HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es un momento muy especial porque presentamos a ALTABLANCA, banda
argentina que se erigió en una de las fuerzas progresivas vitales del circuito
de Mendoza entre 1976 y 1983. Su propuesta sonora era bella y enérgica,
resuelta con soltura técnica y ejecutada con una creatividad única, y menos mal
que no queda enterrada en la memoria de aquellas generaciones que la vieron en
acción porque el sello Viajero Inmóvil, merced a la ardua labor de Mario Mátar
(guitarrista fundador) y Erni Vidal, realizada en La Vizcachera Studio, acaba
de publicar “En vivo Mendoza ‘81”, un registro de los dos recitales que
ALTABLANCA dio en el Teatro Independencia de Mendoza el 16 de noviembre de
1981. La formación de aquel entonces consistía en: Mario Mátar a la guitarra,
Daniel Martín a la flauta y la guitarra, Jorge Aguerre al bajo, Jorge Zangheri
a los teclados, Carlos Corvalán (apodado ‘Pajarito’) a la batería y Susana Nalldi (apodada ‘La Turca’) al canto y la guitarra acústica. Desde
su formación en 1976, en épocas anteriores a la de este concierto, habían
pasado por la banda el bajista Javier Segura, el flautista Pablo Romagnoli, el
guitarrista Daniel González (en tándem con Mátar), el bajista Daniel Soria,
Natalio Faingold que empezó como baterista y luego pasó al rol de teclista, el
baterista Eduardo Aveni, etc.
El trabajo de rescate, masterización y posterior
edición se concretó en dos etapas: primero, entre 2000 y 2005 inclusive,
mientras Mátar y Vidal seguían activos en ZONDA PROJECKT (otro genial ensamble
mendocino), y luego, a partir de 2010, se retomó el asunto que se extendió
hasta el presente año 2013. Más detalles sobre este heroico proceso de “arqueología
progresiva” de este material se pueden leer en la entrevista a Erni Vidal
publicada en el enlace de Diario Uno http://www.diariouno.com.ar/espectaculos/El-legado-de-Altablanca-toma-forma-30-aos-despues-20130717-0002.html. Por nuestra parte, repasamos ahora el
repertorio del disco, ¿vale?
‘Preludio II’ pone en
marcha la maquinaria de ALTABLANCA con una aureola Cameliana manejada y
desarrollada con un lirismo envolvente y conmovedor: el motivo central es
explotado en un continuum que nunca se agota. Luego sigue ‘El Burlón De La
Floresta’, que en un espacio un poco menor de 4 minutos exhibe un dinamismo
colorido y lúdico donde las complejidades del esquema rítmico de inspiración
fusionesca se desarrollan con total soltura. ‘El Vértice Del Peine’ es uno de
los definitivos momentos cumbre de este catálogo: en efecto, su cuerpo central,
que nos suena a un híbrido de RETURN TO FOREVER y YES, impone una fuerza de
carácter atrapante a través de su intrincada arquitectura sónica. La dupla
rítmica se luce de forma especial aquí, permitiendo que el tremendo lucimiento
de Mátar cuente con un apoyo sólido. Pero… justo cuando el oyente necesita un
momento de respiro tras este enorme despliegue de fastuosidad netamente
progresiva, llega ‘Paso a La Vida’, una ambiciosa composición dividida en dos
extensas partes que juntas suman una duración de 16 minutos. La Parte 1 elabora
una atmósfera cálida, desarrollada con un prístino uso de la sutileza que no
acalla en lo absoluto la etérea belleza que signa la primera sección ni el
crescendo manierista que emerge posteriormente tras un interludio cósmico. La
Parte 2 torna hacia una dramática solemnidad en base a un esquema instrumental
ceremonioso y un canto de Susana Talldi que se hace eco del apasionado clamor
existencialista plasmado en las letras. La armazón general de este concepto
tiene aires de familia con M.I.A., PINK FLOYD y LE ORME que se pueden advertir
como puntos de referencia. Con un gran comienzo provisto por los dos primeros
temas y una cima continua generada por los tres temas siguientes, el éxtasis
melómano es inapelable y contundente. Pero hay más, y a eso iremos en el
siguiente párrafo.
‘Noviembre’ es una
composición de Faingold que conjuga a la perfección, dentro de un esquema
rítmico relativamente reposado, los matices estilizados del sinfonismo en su
más pura expresión y el swing del jazz-rock, haciendo un buen uso de los
explayamientos melódicos en curso. Vale también destacar el intenso solo de
sintetizador que emerge cual exquisita tormenta de luz hecha sonido durante el
clímax crucial de la pieza (imaginemos un híbrido de EMERSON y WATKINS para
hacernos una idea de esa explosiva luminosidad del sintetizador). ‘Shayton’,
por su parte, ofrece un ejercicio de blues-rock progresivo al estilo
esencialmente argentino de INVISIBLE y PESCADO RABIOSO: Nalldi incluye algunas
palabras en árabe en su canto. ‘Aires De Tango Para Una Mujer’ y ‘Explicaciones
(De Lo Nuestro)’ siguen adelante con el show enfatizando la faceta
contemplativa del grupo: el primero exhibe amables climas bucólicos bajo la guía
de la flauta, mientras que el segundo se concentra relajantes armazones
armónicas con la guitarra y el teclado llevando al alimón el posicionamiento
protagónico. El concierto termina con otra excitante cúspide: ‘Athenágoras’.
Esta pieza porta un dinamismo efectivo y atractivo en base a un bien articulado
swing que nos puede hacer evocar los estándares de HAPPY THE MAN, GILGAMESH y
YES... e incluye un portentoso solo de batería a cargo de Corvalán. La ovación
final del respetable es una recompensa justa a tanto despliegue de ingenio
musical, y sobre todo, es un eco de la deliciosa adrenalina explayada en esta
pieza de cierre.
Además de estos 10
temas que hemos repasado, el disco contiene 3 bonus tracks registrados en un
par de demos de estudio: el primero data de 1983, los otros dos del año 2000.
‘Tema De Zarkeff’ es una envolvente exhibición de ensoñadora delicadeza
melódica que se manifiesta como un poderoso sortilegio de mágica melancolía. Por
su parte, la dupla de ‘En El Parque’ y ‘Se Esconde El Viento (Duerme)’ nos hace
pasar por sendas muestras de serenidad bucólica, la primera marcada por el
dueto de guitarra acústica y flauta, la segunda, por la guía alternada del
canto de Susana y el violín del invitado Rodolfo Castagnolo.
Se ha dado en el
pasado la confluencia de un pecado y de un crimen: el pecado estuvo en manos
del destino y el crimen, en manos del mainstream de la industria fonográfica
argentina de aquellos fines de los 70s, el pecado y el crimen de haber arrojado
al limbo la magnífica labor creativa de ALTABLANCA para dignificar el ideal del
rock progresivo. Ahora con la edición de “En Vivo Mendoza ‘81” los
coleccionistas de rock artístico de todos los tiempos y lugares podemos
redimirnos grandemente de las secuelas de ese crimen y ese pecado. ¡ALTABLANCA
vive!
Muestras de “En Vivo
Mendoza ‘81”.-
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