HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
El ensamble de origen
italiano GATTO MARTE ha publicado hace poco su nuevo trabajo fonográfico
“Madame Penguin”. Decimos que se trata de un ensamble de origen italiano y no
italiano a secas porque actualmente su membrecía es multinacional, más
exactamente, ítalo-británico: Maximilian Brooks [piano], Ben Newton [teclados y
acordeón], Mark Knight [batería] y John Shepherd [guitarras] se suman al
violinista Nino Cotone y al contrabajista
Pietro Lusvardi. Los dos italianos son los únicos supervivientes de
todas las alteraciones de formación que ha sufrido GATTO MARTE, mientras que
Brooks, Newton y Shepherd repiten el plato tras el hermoso disco de 2012 “Marte
Sulla Luna”.
‘The Bells After
Life’s Chase To Nowhere’ abre el disco con un engañoso preludio ceremonioso que
muy pronto abre camino a un cuerpo central ágil donde la gracilidad compartida
del piano y la batería dirige el espíritu amable de la instrumentación general:
se trata de una composición de esencia grisácea pero con una motivación
luminosa. Es como si a la gente de ARANIS le hubiera poseído el alma de PHILIP
GLASS y el cerebro de PENGUIN CAFÉ ORCHESTRA. Luego sigue la dupla de ‘Sinfonia
No. 3 (La Giudecca)’ y ‘Sinfonia No. 4 (La Turca)’: la primera de estas piezas
se arropa de una alegría juguetona y vibrante, casi como si estuviera diseñada
para poner fondo a una intensa celebración palaciega en alguna corte de Europa
del Este; la segunda, por su parte, se empapa de una espiritualidad un poco más
intimista, lo cual no impide que también muestre la misma actitud celebratoria
que ‘La Giudecca’. En bloque, esta dupla de temas retrata la habilidad de la
banda para recrear elementos folclóricos con un inapelable aire de distinción.
‘Azathoth’ mezcla un aura oscurantista y una actitud farsesca, como si se
tratara de un híbrido de ISILDUR’S BANE y SAMLA MAMMAS MANNA.
Durando alrededor de
20 ½ minutos y dividiéndose en seis secciones, la suite homónima cierra el
álbum con un esplendor sonoro magnífico. La primera parte se complace en
abordar un desarrollo melódico cautivadoramente romántico dentro de un swing de
predominante raigambre jazzera, conectándose después con el esplendor
extrovertido que marcará la segunda parte. En estos primeros 4 minutos y 50
segundos el oyente queda atrapado por lo que está ofreciendo el ensamble, pero
todavía quedan cuatro secciones más. La tercera parte capitaliza el talante
extrovertido de la segunda parte y le da unos matices más propiamente rockeros,
aunque de una forma muy comedida – esto es, si los comparamos con grupos como
FAR CORNER, que enfatizan el rock en la etiqueta del RIO, pues más se parece a
la delicadeza desafiante de unos PENGUIN CAFÉ ORCHESTRA. La cuarta parte
empieza con una serenidad relajada, haciendo un abierto contraste con lo que se
escuchó en las dos secciones precedentes; para el interludio, el grupo le pone
más polenta al asunto para volver a la senda de pulcro optimismo, terminando
finalmente con un pasaje de piano que retoma efímeramente la serenidad inicial.
La quinta y sexta secciones son las más largas del bloque, durando poco más de
4 ½ minutos y poco menos de 5 ½ minutos respectivamente. La quinta sección
establece un colorido ágil sobre un esquema rítmico de fuertes connotaciones
fusionescas, mientras que la sexta elabora la dinámica más fastuosa de toda la
suite, y de paso, le da un exultante broche de oro al disco.
¡Qué bello disco es “Madame Penguin”!... ¡Y qué pena que dura penas 37 minutos en total! Los
despliegues de vitalidad y colorido que GATTO MARTE ofrece a través de los
exquisitos viajes musicales comprendidos en este disco confirman de forma
abundante e inapelable que es una de las figuras señeras del chamber-rock de
nuestros días.
Muestra de “Madame Penguin”.-
Madame Penguin Suite [en vivo en el Gouveia Art Rock2014]: http://www.youtube.com/watch?v=V9dgbCl_84Y
Muestra de “Madame Penguin”.-
Madame Penguin Suite [en vivo en el Gouveia Art Rock2014]: http://www.youtube.com/watch?v=V9dgbCl_84Y
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