HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy se da la ocasión
de presentar al grupo chileno HOMÍNIDO, el cual acaba de publicar su disco
debut “Estirpe Lítica”. Este grupo ya tiene algunos años de existencia bajo la
iniciativa del bajista Francisco Martín y el baterista-percusionista Rodrigo
González Mera, quienes conformaron la dupla rítmica de la ya desaparecida banda
LA DESOOORDEN. A esta nueva misión musical de González y Martín se han venido sumando
Pablo Cárcamo [guitarras, E-bow, teclados, coros], Eliana Valenzuela [voz,
coros], Benjamín Ruz [violín] y Christopher Hernández [trompeta, fiscorno].
Teniendo en cuenta que Martín no solo se limita a tocar el bajo sino que añade
el trompe y el didgeridoo a su arsenal, pues se garantiza en HOMÍNIDO una
plenitud sónica fundamental e inapelable.
‘Simún’ pone en marcha
las cosas, empezando con un preludio expectante donde el clamor flotante del didgeridoo
parece anunciar el pronto surgimiento de algo grande… y en efecto, eso es lo
que sucede cuando el bloque grupal se asienta y empieza a elaborar el cuerpo
central de la pieza, asentándolo sobre un groove llamativamente cadencioso que
ostenta su sensual luminosidad fusionesca. Luego sigue ‘Ciudades De Piedra’,
cuya misión central es la de seguir ahondando en estos cautivadores esquemas
rítmicos, con el plus de que los guitarreos ahora portan un punche más filudo.
Cuando llega el turno de la dupla de ‘Insano Devenir’ y ‘Desde Las Cumbres Del
Mar’, el bloque sonoro de la banda se siente cada vez más robusto: en el caso
del primero de estos temas, disfrutamos de un híbrido de RUSH y LED ZEPPELIN en
clave jazz-rockera, siendo así que las percusiones añaden un oportuno sabor latino
al asunto; en el caso del segundo, la banda se concentra en ambientes
reflexivos y relajados, usando su bien afiatada prestancia colectiva para hacer
de su creación sonora un acto pictórico de retratos de los horizontes que
contempla el espíritu dentro de sí mismo. Por ahora ya tenemos en claro la
línea de trabajo de HOMÍNIDO así como su nivel de creatividad al moverse en
ambientes diversos sucesivos. ‘Shanlágram Shilá’ y ‘Eterno Retorno’ conforman
otra dupla importante, y de hecho, se puede afirmar que instauran en su
conjunción – prolongada por casi 16 minutos – un clímax fundamental para el
disco. ‘Shanlágram Shilá’ elabora climas y paisajes de raíz medio-oriental con
un punche lo suficientemente medido para no saturar al oyente mientras los instrumentistas
y Valenzuela dan vueltas y más vueltas al mágico sortilegio sobre el que se
centra el motivo recurrente. Por su parte, el brillante instrumental ‘Eterno
Retorno’ edifica una hoguera sonora muy en línea con el legado del SANTANA
primigenio, con firmes aproximaciones a ritmos caribeños y afro-brasileños,
explorando el discurso del rock-fusión con una vitalidad psicodélica atrapante.
La verdad que en varios pasajes, la guitarra se siente muy metalizada, lo cual
resulta muy útil para dirigir el empuje de la instrumentación integral.
‘Cabeza De Piedra’
desarrolla una retoma de la solidez rockera que ya habíamos atestiguado en
‘Insano Devenir’, añadiéndola una vibración sofisticadamente electrizante mayor
que atribuimos al impacto directo del tema precedente. ‘Mi Roca Interna’ vira
hacia un clima de suave ensoñación: los roles protagónicos del piano y el
violín a la hora de instalar el motivo central son bien aprovechados por el
canto y la solemne cadencia latina de la armazón rítmica. Una delicia de poco
menos de 4 minutos. Proyectándose desde estas cadencias ensoñadoras para
elevarse hacia una exaltación rockero-tribal, ‘Adoquines Queretanos’ nos
muestra al grupo preparado para volver a explorar su faceta más extrovertida;
eso sí, lo hace con una actitud pertinentemente comedida. Cuando llega el turno
del décimo tema – justamente el que da título al disco – la susodicha
exaltación se trabaja más a fondo, una vez más, volviendo al estándar de
‘Insano Devenir’. ‘Salar’ nos remite a parajes introspección serena y cálida en
base a la delicada triangulación armada entre la guitarra acústica, la
percusión étnica y el corno. El canto de Valenzuela evoca un viaje en barca a
través de un río desde donde se pueda proyectar una mirada nueva hacia el mundo
que nos rodea. Durando casi 8 ½ minutos, ‘Magma’ cierra el álbum con un retorno
en pleno hacia los parajes más esenciales del dinamismo fusionesco que HOMÍNIDO
ha convertido en núcleo de sus exaltaciones musicales, pero como si estuviera
sobrecogido por la excursión introspectiva de la canción precedente, mantiene
una espiritualidad etérea a través de su patente luminosidad y su llamativo
groove. Eso sí, el climático pasaje de cierre, nutrido con exuberantes
vibraciones tribales y alimentado con un solo de guitarra casi Crimsoniano,
ayuda a crear una electrizante sensación de esplendor mientras se explaya hacia
su fade-out.
HOMÍNIDO es, sin duda,
una revelación importante y esencial para la vertiente progresiva sudamericana
de raíces fusionescas: este disco debut “Estirpe Lítica” es una gozada de
principio a fin, una labor de artesanía musical elaborada a punta de nervio,
creatividad y refinamiento extremo. ¡Recomendado!
Muestras de “Estirpe
Lítica”.-
Insano Devenir: https://www.youtube.com/watch?v=DKnucjNm1h4
Shalágram
Shilá: https://www.youtube.com/watch?v=Kae6BxaUgbY
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