HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
se da la ocasión de presentar al grupo noruego GENTLE KNIFE y a su disco
homónimo del año 2015. Formado en el 2014, el grupo en cuestión logró concretar
material suficiente para su disco de debut “Gentle Knife”, el mismo que fue
publicado por el sello Bajkal Records. En el tiempo de la grabación de este
disco, GENTLE KNIFE estaba conformado por la abundante alineación de Astraea Antal
[flauta, vientos y efectos visuales], Pål Bjørseth [teclados, voz y trompeta],
Odd Grønvold [bajo y contrabajo], Thomas Hylland Eriksen [saxos], Håkon Kavli [voz
y guitarras acústicas], Eivind Lorentzen [guitarras y sintetizadores], Ove
Christian Owe [guitarras], Melina Oz [voz], Ole Martin Svendsen [batería y
percusión] y Brian M. Talgo [sampleos, letras y visiones]. Por si fuera poco
contar con un personal tan nutrido a la hora de transformar las ideas musicales
en sonido, intervienen como invitados ocasionales a la organista Oivind Hanes y
al guitarrista Ole Michael Bjørndal, además del hecho de que Astrid Lenvik
aportara letras adicionales a un par de canciones. El estilo de GENTLE KNIFE
está eclécticamente expuesto a través de nexos con grandes figuras del pasado y
del presente del género progresivo. El disco fue casi íntegramente grabado en
los Sound Lab Studioes, con algunas labores realizadas también en los Bark
Studios: la producción de sonido es soberbia. Veamos ahora los detalles del
repertorio de “Gentle Knife”.
‘Eventide’ abre el repertorio con una frontal exhibición de colorido musical, muy obediente de los parámetros neo-progresivos posteriores a los 80s, un poco al modo de un híbrido entre CLIFFHANGER y SPOCK’S BEARD, además de esa solemne remodelación del estándar Floydiano que caracterizaba a unos MOSTLY AUTUMN en sus primeros discos más algunas afinidades con SINKADUS en los pasajes fuertes del prólogo. La fuerza de carácter que emana del grupo sobre un sólido compás lento es una muestra clara de que estamos ante un prístino asentamiento de un motif básico con cuidados ornamentos instrumentales y efectivas líneas vocales. La intensidad sube al final, justo a tiempo para que se instaura un explosivo solo de guitarra: el clímax fastuoso que tiene lugar funciona como cierre perfecto. Este tema de inicio que duró 10 minutos es sucedido por otro que dura 12 ½ minutos: ‘Our Quiet Footsteps’. Tras un extenso prólogo marcado por pomposas orquestaciones sobre un ritmo marcial (combinando el legado del KING CRIMSON del “Lizard” con el modelo de los polacos LIZARD), emerge la primera sección cantada, asentada sobre una majestuosidad ceremoniosa que bebe de los legados de GENESIS (76-78) y PINK FLOYD (75-79), para luego pasar a una tercera sección que consiste en un desarrollo instrumental bastante marchoso. Combinando el delirante vigor Emersoniano y la neurosis Crimsoniana a través del filtro escandinavo (GARGAMEL, SINKADUS), el ensamble se da maña para preservar la magia de este exultante momentum mientras traza el camino de regreso hacia el motif marcial con que se había iniciado todo. ‘Our Quiet Footsteps’ instaura un momentum pletórico y luminoso para el repertorio del álbum, y dicho momentum solo habrá de preservarse cuando emerja la siguiente canción.
En
efecto, ‘Remnants Of Pride’ es una balada progresiva situada en un esquema
lírico bien delineado donde las armonizaciones básicas están adornadas por la
flauta, la trompeta y el saxofón. Por su parte, el canto dual nos remite a un
relato de melancolía contemplativa desde un centro notablemente protagónico.
Para el intermedio instrumental, el esquema rítmico se sofistica un poco para
abrir campo a una expresividad más rotunda, situación idónea para la
elaboración de alternados solos de guitarra y saxofón. Belleza y tensión
combinadas en una única fuente expresiva. Las dos canciones más cortas del
disco son las que justamente siguen a continuación: ‘Tear Away The Cords That
Bind’, durando poco menos de 5 minutos, y ‘Beneath The Waning Moon’, durando 4
½ minutos. Elaborado sobre un groove blues-rockero, ‘Tear Away The Cords That
Bind’ tiene un claro aire Genesiano (etapa 71-72) filtrado a través del
paradigma de ANEKDOTEN, aunque las partes de guitarra suenan más cercanas al
modelo de STEVE HOWE: aunque no ostenta una complejidad estructural como
cualquiera de las canciones precedentes, su esquema melódico es innegablemente
atractivo. Por su parte, ‘Beneath The Waning Moon’ se centra en el legado
Floydiano en su relajado y sencillo motif central mientras preserva también una
estilizada densidad. Tratándose de una pieza instrumental, su lirismo esencial
se expande a través de los sucesivos solos de flauta, saxofón, trompeta y
guitarra. El antepenúltimo tema del disco se titula ‘The Gentle Knife’ y su función
es la de retomar los efluvios emocionales de ‘Remnants Of Pride’ y llevarlos a
una musculatura más exaltada por un rato: en la sección central, la pesadez de
los riffs de guitarra, los ornamentos de vientos y el fabuloso solo de
sintetizador logran que se genere un oportuno toque de extravagancia para la
ocasión, asentando un gancho especial… incluso raro. Eso sí, la calidez
flagrante de la sección inicial no nos hace sospechar lo que viene a
continuación, pero esa misma calidez habrá de volver para el pasaje final.
Las
dos últimas piezas del disco son instrumentales. En ‘Epilogue – Locus Amoenus’,
el grupo se dedica mayormente a explorar su dimensión sinfónica con un ropaje
de sonoridades etéreas que transmiten cabalmente imágenes de profunda interioridad.
La estrategia de esta pieza consiste en centrarse en cálidas atmósferas que
irradien una inquebrantable serenidad: tras el extenso preludio elaborado por
múltiples ornamentos de sintetizadores, el cuerpo central emerge bajo las guías
sucesivas de la guitarra acústica, la flauta y el saxo tenor. El cuadro sonoro
es como una cruza entre el PINK FLOYD de la etapa 73-75 y el CAMEL de la etapa
79-82. El asunto con ‘Coda – Impetus’, el tema de cierre, es totalmente
distinto: un ejercicio de Crimsonismo alegre (según el molde de la etapa del
“Discipline”) con añadidos adornos jazzeros en los cuales el saxofón se prodiga
en elegantes florituras… aunque la guitarra no puede contener su deseo de crear
su propio momento de neurótico lucimiento. Y así tenemos la experiencia
completa de “Gentle Knife”, un disco que hemos descubierto un poco tarde pero
nos complacemos en reseñar con el entusiasmo motivado por el deleite tan
genuino que nos ha brindado. El colectivo de GENTLE KNIFE seerige como una nueva fuerza importante dentro de la escena progresiva escandinava: hoy por hoy, la banda ha tenido cambios en su alineación, como es la presencia de la nueva saxofonista Charlotte Valstad Nielsen, pero lo principal es que la banda sigue activa con la participación de la cantante Marte Heggelund. Realmente nos ha causado una
enorme primera impresión este disco y nos deja con ganas de más para el futuro próximo. ¡A
no dejarlo escapar en nuestras colecciones!
Muestras
de “Gentle Knife”.-
Our Quiet Footsteps: https://soundcloud.com/gentleknife/02-1
Remnants Of Pride: https://soundcloud.com/gentleknife/03-1
The Gentle Knife: https://www.youtube.com/watch?v=1PUHmkSIFCQ
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