Sunday, August 26, 2018

GEPH: la apofenia como nueva estrategia para la garra rockera progresiva



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.


Hoy se da la ocasión de presentar el nuevo disco del trío estadounidense GEPH, el cual se titula “Apophenia” y ha sido publicado durante la primera semana de julio pasado. La apofenia es la tendencia a percibir conexiones y significados interconectados entre cosas que parecen tener nula relación entre sí o ningún vínculo dentro de un esquema o conjunto realmente definido: se trata de un término acuñado por primera vez por el neurólogo y psiquiatra alemán Klaus Conrad cuando quería focalizar un concepto que señalara la tendencia de las personas psicóticas a encontrar significados y nexos anormales entre experiencias supuestamente casuales e independientes entre sí. En lo referente al rol de la palabra “Apophenia” respecto a este nuevo disco de GEPH, advertimos que ésta se refiere más bien a la maquinación meticulosamente articulada entre grooves y matices individualmente complejos sobre los cuales se forja una sinergia fluida como núcleo musical de cada pieza del repertorio. Este trío asentado en Boston (Massachusetts) y conformado por los Stickistas Josh Goldberg y John Tyler Kent, y el baterista Josh Merhar, hace gala de las virtudes que emanan de su ecléctico enfoque musical que combina modismos Crimsonianos, jazz-rock, prog-metal y psicodelia, junto a ocasionales coqueteos con el rock-in-opposition. El asunto ha rendido enormes frutos; de hecho, el trío se ha lucido a lo grande en la elaboración de este catálogo de estas siete piezas nuevas cuyos detalles pasamos a revisar a continuación. 



Durando poco menos de 7 ¾ minutos, ‘Macroaggressions’ abre el disco con un despliegue de elegantes solturas dinámicas a partir del sobredimensionamiento que se da a los juegos de síncopas y a los silencios dentro del desarrollo temático. De este modo, la vitalidad consistente en el esquema performativo del trío halla sus vías de manifestación alternando pasajes de patente vigor con otros donde rige la ley de la sutileza frontal. En los momentos más vigorosos se da preferencia a los desarrollos armónicos en vez de a la parafernalia solista; más bien, los solos entran a tallar a partir del traspaso de la frontera del quinto minuto, a lo largo del último pasaje sutil y en el estilizadamente aguerrido momento final. (A propósito, la parodia del discurso introductorio del programa Saturday Night Live al inicio de este tema es muy divertida.) Luego sigue ‘Whole Body Headbang’, tema que se focaliza en vibraciones prog-metaleras en su cuerpo central: ya para la coda, el fragor baja drásticamente para darle un etéreo viraje jazzero a los últimos segundos, al modo de una neblina que surge instantáneamente para tapar todo el paisaje con drástica precisión. ‘Little Guy’ es una pieza relativamente breve que se caracteriza por exhibir capas flotantes del solitario Stick de Kent, al modo de un retrato sonoro de un atardecer otoñal. En realidad, su misión principal es la de preparar el terreno para el arribo de ‘Get Your Insignificance On’, un tema bastante lírico donde el trío se dispone a explorar fehacientemente su faceta jazz-rockera. El asunto suena a un híbrido entre la faceta más domesticada de unos GORDIAN KNOT y el paradigma de ATTENTION DEFICIT. ‘Mourningstar’ hace lo propio aunque con una dosis mayor de agilidad tanto en su esquema rítmico como en su atmósfera general. Los dos instrumentos de cuerda se hermanan con ingenieril limpieza tanto en los pasajes gráciles como en los más robustos. La pieza, que vuelve al terreno de GORDIAN KNOT pero esta vez en paralelo con el modelo de unos STICK MEN, mantiene su encanto evocativo con lírica lucidez.

  

El penúltimo tema del repertorio es también el más largo del mismo con sus más de 8 ¾ minutos de duración: se titula ‘W.W.F.D.’ y resulta, en rasgos generales, una síntesis vibrante de los factores más filudos de las dos primeras piezas del disco. Teniendo en cuenta que el tempo y el esquema rítmico apuestan por una modalidad lenta de funk-rock,
‘W.W.F.D.’ se da maña para hacer aspavientos de exhibir una modalidad relativamente tétrica dentro del ideario musical de la banda. De hecho, a mitad de camino, la batería se detiene y los dos Sticks se dedican a trazar y delinear unos matices tenebristas muy efectivos: este paraje que comienza al modo de un interludio aterriza posteriormente sobre un groove aún más lento que el inicial, con lo que la atmósfera reinante para los últimos 2 ¼ minutos del tema ya parece estar metiéndose en el terreno R.I.O. de unos PRESENT. El broche del disco llega de la mano de ‘Back From Space Earth’, tema que en sus más de 5 ½ 
minutos de duración, ejercita una atractiva y señorial combinación de refinadas sacudidas jazz-progresivas y majestuosos despliegues progresivos de talante Crimsoniano. El esquema de trabajo se basa en una remodelación capitalizadora de los ambientes y diagramas musicales antes desarrollados en los temas #4 y #5. Aquí disfrutamos del vitalista esplendor de la mañana y el resplandor de un vivaz mediodía tras la absorbente aura de siniestra nocturnidad que había impuesto la penúltima pieza. Así llegamos al final de “Apophenia”, un disco bastante inspirado y dueño de copiosos momentos marcados por vibrantes sonoridades progresivas. Estos dos motivos son más que suficientes para tener en gran consideración el nombre de GEPH dentro de la actual escena progresiva. Fueron casi 41 minutos de auténtico ingenio musical donde el rock conquista la prestancia del arte con verdadera seriedad sin perder su fulgor excitante: la apofenia ha funcionado como estrategia para la creación de una renovedora garra rockera dentro del ideal progresivo.



Muestras de “Apophenia”.-


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