HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy estamos de buenas nuevas porque MASAL, el proyecto
progresivo de corte Zeuhl-jazz concebido por el multi-instrumentista francés
Jean-Paul Prat reemerge de las cenizas con un muy bello disco titulado “Viens
De Quatre Vents”, el mismo que ha sido publicado por Musea Records a mediados
de abril pasado. Jean-Paul Prat se concentra casi exclusivamente en el piano de
cola Bösendorfer (añadiendo solamente una intervención al bajo en un tema)
mientras su hijo Jean Prat se encarga de la batería Vincent Brizoux de los
saxofones y Steve Marsala de las guitarras; Jérôme
Trigon y Julien Sarazin se alternan en
el rol de bajista en los cuatro temas restantes. Técnicamente hablando se trata del segundo disco de MASAL en tanto que
este ensamble fue creado por Jean-Paul Prat a fines de los 70s a partir de sus
múltiples experiencias integrando bandas de estilo Zeuhl y jazz-rock, e incluso
llegó a grabar un disco en 1982, pero este mismo disco pasó a ser atribuido al
Sr. Prat como solista, siendo el título del álbum justamente “Masal”. En los
90s, el disco “Masal” será editado con bonus tracks completando un repertorio
de 75 minutos. Bueno, yendo a “Viens De Quatre Vents” en concreto, lo que
encontramos allí es un catálogo de estilizados viajes sónicos donde el ensamble
muestra su absoluto oficio a la hora de darle vueltas a ciertas ideas centrales
y mantenerlo con atractivo vigor de principio a fin: de hecho, son los viejos
discursos del jazz-fusion y del rock sinfónico los que promueven la limpieza
melódica que Prat pone en sus creaciones. Las referencias estilísticas a ZAO
(de las épocas de “Shekina” y “Kawana”) y a POTEMKINE no son fáciles de
ignorar, así como a entidades más recientes del avant-progresivo francés como
CUCCI-BAND y NAOM, pero ante todo vale la pena situar a este disco como un
ejemplo de música progresiva vanguardista inundada de una actitud
contemplativamente serena.
Durando casi 6
minutos, ‘A Pied Sec’ abre el disco con un groove llamativo y sólido donde el
engarce entre el piano y la dupla rítmica permite al núcleo melódico del saxo
asentarse confiadamente. El manejo de las métricas inusuales tiene gancho,
nunca ostentando excesivamente su evidente pulcritud performativa. Tras la
hermosa coda de piano de ‘A Pied Sec’ sigue la pieza homónima, la cual recoge
el espíritu de la pieza de entrada y la lleva hacia un nivel más elevado de
esplendor sónico, incorporando incluso algunos recursos de densidad emocional a
través de su desarrollo temático, pero sin llegar a parajes de opresiva
oscuridad, manteniendo la densidad en una instancia constreñida. La extrovertida expresividad de la banda se hace bien patente en el esquema sonoro elaborado por los instrumentistas a la par que sus interacciones guardan siempre un acertado sentido del equilibrio. Tras los dos primeros temas, ‘Mer Suspendue’
cambia de registro totalmente para tornarse hacia las orillas de la
introspección, donde la pauta del piano parece retratar el acto de mirar al mar
y reflexionar en el horizonte que se muestra a lo largo del final del cielo.
Portando un aura crepuscular, ‘Mer Suspendue’ nos invita a reposar cándidamente
antes de recibir el resto del repertorio.
Los dos últimos temas,
‘Ayer, Hoy Y Siempre’ y ‘Paysages Du Ciel III’, duran más de 10 ½ minutos cada
uno. ‘Ayer, Hoy Y Siempre’ se define inicialmente por un colorido sereno donde
el swing cálido del jazz y la belleza estilizada del sinfonismo se conjugan
amablemente. Imaginemos una cruza de POTEMKINE y HAPPY THE MAN y podremos
hacernos una buena idea de lo que sucede en el foco temático de ‘Ayer, Hoy Y
Siempre’. Más tarde, a poco de pasada la barrera del séptimo minuto, se
perpetra un notorio cambio de ambiente en la pieza que la traslada a una
dimensionalidad densa semejante a la que había marcado el núcleo temático de ‘Viens
De Quatre Vents’. Pero… se trataba solamente de un interludio que antecedía a
la retoma del motivo central para los minutos finales. Por su parte, ‘Paysages
Du Ciel III’ redondea la faena mostrando al ensamble en los topes necesarios de
inspiración y energía para llevar el esquema sonoro hacia su máxima expresión
de exuberancia. De hecho, la guitarra de Marsala se hace notar más que nunca en
los fraseos que añade como oportunos contrapuntos a las líneas centrales del
saxo; también es oportuno resaltar que el ensamblaje de bajo y batería se oye
más poderoso en la mezcla. Como siempre, el piano llena espacios en la
dimensión melódica y completa el groove en el esquema rítmicos. Y bueno, así
acaba este bellísimo disco que es “Viens De Quatre Vents”. Se sienten muy
cortos los 44 minutos y pico que ocupa el repertorio, pero es tiempo más que
suficiente para constatar que MASAL es capaz de representar a parte de lo mejor
de la vanguardia progresiva francesa del momento.
Muestras de “Viens De
Quatre Vents”.-
A Pied Sec: https://www.youtube.com/watch?v=bscXl8jtd28
Viens De QuatreVents
[en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=XgjuCM5d_T0
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