Monday, November 11, 2024

El calor del nuevo momento del maestro franco-austriaco THIERRY ZABOITZEFF


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Ya está publicado como ítem digital desde inicios del pasado mes de octubre el nuevo trabajo fonográfico del maestro franco-austriaco THIERRY ZABOIZEFF, estando programada para enero del próximo año su edición física. El disco en cuestión se llama “HEAT” y es un nuevo vehículo para las diestras y sugerentes ejecuciones al bajo, el cello eléctrico y los teclados de parte del incombustible Don THIERRY; además, también realiza algo de canto, aparte de añadir soundscapes y programaciones al entramado instrumental. El material recogido en “HEAT” fue registrado en varias sesiones que tuvieron lugar en la hermosa ciudad austriaca de Salzburgo entre los meses de abril y setiembre del presente años 2024. En esta misma ciudad de nacimiento de JOHANNES CHRYSOSTOMUS WOLFGANGUS THEOPHILUS MOZART plasmó el veterano ZABOITZEFF esta nueva muestra de composiciones enfocadas dentro de un avant-prog modernista con proyecciones electroacústicas que forjó como su voz propia desde esos tiempos de membrecía en el ensamble ART ZOYD. Parece mentira que ya hayan pasado 40 años desde la publicación de su primer trabajo solista “Prométhée” y es toda una bendición para el arte del sonido que este señor pueda todavía, a sus 71 años de edad, preservar buenas dosis de vigor y creatividad. ¿Cómo se cumple esto en el caso específico del disco que ahora reseñamos? Repasemos sus detalles para averiguarlo. 
 
El repertorio de “HEAT” se inicia con ‘Vague De Chaleur Intense’, una pieza centrada en un ágil y sofisticado dinamismo en clave de chamber-rock tras un breve prólogo narrado. El cercano hermanamiento de las bases armónicas de piano y violoncello establece el desarrollo del foco temático a paso firme. La densidad inherente al croquis compositivo ostenta un peculiar fulgor expresionista. Impactante inicio de álbum que, de alguna manera, nos hace recordar a los ART ZOYD de la fase 1985-87. A continuación, llega el turno de ‘Bulletin Météo’, la pieza más extensa del disco con sus 9 minutos y pico de duración. Una nota grave de piano inicia unas sutiles florituras sobre las cuales se arma un aura de expectativa que se sitúa en una cruza entre lo introspectivo y lo misterioso. Mientras transcurren los minutos, el predominio de los matices cinematográficos acentúa oportunamente el talante atmosférico de la composición con la finalidad de que lo introspectivo se erija como el factor predominante. Los ocasionales recursos de energía expresiva proceden de los ornamentos orquestales impresionistas que van llenando algunos de los espacios indicados por las notas de piano y las armonías de sintetizador que acompañan a éstas. El manejo de percusiones y escalas programadas nos remite, hasta cierto punto, a los TANGERINE DREAM de inicios de los 80. ‘Heatwave Alarm’ se orienta hacia un dinamismo extrovertido y ácido para una idea oscurantista que, al fin y al cabo, es manejado con gancho sobre un esquema bailable. Tensión y magnetismo confluyen con perfecta fluidez en esta pieza signada por un innegable atractivo. ‘Cold Song’ es una composición del maestro barroco inglés HENRY PURCELL que ZABOITZEFF remodela para llevarla a su propio terreno. Esta versión está marcada por una solemnidad grisácea que coquetea mesuradamente con lo tétrico sin llegar a meterse del todo en ello. ‘Echoes’ recibe cierto impacto de la solemnidad sistemática de la pieza precedente, pero la lleva a un área más definidamente lírica, siendo así que el esquema melódico y el arreglo orquestal utilizado con él ostentan un talante evocador.
 
‘Signes Avant-coureurs’ se explaya por un espacio de más de 5 minutos para volver a explayarse en la dimensión más extrovertida de la propuesta musical exhibida en el disco, siendo así que la llamativa soltura bajo la que se enmarca el núcleo temático condensa elementos de electrónica contemporánea y vibraciones fusionescas. Apropiadamente titulado ‘Épilogue’, este tema se encarga de cerrar el repertorio con un aura contemplativa que se deja arropar por un clima crepuscular con algunos matices sombríos que son manejados con mucha sutileza. De hecho, la sobria vivacidad aportada por una secuencia sintetizada bajo la dominante presencia del piano permite que entren a tallar algunos subterfugios de agilidad con los que lo sombrío puede preservarse dentro de una instancia refinadamente latente. Hay un cierto embrujo en los calmos fraseos del piano que nos hace desear que este epílogo durase un poco más... pero esto es lo que hay para la despedida. Todo esto fue, a fin de cuentas, lo que se nos brindó en “HEAT”, una estupenda obra fonográfica que da cuenta, por enésima vez, de la tremenda labor creativa de que es capaz el gran THIERRY ZABOITZEFF.
 
 
Muestra de “HEAT”.-
Vague De Chaleur Intense: https://thierryzaboitzeff.bandcamp.com/track/vague-de-chaleur-intense
Bulletin Météo: https://www.youtube.com/watch?v=hAIUv98PMaY
Signes Avant-coureurs: https://www.youtube.com/watch?v=WYjlWwC6Org

Friday, November 08, 2024

Gozo y expansión del mundo musical de YANG

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Con mucho deleite presentamos hoy “Rejoice!”, el nuevo disco del grupo francés YANG, cultor de una modalidad aguerrida y elegante de prog ecléctico. Se trata de una obra fonográfica muy especial porque cuenta con canto en casi todas las piezas contenidas en ella; aunque su disco precedente “Designed For Disaster” (del año 2022) ya habían algunos temas cantados, la intervención vocal ya es parte de la logística práctica plasmada en “Rejoice!”. El colectivos conformado por Frédéric LEpée [guitarras, teclados y coros], Laurent James [guitarras y voz], Nico Gomez [bajo y coros] y Volodia Brice [batería] ha contado con la muy proactiva presencia de Carla Kihlstedt (mayormente conocida por ser la violinista de SLEEPYTIME GORILLA MUSEUM). Este nuevo álbum fue publicado por el sello Cuneiform Records a fines de julio pasado. LEpée es el autor de todo el material contenido en este nuevo álbum de YANG. Todo lo registrado en las sesiones de grabación fue mezclado por Sebastien Caviggia mientras que la labor de masterización estuvo en manos de Tim Xavier en el estudio Manmade Mastering de Berlín. La hermosa arte gráfica es de la autoría de Peg Pizzadili. Veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Rejoice!”, el cual, dicho sea de paso, dura más de 78 minutos.


Durando 5 minutos y pico, ‘Step Inside’ abre el álbum con un ímpetu extrovertido impulsado por un genuino fulgor de claros matices Crimsonianos (al estilo de los 80). Los arreglos vocales realzan el aura de neurótico júbilo que se preserva con punzante perseverancia desde el primer segundo hasta el último. A continuación, emerge ‘La Quatrième Mort / La Vie Lumineuse’, pieza que comienza con un talante parsimonioso que algo tiene de post-rockero, aunque no tarda mucho en emerger el encuadre progresivo tras revelarse la bien perfilada sofisticación de la ingeniería rítmica. A mitad de camino, el índice expresivo de la canción va ganando en densidad mientras se mantiene la atmósfera central; todo se torna majestuoso bajo un manto crepuscular. Con la dupla de ‘Concretion’ y ‘Get Lost’, el ensamble sigue explorando nuevas ideas musicales. El primero de estos temas mencionados tiene una instancia inicial cercanamente emparentada con el espíritu de la pieza precedente, pero muy pronto se desata un ingenioso y muscularmente vibrante ejercicio de sonoridades y swings jazz-progresivos ornamentados con mesuradas dosis de math-rock. Las marañas de las dos guitarras son manejadas con cristalina tensión mientras los motivos centrales se van hilando continuamente con creciente dinamismo. En cuanto al segundo, se trata de una nueva exploración en los parajes más líricos del ideario estético de YANG: esta vez, el armazón instrumental se pinta con tonalidades grisáceas dentro de un esquema sonoro que permite que el desarrollo temático se encamine como flotando a través de un cielo interior donde sopla una gentil brisa otoñal. ‘Fire And Ashes’ ocupa un espacio de 7 ¾ minutos y demuestra desde sus pasajes iniciales que se enfila hacia el predominio de atmósferas densas, teniendo en cuenta las tensamente minimalistas texturas de guitarra que se elaboran en la introducción. Una vez asentada la sección cantada, la canción asume una parsimonia amenazante que se sitúa a medio camino entre los KING CRIMSON de 1974 y el estándar post-metalero, incluso estableciendo confluencias con los ANEKDOTEN de los tres primeros discos. El sencillo esquema compositivo usa lo sombrío como fuente de vigor expresivo, el cual, a su vez, impele una fastuosidad razonablemente sutil. Todo un cénit del disco, sin duda.

Otro cénit del disco es ‘Entanglement’, el sexto tema del álbum. Su elocuente espiritualidad toma bastantes trazos del lirismo que signó al tema #4 mientras los remodela con una sobria agilidad sustentada por un swing jazz-rockero que opera con un tempo inusual. Hay una vitalidad implícita en esta canción que nunca se desborda, una luminosidad de fin de otoño que activa algunos instantes primaverales en las secciones más aguerridas sin soltar del todo algunos matices nebulosos. Las florituras del bajo funcionan muy buen como contrapunto ante la arquitectura tribal de la batería. ‘Light As A Cloud’ cumple con la misión de explorar más a profundidad la riqueza potencial de los grooves jazz-progresivos, haciendo ahora que los ecos de la elegancia estructural con los que se definió el tema precedente asuman mayores dosis de fulgor expresionistas, especialmente en lo referente a la intensamente ágil soltura de la batería con la que se ornamenta el de por sí sofisticado swing persistente. La octava pieza del álbum es la que justamente le da título. El esquema sonoro de ‘Rejoice!’ se centra en un dinamismo bien perfilado donde las síncopas aportadas por la dupla rítmica aseguran una aureola señorial para el ensamble íntegro. Tras una sedosa introducción de guitarra, el grupo organiza un trayecto firme cuya inteligente ingeniería facilita la fluidez en los tránsitos de los momentos más extrovertidos a los más contenidos. Los ornamentos de sintetizador refuerzan algunas líneas de las guitarras. ‘Berceuse For The Guilty’ tiene la estructura de una balada progresiva cuyos peculiares detalles expresivos se basan en la convivencia entre las escalas de ambas guitarras y la mesurada gracilidad de la batería. ‘Strange Particles’ es un excitante saludo a la bandera avant-math-rockera que la gente de YANG ha venido izando y agitando desde su origen. Las dos guitarras practican el diálogo y el entrelazamiento en simultáneo mientras hacen de su hermanamiento el núcleo central de la pieza. Algo muy similar sucede con la pieza siguiente, titulada ‘Surrender’, aunque las partes cantadas obligan a manejar la suntuosidad del momento con un incremento de las vibraciones palaciegas. Muy eficazmente, varias de las líneas vocales son acompañadas por retazos de guitarra mientras la urdimbre básica se va desplegando con arquitectónica gracilidad.  
 

Con los dos antecedentes inmediatos, ‘We Are Heralds’ sigue rizando el rizo Crimsoniano (al estilo de los 80) y esta vez lo hace con una vitalidad rotunda, algo que le conecta muy cercanamente con el llamativo tema que abrió el álbum. ‘The Final Day’ es la pieza más extensa del disco con sus casi 11 ½ minutos de duración y es también el encargado de cerrarlo. Todo comienza muy relajado, cálidamente absorbido por unas titilaciones amables que coquetean con el folk-rock, pero que en realidad operan como una comedida labor de siembra de una expresividad que irá liberando una inquietud decisiva de a pocos. Eso sí, no hay arrebatos aparatosos propiamente dichos; lo que emerge a poco de pasada la frontera del cuarto minuto es una serie de pasajes versátiles cuya ilación va concretando un andamiaje progresivo donde el Crimsonismo, el prog-metal y el math-rock terminarán fusionándose en una fuente de reciedumbre sónica. Ésta está diseñada para llenar espacios con elegante garra y estilizada musculatura, yendo en línea directa hacia una sección epilogar donde la garra, aunque se atenúa un poco, deja una decisiva huella de vitalismo mientras se retorna al lirismo con el que armó el prólogo. El definitivo punto culminante para un repertorio cautivador y contundente. Así fue, en conclusión, la exhaustiva experiencia de “Rejoice!”, la nueva obra de la excelente banda francesa YANG; ella refuerza el posicionamiento privilegiado del mencionado ensamble dentro de la avanzada progresiva de los últimos años tanto en su propio país como en el mundo entero. La banda ha sabido crear nuevas sendas expresivas con una renovada energía a fin de enriquecer un mapa musical que ya está bien definido desde hace tiempo; ello se traduce necesariamente en un disco totalmente recomendable. 
 
 
Muestras de “Rejoice!”.-
La Quatri​è​me Mort ​/ ​La Vie Lumineuse: https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/la-quatri-me-mort-la-vie-lumineuse-2
Concretion: https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/concretion-2
Fire And Ashes: https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/fire-and-ashes-2
Entanglement: https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/entanglement-5

Tuesday, November 05, 2024

El actual punto de vista de los legendarios FAUST



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos grandes novedades, espectaculares realmente, desde la vanguardia rockera alemana de nuestros tiempos: se trata del nuevo disco del legendario grupo FAUST, ese referente infinito de las áreas más dadaístas y eclécticas de la avanzada progresiva germana de primera generación (la del mal llamado krautrock, como es de uso común). El título del disco es “Blickwinkel”, que se traduce al español como punto de vista, siendo una expresión muy idónea pues apunta a la noción de que esta nueva obra fonográfica encarna una perspectiva nueva de parte del colectivo vigente de FAUST sobre el tipo de experimentación musical que quiere germinar de su propio seno hoy en día. Recordemos que el sello independiente alemán Bureau B, asentado en la localidad de Hamburgo, ha estado publicando regularmente recopilaciones de temas residuales y reediciones de viejos discos, siendo así que FAUST, bajo el comando del baterista-percusionista austriaco Werner “Zappi” Diermaier, se rodeaba de nuevos compañeros de viaje junto a su colega de toda la vida, el saxofonista-sintetista Gunther Wüsthoff. Ahora, éste se hace cargo de los efectos de caja musical, mientras que Diermaier añade algunas percusiones concretas a su arsenal. Casi todo el resto del personal que hizo realidad “Daumenbruch” en el año 2022 se vuelve a hacer presente aquí para completar la alineación: Uwe Bastiansen [guitarra, sintetizador y sampler], Elke Drapatz [efectos percusivos], Dirk Dresselhaus [bajo, guitarra y efectos], Jochen Arbeit [guitarra, kalimba, armonio, efectos y percusión concreta] y Sonja Kosche [instrumentos artesanales y percusiones concretas]. “Blickwinkel” fue publicado el pasado 13 de setiembre por el antes mencionado sello Bureau B, tanto en CD como en vinilo. Tal como lo señala la gente del propio grupo, este disco juega con “la sincronicidad y el azar a fin de capturar el momento en una instantánea de 6 pistas marcada por agitaciones industriales, climas inquietantes y motorik psicodélico.” Básicamente, se trató de un proceso de interacciones diferidas que funcionaban como creaciones colectivas sin que uno supiera exactamente lo que iba a aportar alguien más depués. Casi todo el material contenido aquí fue grabado y mezclado en el estudio ZONE de Berlín, estando Dirk Dresselhaus a cargo de organizar las sesiones; Dresselhaus y Diermaier fueron los productores. El material extra se añadió en los estudios domésticos de Wüsthoff, Bastiansen y Arbeit (todos ellos ubicados en Hamburgo). La labor de masterización fue realizada por Detlef Funder en el estudio Paraschall de Düsseldorf. Repasemos ahora los detalles estrictamente musicales de “Blickwinkel”.


‘For Schlaghammer’ pone el rumbo inicial a las cosas con la instauración de un medio tiempo que sirve como base para la instauración de un clima grisáceo y misterioso bajo cuyo manto crepuscular se van asociando los retazos sónicos de las guitarras y los teclados. El arreglo general sigue la lógica de lo nebuloso con alguna instancia sutilmente amable que parece apuntar hacia lo reflexivo, aunque también hay margen para maniobrar algunas vibraciones relativamente sombrías. Mientras todo esto ocurre, la ingeniería circundante irradia un esquematismo industrial imponente por sí mismo. ‘Künstliche Intelligenz’ sigue a continuación para darle un giro más fastuoso y sofisticado al dinamismo futurista introducido por la pieza de apertura. Esta vez, los recovecos expresivos son más intrincados mientras van abriendo surcos y tomando vías inesperadas dentro de un entramado abiertamente surrealista. Las secuencias sintetizadas complementan muy bien el armazón de percusiones habituales y posmodernas que va buscando un punto fijo para iniciar un diagrama definido. Una vez trazado éste, el ensamble se deja llevar por el swing gestado sobre el camino para gestionar y propagar un fulgor particular. Las bases armónicas de los teclados, con su sencillez estructural, impulsan eficazmente el destaque de los ornamentos percusivos y los atavíos de las guitarras y los (aparentes) vientos. Un luminoso cénit del repertorio. ‘Sunny Night’ parece acercarse un poco a la arcana ceremoniosidad de la pieza inaugural, pero más allá de que exista alguna similitud en el groove, la cosa es que la espiritualidad esencial de este tercer tema del álbum se sitúa firmemente en una cruza entre el post-rock y la electrónica minimalista propia de la faceta más históricamente intrigante de FAUST. Los persistentes rasgueos de la guitarra brindan un recurso de cortantes oleajes mientras las percusiones arman unas cadencias semi-tribales: estas últimas funcionan, a fin de cuentas, como el centro temático. ‘Kriminelle Kur’ es un jam de talante space-rockero que coquetea levemente con el stoner a la par que instala un motif razonablemente reconocible. Bajo las pautas generales del álbum, podemos decir que aquí funciona un aura genuinamente jovial, la soltura del grupo irradia una extroversión bastante llamativa.


Cuando llega el turno de ‘Die 5. Revolution’, el ensamble ahonda fehacientemente en los detalles noctámbulos y las latencias densas que tan sólo habían sido manejados con diferentes niveles de discreción en los temas precedentes. En esta ocasión, dichos índices sonoros se erigen como directores del entramado instrumental con el que se asientan los cimientos y se edifican las estructuras de la tanática catarsis que define a esta pieza. A poco de pasada la frontera del quinto minuto, la expresividad se intensifica para hacer que lo tétrico se vuelva aún más dominante. Eso sí, no es tanto un espíritu terrorífico sino una efervescencia de fragores misteriosos lo que se señala en lo perpetrado por los músicos: es un enigma irremediablemente inescrutable, no una hecatombe infernal lo que se manifiesta a la mente del oyente. Siendo la pieza más incendiaria del álbum, también es otro cénit del mismo. ‘Kratie’ es la pieza más extensa del repertorio con su espacio de 13 ½ minutos y es también la encargada de cerrarlo. Desde sus primeros instantes, se nota que hay una dimensión importante de esta pieza que se concentra en la idea de seguir sondeando la faceta futurista que ya se exploró tan sesudamente en los tres primeros temas del disco, especialmente en el segundo con respecto al talante extrovertido de los complejo y diversos grooves que se van proyectando a lo largo de tan prolongado espacio. Algunos detalles estrictamente machacones se vinculan estilísticamente con algunos de los esquemas sonoros operativos en esos discos cuarto y quinto de los 70 (“IV” y el póstumamente publicado “Punkt”), los mismos que el ensamble vigente perfila para que convivan con la psicodelia de base cibernético-posmoderna. Con total eficacia es el mecanicismo predominante impelido por algunas florituras sísmicas, un aspecto crucial para el refuerzo del vigor global. He aquí la fastuosa conclusión para este disco que vuelve a poner en la palestra de la actualidad vanguardista rockera a FAUST, una auténtica leyenda viviente que, según se nota por lo que hemos escuchado, aprecia más el seguir vivo que ser una simple leyenda. “Blickwinkel” es, al igual que su antecesor del año 2022, un contundente manifiesto de las credenciales de la legitimidad estética encarnada por esta incombustible banda. ¡¡Totalmente recomendable!!


Muestras de “Blickwinkel”.- 

Saturday, November 02, 2024

Nuevas voces para la feria vanguardista del ensamble británico DAS RAD



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy hacemos una nueva visita a la vanguardia británica del momento y nos topamos con el nuevo disco del colectivo DAS RAD, el cual se titula “Funfair” y fue publicado a fines del último mes de agosto, como siempre, por el sello Discus Music. El grupo, que había comenzado con el trío de Nick Robinson [guitarras y mellotrón], Martin Archer [teclados y vientos] y Steve Dinsdale [batería y teclados] se convirtió en cuarteto con la incorporación de Jon Short [bajo y contrabajo] para el álbum “Veer” (de mayo del 2023), y ahora sigue aumentando para convertirse en quinteto con el ingreso del veterano Peter Rophone aportando su peculiar canto junto a la guitarra acústica portuguesa. Este quinto trabajo fonográfico de DAS RAD es, de hecho, el primero con intervenciones vocales de parte de un integrante específico; todo va creciendo de a pocos en el esquema sonoro de DAS RAD en estos últimos años. Todas las pistas básicas fueron registradas en vivo en el estudio, siguiendo después una serie de ediciones que generaban cierto orden y algunas intervenciones instrumentales adicionales que permitían a los cimientos musicales de turno enriquecerse con un colorido más orquestado. De hecho, poniéndose al mando de las labores de mezcla y posproducción de este nuevo disco, Archer tuvo la última palabra a la hora de editar y ensamblar los trayectos colectivamente improvisados que se dieron en el estudio. Veamos ahora los detalles del repertorio mismo de “Funfair”

 
El disco empieza con el medley de ‘The Kindly Ones’, ‘Look In’, ‘Steps Out Of Line’ y ‘Lookout Later’, el cual se extiende por un lapso de casi 31 minutos. Todo comienza con un groove a medio tiempo cuya sutil sofisticación se ajusta muy bien a los tonos lúgubres usados por la guitarra y el bajo desde el punto de arranque, pero al irse sumando los aportes de los saxofones, los efectos de guitarra y los retazos sintetizados, el asunto vira fluidamente de lo tenebroso a lo misteriosamente denso. A poco de pasada la frontera del sexto minuto, entra a tallar el canto para añadir un tenor ceremonioso al asunto. En algún momento, todo se deconstruye para girar hacia el cobijo bajo una atmósfera inescrutablemente noctámbula, lo cual obliga al ensamble a retrotraerse hacia la faceta introspectiva de su estrategia musical. Este pasaje se amplía consistentemente para ir sembrando pacientemente el rumbo más extrovertido de la tercera sección, la cual se mete en el área prog-psicodélica con talante space-rockero mientras ostenta un groove señorial. Los guitarreos son suficientemente poderosos como para exhibir una genuina musculatura rockera, pero su presencia está curtida con suficiente elegancia como para permitir el lucimiento del bajo. Alrededor de la frontera del decimonoveno minuto, la instrumentación regresa al área de la introspección sistemática, pero esta vez, con un enfoque un poco más suntuoso, gestando un contexto lírico adecuado para el canto de Rophone. Lo que sucede en esta instancia es que se está preparando el terreno para armar una ambientación avant-jazz-progresiva con aleatorios matices misteriosos y un talante crepuscular, algo no muy lejano de lo hecho por bandas como FJALL y LED BIB. El epílogo de esta estupenda maratón consiste en un regreso al groove con el que se habían iniciado las cosas, cerrando el círculo musical con solvente ingenio cuando algunos rasgueos de guitarra arman la cosa. El siguiente ítem es ‘Dream Of Golden Sun’ y su esquema de trabajo se sitúa en un terreno híbrido de nu-jazz y prog-ambient, siendo así que la mecánica agilidad de los ornamentos cibernéticos se contrastan muy bien con la arcana magia del canto y los gráciles fraseos de los saxofones. ‘One Star Away’ es una balada ostensiblemente signada por una languidez introspectiva muy en línea con el legado de Nick Drake a través de un filtro experimental que añade texturas fluidamente tenebrosas, las mismas que determinan una extraña aura surrealista para el minimalista foco temático. Hay algo de misterioso en el modo en que aflora la emotividad del momento.
 
La misión de ‘Dissolving In The Mirror’ consiste en explorar un impresionismo jazz-progresivo suficientemente audaz como para manejar los índices emocionalmente tensos de la base melódica y el canto con suma elegancia. El momento en que la guitarra eléctrica asume el protagonismo realza el vigor inherente al pathos dominante de la canción. Es como una inaudita y sugerente cruza entre los mundos de UNIVERS ZERO, la KATE BUSH de la primera mitad de los 80 y los ART BEARS del último disco con algún matiz post-rockero. El siguiente tema es ‘Grimbling’ y comienza con un jam blues-psicodélico con ligeros tintes Crimsonianos que avanza a paso firme sobre un swing mesuradamente ágil. Más adelante, la vitalidad abre paso a un puente minimalista marcado por una calculada languidez cósmica, un ensueño apartado que pronto engendra un nuevo momento de vitalismo, esta vez con un diseño más tirado al patrón jazz-rockero. Ahora llega el turno de otro medley, el cual dura poco más de 18 minutos: sus secciones respectivas se titulan ‘Lookout Again’, ‘Funfair’, ‘Impossible Picnic’ y ‘Warfair’. Todo comienza con una actitud sigilosa arropada por una neblina de atardecer, pero no pasa mucho tiempo para que el ensamble instrumental decida impulsar un jam animado que se deja guiar por una luminosidad renovadora y embrujadora. El asunto se extiende lo suficiente para dejar una marca impactante en la mente del oyente antes de que se le muestre otra inspección ingrávida signada por un dadaísmo cósmicamente aleatorio. De a pocos, se define una balada con cimientos avant-jazzeros bajo la guía de Rophone, la cual, aunque mantiene su autonomía expresiva, también opera como siembra para la sección instrumental siguiente, la misma que está marcada por una parsimonia contemplativa en clave prog-psicodélica con añadidos matices a lo krautrock (sea lo que sea que signifique esta etiqueta). La coda flotante concluye las cosas con un contundente sentido de la sutileza. El cierre del repertorio llega de la mano de ‘The Empress At Home’, un ejercicio de tonalidades cristalinas que es gradualmente invadido por una ráfaga de texturas de guitarra eléctrica. Al principio, da la impresión de que esos efluvios cristalinos han sido derruidos, pero en los últimos segundos resurgen para completar la convivencia de luz y bruma.  


A fin de cuentas, el personal renovado de DAS RAD ha gestado una estupenda obra musical con “Funfair”. Este colectivo británico nos sigue sorprendiendo con este nuevo aporte magnífico para la vigencia de la música avant-jazz-progresiva dentro de las actuales escenas del Reino Unido y del mundo entero. ¡¡Totalmente recomendable!!
 
 
Muestras de “Funfair”.-
Medley: The Kindly Ones / Look In / Steps Out Of Line / Lookout Later: https://discusmusic.bandcamp.com/track/medley-the-kindly-ones-look-in-steps-out-of-line-lookout-later
Dissolving In The Mirror: 
https://discusmusic.bandcamp.com/track/dissolving-in-the-mirror