HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos al grupo polonés HALUCYNACJE, un quinteto instrumental dedicado a cultivar un híbrido de prog sinfónico, metal progresivo y jazz-rock con mucho punche, teniendo además algunos ocasionales coqueteos con estándares de la psicodelia space-rockera. Este grupo formado en el año 2013 tiene por fin la posibilidad de
presumir de haber grabado un disco de larga duración, el cual reseñamos aquí y
se titula “La Petite Blonde”. Este disco publicado en marzo deeste año 2018 sucede a los EP “Instrumental” y “Vis-à-vis”, los cuales datan de julio del 2014 y
de marzo del 2015, respectivamente. En el caso específico y actual de “La
Petite Blonde”, disponemos de un repertorio aguerrido, variado y colorido cuya
versatilidad inherente lo convierte en un desafío agradable y motivador para el
melómano progresivo promedio siempre abierto a las evoluciones modernas del
polivalente género en cuestión. La conformación de este grupo que siempre operó como quinteto grabó el presente disco contando con el siguiente personal: Kuba
Mendelak [guitarras], Krzysiek Cybulski [bajo], Konrad Muchalski [batería y
percusión], Andrzej Włodarczyk [órgano Hammond y sintetizadores] y Tomek
Bojarski [saxofones]. Eso significa que hubieron variantes en los departamentos de los teclados y los vientos respecto a la alineación original de HALUCYNACJE. Veamos ahora los detalles del repertorio en
cuestión, ¿vale?
El primer cuarto de hora del disco está ocupado por la pieza que justamente da título al disco, poniendo toda la carne de vigor rockero en el asador sin mayores demoras. Las cuatro secciones de esta extensa composición se
titulan, respectivamente ‘Danse Sensuelle D’Une Blonde’, ‘Recontre Avec Un Loup’,
‘L’Intermission (Traçant Des Lignes)’ y ‘Cauchemar Après Le Rèveil’. De arranque, tenemos un motif de entrada en el que la batería y la guitarra se unen en un despliegue de musculatura ácida y rotunda desde el cual se guía al bloque instrumental íntegro. Los motivos se van sucediendo en osadas variaciones de compás y ambiente, creando así una ilación armonizada con una extrema pulcritud. A poco de pasada la frontera del sexto minuto, la batería arma un swing ritualístico desde el cual va madurando un delirantemente salvaje solo de batería que va siendo alimentado por un ágiles sofisticaciones a lo largo de su relativamente extenso camino. Tras acabar este solo, el grupo desarrolla un lento jam en 6/8 donde la banda explora un curioso híbrido de jazz-rock y post-metal, combinando fluidamente el señorío de lo primero con la garra de lo segundo. Un nuevo viraje a un groove más intenso de inspiración stoner impone el regreso al vigor inicial: de este modo, con la adición de un aristocrático solo de saxofón, la banda crea un intrépido clímax concluyente para el tema. El disco comenzó con su cénit expresivo mas lo que sigue a continuación merece también nuestra atención. ‘Ty Wiesz, Ty Wiesz’ sigue a continuación para desarrollar una mezcla de post-metal y space-rock en base a un jam cuya base consistente es razonablemente sencilla. Los solos sucesivos de guitarra y sintetizador se encargan de crear espacios envolventes mientras que la dupla rítmica procura elaborar recursos enriquecedores sin romper con el tempo creado para la ocasión. ‘Wilki Na Kleczkowskiej’ porta tintes más a lo hard rock en su desarrollo temático mientras incorpora elementos jazzeros en su groove general. A mitad de camino, el asunto se pone en clave de robusta languidez con claras pretensiones Floydianas y el añadido de cierto talante prog-metalero en la articulación de varios pasajes del extenso solo de guitarra. El motif inicial regresa para la coda y lo hace estableciendo un aire de majestuosidad incrementada siendo así que los músicos activan su esencial fineza con una mayor capitalización en esta instancia concluyente. Una vez completado este clímax con un giro sinfónico, nos sentimos confiados al afirmar que aquí hay otro cénit importante del disco.
‘Foie Gras’ cierra el repertorio con un enfoque totalmente distinto al que se plasmó en cualquiera de las tres piezas precedentes: se trata básicamente de un ejercicio de rock progresivo sinfónico (tan receptivo de la vieja escuela como abierto al esquema sonoro moderno) con leves matices space-rockeros a lo HIDRIA SPACEFOLK. La base melódica es evocativa y cándida, llegando incluso a ser potenciada por un bello solo de saxofón que entrará a tallar más tarde. Como siempre, el esquema grupal opera con un refinamiento compacto y una precisión impecable durante el desarrollo temático con miras a sustentar un respeto impoluto a las bases melódicas y atmósferas creadas para la ocasión. La ingeniería sonora es sólida mientras los desarrollos melódicos dejan abiertas las ventanas a la faceta más emotiva del ideario estético grupal: sí, se puede decir que lo emotivo es lo que predomina en este cierre del disco. Todo esto es lo que se nos ha brindado en “La Petite Blonde”, una exhibición de eclécticas y sólidas amalgamas progresivas que ponen muy en alto el nombre de HALUCYNACJE. Vale la pena anotar los nombres del grupo y del disco en nuestras agendas melómanas para seguir entendiendo y disfrutando de las nuevas propuestas musicales que siguren surgiendo sin cesar en la amplia escena internacional del rock artístico.
Muestras
de “La Petite Blonde”.-
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