Saturday, September 02, 2023

La monstruosa maestría del trío noruego SOT

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Un poco tarde llega nuestra reseña sobre la más reciente publicación del trío noruego SOT, pero al final llega. El colectivo conformado por Skjalg Reithaug [guitarra, guitarra-sintetizador, teclados y efectos de sonido], Lars Andreas Haug [tuba, otros instrumentos de viento, teclados y voz] y Arild Nyborg [batería, percusión, shrutibox, didgeridoo, teclados y voz] publicó el 28 de octubre del pasado año 2022 el disco “Monster Master”. Sotanic Sounds es el sello encargado de publicar este excelente ítem en vinilo. Hubo ocasionales aportes de Oscar Andreas Haug a la trompeta, Camilla Susann Haug al canto y Elin Reithaug al dulcémele. El material aquí recogido contiene composiciones de Reithaug y de Haug a solas, además de una composición colectiva del trío. “Monster Master” fue grabado en el estudio Evjemoen Military Camp en diciembre de 2021, siendo después mezclado al mes siguiente en el Skansen Lydstudio por Stein Bratland. Él también se encargó de la masterización mientras el propio trío SOT realizó las labores de supervisión y producción. La línea de trabajo de SOT va por un jazz-prog vanguardista que incorpora elementos de punk-jazz, psicodelia y rock pesado dentro de un encuadre bien definido. Éste es el cuarto disco de este ensamble que tiene antecedentes que se remontan hasta el año 1992, cuando sus integrantes se conocieron en una escuela superior de música; el álbum debut data del año 2011 y se titula “Kind Of Saltz”. Hoy por hoy, SOT es un referente de gran renombre dentro del circuito vanguardista escandinavo y también ha tenido participaciones muy celebradas en varios festivales internacionales a lo largo de estos años. Veamos ahora los detalles del presente disco.


Todo empieza con ‘Draugner’, una pieza saltarina y campechana donde el entramado surrealista armado para el motif central se enfoca en mostrar su faz más gentil. Lo que suena es como un híbrido entre FOREVER EINSTEIN y los inolvidables HÖYRY-KONE, añadiéndose algunos matices Crimsonianos en ciertos pasajes particularmente tensos (que son muy pocos). La miniatura de poco más de un minuto y medio ‘Saga Siglar’ exhibe capas cósmicas minimalistas que se sienten como un retrato sonoro de un paisaje otoñal en las primeras horas del atardecer: así de impactante es su aura cinematográfica. A partir de allí emerge la pieza homónima, que es la más extensa del repertorio con sus casi 13 ½ minutos de duración. ‘Monster Master’ comienza con un despliegue de los ecos extrovertidos del tema de apertura, pero esta vez con una agilidad más expansiva y un espíritu más abiertamente lúdico, preservando, eso sí, la complejidad en su swing. Mientras se va desarrollando la ilación multitemática, los esquemas rítmicos y atmósferas van variando entre extremos de fulgor jovial y misteriosa autoconstricción. A mitad de camino, irrumpe un swing bluesero de connotaciones circenses que permite al grupo incorporar recursos de free jazz, y más adelante, llega el turno de un motif grácil donde la guitarra da rienda suelta a su genuina vivacidad para gestar un solo realmente impresionante. Un interludio marcado por aleatorias interacciones (donde se incluye un dulcémele) prepara el terreno para que se tantee, a través de un nuevo pasadizo de intervenciones free-jazzeras, el retorno al cuerpo precedente, esta vez con un esquema más mesurado, lo cual se traduce en un epílogo amable signado por un sencillo esplendor. Un cénit fundamental del disco, sin duda. ‘Tilstander’ vira radicalmente hacia un sendero de crepuscular remanso marcado por una ambientación contemplativa (un poco al estilo de BURNT BELIEF). ‘Mann Med Yacht’ expone otra excursión en la faceta más propiamente suntuosa del ideario estético del trío, jugando alternadamente con climas y grooves que convergen con los universos de UNDER THE ROOFS ORCHESTRA, LED BIB y FRENCH TV.
 

Cuando llega el turno de ‘Sunship’, el ensamble se dispone a continuar por la senda de la pieza precedente para elevarla hacia un plano más fastuoso, haciendo que el incremento de sofisticación jazz-rockera en la ingeniería rítmica impulse a la guitarra y la tuba elaborar renovados matices en sus mutuas interacciones. Los ornamentos de teclado también enriquecen cabalmente el impulso expresivo diseñado para la ocasión. No exageramos al señalar que el ZAPPA de la etapa 1975-79 hubiese estado orgulloso de haber compuesto algo así. Como sea, se trata de otro punto culminante del repertorio. ‘Rolig Ørken’ comienza con una relativamente extensa sección prologar de tenor ambient que finalmente abre paso a un cuerpo central grisáceo armado bajo el gobierno de lo etéreo. La fina cristalización de los suaves acordes de guitarra y de tuba se hermanan con una delicadeza casi imposible. El final del disco llega de la mano de ‘Barals Grav’, un tema que retoma frontalmente la aureola de jovialidad que marcó al primer tema del álbum y trazó el impulso inicial de la refinada ingeniería de ‘Sunship’. De hecho, su estructura temática funciona mayormente como un síntesis final de estos dos temas. Tras una sección particularmente aguerrida donde se luce un excelso riff de guitarra, emerge una serena sección fusionesca de talante crepuscular donde el jolgorio precedente es reemplazado por un aura expectante. Una vez que regresan las vibraciones rockeras, se impone el cortante fulgor del punk-jazz antes de que el epílogo nos lleve de regreso a la región de la serenidad crepuscular, esta vez con un ropaje más señorial. A fin de cuentas, “Monster Master” es una gran obra que nos brinda la gente de SOT para beneplácito de la avanzada progresiva de Noruega y de Escandinavia... y del mundo entero. Un disco así sólo puede ser recomendable al 300% (un 100% por integrante) dentro de cualquier fonoteca de rock y jazz contemporáneos que se precie de ser buena.


Muestras de 
“Monster Master”.- 

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