HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
El
glorioso ensamble peruano CHOLO VISCERAL, una de las nuevas voces más
autorizadas del movimiento progresivo peruano que se ha venido desarrollando
desde inicios del nuevo milenio, vuelve a la carga con su segundo trabajo
fonográfico, el cual se titula apropiadamente “Vol. II”. La agrupación pasa de
quinteto a sexteto con la incorporación de Slvana Tello al Theremín, el canto y
las percusiones, mientras que Israel Tenor ingresa en reemplazo de a las
guitarras y los efectos; de esta manera, Tenor se halla en su enésima
asociación con Arturo Quispe, con quien ya ha tenido periplos creativos en RAPA
NUI y THE TERRORIST COLLECTIVE. Los que permanecen desde el primer álbum son el
baterista Joao Orosco, el bajista Manuel Villavicencio (también aportando algo
de voces y guitarra electro-acústica) y el susodicho Quispe a las guitarras, el
sintetizador, los efectos y las voces. Todos los temas del álbum se gestaron
como composiciones colectivas del sexteto excepto ‘Jarjacha’ (autoría de
Villavicencio) y ‘El Paso Entre Las Lomas’ (Quispe). El repertorio de “Vol. II”
fue grabado entre los meses de agosto y diciembre del año 2015, estando
disponible en Bandcamp a fines de abril pasado y gozando de su respectiva
edición física en CD en el presente mes de junio por vía de una labor asociada
de los sellos Necio Records, Cuaderno Roto y Tóxiko Productores. Anticipamos
que la ambiciosa duración de este nuevo repertorio se equipara a las mil
maravillas con el tipo de ambición estética que el grupo ha proyectado para la
composición del mismo. Bueno, veamos ahora el repertorio mismo de “Vol. II”,
¿vale?
Las
cosas se ponen en marcha a lo grande con ‘Explosión Del Misti’, un despliegue
telúrico de fuego, lava y bruma convertido en una ingeniería sónica vibrante e
inquietante, un viaje pletórico de espectaculares recursos de dinamismo rockero
llevado a elevadísimas potencias. En un espacio de 12 minutos y pico, los
guitarreos nos regalan generosas dosis de filuda musculatura y los ornamentos
de saxofón se hacen eco de estas vibraciones tan aguerridas; los vuelos del
Theremín se expanden libremente mientras la dupla rítmica asienta las bases
para que se juegue con diversos motifs. Conviven ágilmente la magia peculiar
del KING CRIMSON de la era 73-4, la sórdida bravura del GURU GURU de los tres
primeros discos y la prestancia sólida del avant-prog contemporáneo (pensamos
en los ya extintos PERHAPS así como en los japoneses de HAPPY FAMILY) junto a
los destellos aparatosos del HAWKWIND de la etapa 1971-3; un gran punto de
inicio resulta este despliegue de electrizantes polimorfismos progresivos.
‘Muca’ cumple con el peligroso deber de suceder a tan tremenda pieza apertura,
y lo hace elaborando en su pasaje inicial una rutina de psicodelia pesada que,
sin duda, recibe el eco de la rabiosa médula sónica de ‘Explosión Del Misti’.
De todos modos, la cosa no queda allí pues en una segunda sección el grupo se
centra en un dinamismo más sobrio que se articula sobre un swing de tenor
fusionesco: el solo de saxo resulta tremendamente evocativo, motivando la
emergencia de una guitarra compañera mientras el bajo elabora una atractiva
base armónica. El epílogo de esta pieza nos toma de sorpresa al llevarnos, bajo
la guía de una de las guitarras, a un paraje reposado marcado envuelto bajo una
neblina otoñal. El tercer tema del álbum es también el más largo del mismo –
dura 16 ½ minutos – y se titula ‘Cholacos’. Esta maratón musical se centra en
explorar con una estrategia más comedida las esferas de complejidad psicodélica
que se explayaron en las piezas precedentes con el fin de ahondar en su
potencial más épico: de este modo, se concreta un cénit decisivo del disco. Con
el refuerzo de elementos math-rockeros operando en el entramado musical
reinante, la banda conquista una refrescante vivacidad para sus aventuras
sónicas. Todo fluye naturalmente mientras mantiene su pulso robusto, culminando
en un aterrizaje relativamente estoico donde lo luminoso ostenta su más pura
serenidad.
Tras
las cruciales variantes de ecléctica musculatura psicodélica que se nos ha
brindado en los primeros 37 minutos y pico del álbum, ‘Jarjacha’ varía
drásticamente de registro al remontarse a climas introspectivos bajo la guía
primordial de las guitarras acústicas, elaborando así un acercamiento al modelo
del acid-folk. El canto de Silvana asume un rol ritualístico mientras los
retazos de guitarra eléctrica exhiben una mágica inquietud. La pieza que
precisamente se titula ‘Cholo Visceral’ nos brinda un retorno a las expansiones
rotundas de la energía expresiva del ahora sexteto. Comenzando con un vivaz
ritmo andino y con un claro ánimo festivo, el jolgorio no tarda mucho en
estallar en un carnaval psicodélico agresivo que se sostiene sobre un compás fusionesco
de inspiración afro-peruana. En la frontera del tercer minuto vuelven las
vibraciones andinas bajo un ropaje más sofisticado, pues lo que se anuncia aquí
es el pronto nacimiento de dos poderosos jams sucesivos que nos remiten a la
esencia más recurrente del grupo: el primero de éstos se sostiene sobre un
esquema rítmico abiertamente complejo mientras que el segundo se apoya en una
garra más visceral, aunque sin renunciar al perfeccionismo típicamente
progresivo. Nos acercamos al final del disco y nos topamos con ‘10 Años De
Terror’, pieza que al igual que ‘Cholo Visceral’ dura poco más de 11 minutos.
Su esquema de trabajo va claramente por la línea de las dos primeras piezas del
álbum, aunque con una ingeniería similar a la del tercero en cuanto a la
búsqueda de refinamiento y contención a lo largo de la ilación de los diversos
motivos. La última sección de ‘10 Años De Terror’ se centra en una oscurantista
languidez en clave post-metalera con ribetes space-rockeros: el solo de
guitarra que entra a tallar es simplemente exquisito. El broche de este
repertorio llega de la mano de ‘El Paso Entre Las Lomas’, ejercicio de
minimalismo grisáceo que coquetea con el estándar post-rockero de unos GODSPEED
YOU! BLACK EMPEROR: durando un parco tiempo de 4 ¾ minutos, está claramente
diseñado para exorcizar reflexiones solipsistas mientras se da la bienvenida al
anochecer.
Todo
esto fue “Vol. II”, una honesta declaración de principios sobre el deseo de
crecer artísticamente y el ímpetu por retratar las esferas más sórdidas e
inquietantes de la psique humana con las bien nutridas paletas que brinda el
lenguaje del rock psicodélico. La gente de CHOLO VISCERAL ha demostrado
fehacientemente que ocupa un sitial de gran alcurnia en la actual escena de la
vanguardia progresiva peruana y latinoamericana. ¡Recomendado el 100%!
Muestras
de “Vol. II”.-
Cholacos:
https://cholovisceral.bandcamp.com/track/cholacos-2
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