HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
En esta ocasión volteamos nuestros ojos a Francia y concentramos nuestros oídos a la movida zeuhl que se viene reinventando en manos de grupos jóvenes que tienen en MAGMA y otros campeones del género sus modelos para impulsar su propia creatividad musical. NEOM es, junto a SETNA, XING SA y otras cuantas bandas, un referente importante dentro de la regeneración francófona de la vanguardia progresiva: el guitarrista de NEOM incluso ha colaborado con el canto para el disco de XING SA “Création De L’Universe”. El disco debut de NEOM, “Arkana Temporis”, fue editado en 2009 y ha recibido buena cantidad de elogios en Internet. Aquí no seremos la excepción.
“Arkana Temporis” es un disco conceptual que gira en torno al vínculo entre el Hombre y la Tierra: contiene un Acto en 4 partes y la primera parte de otro Acto. El sonido nuclear de la banda se inspira bastante en la faceta más jazzera de MAGMA, sobre todo en las aventuras jazz-rockeras de Christian Vander, así como en ESKATON y el ZAO de los primeros discos: el aporte específico de NEOM es la fuerte presencia de atmósferas etéreas que el grupo brinda a sus intensos vuelos instrumentales. El desafío es el de mantener niveles interesantes de musicalidad e intensidad valiéndose de un esquema sonoro no excesivamente prolijo: bastan una batería, un bajo, una guitarra y un piano eléctrico. ‘Act I – Part 1’ comienza con dos minutos y medio de climas flotantes expectantes, para terminar proyectándose hacia el cuerpo central, muy centrado en la línea jazz-fusión 70era. A pesar de que la pauta rítmica es solo moderadamente rápida, el dinamismo del ensamble se muestra en toda su plenitud, haciendo alarde de visión arquitectónica y vigor entusiasta en dosis equilibradas. Hay una sensación de clímax sostenido que funciona fluidamente hasta el minuto 7, que es cuando el grupo vira hacia un puente controladamente tenso que conduce a otro motivo de fuerte raíz jazzera, el cual incluye mayores recursos líricos en su desarrollo hasta el final. Sigue la ‘Parte 2’, que mayormente consiste en una refinada y suave excursión intimista a cargo del piano eléctrico: opera como un puente hacia la ‘Parte 3’, que promete desarrollar un viaje más fastuoso. En efecto, desde los primeros segundos la ‘Parte 3’ instala un pathos de frenesí y extroversión bien ubicado dentro de un esquema de trabajo patentemente elegante. Poco antes del cuarto minuto y medio, el tema gira hacia un pasaje de relajamiento contemplativo; las líneas etéreas trazadas por el piano eléctrico y el candor ceremonioso de las intervenciones vocales marcan la pauta en un momento que exige altos niveles de constricción de parte del ensamble. Poco antes del minutos 13 ½, el asunto se encauza hacia una conclusión semi-explosiva, lo suficientemente enérgica como para crear una aureola de plenitud pero sin exagerar hasta niveles hiperbólicos, a fin de que la transición hacia la última Parte del ‘Acto I’ sea absolutamente natural. ‘Act I – Part 4’ comienza con una monotonía sobria y minimalista que dura poco más de 4 minutos y medio. A partir de ahí, se inicia gradualmente un camino hacia un recurso de densidad que permite a la banda explorar las potencialidades más filudas de su esquema sonoro sin romper esencialmente con las pautas generales de su peculiar zeuhl renovado. En los ¾ de minuto finales, el grupo elabora un reprise de la cadencia inicial.
Los últimos 12 minutos y medio del disco están ocupados por la Parte 1 del Acto II. Una vez más, tenemos una estrategia de inicio con un suave pasaje de piano eléctrico que se explaya en serenos climas introspectivos a modo de expectativa. Alrededor del segundo minuto y medio se va gestando una expansión jazz-rockera que hereda mucho del patrón de ZAO: la dupla rítmica establece un fundamento sólido mientras que la guitarra elabora trazos impresionistas convenientemente dibujados con una dosis controlada de vigor sónico. Poco a poco, se prepara el terreno para una sección más agresiva donde la guitarra va afilando su neurosis rockera y los demás instrumentos empiezan a coquetear con el free-jazz. Así, con esta sensación de plenitud incendiaria se cierra la experiencia musical de “Arkana Temporis”.
NEOM es un ítem muy interesante que ciertamente se proyecta hacia un revelador horizonte de creatividad en los próximos discos que le depare el futuro. Terminamos esta reseña con algunos archivos para disfrutar de la propuesta artística de esta banda: http://www.myspace.com/music/neom-4920086/songs/arkana-temporis-acte-1extrait-40820573 +
http://www.myspace.com/music/neom-4920086/songs/arkana-temporis-extrait-acte-2-part-1-40823302
En esta ocasión volteamos nuestros ojos a Francia y concentramos nuestros oídos a la movida zeuhl que se viene reinventando en manos de grupos jóvenes que tienen en MAGMA y otros campeones del género sus modelos para impulsar su propia creatividad musical. NEOM es, junto a SETNA, XING SA y otras cuantas bandas, un referente importante dentro de la regeneración francófona de la vanguardia progresiva: el guitarrista de NEOM incluso ha colaborado con el canto para el disco de XING SA “Création De L’Universe”. El disco debut de NEOM, “Arkana Temporis”, fue editado en 2009 y ha recibido buena cantidad de elogios en Internet. Aquí no seremos la excepción.
“Arkana Temporis” es un disco conceptual que gira en torno al vínculo entre el Hombre y la Tierra: contiene un Acto en 4 partes y la primera parte de otro Acto. El sonido nuclear de la banda se inspira bastante en la faceta más jazzera de MAGMA, sobre todo en las aventuras jazz-rockeras de Christian Vander, así como en ESKATON y el ZAO de los primeros discos: el aporte específico de NEOM es la fuerte presencia de atmósferas etéreas que el grupo brinda a sus intensos vuelos instrumentales. El desafío es el de mantener niveles interesantes de musicalidad e intensidad valiéndose de un esquema sonoro no excesivamente prolijo: bastan una batería, un bajo, una guitarra y un piano eléctrico. ‘Act I – Part 1’ comienza con dos minutos y medio de climas flotantes expectantes, para terminar proyectándose hacia el cuerpo central, muy centrado en la línea jazz-fusión 70era. A pesar de que la pauta rítmica es solo moderadamente rápida, el dinamismo del ensamble se muestra en toda su plenitud, haciendo alarde de visión arquitectónica y vigor entusiasta en dosis equilibradas. Hay una sensación de clímax sostenido que funciona fluidamente hasta el minuto 7, que es cuando el grupo vira hacia un puente controladamente tenso que conduce a otro motivo de fuerte raíz jazzera, el cual incluye mayores recursos líricos en su desarrollo hasta el final. Sigue la ‘Parte 2’, que mayormente consiste en una refinada y suave excursión intimista a cargo del piano eléctrico: opera como un puente hacia la ‘Parte 3’, que promete desarrollar un viaje más fastuoso. En efecto, desde los primeros segundos la ‘Parte 3’ instala un pathos de frenesí y extroversión bien ubicado dentro de un esquema de trabajo patentemente elegante. Poco antes del cuarto minuto y medio, el tema gira hacia un pasaje de relajamiento contemplativo; las líneas etéreas trazadas por el piano eléctrico y el candor ceremonioso de las intervenciones vocales marcan la pauta en un momento que exige altos niveles de constricción de parte del ensamble. Poco antes del minutos 13 ½, el asunto se encauza hacia una conclusión semi-explosiva, lo suficientemente enérgica como para crear una aureola de plenitud pero sin exagerar hasta niveles hiperbólicos, a fin de que la transición hacia la última Parte del ‘Acto I’ sea absolutamente natural. ‘Act I – Part 4’ comienza con una monotonía sobria y minimalista que dura poco más de 4 minutos y medio. A partir de ahí, se inicia gradualmente un camino hacia un recurso de densidad que permite a la banda explorar las potencialidades más filudas de su esquema sonoro sin romper esencialmente con las pautas generales de su peculiar zeuhl renovado. En los ¾ de minuto finales, el grupo elabora un reprise de la cadencia inicial.
Los últimos 12 minutos y medio del disco están ocupados por la Parte 1 del Acto II. Una vez más, tenemos una estrategia de inicio con un suave pasaje de piano eléctrico que se explaya en serenos climas introspectivos a modo de expectativa. Alrededor del segundo minuto y medio se va gestando una expansión jazz-rockera que hereda mucho del patrón de ZAO: la dupla rítmica establece un fundamento sólido mientras que la guitarra elabora trazos impresionistas convenientemente dibujados con una dosis controlada de vigor sónico. Poco a poco, se prepara el terreno para una sección más agresiva donde la guitarra va afilando su neurosis rockera y los demás instrumentos empiezan a coquetear con el free-jazz. Así, con esta sensación de plenitud incendiaria se cierra la experiencia musical de “Arkana Temporis”.
NEOM es un ítem muy interesante que ciertamente se proyecta hacia un revelador horizonte de creatividad en los próximos discos que le depare el futuro. Terminamos esta reseña con algunos archivos para disfrutar de la propuesta artística de esta banda: http://www.myspace.com/music/neom-4920086/songs/arkana-temporis-acte-1extrait-40820573 +
http://www.myspace.com/music/neom-4920086/songs/arkana-temporis-extrait-acte-2-part-1-40823302
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