Saturday, May 02, 2020

MURPLE: sinfonía progresiva sobre el conformismo social en la fábula de un pingüino



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el honor de prestar un espacio a una de las bandas de un solo álbum más destacadas dentro de la escena progresiva italiana de los 70s: nos referimos al cuarteto MURPLE, el cual estuvo constituido por Giuseppe “Pino” Santamaria [voz, coros, guitarras eléctrica, acústica y de 12 cuerdas], Pier Carlo Zanco [voz, coros, piano, órgano, sintetizadores Moog y Eminent, y contrabajo], Mario Garbarino [bajo, bongós y triángulo] y Duilio Sorrenti [batería, gong, timbales, pandereta y congas]. “Io Sono Murple”, del año 1974, fue el único ítem fonográfico que el personal de MURPLE aportó a la primera generación de música progresiva italiana. Se trata de un disco conceptual sobre un pingüino que, a pesar de sentir ocasionales brotes de nostalgia sobre su hábitat originario previo a su captura, termina por disfrutar de su rol como una de las mayores atracciones de un zoológico. Esta parábola fue ideada como una parábola sobre el conformismo de la clase media italiana dentro del orden político-económico, y también se incluye en algunas letras ciertas alusiones a la filosofía existencialista (la apertura a un destino incierto para la vida humana). De todas maneras, más de la mitad del material aquí contenido es instrumental, así que el concepto muchas veces se mueve a través de las abstracciones propias del arte del sonido. Haciendo algo de historia, MURPLE se formó en Roma en el año 1971 cuando Garberini y Sorrenti, amigos y colegas músicos desde los últimos años escolares, conocieron a Zanco, estudiante de la Academia de Música Santa Cecilia; el último en unirse fue Santamaria. Mientras el grupo armaba el concepto para sus primeras composiciones, decidieron no solo que Murple sería el nombre del protagonista de la narrativa sino también del grupo mismo. El grupo tardó algunos años en poder grabar este estupendo disco, el mismo que fue publicado por el sello alemán Basf Fare. Aunque actualmente es considerado como uno de los ejemplos más excelsos de rock sinfónico italiano, en su momento, el disco tuvo escasa atención de parte de la prensa musical profesional (y cuando la tenia, recibía críticas mediocres), por lo que el grupo no obtenía muchas ofertas concretas para tocar conciertos. Algunas veces en la misma capital italiana y poco más. A fin de seguir sobreviviendo un tiempo más mientras preparaba material para un futuro segundo álbum, el cuarteto se ganaba la vida tocando como banda de sesión o banda de apoyo para otros artistas. Eso sí, los MURPLE pueden presumir de haber participado en el Festival Pop de Villa Pamphili en su segunda edición, en 1974, compartiendo cartel con ilustres bandas compatriotas como BIGLIETTO PER L’INFERNO, ALPHATAURUS, PERIGEO y QUELLA VECCHIA LOCANDA, además de luminarias foráneas como AMAZING BLONDEL, STOMU YAMASHTA y SOFT MACHINE. A pocos meses de ser lanzado al mercado “Io Sono Murple”, el bajista Garbarino había dejado el grupo, siendo reemplazado por Roberto Puleo. De todas maneras, el grupo se disolvió en el año 1975 sin llegar a concretar la grabación de ese segundo álbum. Antes de seguir adelante con la historia posterior de la banda, pasemos a los detalles musicales de “Io Sono Murple”.


El disco consiste en dos suites que ocupan sendos lados del LP, durando la primera poco más de 17 ½ minutos, la segunda, poco más de 16 ½ minutos. La primera suite consta de las secciones ‘Antartide’, ‘Metamorfosi’, ‘Pathos’, ‘Senza Un Perché’, ‘Nessuna Scelta’ y ‘Murple Rock’. La suite comienza con un triple prólogo: el primero está trazado por elípticos trazos de guitarra acompañados de una etérea capa de contrabajo, mientras que el segundo está marcado por una solemne y minúscula fuga de órgano, la misma que cumple la función de cortar las alusiones oníricas de las sonoridades precedentes; la tercera parte se centra en un swing tribal armado por la batería y una nutrida amalgama percusiva, mientras el órgano elabora ocasionales ornamentos psicodélicos. En la frontera del tercer minuto, el cuarteto opera en pleno con una sección fastuosa que nos remite a un espacio intermedio entre ATOMIC ROOSTER y EMERSON, LAKE & PALMER, a través del filtro de LE ORME. La mayor parte de esta sección se mantiene sobre una cadencia ágil que se siente poderosa, mientras que en algún momento interfiere un interludio un tanto misterioso que rebosa de mágico preciosismo melódico. La primera sección cantada tiene la forma de balada sinfónica guiada por el piano, siendo así que el bloque instrumental desarrolla una aureola romántica, solamente interrumpida por un frenético interludio de marcados acentos manieristas. El manierismo regresará pronto de la mano de un hermoso solo de piano que sirve de puente hacia la siguiente sección, la cual se inicia con un arreglo coral de inspiración renacentista y luego abre campo a un juego de alternancias entre pasajes sobriamente tensos y otros lánguidamente melancólicos. Las interacciones entre la guitarra y el sintetizador en estos últimos nos recuerdan a sus compatriotas de LE ORME y ALPHATAURUS, pero la estrategia de MURPLE es menos aguerrida que la de estos últimos y más vigorosa que la de los primeros. Una vez que regresa el arreglo coral para el cierre de esta sección, la primera suite prepara su camino de salida por vía de un instrumental enérgico y señorial donde la banda vuelve a exorcizar sus fantasmas Emersonianos y añade algunos toques a lo GENESIS en el camino. ‘Murple Rock’ encapsula un ejercicio de esplendor sónico que establece un enclave para la expresión simbólica del contraste entre la contradictoria oscuridad interior y el falso fulgor de las luces de la ciudad; sin duda, un muy efectivo final para la primera parte del disco.  


La segunda suite también consta de seis secciones, las cuales respectivamente se titulan ‘Preludio E Scherzo’, ‘Tra I Fili’, ‘Variazioni In 6/8’, ‘Fratello’, ‘Un Mondo Così’ y ‘Antarplastic’. Lo primero que escuchamos es una nueva intervención solitaria del piano que, a partir de sus iniciales ambientaciones que transitan entre lo sigiloso y lo jovial (al modo de un híbrido entre CHOPIN y LISZT), va preparando el terreno para el arribo de la próxima participación grupal, la cual consiste en una balada sinfónica. Aquí notamos la persistencia de una espiritualidad más vulnerable que en cualquiera de los dos pasajes cantados con lo que nos hemos topado en la primera suite. Estamos ahora en un terreno intermedio entre el lirismo conmovedor de LE ORME y la precisión melódica de NEW TROLLS, mientras la guitarra asume ciertos elementos Gilmourianos. Es una pena que esta balada no dure un poco más, pues no parece bastante hermosa, pero es que llega el turno de la sección ‘Variazioni In 6/8’, la cual nos traer de vuelta a la faceta más extrovertida de MURPLE. Este nuevo ejercicio de sinfonismo extrovertido fluye muy buen sobre el esquema rítmico de tendencia jazz-rockera que aporta un swing bizarro al asunto... Y una vez más nos quedamos con la miel en los labios porque este paraje no dura todo lo que quisiéramos, y advertimos que su función principal era la de fungir como puente hacia una nueva canción. Ésta comianza como una balada no ostenta un desarrollo melódico tan evocador como ‘Tra I Fili’, pero cuenta con arreglos más pomposos. De hecho, estos arreglos aportan un barroquismo intenso que permiten a la balada virar hacia un momento de fulgor bien esquematizado desde el cual el grupo proyecta una ingeniería suntuosa con impoluto refinamiento. Llega el momento de otra sección cantada, la última, articulada sobre un swing de semibalada, la cual coquetea ligeramente con lo pastoril mientras se mantiene firme bajo coordenadas sinfónicas (pensemos en los GENESIS de la fase 70-71). En fin, esta segunda suite termina con un nuevo fragor extrovertido donde los instrumentos parecen plasmar el carácter opresivo de la sociedad moderna con su estructura mecanizada y alienante. La presencia de arrebatados vibratos de contrabajo hace una sutil alusión al pasaje de guitarra con el que se había iniciado el álbum, el mismo que, en efecto, vuelve para la coda, esta vez acompañado por una intervención más maciza del contrabajo.  


En el primer párrafo de esta retrospectiva hicimos alusión a la separación de MURPLE en el año 1975, la cual se produjo principalmente porque el grupo no contó con suficiente apoyo económico y logístico de parte de su sello. A pesar de que el grupo se sentía inicialmente optimista con el hecho de que pudo grabar el disco en el prestigioso estudio romano Chantalain y su portada obtuvo el galardón a la mejor portada del año por parte de una revista musical, el grupo no pudo sostenerse por mucho más tiempo, dando conciertos donde podía, teniendo una aparición en un programa semanal de promoción de jóvenes bandas de rock y un especial de radio en la RAI. De todas formas, el hecho es que MURPLE ha vuelto a ser una entidad musical vigente en el nuevo milenio. El año 2007 vio a tres de los integrantes originales, los Sres. Zanco, Garbarino y Sorrenti, reunirse para realizar su propia versión progresiva de una de las obras más célebres del maestro MODEST MUSSORGSKY, y así se produjo “Quadri Di Un’Esposizione” en el siguiente año 2008. Para la ocasión, el trío contó con músicos de apoyo. Más adelante, en el año 2014, el grupo volvió a los estudios para grabar “Il Viaggio”, esta vez con un formato de quinteto que se completaba con los nuevos integrantes Mauro Arnò (guitarras) y Claudia D’Ottavi (canto). Tal vez en otra ocasión nos detengamos más en los MURPLE de hoy en día, pero por ahora, nos enfocamos exclusivamente en ese primer álbum, esa joya conceptual titulada “Io Sono Murple” que, con el paso del tiempo, ha llegado a ser apreciada con los galones de clásico del rock sinfónico que siempre mereció. El sello Mellow Records publicó en CD este disco en 1992, algo que repitió el sello AMS Records en el año 2011; por si fuera poco, el sello japonés Belle Antique hizo su propia reedición con tapa de mini-LP en el pasado mes de febrero, con bonus tracks incluidos. Este disco que hoy hemos recordado tiene un lugar natural al lado de otros clásicos generalmente apreciados de PREMIATA FORNERIA MARCONI, BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, LE ORME, OSANNA, MUSEO ROSENBACH, NEW TROLLS  y otros.



Muestra de “Io Sono Murple”.-
Io Sono Murple (Parte 1): https://www.youtube.com/watch?v=Vs7iUjsdrMw

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