Hoy nos complacemos
en presentar el nuevo disco de los eternos héroes neerlandeses del rock
progresivo FOCUS, el cual se titula “Focus 11” y fue publicado oficialmente por el sello In
And Out Of Focus Records (propiedad de la banda) en el día 25 del pasado mes de enero, aunque una primera prensa se publicó a fines de noviembre del año anterior para venderse durante una gira. Con la nueva formación
estable del veterano permanente Thijs van Leer [órgano Hammond, teclados, flauta,
vocoder y voz], Menno Gootjes [guitarras], Udo Pannekeet [bajos] y el
legendario Pierre van der Linden [batería y percusión], el colectivo de FOCUS le da una nueva y
refrescante vuelta de tuerca a su propio paradigma progresivo. El repertorio
contenido en “Focus 11” incluye un par de temas que ya habían sido anticipados
en su anterior trabajo de estudio, el doble álbum “The Focus Family Album”,
publicado en la segunda mitad del año 2017 en el contexto de una gira mundial
de aquel entonces. No se trata en realidad de su disco de estudio #11 pero tiene una pieza que se titula ‘Focus 11’ dentro, y, además, su repertorio consiste en once temas: ya esto del once parece una declaración de principios, ja, ja, ja. Bueno, todos estos temas fueron compuestos por Van Leer con la excepción del noveno, que es de la autoría del integrante más nuevo, el bajista Pannekeet (ningún novato, pues él ya tiene una trayectoria considerable en las escenas jazzera y rockera de su país). Podemos adelantar que este disco nos parece muy creativo y muy inspirado, tanto como el disco del 2006 “New Skin” y un poco más que “Focus X” (del 2012). Las sesiones de grabación se repartieron en varios momentos de los años 2017 y 2018, en diversos lugares: E-Sound Studio, Skystudio y Wedge View Studios. Al igual que en algunos discos precedentes, el arte gráfica estuvo a cargo de Roger Dean, nada más ni nada menos. Bueno, veamos ahora los detalles de este disco, ¿vale?
Ocupando un espacio
de casi 5 ½ minutos, ‘ Who’s Calling?’ exhibe una sólida demostración de
refinada musicalidad a través de una vivaz y colorida ingeniería ágilmente
instalada sobre un trama extrovertida. Siendo una pieza originalmente concebida
para el disco que el dúo JAN AKKERMAN & THIJS VAN LEER hizo en 1985 (y que precisamente
se titulaba “Focus”), el actual quinteto reformuló drásticamente lo que inicialmente era un ejercicio
de cálida languidez romántica en algo totalmente opuesto, algo marchoso y extrovertido. Con el
protagonismo de la guitarra, ahora la pieza se sitúa en la encrucijada entre ‘Haren
Scarem’ y ‘Rock & Rio’ sobre la base de un fabuloso swing jazz-rockero: Van
der Linden no ha demorado un segundo en demostrar al oyente que él sigue siendo
una fuerza de la naturaleza rítmica en esta fase septuagenaria de su vida. El segundo
tema del álbum se titula ‘Heaven’ y se sitúa grácilmente en una confluencia de
jazz-rock y barroquismo dentro de una solvente arquitectura sinfónica. La
magnificencia con la que la flauta complementa algunas líneas de la guitarra y
ciertos pasajes de la nutrida amalgama de teclados es un indicio de cómo se
puede seguir creando detalles e ideas repletas de lozanía a partir de los
cimientos del viejo paradigma progresivo de FOCUS. Su gancho y su jovalidad son
tan contagiosos que tal vez nos hubiese gustado que durara un poco más… pero está
bien como está. La siguiente dupla de ‘Theodora Na Na Na’ y ‘How Many Miles?’
sigue encaminando a la banda hacia un generoso despliegue de atmósferas razonablemente
variadas. ‘Theodora Na Na Na’ expone, a través de su sencillo motif central, un
clima nostálgico y envolvente que, en cierta medida, se hermana con la faceta
más serena de un PAT METHENY. Su placidez otoñal es manejada con la debida
suavidad, sin por ello renunciar a la fuerza expresiva que, al fin y al cabo,
resulta esencial para crear uan adecuada aureola altiva. Por su parte, ‘How
Many Miles?’ se concentra en una actitud más ligera, apelando a un espíritu
cercano al rock clásico, al modo de una cruza entre TRAFFIC y ATOMIC ROOSTER. El
solo de guitarra y las florituras de flauta son simplemente geniales.
‘Mazzel’ se
caracteriza por asentar un groove complejo para una idea básica centrada en la
confluencia de sinfonismo y jazz-rock, añadiéndose coloridos acentos fusionescos al entramado sonoro en curso. La inclusión de esquemas rítmicos
inusuales dentro del desarrollo temático opera como un muy efectivo recurso de
sofisticación para que Van Leer, van der Linden y sus compinches concreten uno
sus ejercicios rockeros más señoriales de su discografía del nuevo milenio. Un
pináculo decisivo de este disco, no nos cabe duda al respecto. ‘Winnie y ‘Clair-Obscur’
(ambas composiciones de Van Leer) son dos temas ya anticipados en “The Focus
Family Album” que coinciden en explorar la dimensión más serena del ideario artístico de FOCUS. Aquí están ya preparadas con sus mezclas definitivas, portando un sonido más lleno que en esas primeras versiones. El primero de estos temas ostenta un esquema melódico jazzero donde la
armonización entre el piano, la guitarra y el bajo es simplemente magistral; el
segundo, por su parte, muestra una espiritualidad otoñal y etérea, llena de una
calidez misteriosa. En medio de ellos se ubica ‘Palindrome’, nos topamos
con un nuevo ejercicio de gloria musical Focusiana desde la cual se recoge la cosecha de ‘Mazzel’ con una dosis semejante de robusta inspiración. En medio de este perfecto equilibrio entre sofisticación y señorío, se destaca bastante la batería del maestro Van der Linden, la cual hila sólidos nexos, en simultáneo, con las vibrantes líneas del bajo y con los riffs básicos de la guitarra. La inclusión de un par de pasajes ceremoniosos a lo largo del majestuoso esquema temático es un detalle fundamental para realzar la luminosidad esencial de este otro tema especialmente destacado dentro del disco. ‘Mare Nostrum’ comienza con una aureola de diáfano y lánguido sosiego que claramente se enfila por lo contemplativo: así está el extenso prólogo que dura casi dos minutos, cuando las cosas viran drásticamente hacia un encantador y virtuoso ejercicio de vigoroso jazz-rock con tintes progresivos que hacen que el grupo neerlandés se hermane con el inolvidable legado de unos RETURN TO FOREVER. La guitarra de Gootjes se adueña de todos los espacios con exquisita musculatura mientras que la batería se asegura de que el bloque general de los instrumentistas se mantenga consistente a través del fulgor musical en curso.
A pesar de lo que pueda
parecer por su título, cuando llega el turno de ‘Final Analysis’ todavía no
llegamos al cierre del álbum. Este tema tiene cierta afinidad con la cuarta pieza del álbum mientras preserva buena parte de la distinción vitalista propio de la faceta jazz-rockera de la banda. Los últimos 6
minutos y pico del álbum están ocupados por la pieza justamente titulada ‘Focus
11’, una belleza de tema donde se remodela esa manera ta nespecial que siempre tuvo el grupo de combinar exquisitez sinfónica y flotante soltura jazzera en sus composiciones más reflexivas. Lo que predomina aquí es un talante introspectivo aunque también se incluyen algunos pasajes manieristas donde se plasma una soltura jovial, siempre bajo la guía de los teclados y con la guitarra asumiendo la mayor parte del peso temático. En algunos momentos surge la flauta para realzar algunos pasajes del entrañable esquema melódico creado para la ocasión. Todo esto fue lo ofrecido en “Focus 11”, un disco que muestra a unos FOCUS en un solvente estado de gracia creativa: tal como dijimos en los pasajes iniciales de la presente reseña, FOCUS da amplias muestras de su capacidad para dar nuevos aires a la dimensión más esencial de su paradigma progresivo tanto en lo referente a la gestación de música interesante como a la elaboración de arreglos instrumentales sólidos. Se trata de un disco ganador.
No comments:
Post a Comment