HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy prestamos atención al peculiar dúo instrumental
estadounidense WANZWA, so pretexto del reciente lanzamiento al mercado de su
cuarta placa, la cual precisamente se titula “IV”. Conformado por el
guitarrista-bajista-teclista Marty Eason y el baterista Russell Richardson,
WANZWA surgió en diciembre de 2011 en la ciudad de Carrollton (Georgia), no
tardando muchos días en publicar su primer disco, el primer paso de su corta
pero muy prolífica e intensa carrera. Publicado en el primer día del presente
año 2016, “IV” recoge la cosecha de la evolución de una propuesta musical que
apuesta por expresiones radicalmente filudas y alevosamente sofisticadas dentro
del área del prog-metal experimental. El material de WANZWA dice mucho siendo
exclusivamente instrumental: las herencias estilísticas que recibe el dúo de
bandas notables como BEHOLD… THE ARCTOPUS, MESHUGGAH, CANVAS SOLARIS, y en
menor medida, el primer CYNIC y THE DILLINGER ESCAPE PLAN. Definitivamente, sus
excursiones feroces en terrenos del avant-metal extremo y el mathcore se
alimentan sólidamente de elementos propios de la tradición progresiva,
específicamente la del KING CRIMSON de los 90s. En son de broma, los WANZWA
proclaman en su página de Facebook que hacen música del diablo (devil music).
Pero bueno… vayamos ahora a los detalles de “IV” para aclarar un poco nuestras
ideas sobre este oscuro fuego sónico que nos brindan los Sres. Eason y
Richardson.
Ocupando los primeros 7 ½ minutos del álbum,
‘Skeleyon Key To The Matrix’ impone un complicado juego de osados dinamismos
pesados tras una introducción semi-cósmica que aludía a un ambiente expectante.
Pero no, las diversas ilaciones de riffs y síncopas que arman el cuerpo central
de la pieza instauran una cabal traducción de explosiones de lava al lenguaje del
ruido organizado. Jugando permanentemente al borde de la saturación, el dúo se
da maña para elaborar frenéticos juegos de luces diversas, y así, darle un
sentido orgánico a su propuesta. Más adelante, con ‘Love Vulture’, esta
ideología estética alcanza un punto culminante imponente heredando los factores
más desafiantes de esta espectacular pieza de entrada: perfeccionando los
aspectos más siniestros de este enfoque y reiterando la devoción a la
complejidad incandescente del art pour
l’art, el dúo engloba con iguales dosis de eficacia e ingenio los discursos
del prog-metal técnico extremo, el math-rock, la psicodelia progresiva de
inspiración Crimsoniana y la extravagancia del primer PRIMUS. Antes de llegar
aquí, los WANZWA nos obsequiaron la secuencia de ‘Predator Pharmaceuticals,
Inc.’, ‘Naked Fist Fights With Your Dad’ y ‘Dear Friend Reunion’. ‘Predator
Pharmaceuticals, Inc.’ Es un ejercicio de incansable punche, el mismo que sirve
para que los fraseos y arpegios de guitarra se hagan notar más; también entran
a tallar peculiares ornamentos de teclado en algunas instancias en las cuales
el fragor metalero coquetea con lo gótico. A través de su generoso espacio de
casi 8 ¾ minutos, ‘Naked Fist Fights With Your Dad’ cumple con la misión de
hacerse eco de la neurosis recalcitrante de la pieza inmediatamente anterior
para llevarla a niveles épicos. Algunos pasajes en los que se delinea armazones
melódicas hacen notar aires de familia con lo que hicieron los legendarios
CANVAS SOLARIS en sus tres primeros discos, mientras que otros pasajes más
fieros nos remiten al modelo del primer CYNIC y el espíritu permanente de
MESHUGGAH. ‘Dear Friend Reunion’ cumple con la función de construir un puente
entre los grooves principales de la pieza anterior y los clímax de delirio
desafiante que se habrán de acentuar en ‘Love Vulture’: la idea de usar efectos
en reserva para las instancias finales es muy efectiva.
Bajo el título de ‘Electroshock Therapy’ se nos
brinda un verdadero shock electrizante. Inicialmente, el truco radica en
explotar cadencias complicadas y síncopas sorprendentes, dejando que los
recursos de explícita explosividad se sitúen en lugares estratégicos. En un
ulterior desarrollo, el dúo vuelve a refocilarse en su propio tormento
sistemático. Una mención especial debe ir para el fabuloso solo de guitarra que
emerge poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto y que poco más
tarde se repite: es un híbrido de VAI y HOLDSWORTH potencializado para
acomodarse a los patrones de la modalidad más extraña de rock metalero que se
pueda inventar, el mismo que deja una huella a ser retomada en otro solo más
largo que ocurre poco antes del final. ‘Momma Was A Manson Girl’, a pesar de su
título con alusiones homicidas, es en realidad un ejercicio más sosegado en comparación
con la mayoría de las piezas precedentes. Es una pieza prima-hermana de
‘Predator Pharmaceuticals, Inc.’, incluso más atada a las convenciones del
prog-metal en buena parte de su desarrollo temático. ‘Willowbrooke’ sí vuelve
de lleno hacia los aspectos más demoledores del paradigma intrínsecamente
inquieto y neurótico del dúo. Incluso algunos recursos de variantes y giros
inesperados en clave masivamente disonante nos pueden remitir a la esencia
estética de FRANK ZAPPA. Con ‘The Ministry Of Propaganda’, las cosas regresan a
los territorios de CANVAS SOLARIS y MESHUGGAH: hay que ver cuán humanamente
imposibles suenan algunos quiebres rítmicos y algunas expansiones armónicas de
la guitarra... pero ciertamente fueron seres humanos quienes grabaron esto, y
además, tuvieron el atrevimiento de idearlo previamente. Creando un falso
efecto de fade-out, el cierre de‘The Ministry Of Propaganda’ abre
inmediatamente la puerta al arribo de ‘Narcoleptic Narc’, pieza que vuelve a
retrotraerse a la dimensión más sutil de la banda (dentro de lo que se entiende
como sutil en este universo sonoro específico) en algunos pasajes, aunque
siempre hay que esperar que surjan exhibiciones de apabullante vigor. Esto es
particularmente verídico en los pasajes finales, muy influenciados por el
paradigma del thrash-metal. ‘Wesley Crusher’s Holodeck Porn Stash’ pone freno a
la explosividad punzante de la pieza anterior y nos mete de lleno en una
interesante exhibición de confluencia entre tonalidades prog-metaleras oscuras
y dinámicas de inspiración Crimsoniana, además de meter algunos factores
jazz-rockeros en ciertos pasajes muy medidos.
El último cuarto de hora del disco se inicia con
‘Pendulum Of Uncertainty’, pieza que recoge decididamente el impacto volcánico
de ‘Wesley Crusher’s Holodeck Porn Stash’ con la finalidad de ataladrar el alma
del oyente empático y detectar las profundidades más secretas de su sangre
espiritual. Acto seguido, ‘The 1984 Experience’ regresa de lleno a los máximos
picos de extravagante vitalidad que habían dejado raíces profundas en los
momentos más complejos del repertorio precedente. Otra vez nos abruman
dichosamente los pasajes humanamente imposibles en la edificación de esquemas
rítmicos y el despliegue de orquestaciones guitarreras, otra vez escalamos a un
cénit expresivo del disco. La hoguera final llega de la mano de ‘Rings Of Uranus’,
pieza que se inicia con el loop final de ‘The 1984 Experience’ y evoluciona con
un frenesí muy similar, aunque con justicia cabe decir que porta una dosis un
poco menor de sofisticación temática en beneficio de la expansión del gancho
metalero. El fade-out da la impresión de que hemos tenido, por casi 80 minutos,
una exhibición de fuerza visceral que nunca quiere morir. Pero llegamos ya al
final del álbum y el diagnóstico nuestro sobre el mismo es positivo. ¡Casi 80 minutos de deleite enfermizo y catártico! El dinamismo
incesantemente implacable del repertorio de “IV” demuestra que WANZWA es un referente
crucial para el estado de la situación actual la avanzada metalera.
Muestras de “IV”.-
Skeleton Key To The Matrix:
http://music.wanzwa.com/track/skeleton-key-to-the-matrix
Love Vulture: http://music.wanzwa.com/track/love-vulture
The 1984 Experience: http://music.wanzwa.com/track/the-1984-experience
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