HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN,
LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es el turno de echar un vistazo atrás en el tiempo cuando era el 11 de junio del año 2019. En aquel entonces, el trío peruano
de rock stoner-psicodélico con talante doom SATÁNICOS MARIHUANOS presentó su segundo álbum, titulado “Inmerso En El Ande”, publicado de forma virtual en la fecha antes mencionada y, más tarde, en el mes de julio del año 2022, en formato de vinilo por vía del sello Necio Records. De hecho, se armó un festival en la noche del 16 de julio de ese año para celebrar la presentación de esta edición en vinilo. con las participaciones de PARAHELIO, ARCADA y CHOLO VISCERAL. El ensamble de SATÁNICOS MARIHUANOS, conformado por el guitarrista
Gabriel Carcelén, el bajista Andrés Silva y el baterista Renato Sauri, contó en
este álbum con unos cuantos colaboradores que hacen sentir bien sus
respectivas presencias: Daniel López Gutiérrez (sí, el mismo de ACTITUD
MODULADA) tocando sintetizadores en casi todos los temas del disco; Alejandro
Cornejo, aportando sonidos ambientales; Úrsula Inga, a la voz en un tema, y; Tania
Duarte, a la voz en cuatro. Formado en el año 2013, el grupo publicó en abril
del 2017 su homónimo disco de debut, un disco bastante interesante que les
permitió llamar la atención a lo grande dentro del circuito underground de su
país. Con el segundo disco “Inmerso En El Ande”, el trío dio un paso de
gigante en su evolución estilística, dándole una mayor versatilidad y un
colorido capitalizado a su siempre robusto enfoque sonoro, logrando incorporar elementos de heavy metal, space-rock y post-metal a su estrategia sónica. La gente de
SATÁNICOS MARIHUANOS sabe manejar su formato tripartito, pero las proyecciones
hacia donde se expanden las nuevas ideas diseñadas para éste, su segundo disco,
estaban pensadas para una logística sónica más amplia. Se trata, sin duda, de uno
de los ítems más importantes realizados en el presente año 2019 por un grupo de
la nueva hornada peruana del rock experimental. El disco en cuestión tuvo, de
hecho, un largo proceso de grabación y posproducción, siendo así que el grupo
publicó en su blog de Bandcamp una versión de premezcla tres meses antes de
esta edición definitiva. Aquí están los detalles técnicos: Joao Orosco se hizo cargo de la producción y la mezcla; la masterización, por su parte, estuvo en manos de Carlos Flores en Fónica Studios.
“Inmerso En El Ande” es un disco
conceptual cuya narrativa apela a la mística, la tensión y el misterio inherentes al vínculo entre el ser humano y la Madre Naturaleza a través de diversas imágenes simbólicas andinas. En un viaje de autoexploración cuya meta es lograr aceptar y amar los propios demonios interiores, el trayecto nos lleva a unos bosques de piedra cuya oscuridad nos cobija, llegando posteriormente a encontrarnos con Amaru, la gran serpiente que reina con su inmensa sabiduría en el inframundo, el hábitat de los muertos. La visita por este inframundo, cuya ganancia es el aprendizaje de esa sabiduría, culmina con el arribo al lugar donde tendrá habrá de ocurrir la última batalla ante los demonios interiores de vidas pasadas y la presente, culminando todo con un reposo victorioso junto a un río, cobijado por los Apus subyacentes al entorno natural. El primero de los seis temas que conforman este
álbum es el que le da título y dura 7 ¾ minutos: ‘Inmerso En El Ande’ se mete de lleno en una dinámica cósmica con una actitud feroz que alimenta eficazmente las vibraciones parsimoniosas del groove escogido, siendo así que la atmósfera densa que se va robusteciendo con el paso de los minutos se beneficia de la exposición frontal de la tensión telúrica que brota desde sus mismas entrañas. Tras este impactante inicio emerge ‘Bosque De Piedras’, una pieza que eleva al esquema sonoro esencial del grupo hacia un señorío muy especial. En efecto, su enfoque musical se centra básicamente en inteligentes alternancias entre pletóricos de pesadez contundente y otros signados por una sutileza empoderada por los espacios vacíos que deja calculadamente a su paso. El pasaje donde entran a tallar vuelos espaciales del sintetizador activa lo que al poco rato será un rotundo ejercicio de fiereza rockera, la misma que se acentuará con arrollador dramatismo al incluirse exacerbadas vocalizaciones de ultratumba, las cuales realizan una mezcla de evocación y exorcismo. ‘Amaru’ se hace cargo de explorar la dimensión más reflexiva de la musculatura rockera del grupo, incluyendo un breve solo de batería que mucho tiene de ritualístico. También hay unas orquestaciones de teclado en el intermedio que aportan un matiz Crimsoniano a través de un filtro gótico. Tras un llamativo solo de guitarra que se impone con impetuosa majestuosidad se arma un jam frenético donde la furia predominante en los temas precedentes es reemplazada por un espíritu de jolgorio. Un cénit decisivo del álbum.
‘Catacumba’ abre la segunda mitad
del repertorio con sonidos de unos pasos que se adentran a través de cavernas muy peculiares, lo cual abre camino a una inicial exhibición de mágica y pesada parsimonia que porta muchas afinidades con el tema de apertura. Más adelante, todo vira hacia un frenesí absorbente y electrizante que tiene algunos tintes Sabbathianos para, más tarde, desviarse hacia una ceremoniosidad oscurantista desplegada con aguerrido nervio. ‘La Sombra De Más Allá Del Tiempo’ es, con sus 9 ¾ minutos de
duración, el tema más extenso del disco, y de paso, uno que sintetiza bravamente varios de los índices más señoriales expuestos en varias piezas anteriores. El solo de guitarra que emerge en el intermedio tiene una exquisitez única, mientras que el solemne puente que surge inmediatamente después revela unas ingeniosas texturas oníricas antes de que un nuevo jam rockero se vuelva a focalizar en enérgicos traqueteos que se ubican entre lo metafísico y lo tanático. Otro cénit fundamental del repertorio. Todo concluye con ‘Yukai’, pieza conectada con la anterior por unos efectos de la vida natural, y cuya propuesta se centra en grooves relajados de talante post-rockero que, a ratos, parecen acercarse a la psicodelia progresiva. Es el momento del remanso conquistado tras largas pugnas afrontadas a lo largo de sinuosos caminos. A fin de cuentas, la experiencia de “Inmerso En El Ande” ha sido exquisitamente brutal y poderosamente esplendorosa, un ítem genuinamente revelador de lo mucho que aporta el colectivo de SATÁNICOS MARIHUANOS al underground peruano de estos años. Este trío cuenta ya con una buena reputación dentro de la avanzada rockera de su país y esperamos más novedades fonográficas de su parte en el futuro próximo. ¡Muy buena labor!
Muestras de “Inmerso En El Ande”.-