HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
THE TRONOSONIC EXPERIENCE
es un cuarteto jazz-progresivo noruego conformado por Ole Jørgan Bardal
(saxofones), Øyvind Nypan (guitarra y guitarra barítono), Per Harald Ottesen
(bajo) e Iver Loe Bjørnstad (batería y percusión), y hoy se da la ocasión de
hablar su homónimo disco debut, publicado a mediados de agosto pasado por el
sello Losen Records. Dicho sello está especializado en jazz pero en esta ocasión en particular se ha abierto a una propuesta ecléctica que está comprometida con diversas inspiraciones musicales. De hecho, en su página de Facebook, estos tipos se definen como cultores de rock vanguardista punk-jazz-drone. En fin... THE TRONOSNIC EXPERIENCE se formó en Oslo en el año 2016, llegando a grabar éste, su disco debut, en tres días de diciembre en el estudio Ocean Sound Recordings. En medio de la miríada de influencias que el cuarteto expone en su página de Facebook se destacan nombres como los de ORNETTE COLEMAN, SUN RA, KING CRIMSON, KEITH JARRETT, TERJE RYPDAL, LED ZEPPELIN, BLACK SABBATH y sus coetáneos compatriotas de ELEPHANT9 y HEDVIG MOLLESTAD TRIO: esta lista resulta más clara ante nuestros oídos y mentes que la curiosa etiqueta que ellos inventaron para sí mismos. Este cuarteto y el disco homónimo que hace poco han lanzado al mercado conforman la sorpresa melómana más agradable en estos últimos días: de hecho, el día 7 de setiembre tuvo lugar un concierto con fiesta para celebrar el lanzamiento oficial del disco que ahora nos ocupa en el local MIR de Oslo. Así de caliente está este ítem recién salido del horno fonográfico. Pero mejor es que repasemos en concreto el repertorio de “The Tronosonic Experience” de una buena vez, ¿verdad que sí? (A propósito, casi todo el material fue compuesto por el bajista Ottesen a excepción del tema #2, que es de autoría compartida por Nypan, Bjørnstad y el propio Ottesen).
Durando 3 ¾ minutos, ‘Die
Streif’ abre el disco con un despliegue de vigor y nervio que se hayan
enmarcados dentro de un groove que, con toda la intrincada elegancia que orienta
a su labor, sabe reflejar convincentemente una espiritualidad robusta. Algo así
como un jam de NIACIN que ha sido pervertido por la ágil y oscurantista vitalidad de los KING CRIMSON de la etapa 73-74, más algunos toques de la señorial neurosis de JOHN ZORN. Luego sigue ‘Maelstrom’, una pieza alevosamente densa que se vale de
la pesadez estructural de su motif central para crear un ambiente de neurosis
sospechosamente sórdida bajo un ropaje nebuloso. Este ejercicio de jazz-rock se
centra bastante en el elemento stoner del factor rockero; así, cuando llega el
momento para el solo de saxo, el instrumento usa unas florituras tan chocantes
como cautivadoras sobre el sustento del tempo constreñido. El solo de guitarra,
por su parte, se orienta hacia vibraciones Hendrixianas. Con el gracioso título
de ‘No Country For Young Men’, que obviamente alude tanto a la película de los hermanos
JOEL y ETHAN COEN como al modo en que la constante crisis financiera, laboral y
social afecta a la población activa más joven, emerge el tercer tema del álbum.
Éste se centran en un swing bluesero con abierta atmósfera crepuscular,
exhibiendo una flotante atmósfera de pesimismo con claros matices psicodélicos
desarrollándose a lo largo del camino: en este esquema sonoro, el grupo puede
explorar su faceta más lírica. ‘Light As A Feather, Heavy As A Lead Balloon’
prosigue obedientemente por el sendero de crepuscular languidez y lirismo
envolvente que abrió la pieza anterior, incluso logrando concretar un
centramiento más etéreo del bloque instrumental. ‘The Crossing’, tema que dura
más de 5 ¼ minutos, vuelve de lleno a la faceta extrovertida del grupo. La
mayor parte del desarrollo temático se sustenta sobre un marchoso jam
jazz-rockero que apela a su propio gancho de tenue coqueteo con estándares
funky, derivando en su última instancia en un jam de talante stoner donde se
fusionan los legados de BLACK SABBATH y LED ZEPPELIN.
Los dos últimos temas del
repertorio son también los dos más largos del mismo, durando uno 6 ¾ minutos y
el otro casi 6. ‘A Quiet Flame’ es una pieza serena e introvertida cuya patente
magnificencia se expresa a través de un enclave donde confluyen lo onírico y lo
misterioso. Si en las dos piezas lentas precedentes (‘No Country For Young Men’
y ‘Light As A Feather, Heavy As A Lead Balloon’) latía un aura de ominosa tristeza,
o tal vez melancolía, aquí en ‘A Quiet Flame’ lo que impera es un espíritu
contemplativo marcado por la neurosis, estando siempre está presente la
posibilidad de la exaltación desasosegada. De hecho, hay recursos de desosiego
expresionista en los momentos centrales de los desafíos entre la guitarra y el
saxofón mientras le dupla rítmica mete mucho músculo al compás lento. Parece una mezcla del paradigma de MARK WINGFIELD en su faceta más osada y la dimensión más oscura de MORAINE. En fin, ‘Catching
The Nile Perch’ pone broche de oro al disco por vía de una síntesis ingeniosa
entre la densidad angustiada de la pieza precedente, la tradición del free jazz
y las vibraciones más extrovertidas que existen dentro del amplio estándar del
rock-in-opposition, aunque el mayor peso dentro de esta estrategia creativa aquí
empleada reposa sobre los hombros de los dos primerod de los factores
mencionados. El solo de guitarra es brutal (al modo de un híbrido de RAY
RUSSELL y FRED FRITH) mientras que el bloque global sabe asentar su propia
unidad desde el enfoque deconstructivo elegido para la ocasión. En cuanto al conjunto de su integridad estilística, estas dos
piezas y la #2 nos hacen recordar en parte a estas otras dos grandiosas entidades
jazz-progresivas que son ELEPHANT9 y FIRE!: cualquiera de ellas podía haber
funcionado como el cierre perfecto del disco, pero la ventaja de ‘Catching The
Nile Perch’ es que ostenta una fastuosidad más rotunda, lo cual conlleva que la atmósfera de ominosa magnificencia se sienta más tajante y recia.
Todo esto fue nuestro disfrute del disco “The Tronosonic Experience”, así de estupenda fue la aventura de conocer a THE TRONOSONIC EXPERIENCE. Ciertamente, reconocemos en este cuarteto escandinavo a una entidad muy interesante dentro de las nuevas figuras de la avanzada jazz-progresiva de Europa y del mundo entero: tal vez no nos estamos apurando demasiado en designarla como una banda muy importante para la instauración de ideas nuevas y frescas dentro de la vanguardia jazz-rockera contemporánea. Como sea, recomendamos este disco al 200%.
Todo esto fue nuestro disfrute del disco “The Tronosonic Experience”, así de estupenda fue la aventura de conocer a THE TRONOSONIC EXPERIENCE. Ciertamente, reconocemos en este cuarteto escandinavo a una entidad muy interesante dentro de las nuevas figuras de la avanzada jazz-progresiva de Europa y del mundo entero: tal vez no nos estamos apurando demasiado en designarla como una banda muy importante para la instauración de ideas nuevas y frescas dentro de la vanguardia jazz-rockera contemporánea. Como sea, recomendamos este disco al 200%.
Muestras de “The Tronosonic
Experience”.-
Die Streif: https://www.youtube.com/watch?v=Jdq_WvAKh10
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