Wednesday, April 12, 2023

La nueva euforia del excelente grupo español AMOEBA SPLIT

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el enorme placer de presentar el nuevo trabajo fonográfico del excelente grupo español AMOEBA PLIT, banda estandarte del jazz-prog de línea Canterbury no solo en los actuales tiempos de la escena progresiva española, sino también a nivel mundial. El nuevo disco de esta banda gallega se titula “Quiet Euphoria” y acaba de ser publicado físicamente a inicios del presente mes de abril por el sello connacional áMARXE. La nutrida alineación que grabó este disco consiste en Alberto Villarroya López [bajo, guitarras y teclados], Ricardo Castro Varela [pianos acústico y eléctrico, y órgano Hammond], Iago Mouriño [pianos acústico y eléctrico, sintetizador Moog y órgano Hammond], Fernando Lamas [batería y percusión], Pablo Añón [saxo tenor y clarinete alto], Dubi Baamonde [saxo soprano y flauta], Rubén Salvador [trompeta y fiscorno] e Israel Arranz [vibráfono]. La música contenida en “Quiet Euphoria” fue compuesta por Alberto Villarroya López con arreglos de Ricardo Castro Varela. La época de la grabación de este nuevo material se remonta a los meses de julio y agosto de 2021, en el estudio Santa Cruz Recording de A Coruña, bajo el mando conjunto de Alberto Castro y Miguel Bretal. Exequiel Orol se hizo cargo de las ulteriores labores de mezcla y masterización en SAWStudio. El arte gráfica se compone de fotografías realizadas por Ricardo Castro Varela, uno de los teclistas; el diseño y la maquetación estuvieron a cargo de Iago Méndez Suazo. Se trata del tercer trabajo de estudio de esta banda formada en el año 2001 en la mencionada ciudad de A Coruña. “Dance Of The Goodbyes” (2010, con una reedición posterior del 2014) y “Second Split” (2016) son magnos referentes del prog español del nuevo milenio y ahora llega “Quiet Euphoria” para perpetuar este legado y mantener viva la llama olímpicamente genial de AMOEBA SPLIT. Bueno, se nos nota el entusiasmo que no podemos ni queremos esconder; veamos ahora los detalles específicos de este disco.


El repertorio del disco comienza justamente con la pieza homónima, la cual ocupa un espacio de alrededor de 7 ¼ minutos. ‘Quiet Euphoria’ elabora un clima razonablemente extrovertido con un sobrio manejo de la suntuosidad jazz-progresiva sobre un groove bastante sofisticado. Lo que suena aquí es como una cruza entre los SOFT MACHINE de 1973 y NATIONAL HEALTH con algunos matices extra de tenor Zappiano y algunos factores psicodélicos que se emparentan con las líneas de trabajo de DOUBT y THE WRONG OBJECT (dos ensambles liderados por el crack belga Michel Delville). El epílogo trazado por el dueto de piano y vibráfono aporta un matiz de sutilmente denso surrealismo en las postrimerías. Acto seguido, llega el turno de ‘Shaping Shadows’, una pieza sólidamente asentada sobre unos cimientos serenos en clave del jazz-fusion de aquellos lejanos años 70. Usando un perpetuo tempo de 5/4 con diversos swings, el enclave bien amalgamado de piano eléctrico y dupla rítmica organiza el terreno sobre el cual habrán de explayarse los solos de los instrumentos de viento. La parte final deriva hacia un clímax conclusivo rotundo que termina de manera tajante. Ahora estamos un poco más metidos en el territorio de los WEATHER REPORT pre-1975, pero con tentáculos estilísticos todavía desplegados sobre las arenas del Canterbury. La dupla de ‘The Inner Driving Force’ y ‘Divide And Conquer’ ocupa conjuntamente un espacio de 9 minutos. El primero de estos temas mencionados se inicia con un muy ceremonioso prólogo de bronces que, durante su breve duración, establece algunas bases para el ulterior desarrollo temático a ser realizado por el ensamble entero. El motif principal contiene patentes vibraciones aflamencadas, las mismas que, en algún momento, son realzadas por los que tal vez son los mejores solos de órgano de todo el disco. El fiscorno sabe cómo hacerse de un lugar protagónico dentro del esquema sonoro global. Una vez más, el grupo se reserva la sección más enérgica para el final. En cuanto a ‘Divide And Conquer’, se trata de un tema portado de un consistente dinamismo que lo hace cercano a los patrones de otras grandes bandas vigentes como FORGAS BAND PHENOMENA, SLIVOVITZ y SCHERZOO. Su filo expresivo es agudo y fulguroso, incluyendo algunos leves coqueteos con el avant-prog en lo concerniente al cariz inquieto que tienen varios ornamentos de los sintetizadores.

‘Thrown To The Lions’ realiza una suerte de síntesis de los espíritus y grooves plasmados en los dos primeros temas del álbum mientras le da una dosis razonablemente incrementada de músculo a los arreglos de vientos. Una mención especial va para el fabuloso solo de sintetizador, pues su intervención marca un momento de reveladora intensidad expresiva para la ingeniería melódica. Después del mismo, un bien articulado armazón de piano eléctrico y bajo abre el camino para una ulterior reemergencia del ensamble íntegro, con la flauta estando a cargo de iniciar la concreción de la faena con sus bellas florituras. La gente de AMOEBA SPLIT ha logrado gestar el eslabón perdido entre GILGAMESH y NUCLEUS, y de paso, también otra instancia culminante del disco. ‘No Time For Lullabies’ cierra el repertorio siendo el tema más extenso del mismo con sus 11 minutos y pico de duración. Una entrada de piano pletórica de pulcro señorío se deja sazonar prontamente por algunas de las notas más bajas del saxofón tenor. Una vez que entra a tallar la batería, una serie de interacciones deconstructivas explayadas en una confluencia de avant-jazz y RIO se instala para ir armando de a pocos las bases para un futuro diálogo, pero mientras llega ese momento, los vientos, los sintetizadores y el bajo se alternan en la labor de proyectar retazos temáticos cuales nubes barridas por el viento de otoño. A fin de cuentas, el punto de llegada no es un diálogo propiamente dicho, sino una concordia aleatoria y extrañamente ensoñadora que aterriza casi en el mismo punto de partida (con un plus perturbadoramente cósmico que viene con la postrera capa de sintetizador). Todo esto fue “Quiet Euphoria”, una gozada de disco que emerge con fuerza de carácter desde esa fábrica de hacer excelente música que es y siempre ha sido AMOEBA SPLIT, música contundente y eufóricamente elocuente en poco más de 40 minutos. Solo nos queda concluir la presente reseña con sinceras palabras de agradecimiento a los integrantes de este colectivo gallego por habernos dado otro disco excelso dentro de su impecable discografía; es, de hecho, un disco tan excelso que amenaza con erigirse como una de las obras jazz-progresivas más notables del presente año 2023. 


Muestras de “Quiet Euphoria”.-
Shaping Shadows: https://amarxe.bandcamp.com/track/shaping-shadows

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