Saturday, July 20, 2019

Un tiempo nuevo para los cuentos progresivos de ERIS PLUVIA


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.


El cuarteto italiano ERIS PLUVIA tiene en el mercado desde hace poco un nuevo muestrario de su visión progresiva con su disco “Tales From Another Time”: para contar más detalles al respecto, el disco nuevo de este grupo fue publicado en el primer día de marzo de este año 2019 por el sello AMS. Contando con la alineación de Alessandro Cavatorti [guitarras], Marco Forella [bajo, piano, teclados y batería], Roberto Minniti [voz] y Roberta Pitas [flautas], ERIS PLUVIA le da un nuevo giro de tuerca a su propuesta retro-prog sinfónica con tenor pastoral. Las letras de las canciones fueron hechas por Cavatorti mientras que casi toda la música fue creada por Forella. En la tercera canción del disco colabora la cantante Ludovica Strizoli. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde esos inicios de los 90s cuando el quinteto de Alessandro Serri, Paolo Raciti, Edmondo Romano, Marco Forella y Martino Murtas gestaran ese bello disco folk-progresivo llamado “Rings Of Earthly Light”. Pocos años más tarde,  Serri y Romano dejaron el grupo para formar THE ANCIENT VEIL, lo cual llevó a la entidad de ERIS PLUVIA a un largo periodo de hibernación que terminó en el año 2010 con la creación del disco “Third Eye Light”, en el año 2010. Con las posteriores ediciones de “Different  Earths” (2016) y el actual “Tales From Another Time”, los ERIS PLUVIA logran por fin asentarse bien dentro de la vigente escena progresiva italiana contando con Forella como el denominador común y constante de sus alineaciones variables. De hecho, ahora es el instrumentista más ocupado dentro del proyecto. La línea musical de este colectivo es mayormente relajada y reflexiva, sitúandose a medio camino entre la vieja escuela prog-sinfónica y el sinfonismo moderno con sus justas pinceladas bucólicas y folklóricas. Veamos ahora los detalles de este nuevo disco. 




Con la ilación inicial de una canción que dura poco más de 5 minutos y otra que dura 5 ¾ minutos, la gente de ERIS PLUVIA pone sus cartas musicales sobre la mesa con convincente prestancia. El instrumental ‘When Love Dies’ instala su ambientación melancólica con timbres románticos por vía de una exploración de estilizados ambientes líricos, siendo así que la reinante espiritualidad otoñal va gradualmente arropándose con crecientes recursos de majestuosidad. El moto perpetuo gestado por los teclados y los vientos opera casi como un cosmos que se expande sin perder un ápice de su mágica nostalgia a pesar de la imparable emergencia de la abundancia sonora. ‘Lost In The Sands Of Time’, por su parte, es una gentil balada progresiva que nos remite fácilmente a los paradigmas de GENESIS, LE ORME y CAMEL. La señorial languidez que delinea y cimenta al desarrollo temático asume ciertos recursos de fuerza de carácter cuando la guitarra eléctrica elabora unos muy evocativos solos a lo largo del camino. Ocupando un espacio un poco menor de 17 ¾ minutos, ‘La Chanson De Jeanne’ se erige como la pieza más extensa del repertorio y aparece como dispuesta en tres secciones sin títulos específicos para ninguna de ellas. Todo comienza muy a tono con el tenor general de la canción precedente, aunque se nota desde el punto de partida que el grupo se orienta por un sendero de augustos esplendores melódicos. En algún momento entra a tallar un cálido motif en 7/8 con talante Genesiano desde el cual se aprovecha la entrada del canto femenino: su función básica es la de crear un intermedio que abra la puerta a un cuerpo central contemplativo que mucho tiene de Floydiano. Luego sigue otro motif que empieza con una sección flotante, bien ahondada en climas cósmicos y minimalistas, para luego derivar hacia algo más pastoril con el ingreso de la flauta, la guitarra acústica y el canto femenino; el asunto ahora suena a una cruza entre el GENESIS pre-73 y RENAISSANCE aunque se trata solamente del interludio que traza el impulso para la emergencia de una sección más extensa que se focaliza en un sinfonismo moderno cálidamente arropado por texturas folk-progresivas (algo así como una versión suavizada del estándar de IL CASTELLO DI ATLANTE). La cosa sigue así hasta el final mientras se vuelve a enfatizar el factor Floydiano (incluso con alguna cercanía al modelo de ).



Con el Lovecraftiano título de ‘The Call Of Cthulhu’, el ensamble emprende otro viaje de ambiciosas expansiones prog-sinfónicas: son tres también las secciones que conforman esta segunda suite del álbum, pero esta vez sí hay títulos específicos para cada una de ellas, los cuales son ‘A Stormy Night’, ‘The Secrets Of The Sea’ y ‘The Awakening Of The Gods’. La pieza comienza con una ambientación serena no exenta de matices sombríos, haciendo que cualquier factor siniestro que entre a tallar se revista de estilización y sobriedad al más puro estilo neo-progresivo. Imaginemos una idea perdida de GOBLIN que fue retomada por una asociación de músicos de PENDRAGON y de FANCYFLUID y nos haremos una buena idea del esquema de trabajo aquí empleado, aunque se nota aquí una actitud más dramática. La parte cantada es evocadora y sencilla, bien segura en su retorno al híbrido Genesiano-Floydiano que signó a la canción precedente. De hecho, dado que se impone aquí el realce de atmósferas cinematográficas, los teclados no solo son abundantes en su presencia fáctica sino también cruciales en la dirección que ha de tomar el ensamble instrumental. Poco antes de llegar a la frontera del octavo minuto, el grupo vira hacia un groove moderadamente complejo para armar un motif un poco más denso, lo cual supone una leve variante de densidad para la candidez sinfónica reinante. La sección final retorna al cuerpo inicial con un incremento de las vibraciones cósmicas de las abundantes capas gestionadas por los sintetizadores, algo que dura hasta las instancias finales en las que se apoderan exclusivamente del armazón sónico. Hemos disfrutado de un cénit definitivo del álbum. ‘Last Train To Atlana’ cumple con la misión de abrir un contraste notorio frente a ‘The Call Of Cthulhu’ con una desarrollo de índices melódicos y climas bucólicos, siendo así que las líneas de flauta que asumen buena parte del protagonismo dentro de la amalgama sonora se delinean bajo coordenadas bucólicas muy a lo CELESTE. El último minuto sirve para que el hermanamiento de guitarra acústica y piano salga más al frente, siendo así que este epílogo se alimenta de hermosos retazos armónicos de sintetizador que imitan a las notas más agudas de un oboe. Y qué pena que se trate de un epílogo tan efímero... pero es que llega la hora de la última pieza del álbum. 

‘The Hum’ pone el broche final a las cosas como la segunda suite más larga del álbum, durando poco más de 14 ¼ minutos. Sus cinco secciones se titulan sucesivamente ‘A Dream In The Night’, ‘In The Time Of Darkness’, ‘Going Deeper’, ‘10 O’clock P.M. In Katmandu’ y ‘Arriving Morning’. La canción comienza con una introducción instrumental sostenida sobre un compás alegre, el mismo que porta una vivacidad razonablemente festiva. Para cuando emerge la primera sección cantada, todo vira hacia algo introspectivo y contemplativo en base a parcas secuencias de acordes de piano y flotantes cortinas de sintetizador. Una vez que la batería asegura el swing general, el bloque instrumental general regresa a territorio Floydiano con una actitud convincente: eso sí, los solos de guitarra suenan más cercanos al paradigma de Andy Latimer que al de Dave Gilmour. A poco de ingresar a su segunda mitad, la pieza retorna nuevamente al sendero bucólico por vía de una nueva instanciación de armonizaciones de flauta, guitarra acústica y enclaves orquestales de teclado. De todos los momentos acústicos del disco, éste es quizás el más bello: definitivamente, más allá de lo subjetivo de esta observación, su talante es el más conmovedor, pues no solo denota un espíritu de recogimiento sino también de una inspección de los rincones más melancólicos del alma. Cuando la batería vuelve a la acción, y con la flauta ocupando todavía un rol importante dentro de la instrumentación, ahora el grupo elabora un pasaje majestuoso que nos remite a las herencias de CAMEL y de LE ORME con un sabor moderno. El solo de guitarra final ya se enfila hacia el paradigma Genesiano mientras las sencillas cortinas de los teclados se acumulan en un exquisito paisaje fastuoso cuya delicadeza melódica es preservada con impoluto equilibrio. Así se maneja la situación hasta que el fade-out pone punto final al asunto. Todo esto es lo que se contiene en “Tales From Another Time”, un disco bastante hermoso que nos muestra que aún hay un espacio importante para mantener viva la llama del sinfonismo de rectos enclaves melódicos dentro del contexto mundial del rock progresivo contemporáneo. ERIS PLUVIA se mantiene sanamente como un nombre importante dentro del rock artístico italiano.




Muestras de “Tales From Another Time”.-



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