HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
nos centramos en el grupo italiano VIII STRADA, so pretexto de su álbum
conceptual “Babylon”, el mismo que fue publicado a mitad de noviembre pasado a
través de la coproducción de Fading Records y AltrOck Productions. Conformado
actualmente Tito Vizzuoso [primera voz y coros], Daniele Zigliani [guitarras y
coros], Silvano Negrinelli [teclados y coros], Sergio Merlino [bajo y coros] y
Riccardo Preda [batería y coros], este grupo se dedica a cultivar una modalidad
hard de rock sinfónico al estilo de la larga tradición progresiva de su país
desde mediados del primer decenio del nuevo milenio, que fue cuando se formó en
la ciudad de Milán. Habiendo debutado con un EP homónimo, y tras la experiencia
de una primer disco de larga duración publicado en el 2008 bajo el título de
“La Leggenda Della Grande Porta”, con la publicación de “Babylon”, el grupo
madura su voz musical generando recursos de sólido eclecticismo a través de una
fuerte personalidad sonora que se siente bien definida. Todas las composiciones
y letras del disco están a cargo de Negrinelli, y también se ocupa él de
aportar todas las pinturas que forman parte del arte gráfica del álbum; el
diseño gráfico estuvo a cargo del vocalista Vizzuoso.
Durando 9 ½ minutos, ‘Ombre Cinesi’ abre el álbum
con una soltura bárbara que alterna pasajes de ceremoniosa pesadez con otros de
tenebrosa agilidad, manteniendo siempre una emotividad oscura como esencia
consistente de la expresividad en curso. La pieza bien puede describirse como
un híbrido de la vieja escuela de BIGLIETTO PER L’INFERNO y la nueva de
L’ALBERO DEL VELENO pero con una acidez directa semejante a la que recordamos
en los discos de A PIEDI NUDI y MALIBRAN en aquella década del revival prog
90ero, además de algunos ribetes prog-metaleros que entran a tallar en los
pasajes finales. Tras esta poderosa apertura sigue la dupla de ‘Preludio A
Eclipse’ y ‘Eclipse Alunaire’: el primero de estos temas es un instrumental
sinuoso, generoso en la elaboración de fastuosos climas manieristas y
expresionistas a lo largo de su ambiciosa ilación multi-temática; el segundo es
un tema cantado cuya dimensión sinfónica queda debidamente marcada por la guía
que el teclado emplea a la hora de centrar las articulaciones instrumentales
globales, incluso abriendo un espacio a ambientes tétricos en el preámbulo al
pasaje de cierre. ‘Deguello’ es un instrumental que cumple con la función de
ahondar en la fluida mezcla de tradición prog-sinfónica y prog-metal melódico
que la banda maneja con extrema pulcritud e impecable nervio, con lo cual abre
la puerta para la mostración de la musculatura más directa de ‘1403, Storia In
Firenze’, una canción que se sitúa muy en línea con las líneas de trabajo de
otras bandas italianas como PROFUSION y NOT A GOOD SIGN. La canción homónima
dura 10 ½ minutos y se erige en la más larga del disco, además de encarnar la
cúspide expresiva del álbum. Es que su despliegue de musicalidad a través de
sus sesudas variantes de motivos y ambientes resulta extremadamente contundente
en lo que parece ser una celebración del dramatismo. Comenzando con una aureola
de grisácea solemnidad que parece querer esconder algo inquietante bajo una
sutilmente densa superficie, no tarda mucho la armazón instrumental en mostrar
sus aristas más enérgicas para así explayarse en una arquitectura sónica donde
lo gótico y lo manierista se conjugan en un groove llamativo: en este sentido,
se nos recuerda a las líneas de trabajo de las bandas compatriotas IL TEMPIO
DELLE CLESSIDRE y LE PORTE NON APERTE, además de los refinados delirios
teatrales de unos LA COSCIENZA DI ZENO. Las alternancias entre poderosos
pasajes pesados y otros repletos de preciosismo sinfónico tienen lugar en una
ilación muy pulcra.
Bajo el título de ‘Time Of Stardust’ yace un
instrumental sereno y cálido, no ajeno al influjo del estándar clásico de
GENESIS, tras el cual emerge ‘Slow’, canción que empieza recogiendo el impacto
de las vibraciones intimistas de la pieza precedente para ahondar en ellas con
una mirada introspectiva. Cuando llega el momento del interludio instrumental,
la banda gesta una intensidad rockera que se halla bien situada dentro del
estándar del rock pesado clásico, pero estilizada con matices
inconfundiblemente sinfónicos; además, todo este bloque sonoro viene
ingeniosamente enriquecido con grooves jazz-rockeros que ayudan a aportar
recursos de sutileza mágica en medio del frenesí rockero predominante. Para la
elaboración del último pasaje, la banda vuelve a las sensaciones intimistas del
inicio pero de una forma distinta, mostrando un grosor lo suficientemente
robusto como para sustentar los resabios del interludio que no tardan en
resurgir para una miniatura cerca del final. Cierra el disco ‘Ninna Nanna’,
cuyas atmósferas eclécticas recogen algunas lecciones de ‘Slow’ mientras retoma
modalidades de robusto lirismo que ya apreciamos anteriormente en la canción
homónima así como en ‘Eclipse Alunaire’. Queda claro que el rol de ‘Ninna
Nanna’ no consiste solo en completar el repertorio con una aureola de
exquisitez musical, sino también de brindar una síntesis final de las
atmósferas más predominantes en el repertorio precedente. Todo esto fue
“Babylon”, un disco exquisito e intenso que confirma a VIII STRADA como una
presencia muy relevante en la valoración de la escena progresiva italiana contemporánea.
Muestras de “Babylon”.-
1403, Storia In Firenze [vídeo-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=Ezzbs3OgG3A
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