HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
GONG sigue vivo y coleando… y sacando
nuevos discos, como es el caso de “I See You”, obra publicada en la primera
quincena de noviembre pasado, tanto en formato de CD como de doble LP, por el
sello Madfish. Tras ese maravilloso momento de reencuentros musicales de gran
altura que supusieron la grabación del “2032” y su consiguiente gira con Daevid
Allen, Steve Hillage, Gilli Smyth, Miquette Giraudy y Mike Howlett, entre los
años 2009 y 2010. Tras esta aventura especial, GONG han seguido activos con una
regularidad no exhaustiva pero sí sostenida. Para esta ocasión presente del
nuevo disco “I See You”, los compinches de Allen conforman un ensamble muy
cosmopolita donde interactúan los guitarristas Kavus Torabi y Fabio Golfetti
(de GUAPO y VIOLETA DE OUTONO, respectivamente), el saxofonista-flautista Ian
East, el bajista Dave Sturt y el baterista Orlando Allen. Este último es hijo
de Daevid Allen y Gilli Smyth, y cabe señalar que Smyth también participa en el
álbum aportando susurros y tarareos cósmicos aquí y allá. El proceso de grabación
del disco se ha realizado juntando archivos de los diferentes inputs que se
grabaron en diferentes estudios repartidos en varios lugares del mundo: nada
extravagante para un grupo que siempre tuvo alineaciones cosmopolitas. De todas
maneras, la oportunidad estaba dada para que casi todos ellos coincidieran
geográficamente en los conciertos de la gira de promoción del álbum en varios
lugares del Reino Unido y de Europa continental, pero… la actual quimioterapia
que está siguiendo el maestro Allen para combatir el cáncer que le afecta le
obligó a quitarse de en medio. Si bien la idea de un GONG sin Allen fue
discutida y aceptada por todos los involucrados, resulta que al final tampoco
se realizó la gira completa porque el cambio de planes supuso una larga
cantidad de postergaciones en la agenda inicialmente acordada: de todas
maneras, fue un gusto que el nuevo ensamble – en su mayor parte – pudiera dar
algunos conciertos a inicios del año 2014, incluyendo algunas fechas en
escenarios brasileños y chilenos. Por lo que queda ahora de concreto, solo
tenemos el nuevo disco de estudio de GONG a la mano; eso no está del todo mal,
y de hecho, se trata de un excelente disco que ahora pasamos a revisar
detalladamente.
La canción homónima abre el álbum
elaborando desde el punto de partida un groove ágil en clave Latin-jazz, el
mismo que opera como motor crucial para el ensamble instrumental y el canto
particular de Allen. El tono juguetonamente cósmico que llena a la aureola
oriental de esta primera canción encuentra su oportuno contraste cuando emerge
‘Occupy’, un viaje sofisticado de casi 3 minutos de duración donde el grupo
explora recursos contundentemente pesados en alternancia con algunos
interludios más constreñidos que sirven para aportar una interesante diversidad
al asunto; los momentos pesados nos recuerdan al tiempo de “Camembert
Electrique” y, en cierto modo, a HAWKWIND. ‘When God Shakes Hands With The
Devil’ trabaja con un dinamismo funky dentro de una modalidad serena de
jazz-rock; así, el ensamble puede explorar campos más sutiles de expresión,
especialmente en los elegantes ornamentos provistos por los vientos de East.
Por su parte, ‘The Eternal Wheel Spins’ se enfila clara y consistentemente en
un tempo frenético en el cual Allen y sus compinches crean un dinamismo tan
rotundo como llamativo, logrando así tender puentes bien definidos con el tipo
de expresiones space-rockeras que hemos disfrutado en los últimos trabajos de
GONG. Hay ciertos resabios de influencias del maestro Steve Hillage en los
abundantes fraseos protagónicos de las guitarras, absortas en un inocultado
frenesí. Con la secuencia de ‘Syllabub’, ‘This Revolution’ y ‘You See Me’, la
banda nos remonta ahora a los tiempos del “You”, y con esto nos referimos a los
cánticos farsecos sostenidos por complejas armazones de síncopas y el empleo de
un jam fusionesco para dar campo a la exhibición del saxo (‘Syllabub’), además
del llamado a la conciencia que solemnemente evoca Allen sobre flotantes capas
de sintetizador, guitarra y saxofón (‘This Revolution’), para finalmente
llevarnos a la vitalidad cuasi-circense de ‘You See Me’ dentro de un encuadre
que se siente luminoso e inquietante a la vez. A través de toda la extravagancia
patente y combatiente de esta propuesta musical de GONG se trasluce una actitud
de optimismo de la mente humana ante el espectáculo global del Universo, un
optimismo que halla su correlato sónico en la electrizante amalgama de
guitarras y saxofón que se refuerza en los últimos pasajes de ‘You See Me’.
‘Zion My T-Shirt’ se explaya
enfáticamente en climas exóticos, comenzando con un preludio de cánticos que
emulan los coros infantiles del Extremo Oriente, y luego reforzándose con un
complejo viaje suntuosamente ornamentado con aires arábigos sobre un groove
propio de los estándares jazz-progresivos. Se trata, de hecho, de una de las
composiciones más complejas que ha hecho GONG desde aquel año 1974 cuando el
grupo completaba su trilogía de “Radio Gnome Invisible” y Allen dejaba la banda
junto a su compañera Gilli Smyth. ‘Pixielation’ nos lleva a una cuidada armazón
jazz-rockera de extravagancias farsescas alternadas con exploraciones de cadencias
psicodélicas, algo propio de la época de “Flying Teapot” y “Angel’s Egg”. ‘A
Brew Of Special Tea’ es un breve puente marcado por un diálogo entre un ser
extraterrestre y el mismo personaje de Daevid Allen, el mismo que nos lleva
hacia ‘Thank You’. Esta pieza se sostiene bajo un clima permanente de
blues-rock psicodélico, con inteligentes manejos de claves disonantes en las
interacciones entre las guitarras de Torabi y Golfetti: nos suena un poco a
FRANK ZAPPA, pero también a los momentos más agrestes de aquel lejano
“Bananamoon”, el primer disco solista de Allen. La segunda parte de la letra
sirve para que el líder de esta maquinaria musical dé las gracias a muchas
cosas, casi como mirando a su carrera y su vida desde una perspectiva
totalizante que entiende algo como acabado desde todos sus aspectos y fronteras.
En general, la grandeza de ‘Thank You’ reside en que logra hacerse eco de
ciertas preocupaciones urgentes de quien lleva la voz cantante mientras utiliza
una atmósfera campechana reciclada con suficientes dosis de sofisticación
progresiva. Mark Robson colaboró en los teclados en este tema.
Tras todo esto, quedan 9 ½ minutos
del repertorio que son llenados por ‘Shakti Yoni & Dingo Virgin’: lo que
tenemos aquí es un epílogo minimalista donde la legendaria guitarra glissando
de Allen, junto con los efectos de sintetizador y las ensoñadoras
vocalizaciones de Smyth, parece proyectarse hacia un viaje metafísico que
trasciende a los confines de la vida terrenal. Pero, a fin de cuentas, ¿qué
significa toda esa serie de muestras de agradecimiento en ‘Thank You’?, ¿acaso una
retrospectiva de una vida ya vivida? ¿Y qué simboliza esa muralla de sonidos cósmicos
en ‘Shakti Yoni & Dingo Virgin’? ¿Acaso la partida hacia una vida más allá
del mundo terrenal? ¿O un mensaje anticipado de despedida? Muchas suspicacias pueden despertarse en nuestra mente al
ir escuchando estos últimos pasajes de “I See You”, pero lo que nos parece
claro y distinto, sin lugar a dudas ni suspicacias, es que se trata de una gran obra que dignifica
y revitaliza el legado de GONG, instaurándolo como parte real y consistente del
presente de la vanguardia rockera mundial.
Muestras de “I See You”.-
Zion My T-Shirt: https://www.youtube.com/watch?v=Rb7oiIkQym4Thank You: https://www.youtube.com/watch?v=HwPFghKwOXw
2 comments:
Maravilloso Blog, Felicidades.. Nunca dejes de compartir tanto conocimiento. Después de leerte aquí me doy cuenta que el Progresivo no esta muerto como creía.. Fabuloso trabajo
Gracias por tus elogiosas palabras... y sí... ¡el progresivo sigue vivo!
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