Thursday, September 28, 2023

Tercera fantasía progresiva de los estadounidense THIRTEEN OF EVERYTHING



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Tenemos buenas nuevas desde la escena progresiva estadounidense: se trata del nuevo trabajo fonográfico de THIRTEEN OF EVERYTHING, el cual se titula “Time And Other Delusions” y fue publicado el pasado 17 de marzo. Ahora que han pasado varios meses, podemos ya asegurar que se trata de una de las obras progresivas estadounidenses más notables de este año 2023. En el disco que ahora reseñamos, el grupo conformado por Brett Cosby [guitarras], Mick Peters [Chapman Stick, bajos, pedales bajos y voz], Ted Thomas [batería, percusión y voz] y Bob Villwock [teclados] conto con la colaboración del teclista Thad Miller para un tema (el segundo, para ser más específicos). “Time And Other Delusions” sucede a “Our Own Sad Fate”, que data de junio del 2019 y que fue el trabajo por el que la gente de THIRTEEN OF EVERYTHING empezó a obtener algo de reconocimiento significativo en los blogs de apreciación y difusión del género progresivo. Pues bien, este nuevo disco sigue por esa senda de sinfonismo entrecruzado con lo retro y lo neo con un ingenio solvente para crear melodías y grooves atractivos; también se nota que el colectivo de Austin (Texas) se siente plenamente confiado en acometer composiciones de largo aliento y seguir ampliando la presencia de pasajes fastuosos dentro de los esquemas sónicos diseñados para cada ítem de este nuevo repertorio. El arte gráfica es de Fumihito Sugawara. Bueno, veamos ahora los detalles de este disco. 


El primer tema se llama ‘Timeline’ y cumple cabalmente con la misión de instaurar varios trazos de la que habra de ser la atmósfera general del disco: hay claros delineamientos melódicos en los motivos, un enfoque sumamente estilizado en las interacciones instrumentales y oportunas dosis de vigor rockero en los momentos más dramáticos. La ingeniería multitemática de esta canción inaugural comienza con una cierta ceremoniosidad hasta que, a mitad de camino, asume una  musculatura que va escalando sostenidamente desde los sobrio hasta lo explícito, algo que impulsa un interludio electrizante antes de que se vuelva al espíritu expresivo inicial para las últimas instancias. Los ornamentos fastuosos de la coda son muestra de que el interludio causó un efecto importante en lo que restaba de la canción. Lo que suena aquí específicamente es como una cruza entre los KANSAS de la etapa 1976-77 y los GENESIS de la etapa 1976-78, añadiéndose algunas confluencias con SPOCK’S BEARD y APOGEE; esta descripción también sirve para la siguiente canción, ‘Alternate Life’, la misma que dura casi 12 minutos. La secuencia del solemne prólogo de piano, el suntuoso intermedio grupal y la primera sección cantada sobre una lenta base de armonías de guitarra está inundada por una grandilocuencia magnética. Los momentos en los que el swing se intensifica trazan una mayor agilidad para el lirismo reinante. Cabe destacar la extensa intersección instrumental donde se alternan pasajes etéreos con otros signados por un dinamismo sofisticado, asentando una vivacidad muy versátil. Han sido dos temas que lograron imponer un atisbo poderoso de lo que habrá de ser la visión completa de este disco. ‘Where The Time Comes’ es un instrumental que establece ciertos parentescos con la banda compatriota ADVENT y los veteranos suecos THE FLOWER KINGS, lo cual significa que el grupo se dispone a elaborar sólidos recursos de realce preciosista al combinar preciosismo sinfónico y cadencias jazz-rockeras. A contrapelo del fulgor un tanto rimbombante del tema precedente, ‘The Penultimate Flight Of Armando The Pigeon’ instaura una gentil placidez. Se trata de una semi-balada progresiva situada a medio camino entre los paradigmas de CAMEL y THE ALAN PARSONS PROJECT con algunos factores a lo KANSAS que ponen grosor a las intervenciones del órgano y los sosegados riffs de guitarra. Una mención especial va para el último solo de guitarra, que es muy hermoso y envolvente, logrando complementar los esbozos armónicos gestados por los teclados.

‘The King Of Istanbul’ regresa a los rumbos de las dos primeras canciones del álbum, enfatizando la fastuosidad de la segunda porque tiene bastante espacio para ello: 10 ½ minutos. En lo particular, se nota aquí un énfasis más recurrente en las vibraciones extrovertidas del esquema de trabajo, lo cual conlleva acercamientos al estándar Yessiano en cuanto a la espiritualidad musical (aunque todavía con varios modismos Genesianos en lo que respecta a los aportes de la guitarra y de los teclados). Nos parece, a fin de cuentas, el cénit decisivo del repertorio. ‘Warmth And Darkness’ es una balada que ostenta un espíritu introspectivo al modo de los MARILLION de la etapa 1985-89. Las flotantes capas de teclados determinan el cauce general del desarrollo melódico, mientras que el electrizante solo de guitarra final ayuda a darle un matiz épico al clímax conclusivo. El disco se cierra con su pieza más extensa: se titula ‘Count All The Days’ y dura poco más de 16 ½ minutos. Situada al final del álbum y con una expansión tan maratónica, claramente esta pieza está diseñada para establecer la explosión de luz musical definitiva con un talante rotundo. En un inicio predomina el nervio rockero enfilado sobre una arquitectura razonablemente, pero más adelante, se prioriza el desarrollo de secciones parsimoniosas que entran a tallar con la función de instaurar un masivo señorío contemplativo. Apoderándose de áreas mayoritarias de los recovecos por los que se conduce el desarrollo multitemático, sus atmósferas delinean la ambiciosa estructura de la canción. Algunos breves interludios enérgicos ornamentan el asunto convenientemente. De paso, cabe señalar que, en este tema, las bases y  solos de sintetizador resultan más relevantes para el empuje del bloque grupal que en cualquier otro de este repertorio. Fueron 68 minutos y pico de muy agradables sensaciones progresivas los que nos brindó el personal de THIRTEEN OF EVERYTHING con este muy bonito disco que es “Time And Other Delusions”. Ésta, su tercera fantasía musical, es una prueba contundente de lo mucho que todavía tiene que ofrecer la escena estadounidense para el ideal progresivo a nivel mundial. Totalmente recomendable. 


Muestras de “Time And Other Delusions”.-

Monday, September 25, 2023

La tercera quimera prog-psicodélica de los peruanos CHOLO VISCERAL

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos la alegría del tercer disco (por fin el tercero) del ensamble peruano CHOLO VISCERAL, el cual consta actualmente de Arturo Quispe Velarde [batería y sintetizadores], Sandro Zelaya [guitarras], Manuel Villavicencio Sánchez [bajo] y Mauricio Medina Martínez [guitarras]. El disco se titula “Quimera Huaycotrópica” y ya estaba disponible en las redes desde inicios del pasado mes de julio, pero recién a inicios del próximo mes de octubre tendrá sus respectivas ediciones en CD, vinilo y casete por vía del sello Necio Records. Dentro de la logística sonora utilizada para este disco, la gente de CHOLO VISCERAL recibió las colaboraciones de Santiago Corvalán y Rafael Carranza Inga en la organización de las sesiones de grabación para “Quimera Huaycotrópica”, las cuales tuvieron lugar en los Mixuo Studios, en varios momentos de los años 2022 y 2023. Los productores del disco que ahora reseñamos del mismo son Quispe y Villavicencio, cuya fraternidad de larga data es la base estable de la existencia del grupo. El antes mencionado Carranza se hizo cargo de la mezcla, mientras que la masterización estuvo en manos de Óscar Santisteban. La portada es de la autoría de Rodrigo Mori Franco. Se agradece mucho el que por fin exista “Quimera Huaycotrópica”, un disco que personifica en muchos sentidos una evolución estilística para CHOLO VISCERAL: se trata del primer álbum de estudio sin instrumentos de viento o teclados como parte de la logística instrumental central y marca un viraje hacia exploraciones más pesadas y aguerridas que en cualquiera de sus excelentes discos precedentes (de los años 2013 y 2016, respectivamente). Bien es verdad que el grupo no estuvo precisamente inactivo en estos últimos 7 años, pues ha publicado trabajos en vivo y en un formato más reducido de EP (“Sutilezas” data de mayo de 2019) y single (‘Elemento’ en 2020, una composición de Quispe bien metida en la línea del krautrock), pero es verdad que su presencia estuvo más dispersa. Suponemos que este nuevo periodo de focalización creativa debe mucho al ingreso de los nuevos integrantes Medina y Zelaya. Como ya se notará, se trata del primer disco de CHOLO VISCERAL sin un integrante a cargo de los vientos o los teclados en exclusiva (había un saxofonista en los dos primeros discos, había una sintetista experta en el Theremin en el segundo, incluso hubo un flautista y un teclista por una temporada): esto conlleva una situación en la que el grupo explora su faceta muscular con más ahínco que nunca. Bueno, veamos los detalles de este disco en cuestión.  
 

‘Daga De 7 Filos’ ocupa los primeros 7 ¾ minutos del álbum. Tras unos traqueteos primarios, el grupo arma un primer groove reconocible a través de un esquema sonoro contundentemente pesado y relativamente ágil, bien metido en una cruza entre BLACK SABBATH y CAUSA SUI. Todo va avanzando sostenidamente en un crescendo de explosiva energía rockera. En una siguiente instancia, la pieza vira hacia una sofisticada ingeniería progresiva cuyo aguerrido filo se mueve muy fluidamente sobre el tempo inusual. La última sección se inicia con un ejercicio de stoner absorto en un dinamismo controlado, lo cual abre campo a un interesante diálogo entre las dos guitarras. En el epílogo, se abre un ecléctico viaje de diversos swings que le dan una majestuosidad peculiarmente cortante al cierre multitemático. ‘Algo Anda Mal…’ es el tema que sigue a continuación, centrándose en la combinación de fuerza visceral y sofisticación rítmica, permitiendo al grupo situarse en estrecha hermandad con bandas como MOTORPSYCHO, AUTOMATISM, CUZO y ELECTRIC ORANGE. A medida que se va desarrollando la ingeniería musical diseñada para el momento, el fuego se hace más incandescente, pero sin perder un mínimo ápice del enclave estructural inherente a la pieza. Definitivamente, en su último tercio, ‘Algo Anda Mal…’ gesta un emplazamiento muy poderoso. Todo va de bien a mejor hasta el momento final. ‘Pucusana 420’ comienza con modismos menos frenéticos que los de los temas precedentes, prefiriendo dar prioridad al lirismo de las líneas y riffs de las dos guitarras mientras la dupla rítmica brinda una firme arquitectura a lo que se está haciendo a lo largo del camino. El pasaje intermedio tiene ribetes evocativos en medio de la expresividad contenida que signa a esta pieza; éstos son brevemente interrumpidos por la irrupción de un breve puente exaltado, y una vez que se regresa a la sección anterior, se siembra el terreno para la emergencia de un fiero epílogo. ‘Eros II’* sigue adelante con el lirismo que fue tan relevante en el tercer tema e incluso ahonda más en él, obligando al uso de algunas vibraciones jazz-rockeras dentro del encuadre rítmico armado por Villavicencio y Quispe. Parece ser que la tibia luz del atardecer viene a calmar un poco las cosas tras las variadas manifestaciones de brío rockero que, en mayor o menor medida, marcaron a los tres primeros temas del repertorio.

Lo que tenemos en ‘Génesis’ es una pieza organizada en dos secciones. La primera de ellas recibe abundantes ecos del tema anterior y le añade una frescura renovadora mientras la dupla rítmica elabora un swing un poco más sofisticado. Los fraseos de las primeras guitarras que se turnan asientan firmemente unas líneas evocadoras y llamativas, siendo así que cuando el tema se acerca a su ecuador, ellas se tornan un poco más enérgicas. La segunda sección se adentra clara y decididamente en la fiereza espasmódica que signó al tema de apertura, aunque esta vez se nota que hay un manejo un poco más estilizado de la vivacidad rockera. La coda consiste en una grisácea atmósfera sintetizada que nos remite al viejo paradigma del krautrock cibernético. El final del repertorio llega de la mano de ‘Furiosa’, cuyo inicio se conecta con el último instante de ‘Génesis’. Se trata de una pieza bastante marchosa que, a través de diversos ambientes sucesivos que se asientan sobre diferentes niveles de intensidad rockera, exhibe una arquitectura bastante sólida: es prácticamente como la exposición de una síntesis de los aspectos más extrovertidos del disco. A poco de llegar a la frontera del cuarto minuto, surgen unos recovecos heavy-progresivos que aportan un fulgor muy especial antes del frenesí final. La artificiosa opacidad que marca a los últimos segundos funciona muy bien como un recurso ingeniosamente desconcertante. Bueno, he aquí todo lo que se nos ha brindado con “Quimera Huaycotrópica”, el nuevo disco de CHOLO VISCERAL que los vuelve a situar en la vitrina de la genuina vigencia dentro de la vanguardia rockera peruana. Desde la perspectiva de la producción progresiva internacional para el presente año 2023, la existencia de este disco (a ser presentado oficialmente en un concierto limeño programado para inicios del próximo mes de octubre) es una muy grata noticia. Totalmente recomendable para los amantes de cualquier modalidad de rock artístico que apueste por la mezcla de vitalidad y sofisticación.
 
 
Muestras de “Quimera Huaycotr​ó​pica”.-
Daga De 7 Filos: https://cholovisceral.bandcamp.com/track/daga-de-7-filos
Algo Anda Mal…: https://cholovisceral.bandcamp.com/track/algo-anda-mal
Génesis:  https://cholovisceral.bandcamp.com/track/g-nesis


* Había un tema titulado ‘Eros Vaporwave’ en el EP “Sutilezas”.

Friday, September 22, 2023

Progresiones hipnagógicas de PIXIE NINJA

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos la muy grata ocasión de presentar el nuevo trabajo del ensamble escandinavo PIXIE NINJA. Este trío noruego-sueco conformado por Jostein Haugen [guitarra, bajo y teclados], Marius [guitarra, bajo y teclados] y Mattias Olsson [batería, percusión, glockenspiel y programaciones] hace un fuerte acto de presencia en la producción fonográfica del presente año 2023 con “Hypnagogia”, disco publicado el pasado 8 de setiembre por el sello noruego Apollon Records en formato de CD y de vinilo (color mármol o translúcido). La logística sonora exhibida aquí se incrementa con las ocasionales colaboraciones de Jørgen Munkeby a los instrumentos de viento eléctrico y el canto. Todo el material contenido en “Hypnagogia” fue compuesto íntegramente por el trío, siendo grabado en los estudios Nobø Studios, ubicados en la localidad noruega de Rognan. Algunas sesiones adicionales tuvieron lugar en el Suecia, más específicamente, el estudio Roth Händle V, ubicado en la localidad de Sollentuna. Todo esto fue realizado entre abril de 2021 y julio de 2022. El proceso de mezcla estuvo a cargo de Mattias Olsson y Stefan Fandén, mientras que la ulterior labor de masterización corrió a cargo de Thomas Plec Johansson. Se nota que Olsson siempre (o casi siempre) tiene interés en ser algo más que un instrumentista en cualquier grupo o proyecto del que forma parte. Siendo el tercer disco de PIXIE NINJA, es el primero donde el grupo funciona exclusivamente con su trío originario, pues en los dos anteriores operaba como cuarteto con la presencia de un teclista (Johan Hals Jørgensen en “Hypnagogia”, Fredrik Kingwall en “Colours Out Of Space”). A despecho de esta ligera reducción de personal, el grupo se da maña para crear su esquema sonoro más majestuoso hasta la fecha. Repasemos ahora el repertorio de este nuevo disco. 

    

Da el puntapié inicial ‘Thanatosis’, tema que dura cerca de 8 minutos y cuyo enfoque central es el de exhibir climas y atmósferas futuristas con fuertes enclaves electrónicos a lo largo de una progresivamente hilada diversidad de grooves. Hallamos pasajes ágiles y otros más etéreos, además de excelente aportes de saxofón que imponen su presencia a poco de iniciada la pieza en cuestión. En todo caso, hay una especie de combinación de lo enérgico con lo grisáceo que impera en los esquemas temáticos que se van sucediendo con un comedido esplendor y una convincente densidad. El segundo tema, titulado ‘Silver Paper Unicorns’, se encarga de encauzar los tintes cinematográficos del esquema instrumental de la banda que se ya se habían hecho presentes en la pieza de apertura, esta vez con una aureola más grave y un señorío más absorbente. El camino hacia el climático epílogo exhibe un fulgor peculiar que es fruto de una cruza entre NECROMONKEY y los TANGERINE DREAM de fines de los 70. La dupla de ‘Pandæmonium’ y ‘Danse Macabre’ se hace cargo de expandir la gama sonora del ensamble con ingenio controladamente liberal. El primero de estos temas mencionados se orienta frontalmente hacia lo cósmico de una manera que nos remite a los legados de JEAN-MICHEL JARRE y VANGELIS, estando dicho núcleo cósmico sostenido por vibraciones rítmicas cibernéticas que se instalan dentro de la electrónica contemporánea. En cuanto a ‘Danse Macabre’, se trata de una exhibición de space-rock melódico con una envolvente expansión progresiva, la misma que se encarga de insertar masivas dosis de misteriosa ceremoniosidad en la segunda mitad del desarrollo temático. Al modo de una hibridación entre los PORCUPINE TREE del nuevo milenio, DAAL y WHITE WILLOW, esta pieza destila un estilizado vigor rockero, pomposidad sinfónica y agitación oscurantista: este último factor es el más llamativo de todos, lo cual da un encanto muy particular a este tema, uno de los más notables del disco según nuestra opinión. ‘Ora Antarctica’ da un viraje hacia lo etéreo y lo envolvente dentro de las pautas estilísticas de PIXIE NINJA, o sea, aspectos estandarizados de la tradición electrónica a través de un filtro de tenor ambient progresivo.
 
Las dos últimas piezas del repertorio son ‘Alpha Waves’ y ‘Oneironaut’, siendo esta última la más extensa del mismo con su espacio de poco más de 9 minutos. 
‘Alpha Waves’ se encarga de expandir las atmósferas futuristas desarrolladas en los dos primeros temas del álbum y los traslada hacia una atmósfera llamativa donde los aspectos más señoriales se expresan con un brío renovador. Básicamente, aquí se da la perfecta síntesis entre la suntuosidad del tema #1 y la mágica gracilidad del tema #2, añadiéndose tesituras del STEVE HILLAGE de la etapa 1977-78. Un grandilocuente y decisivo clímax del disco. ‘Oneironaut’ se caracteriza por establecer una vía de nueva exploración en el lenguaje del space-rock con fuerte (que no exclusiva) presencia electrónica. El motif central se instala y expande sobre un esquema rítmico ágil que nos recuerda bastante a los patrones de QUANTUM FANTAY y los OZRIC TENTACLES. Eso sí, poco antes de llegar a la frontera del quinto minuto, el ingreso de la batería con miras a reforzar el esquema rítmico también aumenta la musculatura de la pieza, haciendo que los sintetizadores incrementen sus capas. Con esto, la gran ingeniería sintetizada adquiere un nervio envigorizado, casi como adquiriendo vida propia para empoderarse proactivamente de su lugar en el microcosmos ideado para esta última pieza del álbum. Los ecos de las últimas secuencias armónicas de los sintetizadores le dan un efectivo matiz flotante a este conclusivo efluvio de energía expresiva. Todo esto fue lo que se nos brindó en “Hypnagogia” desde los cuarteles de PIXIE NINJA, un catálogo de inspiradas progresiones musicales que se insertan firmemente dentro de estrategias sónicas contemporáneas. Si la alucinación hipnagógica es una distorsionada experiencia auditiva, visual o táctil que se produce poco antes del inicio del sueño, este disco hipnagógico es algo muy concreto dentro de la más tangible de las experiencias melómanas. Recomendable al 300% (un 100% por cada integrante). 

Wednesday, September 20, 2023

AKKU QUINTET y su nueva instalación de arquitectura progresiva


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión echamos un vistazo a la escena progresiva suiza y nos topamos con algo muy interesante: el nuevo lanzamiento fonográfico de AKKU QUINTET, ensamble liderado por el baterista Manuel Pasquinelli (también integrante de SONAR). La alineación pentagonal de AKKU QUINTET se completa con Maja Nydegger [piano y sintetizadores], Michael Gilsenan [saxofones y efectos], Markus Ischer [guitarra] y Andi Schnellmann [bajo]. El disco nuevo al cual nos referimos se titula “Kinema” y fue publicado el 15 de setiembre pasado, hace muy pocos días: la publicación se dio tanto en CD como en vinilo, de manera independiente. El material contenido en “Kinema” fue íntegramente compuesto por Pasquinelli. Las sesiones de grabación tuvieron lugar entre los días 17 y 19 de enero de 2021 en los Mazzive Sound Studios, en Bellmund. La ingeniería de sonido y la mezcla estuvieron a cargo de Chris Diggelmann, mientras que Serge Christen fue quien realizó la ulterior labor de masterización. El arte gráfica es de Sandro Galli. Bueno, vayamos ya a los detalles del repertorio de “Kinema”.
 

‘Zephyr’ abre el disco y es el tema más extenso del mismo con su espacio de alrededor de 13 ½ minutos. Su sección prologar se basa en la interacción entre sobrias líneas de piano y suaves intervenciones de la batería, siendo así que estas últimas instauran un groove cálido para el ensamble entero a lo largo del desarrollo temático central. Lo que impera es la candidez en medio de las vibraciones geométricas con las cuales se hila la maraña colectiva; con ulteriores ornamentos del saxo y la guitarra se va añadiendo matices al centro temático. Poco antes de llegar a la frontera del noveno minuto, la atmósfera se torna mucho más etérea, rayando con lo crepuscular: el saxo ocupa ahora el centro protagónico mientras las bases de piano apelan al legado de PHILIP GLASS. Tras este interludio, regresa el esplendor anterior con un fulgor más contundente, el mismo que aterriza en un atardecer introspectivo. Aquí operó una vitalidad evidente pero inteligentemente dosificada; este inspirado ejercicio de confluencias entre el nu-jazz, el math-rock y la psicodelia progresiva de talante ambient exhibe confluencias con el paradigma de BURNT BELIEF. Luego sigue el tema homónimo, el cual cumple muy bien con su misión de expandir la ingeniería sónica del grupo. Efectivamente, ‘Kinema’ apela a tonalidades un poco más misteriosas, incluyendo algunos tintes del Canterbury más intimista (los SOFT MACHINE de la fase 1976-80), sin que falten esos juegos de síncopas meticulosamente orquestados que también son tan propios de la esencia estética de SONAR. En este caso particular, es de resaltar el extraño magnetismo que ejerce la complicidad entre guitarra y saxo a la hora de poner al frente sus sutilmente punzantes intervenciones armónicas. Específicamente, algunos pasajes de guitarra ostentan una densidad surrealista, lo cual obliga a la dupla rítmica a incrementar sigilosamente su poderío sin romper con el cristalino equilibrio de esta atmósfera seductoramente grisácea. 
 

Tras haber apreciado dos cénit musicales tremendos, lo que queda del disco está dominado por ‘Ink’, concepto compartimentado en tres piezas individuales que duran 1’39”, 7’21” y 4’52”, respectivamente. ‘Ink Part 1/3’ es un minúsculo ensueño enigmático que se deja envolver por una delicadeza nocturna. A partir de ahí, ‘Ink Part 2/3’ emerge con la misión de articular una externalización grácil de la faceta más colorida de la banda, siendo así que se nota una mayor asertividad de parte de los instrumentos actuantes (dentro de los bien definidos parámetros del ensamble). Se advierte la presencia de algunos modismos Crimsonianos a través del filtro de los STICK MEN en aquellos pasajes estratégicos en los que el grupo decide explayarse en su potencial musculatura. La sofisticación estructural se incrementa en su último tercio, lo cual va a la par con la intensificación del factor jazz-rockero. ‘Ink Part 3/3’ finiquita el concepto tripartito con una continuación del ambiente sofisticado con el que terminó la parte precedente, haciendo que las nuevas intervenciones de la guitarra, el sintetizador y el saxo elaboren unas orquestaciones bizarramente densas. Mientras tanto, la dupla rítmica gesta briosos recursos en un swing diseñado para sustentar un brumoso clímax. El final del repertorio llega de la mano del relativamente breve tema ‘Morph’ (dura 2 ½ minutos), el cual, tras un breve preludio aleatorio, se centra en un abordaje delicado de complejas síncopas a fin de resaltar las amables líneas rectoras en manos de la confraternización de guitarra y saxofón. Todavía queda un bonus track que es una versión acortada de ‘Kinema’ donde se pone énfasis en el cuerpo central a fin de destacar sus momentos más enérgicamente llamativos. Todo esto fue “Kinema”, la nueva instalación de arquitectura progresiva concebida por el ensamble suizo AKKU QUINTET, un disco bastante vibrante que exhibe con indudable claridad el gran nivel de creatividad avant-progresiva que mantiene este ensamble suizo para beneplácito del ideal del rock artístico en nuestro tiempos. Totalmente recomendable.
 
 
Muestras de “Kinema”.-
Zephyr: https://akkuquintet.bandcamp.com/track/zephyr
Kinema: https://akkuquintet.bandcamp.com/track/kinema

Monday, September 18, 2023

El poderoso aguacero progresivamente psicodélico del trío noruego KANAAN

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy presentamos el más reciente trabajo del trío jazz-psicodélico-progresivo noruego KANAAN, el cual está integrado por Ask Vatn Strøm [guitarras eléctrica y acústica], Ingvald André Vassbø [batería y percusiones] y Eskild Myrvoll [bajo, guitarra, sintetizadores, armonio y efectos de sonido]. El disco en cuestión se titula “Downpour” y fue publicado el 5 de mayo pasado por el sello Jansen Records, tanto en CD como en vinilo rojo (edición ya agotada). Para uno de los temas de este disco, el trío contó con la ilustre colaboración de la magistral Hedvig Mollestad, toda una institución viviente del jazz-rock escandinavo contemporáneo. Prácticamente, todo lo que suena en este disco fue grabado en el estudio Athletic Sound, salvo el cuarto tema y las partes de teclado, que se registraron en los RCS Studios. El posterior proceso de mezcla para “Downpour” tuvo lugar en Studio Paradiso, mientras que la masterización estuvo en manos de Christian Obermayer. La imagen y el diseño del arte gráfica estuvieron a cargo de Robin Gnista. Se trata del quinto trabajo de estudio de esta banda fundada en Oslo en el año 2018 con la misión de realizar una propuesta psicodélica progresivamente ecléctica donde se incorporan elementos del jazz-rock, el krautrock guitarra-céntrico y el post-rock. Veamos los detalles del disco que ahora reseñamos.

 
El repertorio comienza con ‘Black Time Fuzz’, estando su prólogo marcado por las vibraciones punzantes de un bajo masivamente distorsionado, el cual, a su vez, marca el groove central que habrá de reforzarse cuando el ensamble íntegro entre en acción para instaurar el cuerpo central. Así las cosas, el esquema sonoro resultante se mueve cómodamente a través de una cruza de psicodelia pesada y jazz-rock con evidentes toques añadidos de stoner. El trío está, definitivamente, bien enfocado en sus conexiones estilísticas con AUTOMATISM y CAUSA SUI. Acto seguido viene un cénit del disco, ‘Amazon’, donde participa como invitada la antes mencionada Hedvig Mollestad. El groove es ahora un poco más mesurado, aunque mantiene una leal dosis de garra a la hora de asentar el motif central. Con unos aires retro que nos remiten a HAWKWIND y LED ZEPPELIN en simultáneo mientras refuerza sus confluencias jazz-progresivas con RED KITE, el ensamble ahora cuatripartito despliega una majestuosa musculatura donde los recursos paradigmáticos del hard rock clásico y el space-rock (en su faceta más belicosa) se fusionan en una única fuerza expresiva. Algunos fraseos de la guitarra y el swing general de la batería se encargan de preservar el ideario jazz-rockero en medio de este aguerrido incendio sónico. Cuando llega el turno de ‘Downpour’, la banda decide enfilarse por su faceta más sofisticada. En efecto, la pieza homónima comienza con una fehaciente exploración en grooves y ambientes enraizados en el estándar avant-jazzero para gestar un razonablemente ejercicio de lirismo progresivo donde opera una luminosidad que algo tiene de envolvente, pero que, sobre todo, se manifiesta como portadora de un talante contemplativo. El vigor de la batería sigue como siempre, pero ostenta una soltura nueva, la misma que le permite reactivar su musculatura esencial cuando los guitarreos se tornan más incendiarios y signan el viraje hacia un paraje tormentoso. El motif central regresa para el epílogo con un vigor renovado. Otro momento culminante del disco. ‘Psunspot’, una miniatura de un minuto y pico, se explaya en climas cósmicos. Emerge ‘Orbit’ con la misión de crear un jam enérgico mas no demasiado trepidante, dividiéndolo en dos momentos: uno que establece un perfil bien definido para el vigor rockero en curso, otro posterior donde las cosas se ponen más incendiarias, casi como regresando al esquema de trabajo del tema #2. 
 
El final del disco llega con la ilación de las dos partes de ‘Solaris’: ‘Solaris Pt. 1’ dura 7 ¾ minutos y ‘Solaris Pt. 2’ dura poco más de 7 ½ minutos. La Primera Parte de ‘Solaris’ se inicia con una atmósfera sigilosa que se centra en un filtro post-rockero de la dimensión más etérea del space-rock paradigmático (con matices añadidos de jazz-rock), lo cual sirve para que el trío, una vez pasada la frontera del tercer minuto y medio, se sienta seguro en su concreción inicial del motif con el que impulsará el inminente jam. Para los dos últimos minutos y medio, la vitalidad esencial del trío emergerá como un electrizante amanecer donde la luz campeona todavía carga con algunos remezones crepusculares mientras va activando su creciente musculatura. La Segunda Parte de ‘Solaris’ establece un dinamismo muy semejante al de la Primera, pero esta vez se agudiza el nervio rockero merced a los traqueteos oscuros e infernales que emanan del groove constreñido armado por la batería. Así las cosas, los riffs de guitarra se tornan más ceremoniosos mientras que los solos gozan de la oportunidad de gestar una refrescante exuberancia. El trío está totalmente dispuesto a finalizar el repertorio del disco con un brío tan impactante como inquietante, una furia señorial que se reviste de ácida aspereza. Se trata, ni más ni menos, de stoner embarnizado con psicodelia progresiva. Todo esto fue lo que se nos ofreció con “Downpour” desde los cuarteles de KANAAN, un poderoso aguacero de música progresivamente psicodélica que les permite mantenerse en un sitial privilegiado dentro de la avanzada rockera noruega del momento.

Sunday, September 17, 2023

Primer volumen de la nueva visión paradisíaca de los japoneses MONO

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Llega un poco tarde esta reseña, pero llega: se trata de la más reciente obra fonográfica de MONO, veterana banda japonesa dedicada a cultivar un rock experimental ecléctico donde se concreta una cruza entre post-rock, psicodelia y ambient bajo un encuadre progresivo. No se trata de un disco de larga duración, sino de un EP: se titula “Heaven Vol. 1” y es una primera entrega de un proyecto conceptual que todavía habrá de completarse con próximas entregas. El concepto es la celebración de la luz de la existencia, una luz libre de tristeza y ansiedad que ilumina nuestras conexiones con otras personas: es toda una novedad que la gente de MONO proponga una idea así de frontalmente optimista como inspiración para nueva música, pero es realmente indicativo de algo constructivo para su energía creativa. El cuarteto actualmente conformado por los guitarristas Takaakira Taka Goto y Yoda, la bajista-pianista Tamaki y el baterista Dahm sigue adelante con la logística sonora inaugurada en su álbum “Pilgrimage Of The Sun” (2021), incorporando sintetizadores dentro de su esquema de trabajo. Goto es el autor de todo el material contenido en “Heaven Vol. 1” y tanto él como Jeremy DeVine se encargaron de la producción de este álbum que fue publicado en vinilo azul digital el mismo Día de Navidad del pasado año 2022. La edición original es independiente, pero Pelagic Records se encarga de su distribución europea. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en el Studio Forty-4 salvo en el caso de las partes de batería, las cuales se registraron en el Golden Hive Studio. Jeremy DeVine y Rafael Anton Irisarri realizaron la mezcla mientras que la masterización estuvo en manos de este último, todo ello en el Black Knoll Studio en octubre de 2022. La hermosa portada del disco que hoy presentamos procede del cuadro Snow Ghost de Eliana Reiman-DeVine, mientras que Jeremy DeVine, una vez más, hizo el diseño gráfico. Repasemos ahora los detalles del repertorio de este EP.  


Siendo el tema más largo del repertorio con sus 10 minutos y pico de duración, ‘Lucia’ inicia las cosas con una gentil placidez que no está exenta de garra expresiva, eso sí, una garra muy meticulosamente calculada. Tras un breve preludio flotante trazado por un suave bucle sintetizado, el cuarteto entra en acción con un medio tiempo prolijamente adornado por el baterista mientras el jam va avanzando. Sobre las capas formadas por las armonías minimalistas del sintetizador y los nebulosos rasgueos de una guitarra, la otra guitarra se multiplica en la doble misión de dibujar la base melódica y crear ulteriores ornamentos para la misma. A mitad de camino, el groove recibe un impacto de creciente intensidad psicodélica merced a los contundentes ornamentos que impone la batería, haciendo que el bloque sonoro geste un rotundo crescendo con total comodidad. El pasaje epilogar se empapa de una ceremoniosidad bastante útil a la hora de brindar una dosis extra de fulgor al jam renovado. Una gran pieza, sin duda. 
‘Smile’ sigue a continuación para expresar, en un espacio menor de 4 minutos, una atmósfera introspectiva y contemplativa arropada por un lirismo sereno. Un ejercicio de post-rock insuflado con delicadas sutilezas a lo nu-jazz. Tratándose de una pieza tan bella, resulta muy llamativa de por sí, y es una pena que no dure más, pero es que llega el turno de ‘Silent Embrace’ para que cierre el EP. Este tercer tema comienza con un evocador motif de piano, el mismo que no tarda en recibir el apoyo de la batería que aporta un swing tremendamente arquitectónico; así las cosas, el ensamble está preparado para completar el envolvente paisaje musical con otra gama extra además de los colores iniciados por el piano. Todo es muy atmosférico y todo se vuelve más ensoñador cuando irrumpen unas tenues capas orquestales, y también cuando algunas notas flotan fugazmente mientras se acaban las últimas del piano.  

Todo esto es lo que hay en “Heaven Vol. 1” de MONO y está bastante bien, dejándonos con ganas de más en los próximos lanzamientos fonográficos conectados con este concepto. Este grupo sabe conservase lozano y vibrante en el tiempo presente tras muchos años de trayectoria. Estemos pendientes de los próximos episodios de este paradisíaco proyecto musical. 


Muestra de “Heaven Vol. 1”.-

Thursday, September 14, 2023

Séptima iluminación progresiva de los estadounidenses RESISTOR


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy presentamos el nuevo disco del grupo estadounidense RESISTOR, el cual se titula “Illuminator” y fue publicado el pasado 18 de agosto por vía independiente. Se trata de su séptima obra fonográfica. El cuarteto liderado por Steve Unruh [guitarras, violín y canto] y completado por Rob Winslow [bajo], Barry Farrands [batería] y Fran Turner [guitarras] nos brinda su trabajo más aguerrido hasta la fecha en cuanto al esquema sonoro se refiere, lo cual significa una interesante estrategia de renovación creativa tras una excelente secuencia de tres álbumes de tendencia épica: “To The Stars”, “Underground” y “The 5th Season”, de los años 2014, 2017 y 2021, respectivamente. Con ésta, su séptima obra, la gente de RESISTOR se entrega a la plena exploración de la faceta más muscular de su ecléctica propuesta progresiva, la cual, de muchas maneras, ya iba mostrando su vigor incendiario en varias instancias de la trilogía antes mencionada. Veamos los detalles del repertorio de este nuevo disco. 
 
Durando casi 7 minutos, ‘Bonfire’ abre el álbum de una manera muy directa, sujetándose a una garra maciza con la cual se esculpe con el más sólido mármol una meticulosa senda melódica. Ésta, a través de su potencia rockera emparentada con los legados de URIAH HEEP, los JOURNEY pre-1977 y KANSAS, revela una razonable sofisticación progresiva mientras va incorporando diversas atmósferas a lo largo el desarrollo temático: una de ellas ostenta una aureola cósmica que, de una manera misteriosa, prepara el camino para el poderoso tramo final. Sigue a continuación el casi homónimo tema ‘The Illuminator’, el cual eleva el antecedente de fuego rockero expuesto en el tema de apertura hacia una posición aún más intensa y robusta, ostentando unas vibraciones contundentes. La banda ya se mete en el terreno del prog metal mientras elabora una bien afiatada amalgama entre los riffs guitarreros y el dúo rítmico. ‘Serendipity’ juega con una vivacidad más contenida, aunque todavía generando algunos espacios estratégicos para la soltura frontal, mientras capitaliza los ecos de la sofisticación sónica que se instauró en el primer tema del álbum. La serie de riffs, grooves e índices melódicos que el cuarteto despliega se siente muy bien organizada en una ilación fluidamente puntualizada. El lucimiento de la batería es simplemente fenomenal, dándole un señorío especial a la controlada hoguera rockera que aviva la interacción entre los instrumentos actuantes. Lo que suena es casi como un híbrido entre los RIVERSIDE de los dos últimos discos y los ECHOLYN de la fase 2005-2012. Durando sólo 2 ½ minutos, el instrumental ‘The Great Deep’ exhibe un aura evocadora en base a las flotantes armonías de las guitarras que se dejan aclarar por algunas serenas ornamentaciones de violín. A partir de allí, otro instrumental que se titula ‘Shelter Pelter’ despliega un vitalista ejercicio de hibridación de hard rock clásico y progresivo que, a través de su relativamente sencillo bloque melódico, elabora recursos de llamativa vivacidad. Una pieza idónea tras la secuencia de esplendor explícito y talante contemplativo trazada por los dos temas que la precedieron.
 
Los dos últimos temas del repertorio son los más extensos del mismo: uno dura 10 minutos y se titula ‘Kaleidoscopic’; el otro dura casi 13 ¾ minutos y se llama ‘The Illusion Of Understanding’. El primero de estos temas mencionados se centra básicamente en hacer confluir las huellas y grooves de los temas #1 y #3 con una musculatura muy semejante a la del tema #2. En muchos sentidos, la razón de ser de ‘Kaleidoscopic’ consiste en fungir como una especie de síntesis de los esquemas sonoros más saltantes del repertorio precedente, sólo que se añade una fastuosidad mayor en base a la duración que el grupo se otorga para concretar el discurso de este tema. El solo de violín que emerge en algún momento es realmente hermoso, dándose maña para hacerse notar en medio de la hercúlea garra de las guitarras, logrando, de esa manera, enriquecer la ingeniería temática que se va explayando. En lo referente a ‘The Illusion Of Understanding’, se nota que está diseñada para darle una conclusión épica y refulgente al repertorio bajo la forma de un cenit culminante. Manejando una electrizante confluencia de psicodelia, sinfonismo y prog-metal tras una introducción solemne, el cuerpo central establece una impecablemente equilibrada confluencia de garra y vulnerable espiritualidad. El bloque instrumental maneja complejos grooves en varios tramos del ambicioso desarrollo multitemático, logrando crear un sólido puente entre sus compatriotas de BUBBLEMATH y los PORCUPINE TREE de inicios del milenio. Un minúsculo interludio sigiloso entra a tallar alrededor de la frontera del sexto minuto a fin de gestar una sección más cordial, aunque se nota cierto nervio contenido en el trasfondo. Una vez más, el color que aporta el solo de violín resalta la meticulosa paleta sonora al servicio del viraje melódico en curso, siendo así que la guitarra tomará la posta un rato después; es aquí donde se establece un bien perfilado crescendo rumbo a un reprise del primer motif. Una vez terminado este repaso de las piezas contenidas en “Illuminator”, regresamos en esta conclusión a una noción ya expuesta al inicio de la presente reseña, que se trata de una activación especial de las aristas más aguerridas de la estrategia estilística de RESISTOR, una banda que tiene una discografía vigente de 15 años y que parece que cuenta con suficiente vigor para seguir adelante por muchos años más. Por lo pronto, agradecemos la existencia de este disco, al cual consideramos recomendable para cualquier buena colección progresiva que se mantenga actualizada.
 
 
Muestras de “Illuminator”.-
Bonfire: https://resistor222.bandcamp.com/track/bonfire
Serendipity: https://resistor222.bandcamp.com/track/serendipity
The Illusion Of Understanding: https://resistor222.bandcamp.com/track/the-illusion-of-understanding

Monday, September 11, 2023

¡Qué bueno es volver a ver en acción a la gente de BUSHMAN’S REVENGE!



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy se da el turno de presentar el nuevo trabajo fonográfico del ensamble jazz-progresivo noruego BUSHMAN’S REVENGE, el cual se titula “All The Better For Seeing You” y que fue publicado el 8 de setiembre último – hace muy pocos días – por vía del sello Is It Jazz? Records. El formato de la publicación es en vinilo. El trío conformado por Even Helte Hermansen [guitarras], Rune Nergaard [bajo] y Gard Nilssen [batería, percusión y vibráfono] vuelve a lucir sus galones musicales a lo largo y ancho de este nuevo repertorio. Todas las piezas de “All The Better For Seeing You” son de autoría de Even Helte Hermansen, mientras que el grupo se encargó íntegramente de la producción del disco. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en dos temporadas: el 5 y el 7 de abril de 2022 en el Snaxville Studio, y el 7 de diciembre siguiente en Oslo Lydbruk. Los procesos de mezcla y masterización estuvieron en manos de Johnny Skalleberg en el estudio Amper Tone de Oslo. La encantadora portada es de Per Spjøtvold. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde ese año 2007 cuando 
“Cowboy Music”, el primer álbum del trío, salió al mercado; discos posteriores como “Jitterbug” (2010) y “Thou Shalt Boogie!” (2013) terminaron de cimentar el buen renombre de BUSHMAN’S REVENGE dentro de los escenarios escandinavos de la música progresiva y jazzera, renombre que aún hoy en día merece sus justas palabras de refuerzo. Mejor es que veamos de una buena vez los detalles específicos de este octavo trabajo de estudio de la banda.
 

‘Halvannen Time - An Hour And A Half, More Than Enough’ tiene una sección prologar flotante e introspectiva sobre un groove muy en línea con la tradición del cool jazz, una actitud muy interesante para iniciar el álbum. Los gráciles guitarreos a lo Pat Marino revelan un encanto melódico cuyo inherente candor permite al trío manejar su faceta más relejada con muy buen pulso. ‘Last Cup Of Zorro’ sigue a continuación para instaurar una encantadora exhibición de agilidad controlada bajo la pauta de eso que se ha dado por llamar nu-jazz. Las capas sintetizadas filtradas cibernéticamente aportan una sutil aura espacial al bloque sonoro. Hay ciertas conexiones estilísticas con JAGA JAZZIST y ELEPHANT9 (la dimensión más etérea de los primeros y la línea de trabajo más reciente de los últimos), pero lo más saltante está en las convergencias con SNARKY PUPPY y TORTOISE. El tercer tema es el segundo más largo del mismo con sus casi 10 ¾ minutos de duración y porta el título de ‘Hollowed Be Thy Fame’. La banda aprovecha muy bien este generoso espacio para empezar la ingeniería sónica con unos calculados traqueteos de tenor free-jazzero antes de que el cuerpo central se apoye en un groove sofisticado, el mismo que se beneficia de los impulsos recibidos de parte del señorial swing elaborado por el baterista. Antes de llegar a su ecuador, la guitarra llega a una cúspide de garra expresiva que permite a la pieza adoptar un cierto cariz incendiario, aunque nunca llegando al punto de descontrol. De hecho, en algún momento, las cosas se disponen en una atmósfera un poco más sosegada antes de armar un crescendo desde donde se recorre el sendero de retorno hacia el groove precedente. Así las cosas, la garra vuelve y lo hace con una majestuosidad nueva. Notamos aquí confluencias con los patrones estéticos de Mark Wingfield y Allan Holdsworth en unos electrizantes guitarreos que se asientan cómodamente en un escenario jazz-progresivo crecientemente muscular que se refuerza por obra y gracia de los demás instrumentos. Para el epílogo, el trío crea un ambiente minimalista que puede parecer ensoñador, pero que en realidad se revela como oscuramente misterioso. Un cénit fabuloso del álbum, sin duda alguna. ‘Stolen From A Blind Monkey’ hace que lo misterioso sea reemplazado por lo ceremonioso en base a la combinación de un motif estructuralmente sencillo y un swing reposado. La introspección antes presente en el tema de apertura regresa con un talante más hondamente reflexivo, hasta afable; el perfecto contraste frente al tema precedente.
 
‘Raptus Norvegicus’ es la pieza más larga del repertorio con sus 12 minutos y pico de duración; también es el momentum de máxima efervescencia y fulgurosa plenitud para el espíritu general del repertorio. Mientras dura el inicio marcado por sigilosas expresiones de poder controlado, ya va anunciando la guitarra algunos retazos de lo que en poco tiempo se erigirá como el motif central. En efecto, a poco de pasada la frontera del segundo minuto, el trío emprende la labor de asfaltar un camino de refinada soltura y sofisticada vitalidad, siendo así que el brío enmarañado del dúo rítmico establece la columna en torno a la cual se hilan las densas y tortuosas florituras de la guitarra. Imaginemos la faceta más aguerrida de John Zorn que se filtra a través de un entramado Crimsoniano para aterrizar en un paisaje de jazz-rock avivado por agitaciones prog-psicodélicas (casi como los GURU GURU de los discos segundo y tercero). El viraje temático que tiene lugar poco antes de llegar a la frontera del sexto minuto y medio permite que la fiereza reinante adopte un filo renovador y punzante que reformula la cosecha del clímax expresivo de la sección anterior. Un nuevo viraje tiene lugar poco antes del octavo minuto y medio, y éste se enfila hacia un entorno onírico que, de a pocos, abre camino hacia la instalación de un aura cósmica, siendo ésta la clave para la sideral elocuencia que marca al epílogo de esta pieza. El cénit definitivo de un disco que llega a su cierre de la mano de ‘Takk For Seg’. Este ítem se centra en evocaciones crepusculares donde la guitarra marca unas vibraciones blueseras sobre un trasfondo líquido armado por la dupla rítmica bajo la estrategia del free-jazz en clave introvertida. He aquí un inteligente juego de sofisticación sonora que se expresa con relativa sobriedad. Todo esto es lo que se nos brinda en 
“All The Better For Seeing You” desde los cuarteles de BUSHMAN’S REVENGE, un ensamble sumamente relevante para el estado de permanente creatividad en el que existe la vanguardia escandinava del momento. Recomendado al 300%, un 100% por integrante. A fin de cuentas... ¡qué bueno es volver a ver en acción a la gente de BUSHMAN’S REVENGE!
 
 
Muestras de “All The Better For Seeing You”.-
Hollowed Be Thy Fame: https://bushmansrevenge.bandcamp.com/track/hollowed-be-thy-fame
Raptus Norvegicus: https://bushmansrevenge.bandcamp.com/track/raptus-norvegicus

Saturday, September 09, 2023

El acto rockero #4 de los polacos AMPACITY

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos el nuevo disco del grupo polaco AMPACITY, el cuarto trabajo de estudio de su carrera y que justamente se titula “IV”; éste fue publicado el último día del mes de marzo DEL PRESENTE AÑO 2023. El grupo conformado por Marek Kostecki [teclados y sintetizadores], Piotr Paciorkowski [guitarras], Sebastian Sawicz [batería] y Wojciech lACKI [BAJO] se ha lucido bastante en este disco publicado en el último día del pasado mes de marzo. Con dos discos de larga duración y un EP en su CV, la gente de AMPACITY se muestra lista para enrumbarse por esta nueva etapa con bastante entusiasmo. Para el disco del cual hablamos hoy, las labores de ingeniería de sonido durante las sesiones de grabación y las ulteriores de mezcla y masterización estuvieron a cargo de Szymon Swoboda, todas ellas en el Vintage Records Studio. Veamos ahora los detalles del repertorio de “IV”.


Los primeros 7 ¾ minutos del álbum están ocupados por ‘A Stranger Fills My Eyes’, una pieza que exhibe sus potentes aristas rockeras desde sus primeros instantes, siendo así que el jam inicial opera bajo una ingeniería firmemente solidificada por la rotunda precisión de la batería. El ímpetu de los guitarreos y los ocasionales ornamentos del bajo conforman el núcleo central del esquema sonoro global. El ulterior viraje hacia un swing más contenido inicialmente provoca una intensificación del nervio guitarrero y abre camino al lucimiento del teclado, para luego motivar un retorno al groove precedente con una fastuosidad incrementada. ‘Three, Two, One, Void’ sigue a continuación para abrir una senda renovadora de vigor. Con un esquema de trabajo frontalmente electrizante, el cuarteto se dispone a jugar con un groove ostentosamente ágil. Las cosas van fluyendo proactivamente a lo largo del jam central, siendo así que, más adelante, para la sección epilogar, hay una variante temática que conlleva un incremento del fulgor junto a un aumento adicional de la densidad. ‘Some Kind Of Glow’ sigue explorando ese colorido renovador con la que concluyó el tema precedente mientras lo lleva hacia terrenos expresivos aún más sofisticados. El truco está en darle un aire de distinción al filo rockero inherente al sonido grupal mientras los diversos motivos se van hilando con compacta fluidez. Lo que suena es como un matrimonio entre CAUSA SUI y los HAWKWIND de la fase 1974-76. He aquí un cénit fundamental del disco. Cuando llega el turno de ‘Spaghettification’, el grupo baja un poco la dosis de tensión rockera con miras a sacar más brillo al esplendor sonoro concretado desde las pautas expresivas del tema precedente, siendo así que le igual en magnificencia progresiva. Los ornamentos preciosistas de los sintetizadores, intercalados inteligentemente en medio de los riffs y armonías compartidos entre el bajo y la guitarra, ayudan mucho en eso. El epílogo nos sorprende con su efusividad machacona e intrépida, la cual conquista el culmen de pesadez rockera al cual aspiraban las dos primeras piezas del disco. Con la secuencia de estos dos temas, el repertorio conquista una cima musical muy relevante; es más, se puede decir que hay un antes y un después de esta dupla. 

‘Edisonade’ se enfila por un sonido más cercano al hard rock clásico con ciertos ribetes funky, un poco al estilo de los tiempos legendarios de URIAH HEEP, pero siempre con esa musculatura que signa la peculiar vitalidad de la banda. La llamativa aureola de jolgorio se expande como una tormenta lúdica. ‘Come, Listen’ es la pieza encargada de dar cierre al disco y también es la más extensa del mismo con sus 10 minutos y pico de duración. También es un tema sui géneris porque sus dos primeros tercios se centran en un talante relajante ubicado sobre un swing sumamente lento, idóneo para elaborar una ambientación introspectiva y ceremoniosa; también es idóneo para que el teclado ocupe un rol protagónico con sus sugerentes fraseos, aunque desde muy pronto está la guitarra emitiendo unos riffs comedidamente filudos para anunciar que está dispuesta a salir al frente en el futuro próximo. Esto suena a una mezcla entre los PINK FLOYD de la etapa 1970-71 y los BLACK SABBATH de la fase 1972-73. Más adelante, hay un retorno a la serenidad inicial, incrementada por la presencia de una sutileza etérea en el armado de la atmósfera general. He aquí la calma que precede a la tormenta del último tercio, la cual se edifica en base a una cruza entre la feroz algarabía con la que se terminó el tema #4 y los aspectos más aguerridos del tema #1. Las aceradas líneas del bajo y el preciso vigor de la batería se hermanan en una columna sobre la que se sostienen los diálogos finales entre guitarra y teclado, rumbo al golpe final. Así termina “IV”, un disco que, como un todo, funciona muy bien como macizo y aguerrido manifiesto del tipo de psicodelia progresivamente pesada que la entidad polaca AMPACITY tiene como norte estético. Este grupo continúa siendo un genuino referente dentro de la experimentación rockera europea y este disco resulta bastante recomendable dentro de cualquier buena fonoteca dedicada al rock artístico de nuestros tiempos. 


Muestras de “IV”.-
Some Kind Of Glow: https://ampacity.bandcamp.com/track/some-kind-of-glow

Thursday, September 07, 2023

SWELL BROTHERS: la gran eminencia jazz-progresiva estadounidense del año 2023

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión presentamos un estupendo disco de avant-jazz titulado “Just A Couple Of Swells”, el cual fue publicado en el primer día de este mes de setiembre bajo la autoría de los SWELL BROTHERS. Se trata de un dúo conformado por dos hermanos muy multifuncionales llamados Dewey Swell [flauta, clarinetes, saxos soprano, alto, tenor y barítono, piano acústico, órgano, pianos eléctricos Wurlitzer y Fender Rhodes, contrabajo, violín, cello y qanun] y Moses Swell [batería, percusión, marimba, vibráfono, xilófono, glockenspiel, piano, órgano, sintetizador, trombón, trompeta, tuba, fagot, cimbasso, bajos eléctrico y acústico, guitarra y flautas de Pan]. Sólo una aclaración. De hecho, estos músicos usan seudónimos y no son ni siquiera hermanos. Mirando más allá de su falsa biografía donde el amor de su padre por el licor y la TV fomentó en ellos la cinefilia y que su madre solía obligarles a barrer la casa, aprovechando la situación para aprender a hacer música con sus escobas, el hecho es que Dewey Swell es Dave Newhouse y Moses Swell es Michael Bass, dos veteranos de la vanguardia progresiva y jazzera desde hace varias décadas. Añadiendo más humor al asunto, el primero es acreditado como músico invitado tocando el flautín y el otro, por su parte, tocando el triángulo. Los maestros Newhouse y Bass se conocen desde hace 50 años, y, de hecho, el primer álbum de los inolvidables THE MUFFINS  fue grabado en el estudio que tenía Bass en su sótano. En esta ocasión, su larga asociación musical y fraternal se traduce en un disco oficial, cuya portada es obra de Neil Doherty, un viejo amigo de ambos músicos. Otros invitados ocasionales registrados son Les Hot and his Hottentots (cuerdas), Motorhead (saxo barítono), Snardly Bakersfield (guitarra eléctrica y efectos de sonidos de pasos), Mickey Mambo and His Combo (percusiones) y Organ Leroy (órgano). ¿Más seudónimos?... Pues sí. Los procesos de mezcla y masterización estuvieron a cargo de Bobo “Zap” Bolinsky. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Just A Couple Of Swells”. 
         
  
‘Mr. Wheaton Learns The Tunc Variations’ inicia las cosas con unos vibrantes aires traviesos que se manifiestan con un extremo candor lírico que se deja arropar por moderados matices dadaístas. Tras un prólogo configurado con parloteos muy teatrales, un pasaje de teclado y percusión inicia un juguetón cuerpo central donde las maderas y los sintetizadores se alternan en el rol protagónico. También hay algunos efímeros pasajes chocantes de metales que insertan una cierta inquietud dentro del entramado sonoro. Definitivamente, hay aquí aires de familia con los legendarios RASCAL REPORTERS y, en menor medida, con los no menos legendarios AKSAK MABOUL. Dentro de todo, este dúo genera su propia versión de lo que es un enfoque vanguardista penetrado por una persistente elegancia. Magnífico comienzo del álbum. La dupla de ‘Brix And Lake Constance’ y ‘March For Jeru’ sigue a continuación para expandir los recursos expresivos del dúo. El primero de estos temas se inicia con una atmósfera más sosegada que la que signó a la pieza de apertura, manteniendo algo de su jovialidad e insertando un lirismo cálido. Hay una intención de usar clichés melódicos propios de una película romántica de los viejos tiempos en las orquestaciones sintetizadas. Las líneas de saxo tenor que surgen en el ecuador del tema ostentan un talante evocador. La segunda mitad vira hacia una instancia más etérea, siendo así que los teclados se encargan de plasmar un ambiente meditabundo con un boato progresivo razonablemente constreñido. En cuando a ‘March For Jeru’, se trata de una pieza ceremoniosa marcada por el protagonismo de los múltiples saxos que trazan el motif central, un que es conciso pero en lo absoluto exento de destellos expresionistas. Hay una cruza de homenajes a los legados del cool jazz y del be-bop dentro de un encuadre inspirado en la tradición del jazz-fusion de los 70. ‘Three Halves Make A Hole’ nos lleva a un terreno más vivaz, apoyándose en un groove extrovertido y sofisticado sobre el cual las asociaciones entre los teclados y las percusiones tonales marcan un señorío Zappiano con añadidos aires al estilo del avant-jazz contemporáneo (un poco a lo LED BIB). No siempre se hace presente la batería, mas su puntapié inicial determina el tipo de expresividad que delinea la ingeniería sónica en curso. El solo de xilófono es muy cautivador, dicho sea de paso. 

Durando casi 8 minutos, ‘A Social Behavior’ resulta ser la pieza más larga del álbum y, de paso, también un cénit decisivo del mismo. Prácticamente, se trata de un ambicioso ejercicio de síntesis de los grooves predominantes en los dos primeros temas del repertorio, sumándosele un ímpetu majestuoso bastante rotundo. Dicho ímpetu basa su inicial fuerza motivadora en los masivos arreglos de vientos para que ésta pase, más adelante, a manos de las crecientes capas orquestales que se encargarán de crear un epílogo de centelleante majestuosidad. En medio de ambas instancias se gestan varias secciones intermedias de talante expectante. Todo resulta muy perspicazmente majestuoso en el sólido desarrollo de esta luz hecha sonido. Un cénit del álbum, como lo es también el tema que le sigue, titulado ‘What Time Is It’ es una pieza saltarina que emana un aura un tanto neurótica, pero, a la vez, es portadora de un fulgor lírico meticulosamente perfilado. Se nota el impacto del legado de THE MUFFINS en su mezcla de lo envolvente con lo fastuoso, lo cual permite el despliegue contundente de su muy peculiar sortilegio sónico. También es innegable lo Zappiano en los jovialmente retorcidos recovecos temáticos que tiene lugar. ‘Night Constantinople’ se adentra en el terreno del jazz fusion con un peculiar candor muy cercano al paradigma de SHADOWFAX. Todo termina con ‘Squeaks Du Jour’, tema que asume la función de rehacer una síntesis de los grooves y ambientes más alegres de varias piezas precedentes; la manera tan fluida con que interactúan los saxofones y las percusiones tonales dentro del bloque sonoro global asienta vínculos estilísticos con MANNA / MIRAGE. En fin, todo esto fue lo que se nos brindó con “Just A Couple Of Swells” desde los cuarteles de los SWELL BROTHERS, una banda que es más bien una eminente cofradía de almas gemelas que dedican fehacientemente sus energías creativas a plantear propuestas excelentes y excelsas para la preservación del ideal del rock y el jazz experimentales, todo ello en menos de 40 minutos. ¡¡Recomendable al 200%!! (Un 100% por integrante.)

Monday, September 04, 2023

CÉDRIC THEYS: colores del ambient progresivo para el año 2023



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da el turno de presentar “Colour Spectrum”, el nuevo disco de CÉDRIC THEYS, magistral compositor y músico estadounidense que se especializa en la Touch Guitar. Este nuevo disco tiene programada su publicación el próximo 7 de octubre por vía del sello Mad Ducks Records, pero ya hay adelantos del mismo en el blog de Bandcamp del mencionado sello discográfico. Además de su U8 Touch Guitar, THEYS también toca el glockenspiel; le acompañan Troy Jones (batería y glockenspiel), Deborah Schmit-Lobis (piano) y Elsbeth Williams (clarinete bajo). El material contenido aquí fue grabado en diferentes estudios de Austin, Nueva Orleans, Longmont y Denver. La línea de trabajo de THEYS se centra en una ingeniosa cruza de avant-prog y avant-jazz con un amplio empleo de recursos del ambient y el chamber-rock. Oriundo de Francia, THEYS se dedicó a tocar el bajo por 20 años hasta que conoció la Touch Guitar y decidió especializarse en la misma en un giro innovador para su trayectoria musical. Ya lleva un tiempo residiendo en Austin, Texas. El maestro alemán colaboró en la producción de “Colour Spectrum” mientras que la mezcla estuvo a cargo de Stefano Castagna en su estudio italiano Ritmo&Blu; la ulterior masterización fue hecha por Lee Fletcher. La hermosa portada fue diseñada por Baladur Glum y los cuadros que figuran en el arte interior son de Roen y Amélia Theys. Bueno, veamos ahora los detalles del disco en cuestión. 
 

Todo comienza con ‘Weaving Light’, una hermosa pieza que dura poco menos de 6 ½ minutos. Ya desde el mismo instante inicial, se pone sobre la mesa todas las cartas musicales de la baraja estratégica en curso: sutiles desarrollos temáticos que se superponen bajo un ropaje etéreo, un swing jazz-progresivo de fuerte raigambre fusionesca, un delicado equilibrio operativo entre todos los instrumentos actuantes que genera una atmósfera crepuscular de tenor RIO. La patente espiritualidad reflexiva de la pieza incluye ocasionales expresiones densas; las ilaciones de los variados grooves que se van hilando son perfectamente fluidas. A continuación, llega el turno de ‘Silver Sands’, un tema cuya estructura temática se encuadra en la complementación entre el flotante minimalismo del piano y los efluvios impresionistas de la Touch Guitar. Hay también un par de pasajes signados por una fluorescente extroversión, los cuales dan un cauce nuevo al minimalismo predominante. Con la dupla de ‘Sea Of Change’ y ‘Translucent Rainbow’, THEYS y sus compañeros de viaje siguen buscando nuevos matices dentro de su paleta sonora. El primero de estos temas mencionados procura preservar los ecos expresivos de la pieza de apertura para llevarlos por un sendero aún más intimista en lo referente al desarrollo melódico, pero, como contraparte, la batería utiliza una mayor musculatura para proveer de un exultante nervio a las vibraciones reflexivas en algunos pasajes estratégicos. La sección epilogar se deja llevar por un talante ceremonioso que ya raya con lo noctámbulo con una fineza cristalina. El segundo de ellos se enfila hacia una senda expresiva cálida y gentil sobre la base confluencias con el ideario de los STICK MEN. ‘Coding Shades’, por su parte, revela una garra señorial: THEYS trabaja con sonoridades tensas de su instrumento la mayor parte del tiempo, mientras la batería sustenta una ingeniería jazz-progresiva razonablemente vivaz sobre un consistente medio tiempo. ‘Fallen Feather’ es posiblemente el tema más cercano a lo tenebroso del repertorio, pudiendo ser descrita como una idea perdida que se originó en los cuarteles de UNIVERS ZÉRO y que fue luego redescubierta para que en un trabajo conjunto entre BURNT BELIEF y HERD OF INSTINCT adquiera un dinamismo más grácil, todo ello sin perder los esenciales matices lúgubres de origen. Opera una exuberancia controlada en la manera en que se enmaraña la orquestación dialogante de todos los instrumentos actuantes.
 

Durando casi 7 ¼ minutos, ‘White Moons’ resulta ser el tema más extenso del álbum. También se trata del que más goza de estructuraciones y desarrollos líricos, siendo así que sus esparcimientos melódicos, aparte de estar bien inspirados, están bien sujetos a un arreglo colectivo tan delicado como majestuoso. En varios pasajes notamos ciertas cercanías al paradigma de los legendarios HAPPY THE MAN, aunque los guitarreos sueltan fraseos que se inclinan más hacia el patrón Crimsoniano. Definitivamente, el piano resulta sumamente relevante a la hora de sostener las elegantes interacciones entre todos los instrumentos. Atención a las vibraciones melancólicas que se explayan a través de la sección epilogar. La función principal de ‘Colouring The Skies’ consiste en ahondar un poco más en los grooves jazz-progresivos que ya hemos encontrado en otras piezas precedentes, añadiendo algunos suaves factores de chamber-rock en los arreglos estructurales. La batería se luce bastante en su labor de acentuar los vértices más fulgurosos de la pieza. Cuando emerge ‘Invisible Light’, el ensamble vira radicalmente hacia lo sombrío y lo tenso, lo cual también supone una vía de liberación para los ornamentos de la batería en varios pasajes. Esto significa que la cosecha de los temas #5 y #6 se ha retomado para darle una nueva vuelta de tuerca de majestuosidad avant-progresiva. Todo termina con ‘Magnet Metal’, una pieza que, en buena parte, prosigue por la senda de ‘Colouring The Skies’, pero con una aureola extrovertida más pronunciada. Este festival de soltura vivaz instaura la manera más adecuada de terminar el repertorio: fastuosidad con serio sigilo arquitectónico y sin desenfrenos inanes. Ésta fue la experiencia de “Colour Spectrum”, un hermoso disco de CÉDRIC THEYS que hace valer la espera hasta el próximo mes de octubre. Totalmente recomendable.