘Undeviginti’, el ensamble regresa a la vitalidad celebratoria del que ya disfrutamos en el tema que abrió el álbum, combinada ella con la sofisticación palaciega del segundo. Eso sí, todo ello se sazona con una nueva tanda de colores exóticos en el núcleo central foco melódico (más mesurada que en el tema precedente), lo cual brinda una magia muy especial al asunto. De hecho, PHILLIPS compuso esta pieza tomando agunas notas de una pieza tradicional búlgara. Prácticamente, tenemos aquí una celebración sintética de los tres ítems precedentes. También tenemos un bellísimo – aunque demasiado breve – solo de sintetizador.
 
‘When the Cat’s Away’ es el simpático título de la quinta pieza del repertorio y su dinamismo es, efectivamente, bastante grácil. Aquí tenemos el producto de una cruza entre el jazz-rock contemporáneo y el jazz-rock de herencia 80era. Los aires de familia con VITAL INFORMATION son fáciles de notar. ‘Dark Star’ nos revela el primer (y único) paraje de cálido y entrañable remanso del disco, siendo así que el dueto inicial de piano y guitarra establece la indicación clave para el groove sosegado en 6/8 dentro del cual pronto se enmarcarán las labores de los instrumentistas. Hay un aire muy distinguido en los sutiles arpegios de guitarra acústica que guían el cierre con fade-out de este hermoso tema. Con sus poco más de 11 ¼ minutos de duración, ‘The Long Road Home’ es la pieza más extensa del álbum, y además, también es la encargada de cerrarlo. Hilando y alternando unos cuantos motivos, siendo así que predomina una atmósfera señorial a lo largo de toda esta secuencia, el quinteto explota cabalmente el potencial épico que abriga a este tema tan extenso, dándole incluso algunos toques progresivos a ciertos parajes. Hay un momento muy singular donde se abre campo para un envolvente y estilizado solo de piano, el mismo que aporta una instancia de serenidad en medio de la sobra fastuosidad que tiene lugar aquí. Al igual que en otros temas precedentes del álbum, el saxo oscila entre ser cómplice de la guitarra y complemento de los teclados; lo que hace aquí es realzar su capacidad orquestal a fin de facilitar la fluidez arquitectónica del bloque sonoro general. Todo esto fue “Protocol V”, otro gran disco dentro del curriculum vitae del crack SIMON PHILLIPS; realmente es un disco infaltable en cualquier buena fonoteca dedicada al jazz en general y al jazz-rock en particular. Puede ser que PHILLIPS haya cumplido 65 años hace poco, pero el regalo lo hemos recibido nosotros. 


Saturday, March 12, 2022

BIZIRIK y su nueva serie de observaciones del entorno social

 

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Llegan buenas nuevas desde la vanguardia progresiva chilena con la nueva obra fonográfica de BIZIRIK, proyecto del músico y compositor chileno Cristián Larrondo: esta obra en cuestión se titula “Revelaciones Del Fin Del Mundo” y, por ahora, está publicado solo como descarga digital desde el pasado 7 de enero, en el propio blog de Bandcamp de BIZIRIK. En buena medida, este disco sigue la senda de observaciones críticas sobre nuestro mundo como en el concepto de “Ceremonia”, siendo así que el repertorio contenido en “Revelaciones Del Fin Del Mundo” se aprovecha el momento para seguir explorando con combativa inquietud varios enfoques sonoros novedosos, sugerentes y valerosos. Larrondo, quien en esta ocasión centra su labor en el Chapman Stick y los loops, contó con las colaboraciones del baterista Jesús Parada y del guitarrista Felipe Moreno en algunos temas. El propio Larrondo se hizo cargo del diseño de portada mientras que Catalina Larrondo Orrego hizo lo propio con eldiseño de cuadro psicodélico. Bueno, veamos ahora los detalles de este nuevo repertorio.

Durando casi 11 minutos, ‘La Hora Psicotrópica’ juega con capas, retazos y efectos futuristas que conforman y delinean una ambientación abstracta cuya contemplativa lobreguez se va abriendo paso gradualmente hasta instaurar una excursión prog-psicodélica, la misma que se instala sobre un bien definido groove avant-jazzero. El talante contemplativo se torna más grácil sin dejar del todo la lobreguez prologar. Notamos aquí confluencias con los STICK MEN y la faceta etérea de aquel inolvidable proyecto que fue GORDIAN KNOT. Ya de entrada, un momento culminante del repertorio de este disco. La dupla de ‘Canción De Protesta’ y ‘Fiebre Fatal De Una Pesadilla’ sirve para que el vigor expresivo se vaya revistiendo de nuevas prendas a lo largo del camino. El primero de estos temas mencionados exhibe una paisaje sonoro cáustico y espartano, centrado en el masivo uso de capas lisérgicas que esconden una tensión interior.  Dicha tensión se desata con un muy perfilado refinamiento en el segundo de estos temas (previa irrupción de una parte del famoso discurso final de la sátira política fílmica de CHARLES CHAPLIN El gran dictador). Lo que suena aquí es algo muy emparentado con el paradigma 60ero de los KING CRIMSON; de paso, otros sampleos de narraciones y relatos entran a tallar para reforzar las febriles sensaciones de furia y desazón que de por sí ya están plasmadas en el solemne bloque instrumental. Cuando llega el turno de ‘Naziste Natre’, Larrondo arma una arquitectura parca con su instrumento tras unos instantes marcados por efectos de sonido urbanos; a partir de ahí, algunos ornamentos emergen para aportar trazos de comedido fulgor. ‘Kraut Boy’ recoge las pistas de fulgor sonoro de la pieza precedente y las remodela drásticamente para convertirlas en expresiones gráciles de luminosidad. Hay una calidez patente en esta nueva excursión introspectiva, una ventana abierta de par en par a la luz que emana del exterior. Un encuentro de KRAFTWERK y CAN. El sexto tema del álbum recibe el elocuente título de ‘Nene No Te Vayas De Chile, No Te Vayas Mañana, Ándate Hoy’, una actitud satírica que se traduce instrumentalmente en un ejercicio de vibraciones avant-jazz-progresivas que exuda elegancia. También cabe notar la presencia de algunos matices electrónicos en su pasaje inicial antes de que se instale el cuerpo central.  

La miniatura ‘La Página Negra Del Feudo’ establece un lirismo flotante marcado por un tenor ceremonioso. De esta manera, se abre paso a la propuesta de ‘Diálogos Paganos’, una maraña ceremoniosa donde las inquietudes introspectivas vuelven a asumir un aire adusto y cáustico. Con el arribo de ‘Resiliente Del Fin Del Mundo’, Larrondo y sus invitados desarrollan un vivaz ejercicio Crimsoniano tras un largo preludio de ruidos de calle con proclamas políticas. La complejidad del compás básico y el señorío del solo de guitarra permiten al bloque instrumental gestar una magia muy especial para este momento (el cual nos hubiese gustado que durara un poco más, valgan verdades). La dupla de ‘Distopía Sureña’ y ‘Filtraciones Y Revelaciones’ ocupa el último cuarto de hora del álbum. ‘Distopía Sureña’ despliega un nuevo ejercicio de vibraciones minimalistas que siguen horadando el área introspectiva de la visión musical de Larrondo. Las bases y ornamentos del Stick van elevándose gradualmente hacia un oasis crepuscular apuntalado por una aureola aristocrática, y una vez allí, se queda sondeando los contornos inmediatos con un calculado sosiego. Por su parte, ‘Filtraciones Y Revelaciones’ elabora un desarrollo temático en 10/8 que se centra en un híbrido entre los patrones estéticos de BURNT BELIEF y STICK MEN, una exquisita exhibición de jazz-prog que coquetea con el ambient y se deja empapar por gotas de rocío Crimsonianas. El empleo de sonidos de fondo de noticieros en el epílogo nos recuerda la inspiración socio-política de este nuevo material. En fin, he aquí la experiencia que nos brinda este nuevo trabajo de BIZIRIK: “Revelaciones Del Fin Del Mundo” debe ser reivindicado, ante todo, como un disco excelente y rebosante de auténtica genialidad progresiva. Definitivamente, este proyecto de Larrondo está situado en uno de los más notables posicionamientos dentro de la avanzada rockera chilena de los últimos años.



Thursday, March 10, 2022

HELMET OF GNATS: bitácora y testimonio de su cuarto viaje musical


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos en nuestras manos el cuarto trabajo fonográfico del cuarteto instrumental HELMET OF GNATS, un ensamble de jazz-rock progresivo asentado en Stamford (Connecticut) y conformado por Chris Fox [guitarras], Matthew Bocchino [teclados], Wayne Zito [bajos] y Mark Conese [batería y percusión]. El disco en cuestión se titula “Travelogue” y fue publicado el 10 de diciembre año 2020 por el sello Ambient Records; llega un poco tarde esta reseña, lo sabemos, pero todos los elogios que aquí se leerán son genuinos. El grupo HELMET OF GNATS se fundó a inicios de los 80s bajo la iniciativa de Foxy Bocchino, ambos amigos de secundaria y luego compañeros de la Berklee College of Music. Con un perpetuo interés por combinar la excelencia del jazz y el vigor del rock y tras un pasado compartido en grupos precedentes, HELMET OF GNATS se hizo realidad en los últimos meses de1982 con el ingreso de otros dos compañeros de la Escuela de Música. Todos siguen juntos hasta el día de hoy. Eso sí, el grupo tardó mucho en realizar su álbum debut, el cual se llama como el grupo y salió al mercado en 1996. Fue su tercer disco, “High Street”, del año 2010, el que les permitió llamar la atención masiva de los blogs dedicados a la difusión del rock progresivo y del jazz-rock; hasta ahora lo consideramos como su mejor obra. Hubo que esperar 10 años para que se lanzara al mercado este cuarto disco “Travelogue”, el cual hereda buena parte del fastuoso colorido del disco precedente, y aunque no iguala su prestancia, sí resulta ser una obra exquisita y contundente. Los tiempos tan complicados en que se terminaron las labores de grabación, posproducción y masterización de este álbum no atenúan para nada su magnífica musicalidad. Veamos ahora los detalles de este disco.

Durando poco más de 9 minutos, ‘Silver Bitches’ abre el álbum con una exhibición de gancho y punche sobre un medio tiempo que permite que se imponga una elegante sobriedad a la hora de elaborar un ejercicio grácil y cálido de sonoridades y vibraciones al más tradicional estilo del jazz-fusion de los 70s y 80s. Tenemos el aura sofisticada de lo primero y el nervio llamativo del segundo, creando así una confluencia entre los paradigmas de RETURN TO FOREVER y THE CHICK COREA ELEKTRIC BAND con un toque extra de JEFF BECK en su faceta jazz-rockera. Luego llega ‘Junk Fish’, un tema más explícitamente alegre, aunque todavía opera sobre un swing contenidamente jovial. En todo caso, se nota que hay una mayor dosis de sofisticación estructural en el desarrollo multitemático, el cual nos remite a un híbrido entre NIACIN, los BRAND X de la etapa 79-82 y los WEATHER REPORT de fines de los 70s. Definitivamente, las florituras inagotables y el duelo entre guitarra y sintetizador son aspectos específicos a destacar. La musculatura invertida con tanta creatividad en este tema lo convierte en un primer cénit revelador del disco. Con la dupla de ‘Travelogue’ y ‘Afternoon T’ gozamos de casi 11 ½ minutos de esplendor musical que permite al grupo capitalizar la diversidad de modalidades de energía expresiva que se encapsula en su estilo. La pieza homónima se explaya en la cálida y estilizada luminosidad que signó a la pieza precedente, aunque ahora es con un esquema melódico menos meticuloso y un mayor espacio para la elaboración de jams jazz-rockeros. Por su parte, ‘Afternoon T’ gesta un ejercicio de gentilezas preciosistas que se ubican a medio camino entre el paradigma de HAPPY THE MAN y el de RETURN TO FOREVER, todo un rutilante despliegue de distinguidas sonoridades y climas jazz-progresivos que se asientan convincente bajo una ambientación de atardecer. Los breves pasajes de talante saltarín reflejan un aura de alegre expectativa ante el pronto arribo de la noche. Otro momento culminante del álbum. ‘Surging Valente’ es básicamente una expresión de primor extrovertido que alienta la expansión de un fulgor sonoro incrementado en comparación con la ilación de las cuatro piezas precedentes, aunque también se notan algunos ecos de os temas #2 y # 3. Tenemos aquí el que posiblemente sea el mejor solo de sintetizador de todo el álbum (cerca del final).

La secuencia de ‘Cuchifrita’s Ballet Lesson’ y ‘American Wood Pts. 1 & 2’ ocupa los últimos 16 minutos y pico del álbum. El primero de estos temas mencionados empieza orientándose hacia el terreno del jazz-fusion con sutiles toques latinos, y el grupo lo hace con una pulcra delicadeza que hace que se manifieste liberalmente un clima relajado. Intimista sin llegar a lo melancólico, hay algo de contemplativo que marca a la primera parte hasta que emerge una segunda sección de tenor jazz-progresivo donde regresan los hidalgos fantasmas de HAPPY THE MAN. La sección final retoma un pasaje centrado en el piano que ya había hecho acto de presencia anteriormente. En cuanto a ‘American Wood Pts. 1 & 2’, el grupo decide terminar el álbum con una última manifestación de efluvios sofisticados, comenzando con la irrupción de un groove bastante ágil que se alimenta cabalmente del gran punche emanado por los guitarreos. En un primer momento, todo es muy directo y sencillo en cuanto al swing, pero más adelante, éste se torna más sofisticado, lo cual abre una caja de Pandora para una conexión de diversos motivos sustentados por grooves variados, pasando de lo grácil a lo ceremonioso de una manera impolutamente fluida. Los sucesivos solos de guitarra y de sintetizador dirigen el cauce expresivo grupal con el propósito final de concluir el tema (y el álbum) con un enfoque imponentemente majestuoso. Todo esto fue “Travelogue”, un disco repleto de elegante virtuosismo y exquisita luminosidad que confirma a HELMET OF GNATS como una de las voces máximas dentro de la escena jazz-rockera estadounidense de estos últimos años. Bastante destacable esta bitácora de este cuarto viaje musical de HELMET OF GNATS, y no son pocos los blogs y páginas virtuales dedicadas al jazz-rock y al prog que han designado a este disco como su obra cumbre hasta la fecha. Pues bien, en este blog nuestro, aunque no nos unimos a dicho veredicto debido a nuestra confesa preferencia por “High Street”, apreciamos enormemente el catálogo musical contenido en “Travelogue” y, por tanto, lo recomendamos para cualesquiera buenas fonotecas de jazz y de rock.



Monday, March 07, 2022

La sinfonía kraut contemporánea de WESERBERGLAND

 

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Hoy recibimos buenas nuevas desde la vanguardia progresiva radical noruega de nuestros tiempos: el nuevo disco de WESERBERGLAND, el cual se titula “Sacrae Symphoniae Nr. 1” y consta de una sola pieza musical que dura casi 40 minutos y se titula igual. Esta entidad que comenzó como una asociación de Ketil Vestrum Einarsen y Mattias Olsson en el año 2017 con a meta de hacer krautrock escandinavo para el nuevo milenio opera actualmente como un proyecto del primero de ellos. Vestrum Einarsen, quien es el autor de esta Sinfonía Sacra, se hace cargo del sintetizador, el teclado computarizado y los efectos de sonido en tiempo real. Quienes le acompañan en esta obra son Gaute Storsve (guitarra), Jan Terje Augestad (piano), Vetle Larsen (batería), Jørgen Mathisen (saxo), Ingebrikt Håker Flaten (bajo), Fillippo Tramontana (corno francés) y Manuel Domeneche (oboe); casi todos ellos son renombrados integrantes de la vanguardia jazzera y progresiva noruega, como, por ejemplo, el saxofonista de KROKOFANT Mathisen. WESERBERGLAND sigue en las suyas, o sea, creando y recreando su propio enfoque de música progresiva modernista de fuerte raigambre krautrockera con relativa obediencia al legado de la Escuela de Berlín, pero también incorporando elementos deconstructivos propios del avant-jazz y el chamber-rock. “Sacrae Symphoniae Nr. 1” se publicó el pasado 18 de febrero, tanto en CD como en vinilo, por vía del sello Apollon Records. Tras la realización y la producción de la grabación de esta Sinfonía, el proceso de mezcla del nuevo disco estuvo a cargo de John McEntire, mientras que la masterización fue hecha por Jacob Holm-Lupo (otro gran figura de la movida progresiva escandinava de las cuatro últimas décadas). El diseño de la portada del álbum es de Henning Lindahl. 

La Sinfonía Sacra comienza con unas filudas y relativamente chocantes capas de efectos computarizados que articulan un paisaje surrealista rayano con lo siniestro pero que, más bien, penetra en el área de un solipsismo inescrutable; sobre ese trasfondo se hacen notar algunas líneas sueltas y muy parcas de guitarra, y un poco más adelante, algunos golpes de platillo. Es como si se estuviese poco a poco despejando un campo libre para que algún motif bien delineado entre a tallar, una sospecha que se confirma mientras los vientos van aportando también unos ornamentos anticipatorios. Poco antes de llegar a la frontera del séptimo minuto, ya está el ensamble íntegro desarrollando una acción avant-kraut-jazzera que nos recuerda a ANNEXUS QUAM con algunas vibraciones vigorosas que proceden de uno de los muchos paradigmas de JOHN ZORN. El asunto no dura mucho, pero es suficiente para encauzar el sendero por el cual transitarán las restantes secciones de la Sinfonía. De hecho, tras un interludio onírico dirigido por los vientos emerge otra sección más mecanizada que se sitúa en una encrucijada entre JAGA JAZZIST, SHINING y CLUSTER. En esta instancia, se da una incendiaria dialéctica entre el nervio bélico de la dupla rítmica y los permanentemente flotantes aportes de la guitarra y los vientos, mientras algunos juguetones efectos cibernéticos se deslizan en el medio. Es la arquitectónica estabilidad que sucede al caótico torbellino que anteriormente apuntaló a nuestras conciencias. Tras un suntuoso y envolvente epílogo para esta sección emerge un pasaje cósmicamente denso que reitera el espíritu general de los 5 primeros minutos. Otro ejercicio de free-jazz psicodélico, más vibrante que el anterior, entra a tallar combativamente en la frontera del minuto 21 y medio, lo cual funciona muy bien como una fuga liberadora para la creciente densidad que se venía dando. Aunque todavía apuestan por la sutileza, las líneas de los vientos se sienten más vivaces, y ahora los efectos de guitarra son más ácidos. Un tercer explayamiento en esta línea regresa a la ambientación relativamente amenazante que signó a la primera sección colectiva, siendo así que éste tiene la función de crear espacios y atmósferas para enfocar buena parte del cierre de la Sinfonía. De hecho, su garra surrealista y deconstructiva impulsa varias de las capas cibernéticas que se expanden tras la parada de la batería: el legado de CLUSTER se hace sentir aquí. Paulatinamente, la tensión oscurantista se va apagando para que prevalezca un sosiego metafísico con miras a un aterrizaje silente. 

“Sacrae Symphoniae Nr. 1” tiene que ser apreciada y valorada como una obra de vanguardia que exuda excelencia a través de todos sus poros aventureros sónicos. Esta obra representa otro magnífico momento para el catálogo de WESERBERGLAND; es un disco muy difícil, pero nos parece que brilla con luz propia dentro de los caminos contemporáneos de la experimentación musical en las veredas más radicales del ideal progresivo. Aguardamos más sinfonías de este proyecto en el futuro próximo. 

Saturday, March 05, 2022

Una excelente elegía progresiva de parte del maestro italiano ALBERTO RIGONI

 

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Hoy tenemos el placer de presentar un disco muy especial: éste se titula “Songs For Souls” y es del maestro italiano ALBERTO RIGONI, habiendo sido publicado de forma independiente el pasado 15 de enero. Es un disco conceptual sobre las diversas fases que se suceden a lo largo de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte, y de allí a la trascendencia ultraterrena. La inspiración para este concepto es bastante triste: resulta que RIGONI perdió a su padre el 15 de octubre del pasado año 2015, y a pesar de que el propio RIGONI quería tomarse un descanso de la música, este triste evento le inspiró para usar la música como medio para realizar este homenaje a la memoria de su progenitor. RIGONI, quien se hace cargo de los bajos, contó con las colaboraciones de ilustres copartícipes como Jordan Rudess (teclados), Mark Zonder (batería), Jennifer Batten (guitarra), Alessandro Bertoni (teclados), y otros guitarristas connacionales como Tommaso Ermolli, Edoardo Taddei, Fabrizio Leo y Marco Sfogli. Vemos aquí a gente que pertenece a las historias de DREAM THEATER y FATES WARNING, así como gente de sesión bastante ocupada, además de gente con sus propias discografías solistas como Bertoni y Sfogli. RIGONI estuvo a cargo exclusivo de todas las composiciones salvo en los temas #2 y #4, que fueron respectivamente coescritas con Rudess y Bertoni. Como siempre, RIGONI también es responsable de los procesos de producción, mezcla y masterización del material aquí contenido. Bueno, repasemos ahora los detalles del repertorio de “Songs For Souls”.

La dupla de ‘The Miracle’ y ‘L’origin Du Monde’ abre el álbum ocupando un espacio de casi 8 minutos. Todo comienza en clave cósmica con una misteriosa secuencia sintetizada a la que se le une un espartano esquema melódico al bajo. Este entramado prologar tan etéreo abre paso a la emergencia de ‘L’origin Du Monde’, una pieza cristalinamente cálida que se vale de su sosegado groove para desarrollar un motif esencialmente plácido con una fastuosidad típicamente progresiva, muy al estilo de una cruza entre los paradigmas de CAMEL y PINK FLOYD a través del filtro del sinfonismo moderno, siendo las orquestaciones de teclado vitales para esto último. Los solos de sintetizador que se ubican en lugares estratégicos concretan recursos de genuina garra rockera en medio del espíritu predominantemente contemplativo. El epílogo de piano es simplemente genial. Sigue a continuación ‘Youth’, un tema mucho más vivaz con el que RIGONI decide explorar senderos de jazz-rock alimentados por el empuje del hard rock melódico. Con la inserción de unos pocos intermedios más sutiles, la pieza asume un talante esplendoroso. Con el arribo de ‘Talking With My Demons’, el asunto vira hacia una dimensión híbrida de jazz-prog y ambient, siendo así que la línea de trabajo extrovertida que se inició en el tema precedente ahora adquiere un aura sofisticada y radiante. El pasaje de piano que irrumpe para sembrar el camino para el epílogo gesta un señorío extra al desarrollo temático. ‘Suddenly’ se ubica en un paraje emocional menos expresionista, planteando un motif más relajado con el que RIGONI y sus colegas de turno pueden jugar con una cruza de jazz-rock y prog de una manera fluida y controlada. El solo de bajo que surge en el intermedio refuerza el núcleo central de la pieza con convincente elegancia. ‘The Battle’, a pesar de su título, es la pieza más apacible del repertorio, acercándose mucho a la majestuosa placidez que signó anteriormente a ‘L’origin Du Monde’. Hay pasajes más gráciles, además de un estupendo solo de guitarra muy en línea con el estándar del prog-metal, pero la espiritualidad que emana este tema ostenta unos aires reflexivos muy envolventes. Su gancho melódico es tan patente que nos hubiese gustado que durara un poco más.

‘Silence’ es una pieza psicodélica introspectiva que se centra en el bajo: es un ejercicio de ambient dentro de un contexto oscuramente ensoñador, no tanto una invitación al silencio como una capa protectora del mismo hilvanada con telas sónicas. ‘Keep On Fighting’ da un giro de 180° para trasladarse hacia el terreno del prog-metal, concretando una peculiar cruza entre los paradigmas de SYMPHONY X y los FATES WARNING de la etapa 1989-94. A través de a fluida ilación de los cambios de swing, la pieza mantiene altos niveles de incandescencia rockera con perfecta consistencia. ‘Peaceful Acceptance’ es un hermoso y relajado nocturno centrado en el dueto de bajo y piano, el cual opera como un contrapunto de relax entre la furia del tema anterior y ‘Souls Never Die’, el cual trae el cierre del repertorio. Este último tema traza una senda intermedia entre el refinamiento melódico del prog sinfónico y la garra fastuosa del prog-metal. La mezcla de exquisitez y suntuosidad que tiene lugar a través del hilo conductor de todos los motivos hace que esta pieza cierre el disco con un aura celebratoria y vibrante. Todo esto es lo que se nos ha brindado en “Songs For Souls”, una excelente elegía progresiva que, en kenos de 40 minutos, nos muestra por enésima vez cuán inspirado y versátil es ALBERTO RIGONI como músico y como compositor.