Thursday, June 23, 2022

¡Adelante con EMBRYO!, ¡adelante!

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Siempre es un deleite escuchar a la banda EMBRYO, la cual comenzó su amplia trayectoria musical en 1969  dentro de una senda jazz-rock-psicodélica dentro de ese multiverso musical progresivo alemán que fue mal bautizado como krautrock, y que luego derivó hacia el camino del jazz-fusion con estrategias creativas que se iban renovando a lo largo del camino, casi siempre con fuertes bases étnicas y vanguardistas. Pues bueno, el deleite continúa porque EMBRYO sigue siendo una entidad viva gracias a la iniciativa de Marja Burchard, hija del fundador Christian Burchard y, hasta hace pocos años, líder permanente del colectivo. El fallecimiento del maestro Christian que tuvo lugar el 17 de enero de 2018 no supuso la disolución de EMBRYO, pues su hija Marja, quien ya tenía varios años tocando en este ensamble (que también funcionaba como una comuna) tomó las riendas del mismo y se dispuso a seguir adelante con la visión musical que ella misma asumió como misión vital. “It Do”, del año 2016, es el disco donde ella debutó como integrantes del ensamble (además de diseñar la portada). Concentrándonos ahora en el tiempo presente“Auf Auf” es el título del más reciente disco de estudio de EMBRYO, el mismo que fue publicado por el sello Madlib Invazion el 13 de noviembre del pasado año 2021, tanto en CD como en vinilo. Marja se hace cargo del piano eléctrico Fender Rhodes, el sintetizador, el órgano, el vibráfono, el trombón, la batería, la percusión y el santur. Los demás músicos permanentes son Maasl Maier [bajo, guitarra, saxofón, sintetizador y cümbüş], Wolfgang Schlick [flauta y saxofones tenor y soprano], Jan Weissenfeldt [guitarra], Sascha Lüer [trompeta y saxofón soprano] y Jakob Thun [batería]. Hay también músicos de apoyo ocasional: Roman Bunka (oud), Mohccine Ramdan (ghembri y voz), Abdul Samal Habibi (rubab), Parvis Ayan (tabla), Johannes Schleiermacher (saxofón tenor), Groxi (batería) y el Münchner Alphorn Kollektiv a las trompas alpinas. El material de este disco empezó a ser compuesto en el año 2018, a los pocos meses de la partida de Christian Burchard, y con todo el proceso de grabación que iba acompañando a la continua creación del nuevo material, se culminó la grabación en el primer tercio del año 2020, ad portas de las primeras disposiciones gubernamentales de distanciamiento social sistemático en casi todo el mundo. Nada de esto supuso un inconveniente para que el rapero y productor Madlib, fan eterno de EMBRYO, acogiera este trabajo en el sello fonográfico que él mismo dirige. Las sesiones de grabación de “Auf Auf” estuvieron bajo el mando de Maasl Maier y Elias Kahl en los estudios Filmwerk Nelmbrechts y Kösk Munchen, siendo así que el primero de ellos realizó la labor de mezcla. La masterización corrió a cargo de Jason Bitner, mientras que Maier y Burchard se encargaron de la producción general. A propósito, el título del álbum es como una exclamación para seguir adelante, y muchas veces ocurría que Christian Burchard decía eso a sus compañeros músicos antes de un concierto. Es un buen título para el primer disco de estudio de EMBRYO sin él... pero ya va siendo hora de ir a los detalles de su repertorio, ¿cierto? Pues vamos.


Durando poco menos de 5 minutos y medio ‘Besh’ da inicio al álbum y lo hace con una majestuosidad asombrosa y contundente, abriendo campo inicial a un suntuoso prólogo de piano para pronto abrir un campo más amplio para la edificación de un cautivador entramado instrumental signado por una grácil combinación de aires mediterráneos y arábigos. El compás en 5/4 es manejado con exquisita sobriedad mientras los diversos aportes de los vientos y las cuerdas van ornamentado el exuberante cuerpo central. La triangulación de batería, bajo y piano exhibe un inocultable señorío a través de su relativamente discreto posicionamiento. Tras este gran inicio de álbum llega el turno de ‘Yu Mala’, pieza que cumple con la misión de expandir la paleta sonora del ensamble. En efecto, su enfoque se centra en un jazz-rock plagado de palaciegas vibraciones fusionescas al modo de un híbrido entre los viejos legados de SUN RA y los WEATHER REPORT pre-Pastorius. Aunque hay algunos momentos de canto, el vibráfono, el piano eléctrico y el sintetizador saben cómo posicionarse en sus respectivos lugares protagónicos dentro de algunos lugares estratégicos del armazón instrumental. El intensivo clímax final tiene algo de ritualístico. Con la dupla de la pieza homónima y ‘Baran’, el grupo sigue explorando sus inquietudes estéticas del momento. ‘Auf Auf’ exhibe un groove llamativo y contagioso a través de su patente complejidad estructural, algo que la sección rítmica concreta mediante una explicitación ingeniosa de su propio vitalismo. Así las cosas, los vientos se sienten a sus anchas cuando arman bases armónicas y también en sus solos. Poco antes de llegar a la frontera del tercer minuto, las cosas se intensifican dramáticamente para virar hacia un ejercicio de jazz-rock capitalizado por algunos recursos inspirados en el estándar del avant-jazz-prog (como ZAO y POTEMKINE). Más adelante, el bajo arma un breve solo que aterriza en un retorno al primer motif, el cual, en cierta medida, recoge ecos de la garra nerviosa precedente; el vibráfono aprovecha este contexto para salir al frente con su solo más impresionante en el repertorio. Definitivamente, esta pieza homónima encarna un cénit crucial para este álbum. En cuanto a ‘Baran’, éste se centra en un cálidamente lírico ejercicio de fusión contemporánea con raíces meso-orientales y vibraciones norafricanas; aunque contiene innegables aires joviales, ostenta un talante relajante que viene muy bien tras el vivaz despliegue sonoro de la pieza precedente.

Ocupando un espacio de casi 16 ¾ minutos, ‘Januar’ resulta ser la pieza más extensa del álbum. Su estrategia central parece ser la de sintetizar el aura señorial de la pieza de entrada con la magnificencia del tema homónimo. Estableciendo nexos con los RETURN TO FOREVER de los dos primeros álbumes y, una vez más, los WEATHER REPORT de los tres primeros discos, el ensamble despliega su colorido inherente con un dinamismo pertinentemente sobrio, lo cual permite que la conexión entre el frondoso swing gestado por la sección rítmica y el diversos fulgor melódico apoyada entre los sucesivos momentos de protagonismo de varios instrumentos se articule dentro de una ingeniería mesuradamente dúctil. A poco de pasada la frontera del sexto minuto, un motif nuevo entra a tallar con una vitalidad renovadora que primero se expresa con una ventisca efímera y luego transita hacia una brisa evocadoramente persistente. El ensamble se mantiene fiel a la tradición jazz-fusionesca de los 70s con tintes psicodélicos, algo muy propio de los EMBRYO de la etapa 1972-73. Para la sección final, el asunto se pone en clave casi Canterburyana (como si volviéramos a los tiempos de los discos sexto y séptimo de los legendarios SOFT MACHINE), siendo así que la gracilidad celebratoria emanada de la figura de piano eléctrico, la sección rítmica, junto con las respectivas florituras del saxo y la flauta, arma un epílogo de ensueño para este nuevo cénit del álbum. Todo concluye con el arribo de ‘Alphorn Prayer’, una pieza enmarcada dentro del avant-jazz minimalista con algunos trazos cósmicos y otros trazos antaño apropiados por el RIO al estilo de los inolvidables HENRY COW. Centrando su espacio de poco más de 7 minutos y medio en un núcleo temático denso y misterioso, los ornamentos aportados por los vientos oscilan entre las formas libres y las orquestaciones espartanas. Mientras se acerca el final, la batería se suelta en efluvios deconstructivos que realzan el vigor solipsistamente vanguardista de esta pieza. Eso sí, hay una disciplina latente en todo esto, la cual se explicita cuando el golpe final de platillo indica la conclusión de todas las expansiones sonoras que han tenido lugar.

En conclusión, EMBRYO es un colectivo que aún tiene mucho que aportar al mundo actual de la vanguardia musical: toda el espectro de gloriosos recursos musicales que hemos logrado apreciar a lo largo del repertorio de “Auf Auf” es una inequívoca indicación de ello. Se trata de una maravilla de disco que recomendamos al 100%; como si fuera poco contar con talento y energía suficientes para gestar un disco tan bueno como éste, lo cual es admirable bajo cualquier circunstancia, también tiene mucho de entrañable que las mentes asociadas dentro de EMBRYO sepan salir tan airosos tras la partida al más allá de su fundador y líder histórico. Por eso, junto a las felicitaciones correspondientes a todas las personas que tocaron aquí, es de justicia dedicar la presente reseña a la memoria de Christian Burchard (Hof, 17/05/1946 - Munich, 17/01/2018).


Muestras de “Auf Auf”.-


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