Tuesday, December 22, 2020

La progresiva fantasía lunar de DELUGE GRANDER

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Como un estupendo regalo navideño progresivo adelantado llega a nosotros la nueva obra fonográfica de DELUGE GRANDER, el grupo estadounidense formado y liderado por el muy talentoso compositor y multiinstrumentista Dan Britton, residente en Maryland. El disco en cuestión se titula “Lunarians” y salió al mercado el pasado 15 de diciembre, por vía del sello del propio Britton Emkog Records. El estilo de este nuevo disco establece un punto intermedio entre el colorido fastuoso de “Oceanarium” (2017) y la majestuosidad etérea de “Helotians” (2014), siendo así que algunas ideas melódicas contenidas en estos discos fueron retomadas en algunos pasajes de este nuevo álbum. Al igual que en el caso del penúltimo disco, el de ahora tiene una edición de CD + vinilo con letras y créditos escritos a mano, portadas individualizadas bajo un formato común y numeradas (una cantidad limitada de 283 ítems). También hay una edición solamente de CD. El personal a cargo de concretar el repertorio contenido en “Lunarians” consta de Dan Britton [teclados, guitarras y voz], Brett d’Anon [sobrenombre de Britton, bajo y guitarras] y Patrick Gaffney [batería], con una mención especial para Christopher West por sus contribuciones compositivas. La presencia de colaboradores es muy grande, especialmente en lo referente a los instrumentos de viento: Neil Brown (trompeta), Steve Churchill (oboe), Brian Falkowski (flauta y clarinete), Denis Malloy (clarinete bajo), Corey Sansolo (trombón), Aaron Gage (voz), Natalie Spehar (cello) y Zack Stachowski (violín). Los procesos de grabación y mezcla del álbum, al igual que el de las portadas de la edición de vinilo + CD, fueron realizados de forma entrañablemente artesanal en la casa de Britton. Bueno, veamos ahora los detalles de 
“Lunarians”.


 
El disco comienza con ‘Terrestrial Debridement’, que dura poco más de 8 ¾ minutos. Con una entrada ceremoniosa cercana al patrón histórico del chamber-rock continental (y, de paso, a FAR CORNER y FIVE-STOREY ENSEMBLE), la pieza impone un aire señorial, denso y misterioso. Poco a poco, las cosas van ganando intensidad y luminosidad mientras la densidad va perdiendo impacto; así, poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto, nos topamos prácticamente con una canción totalmente diferente que se sitúa dentro de un sinfonismo retro que acoge también elementos de talante pastoral. Es como un hibrido de los YES de la época 73-74, los GENESIS de la fase 70-72, ANTHONY PHILLIPS y algo de WHITE WILLOW. Con el rol pujante que tiene el mellotrón dentro de las orquestaciones masivas de teclados para la última sección, la pieza regresa a la densa ceremoniosidad del inicio con un aire triunfante. Un gran punto de inicio para el álbum. El segundo tema del álbum se titula ‘The Rabbit And The Buffalo’ y, ocupando un espacio de cerca de 14 minutos, es el más extenso del álbum. De entrada, su agilidad elegante y su preciosismo sistemáticamente sofisticado lo sitúa en una exultante encrucijada entre el prog sinfónico y el Canterbury con algunos trazos de tensión disonante delicadamente delineados; algo así como una fusión entre HAPPY THE MAN, HATFIELD AND THE NORTH, GENTLE GIANT y GENESIS. Hay ciertos pasajes estratégicos donde el piano lleva la batuta del bloque global, mientras que hay otros que se articulan en torno a los arreglos de maderas, y estos últimos suelen ser los más saltarines de la pieza. En contraste, los otros tienden a ser más sosegados, lo cual sirve muy oportunamente par acentuar el magnífico y ambicioso lirismo del cual se hace gala en toda la pieza. Un momento especial ocurre a poco de pasada la frontera del décimo minuto, pues se crea un ambiente envolvente y cálido que termina siendo crucial para ahondar en la faceta contemplativa del ensamble. El breve epílogo retoma de lleno la grácil y pletórica agilidad del inicio con toda naturalidad, dando un cierre muy conveniente para este cénit fundamental del álbum. 


‘Sepharial Academy’ comienza recogiendo los ecos de sobria grandilocuencia de la maratónica pieza precedente, remodelándolos dentro de un aura de exquisita introversión. Luego, en la segunda mitad, iniciada cuando todo se acalla para que se hagan sentir las pulsaciones del bajo, emerge una nueva atmósfera más vivaz y colorida, bien metida en el estándar jazz-progresivo mientras saca buen provecho del poder expresionista inherente a los matices orquestales provistos por los vientos. Las breves líneas de violín que ornamentan al efímero epílogo también son particularmente notables. Otro cénit del álbum. ‘Provisional Derangement’ sigue por la senda del primer tema del álbum, y, de paso, establece canónicos nexos estilísticos con los dos álbumes precedentes, siendo así que lo etéreo y lo cósmico regulan con mano de hierro el tipo de dinamismo compartido que unifica e integra a todos los instrumentos actuantes. En pocos momentos como éste se destaca tanto el elemento orquestal, y un buen ejemplo de ello es la sección intermedia con cadencia de vals sinfónico que emerge con una gracia moderadamente fulgurosa. Dicho interludio, tal como advertimos de inmediato, signa el camino por el que deberá transitar y desarrollarse el swing global de la sección final del álbum. ‘Torn Ammonder’ es básicamente un ejercicio de música impresionista donde la amalgama de piano y teclados refleja una espiritualidad serenamente crepuscular, siendo así que a lo largo del camino se suman ciertos matices suavemente grisáceos que van sacudiendo las vibraciones emanadas de los teclados. La labor discreta de la batería ayuda a darle un cimiento al asunto, aunque se percibe claramente que su labor es de apoyo, no de impacto directo en el centro temático. Se trata de una pieza muy bella que tal vez hubiésemos deseado que tuviese un espacio mayor que el de dos minutos y casi tres cuartos que se le dio, pero es que ya llega el momento del broche final del repertorio, el momento del arribo de ‘Lunocand Of Ruia’. Su enfoque estructural se remite básicamente a una recuperación de la atmósfera contemplativa que signó a la primera mitad del tema #3 y a los pasajes más suntuosamente majestuosos del monumental tema #2. Además, Britton y sus compañeros de viaje están resueltos a crear una atmósfera palaciega puntualizadas por algunos elementos bucólicamente introvertidos.  


Todo esto fue “Lunarians”, tres cuartos de hora y pico de fabulosa y sublime música progresiva que se congregan en un nuevo repertorio destinado a reforzar el lugar de aristocrática alteza que siempre ha tenido el proyecto de DELUGE GRANDER dentro de la avanzada estadounidense del nuevo milenio. Como dijimos en el primer párrafo de la presente reseña, este disco es un autentico regalo de Navidad adelantado para todos los melómanos progresivos del orbe. De lo mejor de este año, recomendado al 200% (un 100% por Dan, el otro, por Brett).

 
 
Muestras de “Lunarians”.-
The Rabbit And The Buffalo: https://delugegrander.bandcamp.com/track/the-rabbit-and-the-buffalo
Sepharial Academy: https://delugegrander.bandcamp.com/track/sepharial-academy
Lunocand Of Ruia: https://delugegrander.bandcamp.com/track/lunocand-of-ruia

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