HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
DAAL, el poderoso y
creativo dúo progresivo italiano conformado por el teclista Alfio Costa y el
baterista-percusionista Davide Guidone, vuelve a la carga y lo hace con un
nuevo disco bajo el brazo. El disco en cuestión tiene el título de “Dances Of
The Drastic Navels” y fue publicado a fines del año 2014 por Agla Records.
Grabado y mezclado entre los meses de abril y octubre del año pasado, este
disco está diseñado principalmente para acoger la tercera y última parte del
concepto de ‘Dance Of The Drastic Navels’ que ya tuvo sus dos primeras suites
en los discos “Disorganicorigami” y “Destruktive Actions Affect Livings”,
respectivamente. Esta alucinante historia de un hombre que se enamora de una
bruja mitad-mujer mitad-robot, y que termina convirtiéndose en juguete de ella,
llega a su conclusión aquí: de hecho, fue la motivación por concluir la
historia el factor que inspiró a Costa durante su encierro de una quincena para
pensar en el nuevo disco de DAAL. Por supuesto, la banda no quería quedarse en
ello sino que además quería crear y desarrollar otras ideas a fin de completar
un repertorio debidamente extenso, siempre centrado en atmósferas mágicas e
inquietantes... por no decir ansiosas. Para completar todo el input musical,
Costa y Guidone contaron con las colaboraciones recurrentes del guitarrista
Ettori Salati y el bajista Bobo Aiolfi.
‘Malleus Maleficarum’
da inicio al disco con una expresividad rotunda, generando polenta electrizante
desde el primer momento a partir de una atmósfera relativamente tétrica.
Manejando con tacto la fuerza inherente al primer motivo central, poco antes de
llegar al límite del quinto minuto, el grupo vira hacia una atmósfera cósmica
extraña que parece crear una bruma nueva en el ambiente; es cuando se origina y
desarrolla un jam lento muy al estilo Floydiano, un jam no muy largo que sirve
de intermedio para preparar la retoma del primer motivo en torno a la cual se
centra la finalización de esta pieza. Tras este interesante inicio del álbum
sigue ‘Elektra (An Evening With…)’, un tema cuyo preludio está diseñado bajo
coordenadas de minimalismo electrónico, no ajeno al modelo del krautrock
atmosférico del TANGERINE DREAM clásico; luego, se abre campo a un cuerpo
central tremendamente ceremonioso, a medio camino entre la psicodelia relajada
y el sinfonismo. Los arreglos que aporta Guidone a su labor en la batería
ayudan mucho a mantener el interés en el recurrente núcleo temático de
‘Elektra’, pues transita fácilmente entre ejercicios de robustez bien calculada
a un groove de tenor jazz-rockero, incluyendo algunos extraños pero efectivos
redobles que marcan ciertas cadencias estratégicas. También cabe destacar el uso
efectivo de recursos Crimsonianos en varios pasajes de la guitarra solista.
‘Lilith’, que dura 4 ¼ minutos y resulta el número más breve del álbum, expone
una interesante mezcla de PINK FLOYD y GOBLIN: en efecto, disfrutamos aquí de
un momento marcado por atmósferas reflexivas inundadas de vibraciones etéreas y
remozadas con un tenebrismo triste que sabe hacerse notar.
En la cuarta instancia
del álbum es donde hallamos a la suite ‘The Dance Of The Drastic Navels’, que,
tal como dijimos en el primer párrafo de la presente reseña, es el leitmotiv
del mismo. Tras una introducción que emula el ruido de alguien subiendo por las
amplias escalinatas de una misteriosa mansión gótica, la primera sección de
esta suite se centra en un híbrido de GOBLIN y el PORCUPINE TREE de la etapa
93-96 para gestar un cuerpo central ceremonioso y macizo, definitivamente
tétrico, aunque mayormente tiene más de dramático. Lo tétrico sin tapujos se da
frontalmente en la segunda sección, la cual nos enfila hacia climas Crimsonianos
manejados con una vibración estilizadamente densa que resulta más propia del
retro-prog escandinavo; esas capas de mellotrón nunca fallan a la hora de
preservar y capitalizar la atmósfera sombría requerida. La tercera sección vira
hacia algo totalmente diferente: soundscapes y secuencias electrónicas a lo
TANGERINE DREAM surgen para focalizar en torno a sí una vibración ágil que se
sazona con efectos apuntes y acentuaciones percusivas. La última sección ofrece
una dinámica síntesis de las dos primeras, dando prioridad a los climas
Crimsonianos señalados más arriba. Tras este largo muestrario de elegantes
musicalidades diversas emerge ‘Inside You’ para cerrar el álbum. Retomando
buena parte de la triste oscuridad de ‘Lilith’ pero llevándola hacia un área más
profundamente lírica, esta canción se beneficia enormemente de los aportes de
las invitadas Tirill Monh y Letizia Riccardi al canto y al violín,
respectivamente. Esta balada que cierra realmente la suite fue dispuesta en el
repertorio como una canción autónoma, lo cual permite a los oyentes centrarse
específicamente en su cálida emotividad, una calidez revestida sutilmente por
matices sombríos. Si nos suena un poco escandinava esta canción puede deberse a
que la cantante formó parte de la alineación de WHITE WILLOW en su aclamado
disco debut “Ignis Fatuus”. Esta balada en cuestión derrama serenidad desde una
actitud contemplativa que observa las secuelas de un drama con un afán de
internalización.
En líneas generales,
debemos afirmar que “Dances Of The Drastic Navels” no ostenta la misma riqueza
colorida de los dos primeros álbumes de DAAL ni tampoco iguala la excitante
dinámica de atmósferas integradas en ingenierías perfeccionistas que se dio en
“Dodecahedron”, pero para nada resulta una decepción o un bajón. Muy por el
contrario, lo que nos brinda “Dances Of The Drastic Navels” es una nueva
demostración del tipo de magnificencia del que DAAL dispone para dar un brillo
especial a la escena actual del rock progresivo italiano.
Muestra de “Dances Of The Drastic Navels”.-
The Dance Of The Drastic Navels: http://daal.bandcamp.com/track/the-dance-of-the-drastic-navels-2
1 comment:
Acabo de "youtubearlo", sorprendido gratamente 🖒
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