Tuesday, December 25, 2018

Corrientes de cambio en el mar progresivo de GALAHAD


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy estamos de plácemes al darse la ocasión de disfrutar del nuevo disco de los veteranos GALAHAD, héroes del movimiento neo-progresivo de segunda generación (desde inicios de los 90s) y que desde hace ya muchos años pueden presumir de tener una dilatada y versátil producción musical, siempre bajo unas pautas reconocibles como la esencia del grupo. El nuevo disco responde al título de “Seas Of Change”habiendo sido publicado en la última semana de enero de este año 2018 que ya se nos va. Se trata de un concept-album cuya temática es una visión crítica y cínica de la lamentable situación social y política de Gran Bretaña (incluyendo el Brexit, el chauvinismo y la inestabilidad laboral de las generaciones más jóvenes). Y eso que la intención inicial era la de hacer una canción de unos 7 minutos de duración para empezar a componer material nuevo... pero las ideas musicales y las letras se fueron ampliando hasta el punto de que el grupo comprendió bien pronto que tenía ganas de hacer una suite entera donde encajaran todas esas ideas en una arquitectura integral. El disco salió al público tanto en formato de CD como de vinilo a través de la labor conjunta de los sellos Avalon Records (propiedad de los mismos GALAHAD) y Oskar (compañía fonográafica polaca). Los encargados de gestarlo fueron el permanente frontman Stu Nicholson [voz], Lee Abraham [guitarras eléctricas y acústicas], Dean Baker [teclados, orquestaciones y programaciones], Tim Ashton [bajo y pedales bajos] y Spencer Luckman [batería y percusión]. Con este álbum, Abraham vuelve a las filas de GALAHAD mientras que el bajista Ashton se acomoda a la perfección en éste, su segundo álbum como miembro del quinteto. También hay que señalar que en algunos pasajes del álbum colaboró la vientista Sarah Bolter, quien se hizo cargo de la flauta, el clarinete y el saxo soprano. 



¿Y qué hallamos en “Seas Of Change”? Pues resulta que se trata de una obra conceptual contenida en una sola suite de 42 ¾ minutos, la cual agrupa una ilación de 11 secciones portadoras de títulos autónomos: ‘Storms Are A Comin’’, ‘Lords, Ladies And Gentlemen’, ‘The Great Unknown’, ‘Sea Of Uncertainty’, ‘Up In Smoke’, ‘A Sense Of Revolution’, ‘Dust’, ‘Tis But A Dream’, ‘As Time Fades’, Mare’s Nest’, The Greater Unknown y ‘Storms Are A Comin’ (Reprise)’. Todo empieza con una narración arrojada sobre capas de teclado ornamentadas con gráciles florituras de flauta, y a partir de ahí, se abre campo a un delicioso pasaje de piano adornado con intensas (aunque breves) orquestaciones... y de inmediato sigue un ruido de gente en un bar así como las palabras de un maestro de ceremonias. Más fastuosas exhibiciones de sinfonismo estandarizado siguen perpetrándose hasta que pasamos un poco la barrera del sexto minuto, momento en el que el canto de Nicholson se hace notar por primera vez. Tras un breve solo de guitarra a lo Dave Gilmour nos topamos con un resuelto y enérgico interludio instrumental que nos remite a un punto intermedio entre ARENA y THRESHOLD. Como esta sección es bastante llamativa, una vez concluida deja una huella de interés en la mente del oyente empático. Una sección cantada establecida sobre un swing sencillo y un colchón electrónico de sintetizador abre campo a un ejercicio de lirismo grácil, el mismo que se cierra con una breve retoma del interludio antes mencionado. Para la siguiente sección, el grupo crea un ambiente de balada sinfónica de claros ribetes Genesianos, centrado en torno a un simple arreglo de guitarra acústica y abundantes capas de teclados. La cosa no dura demasiado por causa de las efectivas intromisiones rockeras de los instrumentistas, las cuales aportan consistencia y vibrante gancho al asunto. La sección A Sense Of Revolution se sostiene sobre un groove bastante entusiasta que enarbola ligeros coqueteos con la electrónica mientras preserva un ácido hechizo rockero: algo así como un híbrido entre FROST y los PORCUPINE TREE de los tres últimos discos con algunas alusiones al estándar de NO-MAN. 



La ilación de las dos siguientes secciones se enfila hacia una vitalidad melódica más claramente orientada hacia el paradigma neo-progresivo: de paso, tenemos aquí el más alucinante solo de guitarra de todo el disco pues, siendo bastante extenso, no satura en ningún momento mientras refuerza continuamente su nervio frente a la patente pomposidad de los arreglos de los teclados. Las orquestaciones de teclado aportan un adecuado recurso de sofisticación melódica mientras algunos loops ostentan un aura modernista. Como dijimos, hay un recurso de muscular y envolvente grandilocuencia en el extenso solo de guitarra que, sin duda de nuestra parte, ha de ser considerado como el momento más destacado de Abraham en toda la suite. Justo a poco de llegar a la frontera del minuto 35, el grupo elabora otro aguerrido pasaje sinfónico de tendencia neo-progresiva mientras sube un poco la dosis de garra rockera y se regodea en el marchoso groove escogido para la ocasión. Con buen pulso y hábil polenta de parte de los instrumentistas, se crea un refuerzo de lo marchoso y una consolidación de lo fastuoso: de hecho, volvemos de lleno al territorio híbrido de ARENA y THRESHOLD con algunos recuentos de los legados que los mismos GALAHAD recogen de álbumes previos como “Battle Scars” y “Empires Never Last”. Para los dos últimos 2 ¾ minutos tenemos un viraje definitivo hacia climas serenos y reflexivos donde las capas de sintetizador y los fraseos semi-blueseros de la guitarra (algo muy a lo PINK FLOYD de la época del “Wish You Were Here”) abren el camino para la última intervención vocal de Nicholson. El carácter crepuscular del desarrollo temático que ocupa el último minuto ostenta un revelador cariz elegíaco y ominoso, al modo de un canto de cisne disfrazado de canto de sirena. Los bonus tracks de “Seas Of Change” en su versión de CD son las versiones autónomas de ‘Dust’ (que dura casi 6 minutos) y ‘Smoke’ (que dura casi 7 ¼ minutos), versiones que muestran que ambos ítems se defienden solos como canciones con enfoques muy bien definidos. ‘Dust’ hace gala de su gancho fundamental con su buena dosis de estándares Genesianos en los arreglos de teclados; por su parte, ‘Smoke’ enfatiza la solemnidad inherente a su núcleo melódico, instaurando así una cruza entre PINK FLOYD y GENESIS con bastante efectividad. El gancho también está presente aquí cuando la solemnidad abre paso a la gracilidad, lo cual trae consigo un campo abierto para la soltura generosa de la guitarra de Abraham. Quién sabe… a lo mejor, estos arreglos particulares – que incluso añaden segundos de duración a las versiones originarias –  habrían funcionado igual de bien dentro del bloque completo de la suite. 


Este disco ha sido diseñado como un magnum opus para la banda y así funciona, con lo cual se manifiesta que la misión artística que el quinteto se planteó a la hora de planificar, gestar y concretar el concepto de “Seas Of Change” resultó un triunfo artístico. GALAHAD es un grupo veterano que maneja su oficio como entidad musical de forma muy patente en cada disco que publica aunque los niveles de creatividad a lo largo de su discografía (iniciada en el año) son irregulares. Queda claro que cuando saca lustre a los aspectos más ambiciosos de su ideario estético, los GALAHAD saben lucirse a lo grande y éste es ciertamente el caso de este concept-album que tenemos en nuestras manos. Demos las gracias a los Sres. Nicholson, Abraham, Baker, Ashter y Luckman por esta magnífica suite que demuestra que el prog sinfónico moderno todavái es un ideal vivo.


La suite “Seas Of Change”: https://galahad1.bandcamp.com/track/seas-of-change

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