HOLA, AMIGOS DE
AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos un proyecto
progresivo muy especial que procede de la escena rusa; se trata de una iniciativa
del compositor y multiinstrumentista Aleksei Ruzakin que se llama Мистер Робот
(MISTER ROBOT) y cuyo disco debut fue publicado originalmente a fines de abril del pasado año 2020, de manera independiente, en su propio canal de YouTube, y mucho nos tememos que esta reseña llega muy tarde, pero bueno, es honesta en sus expresiones elogiosas para con el ítem que hoy nos ocupa. La publicación de este material significó una grata sorpresa dentro de los círculos de apreciación del rock progresivo. Ya
a mediados de abril de 2020, el disco se puso a disposición de
descargas digitales a través del blog de Bandcamp del buen Aleksei [https://misterrobot.bandcamp.com/album/fables-for-robots], unas semanas antes de su publicación física.
Se trata de un álbum conceptual que consta de una sola suite con dos partes,
siendo la suite en cuestión titulada “Сказки Роботов” (“Fables For Robots”).
Ruzakin toca los muchos teclados que aparecen en el álbum, junto a las
guitarras, el bajo y la programación de ritmos. La Parte 1 (Часть Первая) dura
poco más de 19 ¼ minutos, mientras que la Parte 2 (Часть Вторая) se extiende
por casi 20 ½ minutos. Ruzakin, nacido y residente en la localidad de Omsk,
tiene detrás de sí una trayectoria en varios grupos de rock, así como una participación
en dos discos del grupo de rap TANGENT, que tiene fama nacional desde la ciudad
de Novosibirsk. Cuando él se decidió a formar un grupo de música progresiva en
el año 2015, se topó con que no conocía a nadie dispuesto a acompañarlo en esta
aventura dentro de su entorno vivencial, sí que, poco a poco, fue armando esta
obra y encargándose de todos los instrumentos y de todas las partes cantadas. Tras
cinco años componiendo y recomponiendo ideas, grabando y mezclando maquetas
hasta concretar las versiones definitivas de las diversas secciones de la suite
‘Fables For Robots’, finalmente se completó la misión. El concepto del álbum se
centra en los alcances y límites de la vida humana en nuestros tiempos de
dominio de lo digital y lo cibernético, los orígenes de sus deseos y metas de
la vida, y su programabilidad de acuerdo a la maquinaria industrial global. A propósito, existe un libro llamado Fábulas para robots cuya primera edición data del año 1964 y cuya autoría es del narrador polaco STANISŁAW LEM, el mismo autor de Solaris y La voz de su amo. Este libro de cuentos consiste en elaboraciones grotescas de cuentos folclóricos típicos dentro del inaudito contexto de un mundo poblado por robots, por lo que allí pululan reyes, damas, caballeros, animales, dragones robóticos. Esta dato muy bien puede explicar por qué predomina en el álbum que estamos ahora reseñando un espíritu jovial y lúdico.
Bueno, yendo ahora a los detalles
estrictamente musicales de “Fables For Robots”, comenzamos con la Parte 1, cuyos fragmentos se titulan ‘In the
Laboratory’, ‘Robot Dance’, ‘Robot Free Will’, ‘Creating Robots’, ‘Robots Talk’,
‘Robots Have Been Created And Roles Assigned To Them’, ‘Image Creation’, ‘Matter
Is Woven’ y ‘Wild And Strange’. Ésta comienza con sonidos de unos pasos, una puerta abriéndose, una persona mayor y una niña conversando por un rato mientras suena un trasfondo de cajita musical, y luego se amplifica dicho trasfondo para hacer brotar desde allí el primer cuerpo central, uno basado en un espíritu de vodevil con raigambre prog-sinfónica en clave muy ligera. Más adelante, las cosas viran hacia un aura mucho más ceremoniosa en base al armazón de densas orquestaciones de teclados, sobrias intervenciones de la guitarra y algunas adiciones de sintetizador con talante cósmico. Ya el asunto pasa a sonar a mitad de camino entre los CAMEL y los GENESIS de fines de los 70s, y para cuando vuelven a agilizarse, el groove asume un temple jazzero mientras el piano asume un rol protagónico... Y regresamos a una ambientación muy semejante al la del punto de partida con total naturalidad, eso sí, con un arropamiento musical más rico (casi al modo de THE ENID). Tras un final envolventemente climático que incluye refinadas excursiones de guitarras acústicas, emerge un nuevo motif que se enrumba hacia un explayamiento de la fastuosidad sinfónica que se había apoderado del norte musical, capitalizando sus recursos de estilización melódica y abriendo paso a una estrategia más ambiciosa de variantes temáticas (un poco a lo KARFAGEN), e incluso recurriendo a veces a subterfugios disonantes que permiten el brote de una especie de tensión. A la hora de elaborar una conclusión para este pasaje tan intenso y tan explícitamente fulguroso, poco antes de llegar a la frontera del decimoquinto minuto, el bloque instrumental incorpora recursos ambientales propios de la electrónica (el JEAN-MICHEL JARRE de los cuatro primeros álbumes, los TANGERINE DREAM de la fase 77-82). Este segundo gran final sirve, a fin de cuentas, como puente para el epílogo, el cual retoma el espíritu central del segundo cuerpo central y reactiva sus aires cálidamente joviales.
La Parte 2, según nos parece,
es la más notable de la suite: los títulos respectivos de sus fragmentos son ‘Visiting The
Moon By Magic In Astronomical Dreams’,’You Will!’, ‘What Is Life?’, ‘Erasing
Images’, ‘Robot’s Free Will (Reprise)’, ‘What Does The Robot Dream Of? (Lucifer’s
Flight)’ y ‘We Don’t Know Who We Are’. Sus ornamentos inaugurales se basan en atmósferas espaciales con un enclave en capas agudas de sintetizador, los cuales pronto dejan paso a otras más sutiles sobre las cuales se sueltan unos bellos (aunque demasiado breves) pasajes de guitarra acústica, y a partir de allí, el bloque sonoro se centra en una alternancia entre ambientes sinfónicos de carácter extrovertido con otros que se orientan más tentativamente hacia lo solemne. Poco antes de llegar a la frontera del sexto minuto, un pequeño solo de sintetizador nos llama la atención porque su actitud afilada sirve para reforzar el factor vigoroso que muy pronto se asentó en esta Parte 2. Una vez más, nos acordamos del modelo de KARFAGEN, e indirectamente, del paradigma Yessiano. De todas maneras, la siguiente sección se orienta hacia una mezcla de sinfonismo y jazz-prog, lo cual significa que el groove se sofistica un poco y, también, que el colorido sónico se atenúa levemente. En algún momento, llega la hora de poner una serena cuota de dramatismo al asunto, por lo que las bases de teclado se densifican para que la intervención vocal inserte pasajes en modo de rap: desconcierto o furia, una de estas dos cosas es la que está siendo expresada aquí. Una siguiente sección se instala cómodamente en un nuevo ejercicio de sinfonismo amalgamado con elementos jazzeros; siendo ahora el piano el instrumento protagónico, la ingeniería rítmica se orienta hacia un groove beatífico mientras los ocasionales solos de guitarra colorean la senda señalada por el piano. Sobre la frontera del minuto 16, el esquema instrumental regresa de lleno a lo fastuoso mientras enfatiza un enclave parsimonioso... Y, de paso, nos brinda el mejor solo de guitarra eléctrica de toda la obra, muy al estilo jazzero. El pasaje final de este clímax conclusivo se completa con un golpe de gong, tras el cual sigue una breve coda armada con una coral mecanizada: posiblemente simboliza la ovación de un público robótico, lo cual va en línea con el concepto del álbum referido al conformismo masivo y la programabilidad de un mundo cada vez más mecanizado.
Bueno, yendo ahora a los detalles estrictamente musicales de “Fables For Robots”, comenzamos con la Parte 1, cuyos fragmentos se titulan ‘In the Laboratory’, ‘Robot Dance’, ‘Robot Free Will’, ‘Creating Robots’, ‘Robots Talk’, ‘Robots Have Been Created And Roles Assigned To Them’, ‘Image Creation’, ‘Matter Is Woven’ y ‘Wild And Strange’. Ésta comienza con sonidos de unos pasos, una puerta abriéndose, una persona mayor y una niña conversando por un rato mientras suena un trasfondo de cajita musical, y luego se amplifica dicho trasfondo para hacer brotar desde allí el primer cuerpo central, uno basado en un espíritu de vodevil con raigambre prog-sinfónica en clave muy ligera. Más adelante, las cosas viran hacia un aura mucho más ceremoniosa en base al armazón de densas orquestaciones de teclados, sobrias intervenciones de la guitarra y algunas adiciones de sintetizador con talante cósmico. Ya el asunto pasa a sonar a mitad de camino entre los CAMEL y los GENESIS de fines de los 70s, y para cuando vuelven a agilizarse, el groove asume un temple jazzero mientras el piano asume un rol protagónico... Y regresamos a una ambientación muy semejante al la del punto de partida con total naturalidad, eso sí, con un arropamiento musical más rico (casi al modo de THE ENID). Tras un final envolventemente climático que incluye refinadas excursiones de guitarras acústicas, emerge un nuevo motif que se enrumba hacia un explayamiento de la fastuosidad sinfónica que se había apoderado del norte musical, capitalizando sus recursos de estilización melódica y abriendo paso a una estrategia más ambiciosa de variantes temáticas (un poco a lo KARFAGEN), e incluso recurriendo a veces a subterfugios disonantes que permiten el brote de una especie de tensión. A la hora de elaborar una conclusión para este pasaje tan intenso y tan explícitamente fulguroso, poco antes de llegar a la frontera del decimoquinto minuto, el bloque instrumental incorpora recursos ambientales propios de la electrónica (el JEAN-MICHEL JARRE de los cuatro primeros álbumes, los TANGERINE DREAM de la fase 77-82). Este segundo gran final sirve, a fin de cuentas, como puente para el epílogo, el cual retoma el espíritu central del segundo cuerpo central y reactiva sus aires cálidamente joviales.
La Parte 2, según nos parece, es la más notable de la suite: los títulos respectivos de sus fragmentos son ‘Visiting The Moon By Magic In Astronomical Dreams’,’You Will!’, ‘What Is Life?’, ‘Erasing Images’, ‘Robot’s Free Will (Reprise)’, ‘What Does The Robot Dream Of? (Lucifer’s Flight)’ y ‘We Don’t Know Who We Are’. Sus ornamentos inaugurales se basan en atmósferas espaciales con un enclave en capas agudas de sintetizador, los cuales pronto dejan paso a otras más sutiles sobre las cuales se sueltan unos bellos (aunque demasiado breves) pasajes de guitarra acústica, y a partir de allí, el bloque sonoro se centra en una alternancia entre ambientes sinfónicos de carácter extrovertido con otros que se orientan más tentativamente hacia lo solemne. Poco antes de llegar a la frontera del sexto minuto, un pequeño solo de sintetizador nos llama la atención porque su actitud afilada sirve para reforzar el factor vigoroso que muy pronto se asentó en esta Parte 2. Una vez más, nos acordamos del modelo de KARFAGEN, e indirectamente, del paradigma Yessiano. De todas maneras, la siguiente sección se orienta hacia una mezcla de sinfonismo y jazz-prog, lo cual significa que el groove se sofistica un poco y, también, que el colorido sónico se atenúa levemente. En algún momento, llega la hora de poner una serena cuota de dramatismo al asunto, por lo que las bases de teclado se densifican para que la intervención vocal inserte pasajes en modo de rap: desconcierto o furia, una de estas dos cosas es la que está siendo expresada aquí. Una siguiente sección se instala cómodamente en un nuevo ejercicio de sinfonismo amalgamado con elementos jazzeros; siendo ahora el piano el instrumento protagónico, la ingeniería rítmica se orienta hacia un groove beatífico mientras los ocasionales solos de guitarra colorean la senda señalada por el piano. Sobre la frontera del minuto 16, el esquema instrumental regresa de lleno a lo fastuoso mientras enfatiza un enclave parsimonioso... Y, de paso, nos brinda el mejor solo de guitarra eléctrica de toda la obra, muy al estilo jazzero. El pasaje final de este clímax conclusivo se completa con un golpe de gong, tras el cual sigue una breve coda armada con una coral mecanizada: posiblemente simboliza la ovación de un público robótico, lo cual va en línea con el concepto del álbum referido al conformismo masivo y la programabilidad de un mundo cada vez más mecanizado.
Todo esto fue lo que se nos ofreció en el ambicioso repertorio de “Fables For Robots” de parte de MISTER ROBOT; este proyecto de Aleksei Ruzakin nos ha causado una muy buena impresión, surgiendo prácticamente de la nada para ornamentar con su voz propia a la vasta producción progresiva del pasado año 2020. Es por eso que esperamos que dé más frutos musicales en el futuro próximo; por lo pronto, nos queda el deleite de este álbum.
Muestra de “Fables For Robots”.-
Fables For Robots (Part 2): https://www.youtube.com/watch?v=t0O1E7AYksM