Thursday, December 10, 2020

Desde Francia, PHOG expone su perspectiva prog-sinfónica sobre este mundo



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión, prestamos nuestra atención y nuestros oídos a PHOG, proyecto francés unipersonal de música progresiva por el compositor y multiinstrumentista Philippe Ogier. El susodicho Ogier se hace cargo de las guitarras eléctricas y acústicas, los teclados, el bajo, las percusiones y la programación de batería a lo largo de las siete piezas que conforman “This World...”, su tercer álbum. Éste fue publicado por vía digital (en su blog de Bandcamp) y en CD físico por vía independiente el pasado 11 de junio, más exactamente, por el sello H.Records, que es del propio Ogier. En algunas piezas del disco que ahora reseñamos, Ombeline aparece aportando voces. Este álbum sigue persistentemente por la senda de un sinfonismo amable, atravesado por una tersa transparencia melódica y un predominio de atmósferas cándidas, una senda explorada y forjada en los dos discos precedentes que se titulan “Communication” y “Evidence” (de los años 2018 y 2019, respectivamente). Ogier es un fanático del rock progresivo sinfónico desde sus años adolescentes, siendo un ávido fan de CAMEL y GENESIS, por lo que no nos debe extrañar que este proyecto tenga a las dos bandas mencionadas como sus principales referentes a la hora de la inspiración. A los 20 años de edad, él empezó a estudiar formalmente guitarra clásica, y unos años después (en 2012) empezó a componer material propio, lo cual llevó ulteriormente a la concreción del primer álbum mencionado más arriba. En su momento, el debut “Communication” causó una agradable sorpresa dentro de las redes progresivas; ahora llega el turno para que “This World...” exponga el modo en que el mundo musical de PHOG sigue refinando su arquitectura sonora. Repasemos ahora el repertorio contenido en él.

La pieza ‘Awakening’, que dura poco menos de 8 ¼ minutos, abre el repertorio del disco siguiendo un plan de trabajo muy a lo CAMEL con tintes de sinfonismo moderno que establecen cercanos parentescos con las líneas de trabajo de bandas como ECLAT y CAFEÏNE. Tras un primer pasaje instaurado sobre un groove moderadamente grácil que permite al esquema melódico en curso explotar cabalmente su dimensión etérea, emerge un segundo motif mucho más relajado que nos lleva al terreno de la introspección. La serenidad flotante inicial se traslada ahora hacia un clima de amable ensoñación. A poco de pasada la frontera del cuarto minuto, una tercera sección entra a tallar con un despliegue de elegante vigor, preciosista y convincente a la vez. De esta manera, la pieza vira hacia un recurso expresionista que se mueve fluidamente a través de esquemas rítmicos que transitan de lo vivaz a lo ceremonioso. Sigue a continuación la dupla de ‘Winter Storm’ y ‘Satellite’, diseñada para explayarse en variantes sonoras dentro del bien definido esquema musical en curso. El primero de estos temas mencionados, el mismo que dura solamente poco más de 3 minutos, dice mucho con su extroversión señorial, la cual se preserva cálidamente sobre un híbrido de sinfonismo Genesiano y jazz-prog. Se trata de una composición muy bella que logra centralizar su gancho inherente en un armazón melódico cristalino donde la guitarra y los teclados intercambian posiciones protagónicas; al respecto, va una mención especial al solo de sintetizador, el cual aporta unas breves vibraciones cósmicas al festivo entramado sonoro. Por su parte, ‘Satellite’ se centra mayoritariamente en climas introspectivos a lo largo de su calmado esquema melódico, el cual hace destacar a una guitarra cuyos flemáticos y precisos fraseos se sitúan bajo el patrón de Andy Latimer, mientras que las labores amalgamadas de los múltiples teclados se sitúan en una cruza entre los paradigmas de CAMEL (etapa 78-81), GENESIS (etapa 76-78) y HAPPY THE MAN. Si la pieza anterior funcionaba como un retrato sonoro de un mediodía primaveral, ésta se enfila hacia la tibia viveza de inicios de otoño. Con el arribo de ‘Altiplano’, PHOG se pone a explorar una espiritualidad intimista y lánguida, al modo de una cruza entre los modelos de PINK FLOYD y CAMEL, gestando la perfecta síntesis entre las vibraciones evocadores de aquél y el candor melódico del segundo.

El quinto tema se titula ‘In The Distance’ y cumple con la función de delinear un nuevo giro de tuerca para el delicado lirismo que ya se ha expresado con cabal insistencia en la secuencia de las piezas #1 y #3 del repertorio, pero con una mayor cercanía al señorío versátil de la primera. Contando con secciones diversas, la primera es ceremoniosamente introvertida, mientras que la segunda despliega una agilidad convincente y una soltura fulgurosa, siempre bajo las pautas de sobriedad que gobiernan la visión musical de PHOG. El hálito más alegre que se expresa en la segunda sección revela una candidez encantadora. ‘No Gravity’ es la pieza más extensa del repertorio con sus 9 minutos y pico de duración. Claro está, el espacio está aprovechado para jugar con variantes de motivos y ambientes, comenzando con todo con un tenor parsimonioso y envolvente, para luego derivarse hacia algo un poco más dinámico, aunque contenido por un juego de síncopas que tienen algo de jazzero en su base. 
 La pieza en cuestión comienza con un tenor sereno, incluso grave, ostentando una parsimonia convenientemente estilizada; luego, las cosas se agilizan con una soltura bastante llamativa que parece inspirarse notoriamente en el estándar de CAMEL (incorporando también algunos elementos del MIKE OLDFIELD de los 80s). También hay algunas confluencias con STEAM THEORY. Como sea, esta agilización se sostiene sobre una algarabía moderada a fin de que las sucesivas irrupciones de nuevos pasajes lentos puedan insertar en un flujo meticulosamente organizado. Para el epílogo, el bloque instrumental hace un muy conciso retorno al motivo ágil que, al fin y al cabo, se erigió como núcleo central de la pieza. El final del álbum llega de la mano de ‘Summer 22’, un tema hermoso que persiste plenamente en la propuesta de sobria majestuosidad que ha venido marcando al repertorio del álbum. En todo caso, para esta ocasión, lo parsimonioso es lo prioritario y los recursos de vivacidad operan principalmente como ornamentos de variedad. Para el epílogo, el bloque instrumental instala un clima envolvente arropado por un delicado fulgor típicamente sinfónico: casi como si se trata de una idea perdida de Wakeman que Bardens retomó y arregló con miras a insertarla dentro del canon de CAMEL en la época 75-76. “This World...” es, en suma, un disco a ser valorado y apreciado por su claridad melódica y su manera tan ingeniosa de insuflar un eclecticismo ágil a la vertiente sinfónica dentro del amplio escenario progresivo de nuestros tiempos. Sin importar por cuál disco de PHOG uno entre, vale mucho la pena explorar en su discografía para constatar lo bien que funciona para la preservación del estándar sinfónico. 


Muestras de “This World…”.-
Awakening: https://phog.bandcamp.com/track/awakening
Winter Storm: https://phog.bandcamp.com/track/winter-storm
No Gravity: https://phog.bandcamp.com/track/no-gravity

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