Tuesday, April 30, 2024

THE STARGAZER’S ASSISTANT: el fuego inglés de la vanguardia rockera contemporánea


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Ha tardado un poco esta reseña, pero ya se concretó para su publicación en este blog; bueno, hay que aclarar honestamente que esta reseña en realidad ha tardado bastante, pero bueno, la cosa es que ya está aquí. El disco que hoy nos convoca es “Fire Worshipper” de THE STARGAZER’S ASSISTANT, colectivo inglés conformado por David J. Smith [batería, percusión,teclados y efectos], David J. Knight [guitarras, teclados y efectos] y Michael J. York [vientos, grabaciones de campo y efectos]. 
“Fire Worshipper” se publicó el 3 de febrero del pasado año 2023 por el sello británico House Of Mythology en vinilo y por el sello polaco Zoharum en CD, siendo una estupenda  hibridación de post-rock, avant-prog, minimalismo electrónico y psicodelia posmoderna. Se trata del cuarto trabajo de estudio de este grupo fundado por el músico y artista plástico David J. Smith, quien es miembro histórico de GUAPO y actualmente lidera THE HOLY FAMILY (estupendos puntos de referencia para un currículum que también incluye membrecías en MIASMA AND THE CAROUSEL OF HEADLESS TORSOS y AMAL GAMAL ENSEMBLE). De hecho, York también es parte del pertsonal de THE HOLY FAMILY. El origen específico de THE STARGAZER’S ASSISTANT no fue con la idea de dar origen a un grupo nuevo. En realidad, se trató inicialmente de una congregación de músicos que grabó música incidental para una exhibición multimedia de imagen y música de Smith, y una vez publicada en el año 2007 en el disco “The Other Side Of The Island”, el resultado fue tan satisfactorio que se decidió que tenía que ser el primer disco de un nuevo grupo. Y ahora estamos en el tiempo de “Fire Worshipper”. El finlandés radicado en Londres Antti Uusimaki se encargó de la mezcla y la masterización del disco que ahora reseñamos, además de colaborar un poco al sintetizador. Bueno, pasemos ahora a los detalles estrictamente musicales de “Fire Worshipper”.
 

Con el breve preámbulo ‘Agni’, que consta de una serie de capas minimalistas de sintetizador desplegadas en una agitación abstracta, se inicia un álbum que tiene en ‘Shamash’ su primer desarrollo musical propiamente definido. Este segundo ítem despega desde el minimalismo inquietante del prólogo antes mencionado y se eleva hacia una exhibición de lúcidas ensoñaciones que se articulan sobre una cruza de ambient y chamber-rock por vía de una densidad rotunda. Esta densidad se reviste de misteriosa elegancia merced a los aportes conjuntos de brisas sintetizadas, percusiones reales y cibernéticas, vientos étnicos y ornamentos corales surrealistas. ‘Ishum’ sigue a continuación para poner en el centro protagónico a los vientos étnicos, los cuales ahora se proyectan hacia un colorido telúricamente exuberante. Si en el tema anterior había algunos ribetes oscurantistas que emergían como distantes amenazas potenciales, ahora el esquema sónico es mucho más cálido, desplegando un paisaje gentil y acogedor. Este tema dice mucho en su espacio de menos de 3 minutos. ‘Shalman’ es el tema más extenso del álbum con sus poco más de 14 ¼ minutos de duración. La atmósfera cinematográfica que se vierte aquí da amplio espacio a la elaboración inicial de oelajes inquietantes donde ya se da un abierto coqueteo con lo lúgubre y lo nebuloso. Se nota un ímpetu expresivo en los recursos sonoros que van emergiendo y reforzándose a lo largo del camino, pero ese fulgor no es el de mediodía, sino el de una hoguera situada en medio de un altar preparado para algún ritual arcano donde los peores temores del hombre muestran parcialmente sus fauces con una actitud de inspirar exorcismos. Los alucinados tratamientos vocales y los exquisitos bríos percusivos son muy explícitos respecto a estas imágenes que acabamos de evocar dentro del bloque general. A poco de pasada la frontera del quinto minuto, el ritual ya inicia su sistemática efervescencia, garantizando así el posicionamiento de la energía colectiva. ‘Agneya’ es otra miniatura, esta vez, heredera de los traqueteos misteriosos del tema #2; sus matices grisáceos no son tanto tenebrosos como indicadores de los últimos ecos de la ya terminada celebración esotérica. 

‘Odqan’ es una majestuosa manifestación de lo que ocurriría en un universo paralelo cuando los TANGERINE DREAM de 1973 y los UNIVERS ZÉRO de 1987 unen fuerzas para anunciar un enigma señorial. ‘Ra-Atum’ se enfila hacia un nuevov vestigio de poderosos fulgor, esta vez abriéndose al encanto inmortal del éter del Olimpo para buscar allí un refugio de tranquilidad contemplativa. ‘Shango’ se encarga de cerrar ese momento de distensión mientras remodela el fulgor reinante con un nuevo ejercicio de vibraciones ritualísticas. Esta vez, la conjunción de las gráciles cadencias percusivas y la agilidad expresionista de los vientos étnicos garantiza la instauración de un clima de exótico jolgorio inocente, el mismo que goza el espíritu del niño que se arroja a las vicisitudes del eterno retorno. ‘Arinitti’ es la última manifestación de magnífico esplendor sónico de parte del trío, siendo así que el esquema de trabajo regresa a los juegos de abstracciones misteriosas con una nueva idea-guía, la de la contemplación introspectiva. La serenidad reinante nos lleva por recónditas cavernas y frondosos bosques del yo interior en medio de una oscuridad que, al dejar de ser tenebrosa, se torna extrañamente amigable. ‘Oya’ ocupa los últimos 2 ½ minutos del repertorio y lo hace realizando una renovación del esquema expresivo de ‘Odqan’, incluso con una soltura más distinguida y un tenor más épico. Todo esto fue “Fire Woorshipper”, un manifiesto bastante convincente de la creatividad existente hoy en día en la vanguardia británica desde un lugar específico, la ciudadela de THE STARGAZER’S ASSISTANT. Tenemos aquí un ensamble legítimamente portador del fuego de la experimentación rockera para nuestros tiempos, lo cual es suficiente para hacer bastante recomendable a este disco dentro de cualquier buena fonoteca dedicada a la música contemporánea de talante desafiante. 

Saturday, April 27, 2024

La naturaleza viva del arte musical, según el maestro DAVE NEWHOUSE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Tenemos hoy el enorme placer de presentar una excelsa novedad dentro de la vanguardia estadounidense de parte del multiinstrumentista y compositor DAVE NEWHOUSE: él tiene grandes pergaminos grupales desde los tiempos de THE MUFFINS, pasando a tiempos más recientes como integrante de MOON MEN, MOON X, MANNA / MIRAGE y SWELL BROTHERS. Lo que nos convoca ahora es su nuevo disco solista “Natura Morta”, el cual fue publicado el 5 de abril último con un tiraje limitado de 300 CD (además de la habitual descarga en su blog de Bandcamp). NEWHOUSE está equipado con un arsenal de teclados, saxofones alto, tenor, soprano y barítono, clarinetes, flautas, pícolo, flarinet, acordeón, tambores de mano y tarola militar. También hace algunas vocalizaciones. Además, recibe el apoyo de una pléyade de grandes músicos de diversas naciones y generaciones: Sean Rickman (batería), Paul Sears (batería), Jerry King (bajo y trombón), Ángel Ontalva (guitarra), Guy Segers (bajo), Luciano Margorani (guitarra), Mark Stanley (guitarra), John Greaves (canto), Dave Van Allen (guitarra pedal steel), Michele King (canto), Forrest Fang (violín) y Rich O'Meara (percusión tonal y otras percusiones). El material aquí contenido fue mezclado y masterizado por Mike Potter en los Orion Studios, con la excepción de un tema que fue mezclado por Ian Beabout en el estudio ShedSounds. La intervención vocal del grandioso John Greaves fue registrada por Florent Skalli. La autoría de la mayoría de los temas de “Natura Morta” es de NEWHOUSE, siendo el quinto tema coescrito con Greaves, el séptimo, con Rickman y Segers, y el último, con Van Allen.

Los primeros 5 ½ minutos del repertorio están ocupados por ‘XTensions’, una pieza signada por una llamativa agilidad que se deja manejar por un esquema de preciosismos jazz-progresivos; en el punto de arranque, las virguerías del bajo y la batería llenan espacios tremendamente mientras el piano eléctrico indica la base armónica. Para el cuerpo central, el ensamble se encarga de concretar una cruza entre los paradigmas del LARRY CORYELL de la etapa 1972-75 y los SOFT MACHINE de 1974. Estupenda manera de comenzar un álbum, siendo así que la dupla de ‘Moondog Heaven’ y ‘Stinker Wink Takes A Walk’ lo continúa con solventes muestras de versatilidad. El primero de estos temas mencionados se enfila hacia un elegante y gentil ejercicio de vibraciones fusionescas donde el sencillo motif central de teclado y saxo se apoya sobre las percusiones. Los vericuetos de los dos saxos en las instancias finales le dan un giro traviesamente tenso al asunto. En cuanto al segundo de ellos, se trata de una expansión humorística del viejo patrón de THE MUFFINS con su peculiar manera de proponer una simbiosis de jazz-prog a lo Canterbury y avant-prog a lo HENRY COW en la escena estadounidense de aquellos lejanos años 70. La ambientación impulsa una expresividad donde se combinan el espíritu de feria y la algarabía circense bajo un manto de juguetona teatralidad. ‘Slouching Towards Bethlehem’ es la pieza más extensa del disco con su espacio de casi 7 ¾ minutos; también es un cénit indiscutible del mismo. La confluencia entre la exuberancia señorial armada por el encuadre de teclados y percusión tonal y el vigor rutilante emergido alternadamente del saxo y la guitarra posibilitan la gestación de algo explosivo bajo un control inteligente sumamente meticuloso. Los continuos explayamientos de la batería hacen que el intrincado armazón rítmico adquiera una peculiar musculatura en medio de la patente complejidad. El último solo de guitarra guía al bloque instrumental hacia un aristocrático clímax. Esta pieza traduce al arte del sonido el destello de nobles metales en la estructura de un palacio imperial. ‘Same Song Sung’ es la canción donde aparece el canto de Greaves (añadiéndose algunas recitaciones surrealistas).* El esquema musical impone un swing llamativo muy propio del jazz-rock de la segunda mitad de los 70: un enclave de frescura lúdica tras la fastuosa e imponente potestad del tema precedente.
 
Con el simple título de ‘Folk Song’ se nos revela una pieza fusionesca centrada en el hermanamientos de múltiples saxos y clarinetes sobre la base de percusiones básicas. El esquema melódico combina lo gitano con lo arábigo, mientras que algunas variantes rímicas aportan una sutil densidad al asunto. Sinceramente, esto nos recuerda a la faceta más misteriosa de MANNA / MIRAGE. El séptimo tema del disco es el que justamente le da título. ‘Natura Morta’ se centra en una labor de recuperación del espíritu de la pieza inicial mientras le añade varios trazos y matices de la sofisticación imponente del cuarto tema. Vuelve a predominar la acentuación del factor Canterburyano, pero también se hacen presentes algunas dinámicas propias del paradigma de WEATHER REPORT pre-1975. ‘Zoom Boy’ se orienta hacia senderos más nebulosos, apelando a climas sombríos que arropan la secuencia armónica con la que se elabora el cuerpo central. La solemnidad sistemática de las orquestaciones de los teclados y los vientos acoge la exuberante vitalidad de la batería mientras se va concretando el crescendo nuclear. Las florituras finales del saxo para la coda añaden una aureola de misterio a la composición. Todo concluye con ‘A Thousand Lands’, una pieza serena y ensoñadora que resuena como una versión jazzera de una balada Floydiana de inicios de los 70 a la que se añaden retazos de TOM WAITS. Todo esto fue “Natura Morta”, lo más reciente que se ha producido en la inagotable fábrica de idear y gestar música grandiosa del maestro DAVE NEWHOUSE, y esta vez, firmándolo con su propio nombre. La vanguardia estadounidense es una naturaleza viva del arte musical gracias a discos como éste. ¡Recomendado al 100%!
 
 
Muestras de “Natura Morta”.-
XTensions: https://davenewhouse.bandcamp.com/track/xtensions
Slouching Towards Bethlehem: https://davenewhouse.bandcamp.com/track/slouching-towards-bethlehem
Natura Morta: https://davenewhouse.bandcamp.com/track/natura-morta


* Canción dedicada póstumamente a los cracks Pip Pyle y Phil Miller. Más adelante, el tema ‘Zoom Boy’ estará dedicado a Billy Swann, ex.colega de NEWHOUSE en la legendaria banda THE MUFFINS.

Wednesday, April 24, 2024

El río jazz-progresivo de los geniales ELEPHANT9 nunca se detiene


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Las mejores noticias desde la escena jazz-progresiva para el mes de abril de 2024 llegan de la mano del trío noruego ELEPHANT9 con la publicación de su nuevo disco “Mythical River”, la cual tuvo lugar el pasado viernes 19 del susodicho mes. El trío conformado por el Ståle Storløkken [órgano Hammond L100, pianos clásico y eléctrico Fender Rhodes, sintetizadores MiniMoog, ARP Pro-Soloist y Continuum, mellotrón, celesta y harpsipiano], Nikolai Hængsle [bajo] y Torstein Lofthus [batería y percusión], como es habitual, vio publicado su nuevo trabajo por el sello Rune Grammofon tanto en CD como en vinilo (formatos negro y blanco, para elegir). Lo que notamos en este disco, en líneas generales, es una síntesis efectiva y versátil de las estructuras sonoras exploradas en  “Greatest Show On Earth” y “Arrival Of The New Elders” (de los años 2018 y 2021, respectivamente), dándole algunos trazos de vigor nuevo en algunos pasajes específicos. Como es habitual, Storløkken es el autor de todas las piezas aquí contenidas. Mattias Glavå fue el encargado de la ingeniería de sonido en las sesiones de grabación, además de la ulterior mezcla. Veamos ahora los detalles estrictamente musicales del disco.  
 

Curiosamente, el repertorio de “Mythical River” comienza ‘Solitude In Limbo #2’ y termina con ‘Solitude In Limbo#1’. ‘Solitude In Limbo #2’ exhibe en poco más de minuto y medio de efluvios ensoñadores que algo tienen del patrón de VANGELIS de la etapa 1979-83 y de las exploraciones cósmicas de JAN HAMMER. Parece más paradisíaco que liminal, aunque posiblemente hay que describirlo como misteriosamente introspectivo. De esta manera, se abren las puertas para el arribo de la pieza titular, la cual dura 8 minutos y pico. ‘Mythical River’ se centra básicamente en una combinación de la faceta más etérea del así llamado Canterbury (GILGAMESH, NATIONAL HEALTH) y el aspecto más sereno del discurso avant-jazzero de unos EXMAGMA; el grupo es totalmente experto en esto último y, de hecho, se hacen notar los ecos estilísticos del disco precedente. Los fraseos del órgano y los ornamentos sintetizados se derraman delicadamente sobre el arquitectónico esquema rítmico durante la primera sección, siendo así que más adelante se da un recurso de amplificada sofisticación que, sin alterar un ápice del groove general, añade un colorido extra. Todo un cénit del álbum desde tan temprano, y acto seguido llega el turno de otro, ‘Party Among The Stars’. Su enfoque es más muscular y extrovertido que el del tema homónimo, algo que permite a la banda explorar su faceta más fulgurosa. El esquema sonoro es muy vivaz, en líneas generales, aunque poco antes de pasar por la frontera del tercer minuto y medio, el trío baja un poco los decibeles para elaborar un llamativo crescendo donde se retoma el motif central con un vigor renovado. ‘Chamber Of Silence’ se basta con su espacio de menos de 3 minutos para exhibir una noción melódica marcada por una sosegada espiritualidad, la misma que se deja arropar por una etérea atmósfera psicodélica en sus instancias finales. ‘Heading For Desolate Wastelands’ también es una composición sosegada, pero esta vez se trata de una exploración en climas crepusculares signados por coqueteos con un minimalismo grisáceo, aunque la pieza no tarda mucho en animar un poco su jam central. Los ornamentos de mellotrón y las puntuaciones del bajo apelan a la faceta enardecedora del Crimsonismo. Las confluencias con las estrategias que usan otras bandas como FIRE! y RED KITE para crear atmósferas tan inescrutables como cautivadoras son fáciles de advertir.

  
 
‘Star Cluster Detective’ vuelve a apelar a la faceta ágil del trío a la hora de gestar su enfoque sonoro y su esquema compositivo. la vivacidad en curso es manejada con una elegancia sublime mientras los retazos de órgano y sintetizador ornamentan el groove sustentado por el piano eléctrico. Hay varias intervenciones de la batería que se acercan al motorik de NEU!, y mientras tanto, los teclados elaboran los que tal vez sean los parajes más exuberantes aportados por 
Storløkken en todo el disco. ‘Cavern Of The Red Lion’ sigue a continuación para remodelar el colorido de la pieza precedente y añadirle elementos de grácil densidad que ya hemos encontrado en el tercer tema del álbum. De esta manera, el trío se enfoca en concretar una estilizadamente compleja ingeniería jazz-progresiva donde su peculiar sentido del color y la luz en el arte del sonido halla una estupenda concreción. He aquí un gran ejemplo de la gallarada fastuosidad de la que es capaz la gente de ELEPHANT9, gestora de rutilantes enclaves como éste. Hasta cierto punto, se nos viene el recuerdo del segundo volumen de “Psychedelic Backfire” (del año 2019). Pero todavía queda un poco más. Tal como dijimos en el párrafo anterior, ‘Solitude In Limbo #1’ cierra el álbum; dicho sea de paso, dura prácticamente lo mismo que la miniatura que lo abrió. La ambientación es la misma, pero el nervio plasmado por las capas del órgano le da un nervio adicional, algo que deja huella a pesar de lo efímero de este ítem final. Ésta es la nueva obra magna que nos brindan ELEPHANT9: “Mythical River” es un disco excelso y refinado que sólo merece elogios. A pesar de su relativa brevedad (no llega a los 40 minutos de duración), debe ser recomendado al 300% dentro de cualquier fonoteca dedicada a la música ingeniosa de ayer y hoy: un 100% por cada integrante del grupo.

Sunday, April 21, 2024

HAWKWIND: surcando nuevos espacios en un tiempo nuevo


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

El legendario grupo británico HAWKWIND vuelve al ruedo rockero con su nuevo trabajo fonográfico 
“Stories From Time And Space” el cual sucede por un año al excelente “The Future Never Waits”. Este nuevo álbum que fue publicado a inicios de abril en CD y en doble vinilo por vía del sello Cherry Red Records es también notable, lo adelantamos, pero por ahora nos centramos en los detalles técnicos. La entidad de HAWKWIND se mantiene vigente con la actualmente firme alineación de Dave Brock [guitarras, teclados, sintetizador y canto], Richard Chadwick [batería y percusión], Magnus Martin [guitarras, teclados, sintetizador y canto], Doug MacKinnon [bajo] y Tim Thighpaulsandra Lewis [teclados y sintetizadores principales]. El saxofonista polaco Michael Sosna colabora en uno de los temas del disco. Siendo Brock el autor o coautor de casi todo el material contenido aquí, es de apreciar que un señor que va a cumplir 83 años en agosto próximo se mantenga lúcido y enérgico como para preservar la senda artística de HAWKWIND con nuevo material y nuevas giras. Claro está, el rol proactivo de sus compañeros de viaje en los arreglos resulta fundamental para que el grupo, como un todo orgánico y perfectamente articulado, siga actualizando su propia magnificencia. Kris Tait, la esposa desde hace muchos años del Sr. Brock, sigue siendo la mánager de la banda y la principal organizadora de los conciertos y las sesiones de grabación (por un tiempo, también fungía como bailarina, mima y tragafuegos en los conciertos). Si “The Future Never Waits” recibió tantos elogios en el año 2023 por su manera tan ingeniosa de replantear la esencia histórica de la banda, lo mostrado en “Stories From Time And Space” da claras señas de que el ensamble actual está muy diáfanamente compenetrado en torno a la misión de generar nuevas estrategias dentro de un enfoque que sigue siendo space-rockero. Como detalle curioso, el nuevo álbum fue masterizado en los míticos Abbey Road Studios. Desde inicios del presente mes de abril, HAWKWIND está realizando una gira de promoción de este nuevo disco, cuyo repertorio repasamos a continuación.


El tema que inicia las cosas es ‘Our Lives Cant Last Forever’ y su aura ceremoniosa establece una grácil cruza entre el señorío contemplativo de los PINK FLOYD de la etapa 1973-75 y el vigor estilizado de los PORCUPINE TREE de inicios del milenio. Bajo un manto cósmico se despliega una musicalidad razonablemente serena donde reina una aureola reflexiva. Las vibraciones rockeras se agitan un poco con el arribo de la segunda canción, titulada ‘The Starship (One Love One Life). Su línea de trabajo se centra en la inoculación de un llamativo groove jazz-rockero en los cimientos de la expansión psicodélica de ribetes futuristas que se diseñó para la ocasión. He aquí un encuentro entre los OZRIC TENTACLES de 1989 y los propios HAWKWIND de 1977. El extenso solo de guitarra merece una mención especial por el dinamismo individual que aporta al bloque sonoro general. What Are We Going To Do While We’re Here comienza con un enfoque instrumental muy lírico y con algunos tintes fusionescos flotantes (un poco en línea con QUANTUM FANTAY y VESPERO); en su segunda mitad, vira hacia una expansión rockera intrépida y contundente que hace que la elegancia anterior adopte un revestimiento más plenamente ácido. La coda introspectiva redondea la faena magníficamente. The Tracker es una pieza eminentemente cañera, muy fiel al paradigma histórico de la banda, añadiéndose un toque más contemporáneo en las capas y ornamentos de los sintetizadores. Tres cénit sucesivos. La miniatura ‘Eternal Light’ exhibe unos flotantes retazos de sintetizador que se emparentan con la línea de trabajo de los TANGERINE DREAM de 1975, y es a partir de allí que emerge ‘Till I Found You’, una hermosa y gentil canción que comienza ubicándose sobre un medio tiempo para luego explayarse sobre un compás intenso cuya soltura se contagia inmediatamente a los guitarreos y las pulsaciones del bajo. El fade-out llega demasiado pronto mientras el sintetizador delinea un hermoso solo que se condice con las agitaciones celebratorias de la parte central de la canción, pero es que llega el turno de ‘Underwater City’, un cautivador instrumental de corte bucólico donde la guitarra acústica proyecta unos aires pastorales con base barroca. Las flotantes orquestaciones de los sintetizadores aportan una oportuna tonalidad lisérgica al asunto.

  

‘The Night Sky’ es otro instrumental que, a diferencia del anterior, expone una vivacidad señorial de corte cinematográfico, explotando a cabalidad el potencial envolvente de las orquestaciones y mantos de los sintetizadores; en algún momento, ciertos ornamentos percusivos marcan un ritmo marcial con razonable sutileza. Lo épico regresa de lleno al frente con Traveller Of Time & Space’, una pieza cuya estrategia estructural recibe impactos estilísticos de los temas #2 y #3, aunque con un manejo más medido de la vitalidad rockera. Los arreglos rítmicos y el esquema melódico básico emanan ciertos aires exóticos; además, está bien manejada la convivencia entre guitarras acústicas y espirales sintetizadas, siendo así que los arreglos corales refuerzan el carácter benévolo de la pieza. Para el último tercio, la canción adopta una actitud suntuosa que permite al motif central asumir una policromía aumentada. Otro momento culminante del disco. ‘Re-generate’ empieza manejando una atmósfera cósmica misteriosa y prosigue con la instauración de un jam reconocible bajo la cruza de jazz-fusion y space-rock. El rol de los diversos teclados actuantes consiste en mantener un fulgor operativo mientras las delicadas florituras de los pianos y las líneas del bajo se asocian en una mágica exuberancia, una que hasta algo de sensual tiene. La miniatura ‘The Black Sea’ instaura otra exhibición de capas flotantes, siendo así que su principal función es la de abrir la puerta a ‘Frozen In Time’, el siguiente ítem. Esta canción es una bien delineada semibalada prog-psicodélica cuya pasión rockera se filtra a través de una aureola contemplativa. En un momento de despiste, podría confundirse con una canción de algún disco de PORCUPINE TREE entre 1999 y 2002. Stargazers es el refinado instrumental que cierra el repertorio perpetuando el talante contemplativo de la canción precedente reactivando el aura ceremoniosa con la que había comenzado el disco. Eso sí, se nota aquí una mayor dosis de sofisticación sónica merced al uso de un groove propio del discurso del jazz-fusion, como si se insertara algo intermedio entre RETURN TO FOREVER y PASSPORT dentro de la ingeniería musical diseñada para la ocasión. Las florituras del piano eléctrico y los implementos percusivos brindan un cariz aristocrático a este postrero vuelo cósmico. 

 

Todo esto fue “Stories From Time And Space”, una contundente y concreta prueba de que la voz de HAWKWIND sigue resonando fuerte en la avanzada rockera del space-rock progresivo con una intensidad que casi iguala a ese periodo 1970-75 que se suele catalogar como su edad de oro. Los Sres. Brock, Martin, Lewis, MacKinnon y Chadwick merecen tener un lugar en los mejores estantes de colecciones de rock y también merecen nuestras palabras de agradecimiento por su creatividad y su esmero a la hora de gestar esta nueva obra fonográfica. 


Muestras de “Stories From Time And Space”.-
The Starship (One Love One Life): https://hawkwindofficial.bandcamp.com/track/the-starship-one-love-one-life

Thursday, April 18, 2024

El telar progresivo del grupo noruego 35 TAPES

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy se da la ocasión de presentar el tercer disco del grupo noruego 35 TAPES, el cual se publicó a mediados del mes de octubre del pasado año 2023; el título del disco en cuestión es “Fabric Of Time” y el sello editor es Apollon Records (usando formatos de CD y vinilo). La alineación vigente de 35 TAPES consta de Morten Lund [guitarras de 6 y 12 cuerdas y lap steel, Gizmotron, Mellotrón, pianos acústico y eléctrico, órgano, sintetizadores Moog Sub 37, Roland Juno-60, Moog Matriarch, Shahi Baaja y Korg Polysix, voz y coros], Jarle Wangen [bajos con y sin trastes, guitarras de 6 y 12 cuerdas, voz y coros], Jo Wang [órgano, piano, sintetizadores Moog Sub 37, Moog Matriarch, Mellotrón y Therevox], Andreas Eriksen [percusión, batería, piano, sintetizadores Roland SH-5 bass, Yamaha YC 45 organ y Roland 808] y Kai Lundewall [batería y coros]. Ocasionalmente, el grupo contó con las colaboraciones del cellista Tov Ramstad y la cantante Anneli Drecker. El estilo de la banda se centra en una equilibrada cruza entre estándares del retro-prog y el así llamado neo-prog con algunos añadidos toques de psicodelia de inicios de los 70 que, debemos admitir, resulta muy común en grupo que utilizan teclados de vieja generación en su arsenal. Admitimos que llega un poco tarde esta reseña, pero que conste que cualquier elogio sobre el disco que ahora comentamos es honesto. El materical contenido en “Fabric Of Time” fue grabado en el Frydenlund Studio de Oslo, estando Morten Lund en el rol de productor. Yvonne Fagervoll se hizo cargo del arte gráfica, mientras que el baterista Kai Lundewall elaboró el diseño gráfico. Bueno, veamos ahora el repertorio de este álbum.  
 

‘Whistle For The Wind’ ocupa los primeros 8 ½ minutos del disco y no puede tener un inicio más magnífico con esas elegantes cadencias en 7/8 que sustentan un exquisito despliegue de vibraciones rockeras. Ya al llegar el motif cantado, las cosas se serenan un poco dentro de una confluencia entre el legado de LANDBERK y el patrón de GAZPACHO más algunos matices de la faceta más introspectiva de THE PINEAPPLE THIEF (en sus últimos discos). La sofisticación progresiva opera sobre un trasfondo de climas flotantes que se instalan en un núcleo de psicodelia gentilmente densa (al estilo de aquellos primeros álbumes de BRIGHTEYE BRISON). Esta canción ya había sido adelantada en un single anterior al disco que ahora comentamos. Luego sigue ‘Crawling’, una pieza amable que deja a los sintetizadores guiar el camino del desarrollo temático y edificar las bases armónicas, siendo éstas las que articulan la alternancia entre lo colorido y lo contenido mientras se van hilando los índices temáticos. Una mención especial merece el interludio protagonizado al alimón por el piano y el mellotrón, un recurso retro-progresivo en medio de una canción que es obedientemente neo-progresiva; de hecho, llega a marcar el tenor de toda la segunda mitad de la canción con el propósito de impulsar un clímax peculiar. ‘Art Of Falling’ es una semi-balada progresiva bastante atractiva que juega con varias atmósferas estructurales, pasando fluidamente desde lo etéreo hasta lo extrovertido. El sobrio manejo de los razonablemente complejos grooves y la persistencia de un dinamismo sereno juegan a favor del recto empleo de las orquestaciones y solos de teclados, además de un evocador solo de guitarra steel. En su último tercio, la canción encapsula una aureola majestuosa que ya se venía anticipando con creces desde el primer momento. Una belleza de canción, realmente, un cénit del repertorio. ‘The Biggest Lie’ se enfila hacia un sendero expresivo más ligero, incluso más asequible, siendo así que su ingeniería sónica recibe ampliamente los ecos de la canción que abrió el álbum. A ésta se añaden algunos aires de los MARILLION de la fase 1995-97.
 

La pieza homónima cierra el repertorio y es también la más extensa del mismo con sus casi 13 ½ minutos de duración. ‘The Fabric Of Time’. En muchos sentidos, esta pieza sustenta sus ambiciosos desarrollos multitemáticos en una mezcla de la suntuosidad sobria del primer tema del álbum con la fastuosidad envolvente,  segundo, mostrando sin tapujos que está diseñada para cerrar el disco a lo grande. El factor retro-progresivo se hace notar más con la finalidad de concretar una aureola aristocrática para la mayor parte de los arreglos instrumentales, lo cual se inicia con un tenor pastoral al modo de un espacio intermedio entre los GENESIS de 1970-72 y los YES de 1972-73. Tras este relativamente amplio momento de serenidad contemplativa, el ensamble vira hacia un desarrollo temático más fastuoso, siendo así que el lirismo reinante se mantiene bajo confines introspectivos a despecho de la intensificación del groove. Hay un breve interludio instrumental de carácter etéreo que prepara el camino hacia la sección epilogar, la cual se enfoca en un replanteamiento más delicado del aspecto general de la segunda parte. La coda utiliza esos mismos ornamentos cósmicos para delinearlos como motif final, lo cual sirve para realzar eficazmente los aspectos más delicados de esta extensa composición. En conjunto, esta canción nos vuelve a remitir a las confluencias con BRIGHTEYE BRISON que también se hicieron presentes antes. Como balance final, “Fabric Of Time” es un disco bastante atractivo que resulta bastante efectivo a la hora de mantener en pie la presencia de 35 TAPES en la élite del rock progresivo escandinavo de estos últimos años. Muy interesante propuesta.
 
 
Muestras de “Fabric Of Time”.-
Whistle For The Wind: https://35tapes.bandcamp.com/track/whistling-for-the-wind
Art Of Falling: https://35tapes.bandcamp.com/track/art-of-falling

Monday, April 15, 2024

THE ARISTOCRATS: a la caza de una nueva fauna jazz-rockero.progresiva



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Buenas noticias con el regreso al ruedo de los aristócratas del art-rock. En efecto, el colectivo triádico THE ARISTOCRATS tiene un nuevo disco en este año 2024 que se titula “Duck” y que fue publicado el pasado 16 de febrero por vía del sello BOING! Music (sello de la propia banda). La publicación es en CD, doble vinilo y box set. El guitarrista inglés Guthrie Govan, el bajista estadounidense Bryan Beller y el baterista-percusionista alemán Marco Minnemann vuelven a dictar una cátedra conjunta de dinamismo, vigor e ingenio con este nuevo trabajo de estudio, el primero como trío desde “You Know What…?” del 2019 y a sólo dos años de su disco especial grabado junto a la PRIMUZ CHAMBER ORCHESTRA. El nuevo disco fue grabado en enero de 2023, mayormente en el estudio Carbonite Sound de Ojai, California, aunque los temas #6 al #8 fueron registrados en otros lugares no señalados en los créditos. Forrester Savell estuvo a cargo de los procesos de mezcla y masterización. De por sí, “Duck” se presenta como un disco conceptual que surgió de la forma más casual y graciosa que, en el fondo, es algo que se espera de un grupo tan suelto de huesos como THE ARISTOCRATS. Resulta que Minnemann, al mostrar a sus compañeros la composición ‘Sittin’ With A Duck On A Bay’ (titulada así como parodia del clásico de OTIS REDDING 
‘Sittin’ With A Duck On A Bay’), éstos propusieron la creación de una narrativa cómica sobre las aventuras de un pato para que el nuevo disco la tuviese como referente. El pato protagonista, nativo de tierras antártica, disfruta de un rato muy ameno en un club de baile de una gran ciudad y de ahí va a un bar, en el cual no puede disfrutar enteramente de su trago porque lo expulsan de allí a patadas. Para más inri, un pingüino policía se la pasa espiándolo hasta hacerle arrestar de forma abusiva.  Tras escapar, termina conociendo a algunas personas de los bajos fondos, y todo termina con una visita al urólogo donde le hacen una seria revisión médica... Sí, así termina la narrativa. Pasemos ahora al repaso de los detalles estrictamente musicales de “Duck”. 
 

‘Hey, Where’s MY Drink Package?’ da el puntapié inicial a las cosas con un convincente ímpetu impulsado por el robusto swing de la batería. En base a éste, el trío desarrolla un vitalista ejercicio de jazz-rock con aires funky muy al estilo de lo que hacía JEFF BECK. Los aires de júbilo frontal expresados en el motif central nos remiten a cierto parentesco con el patrón de LIQUID TENSION EXPERIMENT cuando algunos ornamentos sofisticados entran a tallar a lo largo del camino con el propósito de insertar algunos recursos de grisácea sutileza. De esta manera, se traza una magia muy especial para el último tercio del tema. ‘Aristoclub’ sigue a continuación para ofrecer un dinamismo acrecentado que se deja sazonar por elementos de ágil neurosis tanto en la dinámica gestada por la dupla rítmica como en el carácter punzante de la mayoría de los fraseos de la guitarra. De hecho, a mitad de camino, la pieza gana en robustez mientras va llenando espacios con su incendiaria energía. ‘Sgt. Rockhopper’ es un bien delineado viaje jazz-progresivo con ribetes prog-metaleros que permite a los integrantes del trío articular sus respectivas fuentes de expresividad y virtuosismo con natural fluidez sobre una compleja ingeniería rítmica. Hay un solo de guitarra que es fabulosamente sobrehumano; también hay un manejo cristalino de las variaciones de swing que tienen lugar, una acción heroica de parte de Minnemann. Cuando llega el turno de ‘Sittin’ With A Duck On A Bay’, el grupo explora un groove funk-jazzero al estilo de los WEATHER REPORT de 1976 y el BILLY COBHAM de 1977 con añadidos matices de psicodelia progresiva debidamente afilados. Opera aquí un aire de sofisticado relax con el que se brinda un aura distinguida al gancho reinante. Los ornamentos de bajo que emergen a mitad de camino son simplemente espectaculares. ‘Here Come The Builders’ comienza con una cita de la famosa composición de EDVARD GRIEG ‘La Mañana’, la sección inicial de su obra de dos suites Peer Gynt. Para THE ARISTOCRATS, se trata de un breve prólogo de connotaciones etéreas antes de que el trío vuelva a las andadas de señorío jazz-progresivo marcado por un jolgorio aparatoso y deliciosamente extravagante. Las simultáneas virguerías de la guitarra y el bajo se complementan consistentemente sobre el razonablemente complejo groove de la batería.

‘Muddle Through’ es una pieza un poco más reposada que la precedente, pero todavía merece el calificativo de vivaz. Sobre un compás de 5/4, el trío arma un suntuoso ejercicio de jazz-rock igualmente informado por los paradigmas de la MAHAVISHNU ORCHESTRA y del inmortal maestro ALLAN HOLDSWORTH con ciertos recursos estilizados que usualmente asociamos al lenguaje progresivo (particularmente, pienso en los STICK MEN). Cuando la batería se queda sola en las últimas instancias, los ruidos de sirenas de cohes-policía añade un toque humorístico al asunto. ‘Slideshow’ es la composición más delicada del disco, estando centrada meticulosamente en la creatividad lírica que se invierte en su desarrollo temático. El espíritu del esquema compositivo mismo es jovial y el swing es genuinamente grácil, pero la exquisita confraternización de los estilizados aportes de cada instrumento actuante brinda a dicho esquema un destello palaciego. El bajo es quien realiza los más llamativos despliegues de virtuosismo técnico en una pieza que sólo exige una muy mesurada dosis de ellos. Cuando llega el epílogo, eso sí, las cosas se tornan más pomposas, al modo de una exaltación ascendente de ampulosas vibraciones, aunque la coda nos recuerda dónde empezó todo. ‘And Then There Were Just Us / Duck’s End’ es el ítem más extenso del disco con sus 9 minutos y pico de duración; dicho sea de paso, muy ingenioso el título con su referencia a los dos primeros discos de GENESIS como trío. Todo comienza como un híbrido entre BRAND X y RETURN TO FOREVER, pero con un enfoque un poco más recio debido a la logística natural del trío; las alternacias entre los diversos pasajes se arman con impoluta fluidez, siendo así que los sutiles son prioritarios. Ciertos ornamentos de bajo añaden una musculatura especial al asunto. A instantes de llegar a la frontera del séptimo minuto emerge un motif progresivo bajo la guía dual de la guitarra acústica y la batería. A partir de allí, el trío arma un enclave sonoro elegante y sedoso. Un gran final para una pieza que sabe ser sorprendente sin excesivos aspavientos.
 
  

‘This Is Not Scrotum’ pone el punto final a las cosas con connotaciones burlescas arropadas por melodías orientales, grooves circenses y climas jovialmente dadaístas, lo cual permite al trío jugar con una refrescante ligereza a la hora de desarrollar un nuevo entramado sonoro. Aquí aparece la ilustre invitada Rusanda Panfili tocando varias pistas de violín. Para el último tercio, el trío remodela los aires festivos de la pieza con una sofisticada agresividad expresiva muy en línea con el paradigma jazz-progresivo. El explosivo final de ‘This Is Not Scrotum’ es el cierre perfecto para el álbum. Como anécdota curiosa, resulta que el título de esta pieza está censurado en la página de Apple Music (no sea que la mención del escroto motive las más horrendas pasiones de los violadores, acosadores, pederastas y demás infames sujetos). Esto es todo lo que se nos brindó en “Duck”, otro referente de elevada e intensa creatividad dentro del impresionante catálogo de THE ARISTOCRATS. Como es habitual, el trío de los Sres. Govan, Beller y Minnemann se ha vuelto a lucir a lo grande para gestar una obra fonográfica que amenaza con erigirse como una de las más notables de este año 2024, el cual aún no termina su primer tercio. Casi una hora de grandilocuencia jazz-rock-progresiva. ¡¡¡Recomendable al 300%!! (Un ciento por cada integrante). 
 
 
Muestras de “Duck”.-
Hey, Where’s MY Drink Package?: https://www.youtube.com/watch?v=JRdEmblvLV4
Aristoclub: https://the-aristocrats-band.bandcamp.com/track/aristoclub
Here Come The Builders: 
https://the-aristocrats-band.bandcamp.com/track/here-come-the-builders

Saturday, April 13, 2024

Doce danzas funerarias del ensamble belga FLAT EARTH SOCIETY

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Aquí tenemos el disco “R.I.P (Twelve Funeral Songs)” del nutrido y ambicioso ensamble belga FLAT EARTH SOCIETY, el cual fue publicado a inicios de noviembre del año 2022: llega un poco tarde esta reseña, la verdad que sí. FLAT EARTH SOCIETY es un colectivo dedicado a cultivar una variedad propia de jazz vanguardista con tintes progresivos. La alineación que realizó este disco está conformada por Benjamin Boutreur [saxofón alto], Bruno Vansina [saxofón barítono y flauta], Marti Melià [clarinete bajo], Peter Vermeersch [clarinete], Kristof Roseeuw [contrabajo], Teun Verbruggen [batería], Frederik Leroux [guitarra], Peter Vandenberghe [teclados], Michel Mast [saxofón tenor], Marc Meeuwissen [trombón], Peter Delannoye [trombón], Bart Maris [trompeta], Pauline Leblond [trompeta], Berlinde Deman [tuba] y Wim Segers [vibráfono]. Bajo la iniciativa del vientista y compositor Peter Vermeersch, la nutrida y suntuosa orquesta de jazz-rock FLAT EARTH SOCIETY se inició en el año 1999 con la misión de plantear una propuesta musical donde se combinaran un colorido surrealista y una coordinación virtuosa de múltiples focos sónicos. El debut fonográfico de este ensamble tuvo lugar en el año 2000 con el disco “Live At The Beursschouwburg”, siendo sucedido al poco rato por el disco de estudio “Bonk”, también en el año 2000. En lo que concierne específicamente a “R.I.P (Twelve Funeral Songs)”, el material contenido en él fue grabado en los estudios Werkplaats Walter de Bruselas y Johnny Green Giant Studio de Gante, en el mes de mayo de 2021, con los ulteriores procesos de mezcla y masterización estando a cargo de Frederik Segers y Vermeersch, respectivamente, en el Boma Studio de Gante. Igloo Records se encargó de su publicación en formato solamente digital. El disco no es conceptual de por sí, pero tiene una efectiva estrategia para concretar la idea de la inevitable mortalidad de la condición humana al comenzar y terminar con el ensamble en pleno mientras que, en el transcurso de las cosas, va desapareciendo un músico (alguna vez, dos o tres) hasta que en el penúltimo tema sólo queda uno, listo para acoger el regreso de todos los ausentes. La segunda pieza es la excepción a esta estrategia, pues está dedicada a la memoria del músico Tom Wouters, experto en clarinete y percusión que alguna vez formó parte de la FLAT EARTH SOCIETY. Él falleció el 27 de mayo de 2021 a los 40 años de edad. Bueno, vayamos ahora a los detalles del repertorio de este disco. 
 
La dupla de ‘La Malle-valise De L’heimatlos Du Sleeping’ e ‘In Scum And Sludge’ abre el disco con contundente elocuencia referida a la variedad de subterfugios expresivos. La primera de estas piezas mencionadas se mueve en medio de arquitectónicas agitaciones que se orientan por una cruza entre los paradigmas de WEATHER REPORT y FRANK ZAPPA con añadidos aires exóticos de inspiración gitana. El ensamble de metales hace gala de su ágil señorío mientras el desarrollo temático transita por sus vericuetos; algunos de éstos se asientan sobre comedidos recursos de tensión. En cuanto a ‘In Scum And Sludge’, se trata de una exploración de climas minimalistas tremendamente calmos donde las serenas notas del vibráfono se hacen cargo de la base sobre la que se ha de explayar el ensoñador foco temático. A mitad de camino, la atmósfera general asume un tenor ceremomioso sin perder un ápice de la compostura inicial. Un contraste total frente a la pieza de entrada. El tercer tema del repertorio se titula ‘Zwerfuil’ y es el más extenso del mismo con sus 8 minutos y pico de duración. Su talante misterioso y casi parsimonioso lo acerca un poco al ítem precedente, pero su talante es distinto, definitivamente, se trata de una espiritualidad crepuscular la que guía el camino para el sutilmente sofisticado esquema melódico. Lo que suena parece inspirado en el MILES DAVIS de la fase 1968-69 con adicionales dosis de fastuosidad, las mismas que nunca se tornan apabullantes a fin de dejar que los aires nebulosos del esquema sonoro se mantengan límpidos de principio a fin. ‘Rip It’ es una pieza más extrovertida, exhibiendo un groove alegre con suficientes elementos progresivos como para hacer que este grupo tenga afinidades con JAGA JAZZIST. El grupo dice mucho en un espacio de poco más de 2 ½ minutos. Cuando llega el turno de ‘Midsummer Night Swim’, la banda regresa al terreno del tercer tema con una actitud más extrovertida, siendo así que la soltura de la batería y los exuberantes fraseos de la percusión tonal marcan grácilmente la pauta para la ingeniería colectiva. Los sucesivos solos de trompeta, saxofón y clarinete realzan el lirismo esencial de la pieza. ‘Aapverbranding (Epiloog)’ ostenta aires de traviesa jovialidad de una manera que hubiese puesto orgullo al propio ZAPPA en el año 1972. El flagrantemente complejo swing armado para la ocasión da la impresión de que el continuo diálogo entre los metales y la dupla rítmica se podría desplomar en cualquier momento... Pero, claro está, no sucede nunca, todo ha sido planificado meticulosamente.
 
‘Malacology’ despliega un aura arcana bajo la guía de los mantos siniestros emanados del órgano que inicia el trayecto melódico. Por su parte, el delicado lirismo de los vientos y las refinadas líneas sencillas de la guitarra abren un oportuno contrapeso a la hora de completar la idea. ‘Blue Braine’ se centra en serenos aires de jazz de salón en medio de las alternancias de protagonismo entre el piano y el ensamble de metales. ‘Man Man Man’ es lúgubre al modo de una idea perdida de los UNIVERS ZERO de la fase 1977-81 que ha sido remodelada por el TERJE RYPDAL de inicios de los 90. ‘MQK’ tiene una cadencia vivaz donde los vientos hacen lucir la dinámica de su numerosa y meticulosa asociación a fin de concretar una ingeniosa mezcla de melodía y ritmo. Esto deja campo abierto para la emergencia de las vibraciones evocadoras de ‘Left Alone’, las cuales terminan aterrizando en una área densa y neurótica: de esta manera, nos queda claro que la secuencia de estos tres últimos temas delinea un viaje desde el atardecer con algunos atisbos de esperanza hasta la temida noche con sus potenciales peligros. Justamente son los retorcimientos de los metales que clausuran ‘Left Alone’ los que abren la puerta a ‘La Malle-valise De L’heimatlos Du Sleeping (Reprise)’, la clausura del repertorio. En efecto, los ecos de esa neurosis atraviesan de cabo a rabo las florituras de los vientos con los que se retoma el motif central de la primera pieza del álbum. El grosor aumentado de los vientos y la inclusión de un breve solo de batería hacen que se elabore una algarabía exultante con algunas tonalidades grisáceas. Todo esto fue lo que gestó el colectivo de FLAT EARTH SOCIETY con “R.I.P (Twelve Funeral Songs)”, un trabajo formidable donde la extravagancia vanguardista se reviste con una elegancia muy particular. Hoy por hoy, el grupo tiene un nuevo disco en el mercado titulado “The ONE”, sobre el cual hablaremos pronto. Mientras tanto, que quede claro que “R.I.P (Twelve Funeral Songs)” es un disco que vale mucho la pena de tener en una exquisita colección fonográfica.

 
Muestra de “R.I.P (Twelve Funeral Songs)”.-
La Malle-valise De L’heimatlos Du Sleeping: https://www.youtube.com/watch?v=zFdIC7F1z0o
 

Wednesday, April 10, 2024

TOM PENAGUIN: primeros pasos en la escena progresiva francesa

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos la muy especial ocasión de presentar el álbum de debut del músico y multiinstrumentista francés TOM PENAGUIN. El disco se titula precisamente “Tom Penaguin” y fue publicado por el sello español áMARXE el pasado 5 de abril. PENAGUIN es el exclusivo ejecutante del piano eléctrico Fender Rhodes, el órgano Yamaha YC20, los sintetizadores Matriarch Moog y Hohner String Melody, las guitarras Gibson Les Paul, SG y Goya Rangemaster, el bajo Squier Precision, el clavinet Cembalet II, el pianet Hohner y la batería Yamaha. Más allá de su juventud, este señor ya tiene experiencia como guitarrista del grupo DJIIN y teclista en ORGÖNE, y ya tiene en su haber algunas piezas atmosféricas compuestas para bandas sonoras y un CD del año con el pseudónimo de CAPTAIN BLIND CHAMELEON (Tales Of A Floating Man). Bueno, parece que, técnicamente hablando, Tom Penaguin no es realmente su disco debut, pero sí es el vehículo de presentación oficial ante el público sin sobrenombre... sólo el nombre. El disco del que hablamos hoy tuvo un proceso un poco largo de grabación desde el año 2020 en el estudio doméstico de PENAGUIN. Repasemos ahora los detalles del repertorio contenido en él.


Los primeros 2 ¾ minutos del repertorio comienza están ocupados por ‘The Stove Viewpoint Introduction’, un travieso ejercicio de aleatorias capas psicodélicas cuyo talante perturbador se siente oportunamente atenuado por la delicadeza de sus arreglos subyacentes. En las últimas instancias emergen unos elegantes fraseos de guitarra que portan una cierta aura pastoral, un recurso que prepara el terreno para la pronta emergencia de ‘Housefly Leg’. Éste es el tema más extenso del disco con sus poco menos de 14 ½ minutos de duración; no tarda mucho realmente el maestro PENAGUIN en dar rienda suelta liberalmente a sus ambiciones musicales más suntuosas. Lo que suena aquí es una sólida y fluida cruza entre HATFIELD AND THE NORTH, la faceta más sofisticada de los CARAVAN del año 1971 y los SOFT MACHINE de la fase 1973-75, con elementos añadidos de HAPPY THE MAN en aquellos parajes donde hay algo de etéreo. Los motivos se van sucediendo a lo largo de unos recovecos bien estructurados, siendo así que la sistemática estilización de los mismos permite que los solos sucesivos de guitarra, órgano, sintetizador y piano eléctrico asienten cómodamente sus colores propios dentro del armazón general. En algún momento del último tercio, un solo de bajo asume una posición lo suficientemente relevante como para invitar a la batería a que arme sus propias variaciones del swing básico, algo que es sucedido por la remodelación de un amable motivo que ya había sido utilizado antes. Gran cénit del álbum. ‘Aborted Long Piece No2’, a pesar de ser mucho más breve, no se queda atrás en cuanto a fastuosidad progresiva. Se trata de un ejercicio jazz-progresivo bastante ágil con algunos matices grisáceos que hace que la gracilidad en curso, siendo tan vivaz como lo es, asuma algunos matices densos en lo referente a la exposición del motif central. El filo agresivo de las líneas de bajo apuntala a los teclados para que armen un paisaje sónico poderoso a través de su refinada elegancia. Tenemos aquí una ingeniosa mezcla de jolgorio y gravedad que se ubica en un terreno intermedio entre SCHERZOO y THE TANGENT.


‘Arrival Of The Great Hedgehog’ es la segunda pieza más extensa del repertorio con su espacio de 9 ¼ minutos. Parece recibir, hasta cierto punto, el impacto de la estilizada gravedad que signó al tema precedente, pero sus ambiciones expansivas le colocan más cerca de la vitalidad versátil articulada en ‘Housefly Leg’. En medio de la arquitectura integral de todos los instrumentos actuantes, el órgano funge como la base de todas las atmósferas y grooves que se van sucediendo, mientras que la batería da constantes muestras de su impoluta consistencia a la justa medida de lo que va sucediendo en cada pasaje específico. Una mención especial va para el extenso solo de guitarra que emerge en el ecuador del tema, el cual exorciza los paradigmas de YES y NATIONAL HEALTH con una majestad rotunda y contundente; de hecho, su aparición marca una pauta de crescendo para la ingeniería global. de tal modo que se traduce en un largo epílogo grandilocuente. ‘The Stove Packed Up And Left’ trae consigo el final del disco mientras sus instantes iniciales se enlazan con el último aliento de la pieza precedente. Como este último tema recibe la energía incandescente de ‘Arrival Of The Great Hedgehog’, lo primero que se destaca es un intenso solo de sintetizador. Un segundo motivo se instala sobre un swing un poco más sereno mientras la comunión de guitarra y teclados se encarga de preservar el fulgor recurrente del álbum, sirviendo de puente para otro más ágil donde se hermanan los mundos de HATFIELD AND THE NORTH, ISOTOPE y CARAVAN. La calidez de este pasaje anuncia algo aún más cálido con el sosegado epílogo, el cual establece un vínculo entre la faceta melódica del Canterbury y el sonido de los GENESIS de la fase 70-72: el lirismo que opera en esta conclusión es envolvente y conmovedor. En fin, en menos de 40 minutos, TOM PENAGUIN nos ha mostrado una excelsa vía de exploraciones progresivas para el año 2024. Realmente vale la pena adquirir este muy recomendable disco que, desde ya, se destaca como una estupenda sorpresa para el escenario mundial del rock artístico. 


Muestras de “Tom Penaguin”.-

Sunday, April 07, 2024

LAND OF CHOCOLATE: el mejor momento para volver al ruedo progresivo estadounidense

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos gratísimas noticias desde la escena progresiva estadounidense: el regreso del grupo LAND OF CHOCOLATE con un nuevo disco bajo el brazo, “Your Finest Hour”, el mismo que fue publicado el 6 de octubre del pasado año 2023. Hay una distancia de nada más y nada menos que 19 años en el tiempo desde la publicación de su segundo álbum “Regaining The Feel”. Tanto este disco como el primero, 
“Unikorn On The Cob” (que data del año 2001), habían puesto en el mapa de la escena progresiva estadounidense del nuevo milenio a LAND OF CHOCOLATE, pero este trayecto no duró mucho. El cuarteto conformado por Jonn Buzby [teclados, voz y percusión], John Covach [guitarras], Gerald Wilson [bajo] y Wesley Hare [batería] había estado trabajando en buena parte del material que ahora conforma “Your Finest Hour” entre los años 2004 y 2005, pero las mudanzas y los proyectos colaterales de los músicos provocaron que todo se quedara a medias a través de los años. Buzby, por ejemplo, tuvo una trayectoria solista bajo el seudónimo de DAMN FINE COFFEE, y antes de armar LAND OF CHOCOLATE, había sido baterista de FINNEUS GAUGE, el grupo de su hermano Christopher Buzby tras el cierre del primer periodo de los legendarios ECHOLYN. Una vez que la idea de retomar el proyecto abandonado del tercer trabajo de estudio de LAND OF CHOCOLATE, banda afincada en Durham (Carolina del Norte), se puso nuevamente sobre la mesa, el guitarrista original Brian O’Neill reingresó a la banda en reemplazo de Covach, quien actualmente reside en Rochestar (NY). Todo lo que se grabó encima de las pistas básicas que fueron prácticamente abandonadas en el año 2005 estuvo sujeto a las labores de ingeniería de sonido de parte de los cuatro integrantes de la banda. Ulteriormente, O’Neill se hizo cargo de los procesos de mezcla y masterización del nuevo material en el estudio Red Rack Mastering. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Your Finest Hour”.
 

‘Movers/Shakers’ abre el álbum con un colorido melódico y un vigor razonablemente contenido que rápidamente nos remiten al filtro de SPOCKS BEARD de los rastros Yessianos y Genesianos del discurso neo-progresivo de los 90. La batería sostiene un groove bastante ornamentado a lo largo de todo el tema. Sigue a continuación ‘This Beautiful World’, que es justamente el tema más extenso del repertorio con sus casi 6 ½ minutos de duración. Desde el comienzo se nota el predominio de un tenor solemne que se emparenta con el paradigma de KANSAS, siendo así que se añaden algunos elementos del patrón Genesiano de la fase 1976-78 y otros tantos de la psicodelia Beatlesca. Esta vez son los teclados quienes, junto al canto, guían el desarrollo temático, aunque no se puede pasar por alto una mención especial para el majestuoso solo de guitarra que emerge a mitad de camino, pues justamente impulsa un incremento del vigor rockero del esquema grupal. El tercer tema se titula precisamente ‘Your Finest Hour’. Esta canción homónima se asienta cómodamente sobre una senda de llamativa agilidad que se conecta con los ECHOLYN de 1995. El esquema rítmico no es muy complejo, pero el swing armado por la fraternidad de bajo y batería contiene suficientes dosis de sofisticación jazz-rockera como para sustentar un solvente señorío para el despliegue melódico en curso. ‘A Rae Of Hope’ dura poco más de 2 ½ minutos. Otro tema posterior que también dura un poco más de 2 ½ minutos es ‘A Deep Breath’. El primero de ellos es un dúo de piano y guitarra que se explaya en una aureola romántica; el segundo, por su parte, despliega una suntuosa solemnidad que se deja llevar muy fluidamente por el tempo de 7/8. Helpless’ y ‘The Currents Of You’ se sitúan entre ambos para desplegar nuevos ejercicios de colorido rockero. Helpless’ es una balada sinfónica que saca buen provecho a su compás de vals para proyectarse hacia una cándida melancolía, la misma que deja que broten algunos trasvases rockeros oportunamente estilizados. ‘The Currents Of You’ es un cénit del álbum que sintetiza los elementos más extrovertidos de los dos primeros temas y le traspasa una dosis un poco mayor de sofisticación rítmica. Este tipo de calidez fulgurosa ya no nos toma pro sorpresa, pero, sin duda, el vigor de la batería y de los guitarreos brinda un gancho inapelable al esbozo melódico con el que trabaja el grupo. Hay confluencias con las bandas compatriotas MOON LETTERS y THIRTEEN OF EVERYTHING.
 
Cuando llega el turno de ‘Air’, el grupo se dispone a seguir la senda trazada por los últimos acordes de piano de 
‘A Deep Breath’ para concretar otro viaje de serena fastuosidad progresiva al estilo del de la canción homónima. ‘Meaningless Trip’ también revisa otro ambiente ya explorado en alguna canción anterior, la solemnidad suntuosa, y también lo hace con unas dosis mayores de garra rockera y sofisticación estructural. Así las cosas, ‘A Stark Reminder’ (otro interludio que dura alrededor de 2 ½ minutos) se enfila hacia una perpetuación del dramatismo cabalmente preciosista que acabamos de apreciar, exhibiendo un grosor expresivo contundente. La penúltima pieza del repertorio  es la segunda más larga del mismo con su espacio de poco más de 6 ½ minutos y porta el título de ‘Poison The Root’, Su vitalidad es pletórica de gancho a la hora de retomar remodelar los recursos de agilidad progresiva que quedaron bien definidos en los temas #2 y #6. Como es de esperarse, la guitarra se luce en lugares estratégicos señalados para realzar el esquema melódico diseñado para la ocasión. Otro cénit del álbum. Todo concluye con ‘Threatening To Unwind’, canción que es una semi-balada donde se cruzan los patrones de ECHOLYN y de los JOURNEY de los dos primeros álbumes. La gentil sencillez del enfoque melódico es manejada con suma elegancia, siendo así que la batería siempre halla espacios donde hacer sentir su musculatura. Todo esto es lo que se nos ha brindado desde los cuarteles de LAND OF CHOCOLATE con “Your Finest Hour”, una obra interesante y atractiva que aporta mucho a la vigencia del escenario progresivo estadounidense. Definitivamente, éste ha sido el mejor momento para reavivar la misión musical de LAND OF CHOCOLATE.