Friday, September 10, 2021

FALLING INTO BIRDS: cuenta nueva sin borrones

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Nos complace enormemente que el día de hoy se dé el turno de presentar el nuevo disco del excelso grupo estadounidense de chamber-rock FALLING INTO BIRDS. El disco nuevo en cuestión se titula “Scraps Of Paper” y fue publicado el pasado 20 de agosto, sucediendo por cuatro años al homónimo disco debut. La publicación del disco en cuestión se realiza de forma independiente como descarga digital desde el blog de Bandcamp del grupo. La alineación de FALLING INTO BIRDS está conformada por Nicole Garcia [violín], Maksim Velichkin [cello], Márton Adámi [trompeta], Turn [saxofón], Bryn Richmond [viola], Brendan Toohey [clarinetes bajo y contrabajo], Jordan Toms [piano] y Joey M. Bishop [guitarra, bajo y batería]. Bishop es el líder y compositor exclusivo del ensamble. En uno de los temas del disco aparece el saxofonista invitado Tom Bath en la sección introductoria. Curiosamente, las pistas de batería fueron grabadas en la localidad polaca de Cracovia, más exactamente, el Krakowska Pracownia Dźwięku, un centro cultural con una gran sala de conciertos, algunos auditorios más pequeños, y que también incluye estudios de grabación. Bueno, vamos ahora a los detalles del repertorio contenido en “Scraps Of Paper”.
 
Durando casi 6 minutos, ‘Haiku’ abre camino a las cosas con un llamativo despliegue de desarrollos temáticos ágiles y joviales, el mismo que exhibe una cruza entre FAR CORNER, YUGEN y STOP MOTION ORCHESTRA: o sea, una combinación compactamente fluida entre tensión y fulgor que se sitúa en el punto exacto de confluencia entre lo aristocrático y lo travieso. Tras el calmado y breve epílogo de este excelente punto de arranque sigue ‘Maverick’, una pieza que prosigue por su misma senda de refulgente y laberíntico júbilo, aunque con un toque añadido de vibraciones señoriales en algunos pasajes. De esta manera, la claridad melódica se siente un poco más aligerada. Cuando llega el turno de ‘La Jungle De Rousseau’ (título que nos remite al paradigma humanista del buen salvaje propuesto por el mencionado filósofo suizo), el ensamble gesta uno de los momentos definitivamente culminantes del disco, y eso se debe en gran medida en su capacidad de recibir el impulso fastuoso de las dos piezas precedentes para remontarlo a un ambiente más explícitamente denso. Todo comienza con un groove bastante marcado por puntuaciones tribales, y a partir de ahí, cuando el ensamble entero entra en acción, se dedica a elaborar una atmósfera suntuosa y opulenta donde convergen los universos del chamber-rock y del avant-jazz. Lo que suena en este momento parece un híbrido de los HENRY COW del último álbum y uno de los proyectos de grandes ensambles de JOHN ZORN. La arquitectura retorcida y abstrusa que se va desarrollando muestra un vitalismo especial. ‘Petrichor’ vira totalmente de registro para asentarse en una atmósfera serena que se deja recubrir por una espiritualidad absorta que algo tiene de misterioso. Con la dupla de ‘The Fountains I’ y ‘The Fountains II’, la gente de FALLING INTO BIRDS da una nueva vuelta de tuerca a esa extravagante distinción que es el núcleo central de su esencia estética. El primero de estos ítems establece una ingeniería radiante tras un prólogo contenido y sigiloso. Por su parte, el segundo de ellos regresa a la complejidad festiva y lúdica de los dos primeros temas del álbum, incorporando algunas pequeñas porciones del desarrollo temático de la Parte I. Otro momento climático del repertorio.
 
‘Parem Varblane Peos Kui Tuvi Katusel’ vuelve a poner sobre el tapete a la dimensión solemne del ideario musical del ensamble, tal como lo hizo la cuarta pieza del álbum. Eso sí, con este tema específico opera una aureola de ceremoniosa introspección que se deja empapar por varias gotas de rocío melancólico que caen de árboles sembrados en los rincones más otoñales del espíritu. La combinación de intensas capas y sobrios oleajes de las cuerdas funciona a la perfección en la transmisión de esta imagen a través de la estrategia sónica diseñada para la ocasión. Con la dupla de ‘Benighted’ y ‘On The Way Down’, la banda sigue explorando matices desde el propio seno de sus inquietudes señoriales. ‘Benighted’ ostenta un talante grave a todo dar, generando convincentemente un espíritu mortuorio que se aferra consistentemente a su nocturnidad esencial a despecho del vigor brindado por los ocasionales ornamentos de trompeta. Muy a lo UNIVERS ZERO, la verdad que sí. Mientras tanto, ‘On The Way Down’ se acerca al estándar de la música cabaretera con un cierto dejo trágico que late bajo las dominantes interacciones entre el saxo, el clarinete, el violín y la viola. Todo llega a su fin de la mano de ‘F.I.B.onacci’, una sublime pieza cuya primera sección es una fabulosa exhibición de juegos atonales donde los instrumentos se conjugan para transmitir una extravagante vitalidad. Cuando entra a tallar la batería, dicha vitalidad se catapulta hacia una dimensión alborozada y vivaracha. Mientras en algunos breves pasajes se hace una retoma de la ceremoniosidad inicial, el terreno se prepara para que la sección final ostente un aura exultante que se regodea en su propia efervescencia. Los instantes finales del tema (y del disco) están signados por una primaveral tirantez. Todo esto fue lo que nos ofreció en “Scraps Of Paper” el fabuloso ensamble estadounidense FALLING INTO BIRDS, un hermoso y fascinante muestrario de inspiradas musicalidades que apuntan con impecable puntería a la firme preservación de la música progresiva vanguardista. Definitivamente, este disco es una cuenta nueva para el tránsito por las veredas más radicales de la experimentación progresiva de nuestros días; de lo más notable que se ha generado en la variopinta producción progresiva de este año 2021. 


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