HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA
Hoy prestamos atención al joven grupo
norteamericano FARMHOUSE ODYSSEY so pretexto de su segundo disco “Raise Of The
Waterfowl”, el mismo que se publicó a inicios del primer mes del año. Conformado
desde el otoño de 2012 por el teclista-vocalista Alex Espe, los guitarristas
Aaron Laughlin y Alex Pepe (fungiendo el primero de ellos como cantante de
apoyo), el baterista Thatcher Holvick-Norton y el bajista Ian Taylor, este
grupo residente en la localidad californiana de Arcata se dedica a cultivar un
estilo progresivo suntuoso y dinámico que combina fluidamente los legados del
sinfonismo clásico y del movimiento jazz-progresivo con raíces en el
Canterbury. “Raise Of The Waterfowl” es el disco que sucede al homónimo trabajo
de debut que fue publicado en el año anterior 2015. La lína de trabajo practicada por este quinteto le hace afín a las propuestas de bandas como ECHOLYN (y su efímero off-shhot FINNEUS GAUGE), LAND OF CHOCOLATE, A TRIGGERING MYTH, DELUGE GRANDER y THIEVES' KITCHEN; hasta cierto punto, también hallamos compatibilidades con lo que hacen bandas de otros lares como THE WRONG OBJECT, SANHEDRIN y ALCO FRISBASS. Parece que este grupo se
halla en un estado de gracia creativa pues se da muy buena mañana para
concretar ideas musicales de excelente factura bajo estándares muy exigentes:
adelantamos que “Raise Of The Waterfowl” nos parece un firme candidato para
aparecer en posiciones privilegiadas dentro de las listas de discos progresivos
favoritos del año 2016, aunque es verdad que todavía resulta muy apresurado
aseverar cosas así. En todo caso, por ahora solo podemos explicar por qué
tenemos tanto entusiasmo con este disco – veamos los detalles del mismo.
La dupla de ‘Daybreak’ y ‘Slumberless Sun’ nos pone
en autos sobre la intencionalidad estética del quinteto. La canción que abre el
álbum exhibe una agilidad colorida y cautivadora: 6 ½ minutos de magia
sinfónica que destila suavidad y convicción en partes iguales, a paso firme
hasta el explosivo clímax final. Siguiendo por los mismos pasos, ‘Slumberless
Sun’ desarrolla un motif más conciso desde el cual la instrumentación se
desarrolla con unas vibraciones un poco más gráciles: ojo al solo de guitarra
tan espléndido que entra a tallar a poco de iniciada esta canción. Con la dupla
de ‘Brain Song’ y ‘Calligraphy’, la banda empieza a mostrarse notoriamente más
ambiciosa en cuanto a los explayamientos temáticos y las expresiones de vigor
sonoro, y de hecho, su espacio compartido de 13 minutos y medio conforma uno de
los picos máximos del repertorio. ‘Brain Song’ se arma sólidamente en base a
los senderos melódicos trazados por la guitarra y los teclados, inspirados en
los paradigmas de CARAVAN, GENTLE GIANT y HAPPY THE MAN en proporciones
iguales, mientras los arreglos vocales apuntan al modelo Yessiano. El solo de
guitarra que emerge poco antes de llegar a la barrera del quinto minuto y medio
es simplemente espectacular, capaz de integrar dentro de sí una intensa
síntesis de los momentos más enérgicos del vuelo sonoro precedente. Regresando
al motif inicial para el epílogo, la pieza completa un bien dibujado círculo
musical. Por su parte, ‘Calligraphy’ se mete de lleno en el molde Yessiano
mientras establece nexos familiares con las bandas compatriotas ECHOLYN y DELUGE
GRANDER. El swing escogido por la dupla rítmica permite al bloque instrumental
global a mostrar una soltura refrescante mientras el vocalista explora matices
expresionistas especiales de su canto. Para los sucesivos solos de sintetizador
y guitarra, las vibraciones inspiradoras son de corte jazzero al estilo
Canterbury. Con los 8 minutos y medio de duración que tiene ‘Space Revealed’
llegamos al ecuador del disco. Este extenso instrumental inicialmente se arma
bajo la guía del piano y luego integrado orgánicamente en la armazón comunitaria
de todos los instrumentos actores. El momento en que se luce el piano eléctrico
se traduce en una expresión de sublime elegancia, mientras que el solo de
guitarra se impone como un enérgico recurso de explosión de luminosidad
musical: es en esta segunda instancia que se construye la ambientación final de
la pieza, firmemente asentada sobre su meticulosa ingeniería jazz-progresiva.
Hay aquí otro cénit del álbum.
‘Shipwreck’ nos lleva a territorios de ágil dinamismo,
heredando el colorido absorbente de ‘Brain Song’ y la extroversión amable de
‘Daybreak’, añadiendo al empaque general varios ingredientes esenciales del
estándar de la tradición del jazz-fusion de los 70s (especialmente, la faceta
más melódica de unos WEATHER REPORT). Sin duda, tenemos aquí una de las labores
más sofisticadas e impresionantes de la dupla rítmica, la cual se luce sin
empacho mientras sustenta la exaltación inherente a la pieza con genial
solvencia. Lo que viene a continuación es una maratón de poco menos de 16
minutos de duración… ¡y un título muy largo! ‘Speedbump Catalyst: Upon The
Wheel, Blessing In Disguise, Energetic Tides, The Road Alone’ comienza
exhibiendo una candidez sobria y contemplativa donde lo sinfónico y lo jazzero
van de la mano con una fluidez notable. Los momentos de exaltación que entran a
tallar en lugares estratégicos no son muy prolongados, pero ostentan suficiente
fuerza de carácter como para reavivar la atmósfera dominante de una manera
convincente – hasta aquí, tenemos un híbrido bien equilibrado de YES, JETHRO TULL y NATIONAL
HEALTH, más ese toque renovador de OBLIVION SUN. Más adelante, la banda se proyecta hacia facetas más calmadas de su
visión musical: el piano se hace cargo de la voz cantante en esta instancia. La
inserción de este paraje resulta crucial para lo que hemos de disfrutar en lo
que queda de esta larga canción, pues la banda cuenta ahora con un foco firme
para explayarse cómoda y cohesivamente en ambiciosos esquemas multi-temáticos.
El resultado final se traduce en una portentosa cosecha de la siembra realizada
con las cinco primeras canciones del disco. ‘Safe Passage’ es el breve puente
de piano y sintetizador que sirve para enlazar el final de la mini-suite
precedente y la última canción del disco, ‘From The Night Sky’. Esta pieza que
dura poco menos de 4 ¼ minutos sirve para que el grupo explore por última vez
su gusto por ambientes serenos y grooves jazz-rockeros delicados de talante
Canterburyano. Las capas orquestales utilizadas en el interludio portan una
magia única mientras que la sección final reitera oportunamente la faceta
contemplativa del ensamble.
Como
balance final, “Rise Of The Waterfowl” se erige como una obra magna dentro de
la producción progresiva del año 2016. Más aún, vale la pena explorar sus dos disco y no quedarnos solamente con el más reciente, pero bueno, concentrándonos estrictamente en el presente, vale concluir que la gente de FARMHOUSE ODYSSEY ha hecho
un trabajo tremendamente bordado con el repertorio de este disco. ¡Recomendado
al 100%!
Muestras de “Rise Of The Waterfowl”.-
Space Revealed: https://farmhouseodyssey.bandcamp.com/track/space-revealed
2 comments:
Gracias César. Excelente información sobre ésta banda.!!!
Ahora estoy escuchando su álbum homónimo y eso me llevó al buscador, y me encontré con tu artículo. Saludos !!
Gracias por tu interés, Jorge: aquí estoy informándome e informando a mis demás amistades melómanas del mundo.
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