HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy nos toca echar una
mirada a los pasadizos olvidados del rock con raíces andaluzas que tanta
creatividad motivó en varias agrupaciones musicales del hermoso Sur de España
en la segunda mitad de los 70s. Más específicamente, el pasadizo de MANTRA,
banda surgida en la localidad gaditana de Puerto Real en 1977 bajo la
iniciativa conjunta del guitarrista Juan Ahumada, el bajista Kiko Fernández y
el baterista Tato Macías: siendo de Sanlúcar, Los Barrios y Puerto Real
respectivamente, el destino los hizo coincidir en un lugar y tiempo idóneos
para crear sus primeras ideas musicales al amparo del ideal de un rock
progresivo al típico estilo andaluz. Poco después se unió al naciente grupo
otro guitarrista llamado Tito Alcedo, oriundo de Barbate; ya tenemos así a MANTRA
como entidad bien definida. En sus primeros conciertos, el cuarteto primigenio
de la banda compartió cartel con varias bandas heroicas de la vanguardia rockera
española como CAI y AZAHAR, siendo así que el quinteto definitivo se consolidó
con el ingreso del teclista gaditano José Manuel Portela. Con un material
prolijo en musicalidades ricas y cautivadoras que la banda fue componiendo en
el transcurso de un año, MANTRA grabó una maqueta en el local de sus
ilustres paisanos de CAI. Es una injusticia del destino que MANTRA no lograra
concretizar un contrato de grabación durante el corto periplo madrileño que
realizó con la maqueta bajo el brazo; esta situación de indiferencia (o
insuficiente interés) llevó al grupo a la desmotivación y ulterior disgregación.
[Más información en el enlace http://www.arabiandrock.org/mantra.html]. Pero… nada dura para siempre, ni siquiera la
nada, y es por ello que podemos sonreír de oreja a oreja de ese demo de MANTRA
gracias a la iniciativa que tuvo en 2011 la Asociación Cultural Arabiand Rock
para editarlo físicamente con el nombre de la banda misma.
Revisemos la música en cuestión. Los primeros 5 ¼ minutos de este
testimonio musical están ocupados por ‘Sanlúcar’, una pieza grácil y colorida
cuya secuencia de cambios de motivos y atmósferas está diseñada con inspirada
fluidez y ostensible dinamismo; de todas maneras, hay un motivo central que se
hace notar como centro neurálgico de todas las variantes que han de
desarrollarse dentro de los confines del tema. Hay un interludio magistral
donde la guitarra solista y el sintetizador se baten en un duelo electrizante
antes de que el motivo central regrese brevemente para la coda. Luego sigue ‘Bajo
La Sombra De Un Ciprés’, un tema más explícitamente intenso que saca buen
provecho de su duración de 9 ½ minutos: la mezcla de sinfonismo a lo CAMEL y
jazz-rock a lo RETURN TO FOREVER funciona a las mil maravillas para elaborar y
completar los flujos melódicos arábigos y revestirlos con un elegante toque de
psicodelia progresiva. Hay un momento donde Portela elabora un vibrante solo de
sintetizador que marca la pauta para el solo de guitarra que vendrá poco
después, y de hecho, Portela es la pieza fundamental para la base armónica que
consistentemente sustenta el desarrollo de la pieza. Hablando de Portela,
justamente él asume el canto en el siguiente tema, ‘Acantilado’, el cual se
estructura bajo la influencia del primer disco de CAI (“Más Allá De Nuestras
Mentes Diminutas”), aunque también porta afinidades con otras bandas
progresivas hispanas de robusta expresividad como MEZQUITA y BLOQUE. ‘Arco
Iris’ repite el mismo esquema de trabajo, reforzando así la frescura y energía
inherentes al quinteto.
‘Sacromonte’ y ‘Mantra’, antepenúltimo y último temas de este histórico
documento, son también los más extensos del mismo, durando ambos poco más de 11
minutos. ‘Sacromonte’ empieza con una ambientación cósmica misteriosa un tanto
Floydiana en un prólogo que dura 4 ½ minutos, tras lo cual se abre campo un
ágil jam central que se instala cómodamente entre lo arábigo y lo aflamencado (muy a lo CAI, por cierto). En
algún momento, el grupo hace una variante impetuosa incrementando la intensidad
del compás en el jam para que el
protagonismo, antes exclusivo de la guitarra, se reparta entre el sintetizador
y la guitarra. ‘Mantra’, en comparación, exhibe una elaboración melódica más
ambiciosa. Empieza con un motivo lento y reflexivo donde la banda explora su
faceta más sutil, luego derivando hacia un breve pasaje rotundamente
extrovertido que instaura una especie de clímax. Luego, tras un puente basado
en etéreas capas de teclado, emerge un segundo clímax rockero donde la
maquinaria sónica de la banda opera a todo motor. La coda retoma brevemente el
primer motivo, completando así el círculo multi-temático.
Todo esto nos ofreció el documento rescatado por Arabiand que acabamos
de reseñar aquí: aunque sea demasiado tarde, eso es mejor que nunca, y
cualquier tiempo es, a fin de cuentas, bueno para rescatar y valorar el legado
progresivo andaluz de MANTRA. ¡Que viva el Sur de España por siempre y para
siempre!
Muestras de “Mantra”.-
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