Hoy presentamos el más reciente disco del maestro ANDRÉS OLAEGUI, principalmente conocido por ser uno de los artífices del legendario ensamble GUADALQUIVIR. El disco en cuestión data del primer tercio del año 2024... Llega un poco tarde esta reseña, es verdad. El título de este disco es “Siguiendo Mi Camino” y OLAEGUI se lo planteó en el año 1988... Sí, hasta ese tiempo se remontan los inicios de esta obra fonográfica que hoy nos ocupa. Se trata, de hecho, de algo que se suponía como su primer disco solista tras la disolución de GUADALQUIVIR, el grupo por el que OLAEGUI habitualmente es más reconocido. Entre ese año 1988 y 1993, cuando se terminó, el buen ANDRÉS estuvo grabando el material que él mismo iba componiendo en estudios de Madrid y León: uno de ellos era el estudio de su viejo amigo “Manglis” y otro era el de otro amigo, Rafael Rubay, quien le daba trabajo en una orquesta en el Corral de la Pacheca. Estaba planteado que Raúl Ferrera publicara este disco por vía del sello Caskabel, pero su triste fallecimiento lo impidió. Con desánimo, OLAEGUI decidió guardar el fruto de toda esta larga labor, pero 30 años después, otro amigo, Juan Antonio Vergara, el jefe de 5 Lunas, sacara al mercado de una buena vez este disco. Su edición está dedicada al propio Raúl Ferrera y a los padres de OLAEGUI. Él se hizo cargo de las guitarras eléctricas y acústicas, secuencias de ritmos, bajo y teclado, algunas partes cantadas y, en un tema, el bajo. Sus colaboradores fueron Antonio Moreno “El Tacita” (batería), Luis Nieto (bajo), Ralph Santos (percusión), Juan Jesús Silva (percusión), Rafa Pérez (batería), Toni García (piano), Eva Durán (canto), Emilio Róbalo (piano), Javier Mora (piano), Miguel Ángel Palmero (piano), una sección de bronces conformada por el saxofonista Carlos Bermúdez, el trompetista Ramón L, maroto y el trombonista Óscar Cuenca, Juan Luis Mateo (clarinete), Javier Colina (contrabajo), Iván Palmero (guitarra flamenca), Juan Diego Palmero (guitarra flamenca), Jorge Pardo (flauta y saxo tenor), Fernando Bravo (pículo y flauta), Enrique Valiño (violín) y Julio Daud (fliscorno). También hay otros colaboradores a las palmas, el jaleo y los coros. La foto de la portada de este disco que hoy nos ocupa fue hecha por el productor Juan Antonio Vergara, mientras que Salvador Vélez se hizo cargo del diseño gráfico. Veamos ahora los detalles del repertorio de “Siguiendo Mi Camino”.
‘Como Viene Se Va’ inicia las cosas con aires de plena algarabía. Cálida exuberancia y grácil colorido emanan de la exaltación musical derivada del encuentro del candor melódico y el vigor rítmico, estando este último a cargo de asegurar la dosis de intensidad latino-caribeña, oportunamente impulsada desde un tajante fade-in percusivo. Cuando entra en acción el canto femenino, el embrujo adquiere aún mayor fuerza. ‘Cántame Un Bolero’ persiste en estas cercanías entre la fusión aflamencada y el estándar del Latin-jazz, usando una cruza entre el swing del bolero y la alegría de la rumba para darle un dinamismo refrescante al desarrollo temático. Eso sí, la claridad melódica creada para la ocasión se asocia muy prístinamente al patrón del bolero, algo que contribuye esencialmente a la provisión de una cautivadora candidez para el dinamismo en curso. A fin de cuentas, esta pieza es el camino de florecimiento definitivo de las semillas sónicas sembradas y cuidadas durante el esquema melódico y el swing del tema inaugural. ‘La Calle De Las Flores’, como no puede ser de otra forma, ostenta un vergel de cromatismos musicales bastante coqueto. Tras un prólogo signado por un jaleo flamenco, OLAEGUI y sus compañeros de viaje elaboran un sofisticado entramado fusionesco que se agita con estilizada vivacidad a lo largo y ancho de la compleja ingeniería rítmica. El brillo del sol andaluz ilumina este paisaje musical con imponente esplendor. Es como si el rocío de GUADALQUIVIR empapara la floresta de un tal Pat Metheny. Un momento culminante del álbum. ‘Cómo Te Llamas’ vira hacia un área introvertida para guiar con pulso firme el delicado lirismo de la composición. El solo de saxo añade interesantes texturas al encuadre sonoro, el cual preserva eficazmente su evocadora tesitura. Cuando llega el turno de ‘Vaya Calor’, el maestro OLAEGUI y sus colegas retoman la senda del gozo vibrante, esta vez con una clara inclinación hacia la tradición de la bossa nova con elementos añadidos de la fusión caribeña. Un momento de fulgor ubicado en el lugar adecuado del repertorio.
‘Fantasía Menor Armónica’ es una toda una belleza, una pieza bastante embrujadora que delinea su estructura melódica con vivaces colores fusionescos. La manera en que el núcleo temático se revela a través de la interacción de los instrumentos actuantes y el despliegue de encantadores destellos sónicos que se sostienen sobre el vibrante swing principal son simple y llanamente embrujadores. ‘Sueños’ manifiesta una cautivadora arquitectura de desarrollos melódicos donde las confluencias sónicas en curso revelan un vitalismo único. Hay una sedosidad mágica en este tema que no se diferencia mucho de la anterior; de hecho, hemos disfrutado de dos cénit sucesivos del álbum que ostentan sus propias maneras de hechizo. La breve pieza ‘Natural’ nos lleva de vuelta a la faceta más introspectiva del ideario musical de OLAEGUI. Los fraseos y trazos de las guitarras acústicas flotan con firmeza bajo un manto evocador arropado por una aureola otoñal. El penúltimo tema se llama justamente ‘Siguiendo Mi Camino’ y su expresividad se centra en un nuevo ejercicio de fulgores y júbilos desde las que se celebra la autoafirmación del yo en el centro del gran carnaval del mundo. Cierra el repertorio la miniatura ‘Tal Como Vino Se Fue’, una respuesta al tema inicial del disco en clave de celebración percusiva. Todo esto fue lo que se nos brindó en “Siguiendo Mi Camino”, una obra del crack ANDRÉS OLAEGUI que tuvo que esperar un largo tiempo antes de salir al mercado como un ítem concreto. Y se trata de un ítem que enriquece grandemente la foresta de la avanzada fusionesca de España, una foresta de varios caminos y aquí gozamos de varias hermosas semblanzas del camino que hace OLAEGUI al andar con guitarra en mano. Muy recomendable, la verdad que sí, como también es recomendable investigar otros buenos discos que él ha realizado como “Espíritu Salvaje” (2018), así como en otros proyectos (“Paisaje Andaluz”, del año 2022, con el ensamble CUATRO POR DOS, y “Como Niños”, del año 2005, firmado por el ANDRÉS OLAEGUI TRÍO).
Muestras de “Siguiendo Mi Camino”.-



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