HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy evocamos la memoria de la maestra Lindsay Cooper, fallecida el
pasado 18 de setiembre a la edad de 62 años tras largos de años de postración
como resultado de una esclerosis múltiple que le empezó a afectar desde fines
de los 70s. Haciendo uso de los debidos tratamientos y tomando ventaja de la
lentitud con que este mal se apoderaba gradualmente de sus funciones
corporales, la genial Lindsay se dio abasto para seguir bastante activa
actuando y componiendo material diverso en las áreas del rock experimental y la
cámara de vanguardia, tanto en proyecto solistas como grupales, así como
colaborando para otros (por citar unos pocos ejemplos, NATIONAL HEALTH durante
los últimos meses de estadía de Dave Stewart por ejemplo, el primer álbum
solista de STEVE HILLAGE “Fish Rising”, y discos de NEWS FROM BABEL y ART BEARS
junto con algunos que fueron sus colegas en HENRY COW). Recién a fines de los
90s se vio totalmente incapacitada de realizar este tipo de actividades
físicas, pero vista en perspectiva, su trayectoria es ampliamente valiosa para
la vanguardia progresiva. Nada mal para una muchacha graduada de la Royal
College of Music y que estuvo varios años como miembro de la Royal Academy of
Music. Incluso desde fines de los 70s, nunca dejó de explorar nuevos recursos
instrumentales, ampliando sus estudios de flauta y saxofón soprano, además de
volver al piano, su primer instrumento de interés. Pero ella era algo más que
una erudita académica, pues fue durante su periplo entre 1969 y 1971 en Nueva
York que empezó a familiarizarse con el underground del rock experimental, y a
su retorno a Londres no le faltaron ofertas para aportar su sapiencia técnica y
sus intuiciones experimentales con sus instrumentos de viento. COMUS fue una de
las ofertas esporádicas, pero es con su estancia en HENRY COW desde inicios de
1974 hasta el declive final de la banda en 1978 por lo que mejor se le
recuerda. En homenaje póstumo a ella, reseñaremos dos discos de HENRY COW: el
segundo, “Unrest”, que fue donde ella debutó como integrante del entonces
quinteto, y el cuarto, “Western Culture”, donde ella aportó más como
compositora.
Cuando
Lindsay entró a HENRY COW portando su fagot, su oboe y su flauta dulce, ya
estaban dentro el guitarrista-violinista-xilofonista Fred Frith, el
bajista-pianista John Greaves, el saxofonista-clarinetista-teclista Tim
Hodgkinson y el baterista-percusionista John Cutler. Es así que se asentó la
que se suele considerar su formación clásica de instrumentistas de HENRY COW. A
fines de 1973, el vientista Geoff Leigh había dejado la banda, llevando a que
los amigos Frith y Cutler pidieran a Cooper ocupar su lugar, con miras a que
ella aportara más elementos de cámara vanguardista en aras de una decisiva
maduración de la propuesta de rock experimental de HENRY COW. Así las cosas, “Unrest”
fue grabado en los primeros meses de 1974 y publicado en mayo del mismo año: en
este trabajo, el quinteto empieza a dar
mayor rienda suelta a su faceta iconoclasta en comparación con su ya de por sí
llamativo disco debut “Leg End”. La distribución de instrumentos indica claramente
la intención esquemática de jugar con combinaciones de los varios matices
sonoros propios de tan diversos artilugios... y nuestras sospechas se confirman
mientras vamos escuchando este disco.
Las
dos primeras piezas, ‘Bitter Storm Over Ulm’ y ‘Half Asleep, Half Awake’, son
efectivamente lúcidos ejercicios de polifonías e intrincados juegos rítmicos,
complementando las estructuras del jazz vanguardistas con masivos recursos
atonales propios de la cámara contemporánea; a través de toda esta extravagante
articulación de osadas ideas melódicas, aún se mantiene un sentido del orden fácil
de reconocer para el oyente. ‘Bitter Storm Over Ulm’ funciona como un prólogo
ágil y llamativo, mientras que ‘Half Asleep, Half Awake’ (compuesto por
Greaves) conserva un lirismo estilizado y exquisito que en no poca medida se
conecta con el factor Canterbury que había sido predominante en el primer álbum
de la banda. Menciones especiales deben ir a los motivos de piano de cola en la
entrada y la conclusión, respectivamente, pues conforman sendas muestras de atmósfera
relajante e hipnótica. El siguiente tema, ‘Ruins’, así como ‘Linguaphone’ y ‘Upon
Entering The Hotel Adlon’, muestran el lado más explícitamente osado de HENRY COW.
Las inagotables atonalidades, el clima de caos del interludio que en realidad
es el disfraz de una ingeniería robusta y el uso de contrastes drásticos entre
momentos plenos y otros sutiles abruman de modo insolente al oyente, como queriéndolo
provocar para que acepte el desafío de pasear por insospechados caminos de imaginación
musical. ‘Ruins’, composición de Frith, es uno de los temas más significativos
de la esencia estética de HENRY COW: la arquitectura rítmica elaborada en los
pasajes extrovertidos porta un dinamismo complejo y cautivador, mientras que el
interludio establece un genial ejercicio de sobrio minimalismo bajo la guía del
violín.
Hasta
aquí, todo lo que el grupo tenía compuesto explícitamente para el álbum. ¿Y lo
demás? Salvo el caso de ‘Solemn Music’, tuvo que crearse in situ por vía de creaciones colectivas en tiempo real. La
secuencia de ‘Linguaphone’ y ‘Upon Entering The Hotel Adlon’ destila una
inmensa seriedad cerrada en su propio solipsismo cerebral mientras explaya su
rara luminosidad surrealista a través de ambientes inquietantes que transitan
entre lo tétrico y lo absurdo. Y eso que antes de esta dupla, la banda nos
regala un hermoso trío de clarinete, oboe y guitarra en ‘Solemn Music’,
haciendo que su chocante motivo central flote dulcemente en una aureola de
melancolía. Pero ‘Linguaphone’ emerge para arrebatarnos la serenidad y
arrojarnos hacia la confusión de un cosmos que va degenerándose en su propio
caso interno, mientras que ‘Upon Entering The Hotel Adlon’ se encarga de
sacudirnos de la confusión con una polenta agresiva y una intensidad neurótica.
El bajo destaca en la mezcla, los redobles de batería del maestro Cutler son de
otro mundo, y ni qué decir de los solos inescrutables de guitarra a cargo de
Frith..., además de los vientos, que a veces se aparean en una comunión solida
y otras veces disfrutan vivazmente de su mutuo divorcio exhibiendo quiebres
atonales inmensos. ‘Arcades’ prosigue por este sendero de tensión calculadamente
improvisada, pero esta vez lo hace con un esquema de trabajo mucho más calmo,
al modo de una triste mirada retrospectiva a la descomposición sistemática
precedente. ‘Deluge’, el tema de cierre, vuelve a los senderos jazz-progresivos
menos turbulentos de los dos primeros temas, aunque incluyendo una inquietante dinámica rítmica propia del
free-jazz: la pieza concluye con una deliciosa parodia de cabaret donde el
bajista, mientras toca unos acordes sincopados de piano, imposta su canto de una manera burlonamente ceremoniosa donde se mezclan la desidia y la sorna. En resumen, “Unrest” resulta una
inmensa joya musical destinada a instaurar un paradigma insoslayable del rock-in-opposition.
Tal como dijimos antes, “Western Culture” fue al álbum de HENRY COW
donde Lindsay Cooper más aportó como autora, pero tengamos en cuenta que esta
circunstancia feliz se dio en el contexto de una coyuntura más bien tensa y
desequilibrada en el seno del grupo. Resulta que la inseparable dupla de Frith
y Cutler estaba componiendo material cantado con la complicidad de Dagmar
Krause (vocalista que ingresó a las filas de HENRY COW cuando se inició una
breve asociación con SLAPP HAPPY en 1975, y se quedó en el grupo cuando dicha
asociación concluyó), mientras que Tim Hodgkinson y la misma Cooper estaban
creando ambiciosos conceptos musicales sin lugares explícitamente dispuestos
para la intervención vocal. Este dualismo finalmente se resolvió haciendo del
nuevo disco de HENRY COW un trabajo totalmente instrumental para culminar al
grupo en sí, pues Frith, Cutler y Krause tenían en mente fundar un nuevo grupo
para desarrollar sus nuevas ideas – a la postre, ART BEARS. ¿Qué tenemos, a fin
de cuentas, en “Western Culture”? Una nueva obra maestra del rock in opposition
conformada sucesivamente por los conceptos ‘History And Prospects’ (autoría de
Tim Hodgkinson) y ‘Day By Day’ (autoría de Lindsay Cooper con un mínimo aporte de Tim). Dada la ausencia de
John Greaves (quien salió de la banda para ingresar a las filas de NATIONAL
HEALTH), el rol de bajista está compartido entre Frith y Georgie Born. Bueno,
en verdad que la instrumentación desplegada en este disco es muy prolija, con
aportes foráneos al piano (la suiza Irène Schweizer), trombón y violín (ambos por la neerlandesa Annemarie Roelofs), y los mismos Frith y Cutler
añadiendo aportes a la trompeta y al saxo junto a los habituales vientistas
Cooper y Hodgkinson. También aparece brevemente Dagmar Krause aportabndo algo de su canto en un pasaje del lado B de este álbum. Este disco fue grabado a lo largo de dispersas sesiones realizadas en enero, julio y agosto de 1978, en los Sunrise Studios de la localidad suiza de Kirchberg. La ulterior publicación tuvo lugar a inicios de 1979 por vía del propio sello de la banda, llamado Broadcast.
‘Industry’ da inicio al concepto de ‘History And Prospects’ con un
nutrido juego de disonancias impetuosas marcadas por la guitarra, el teclado y
los vientos, originando así el esquema para una primera sección intensa dentro
de su estricta lógica iconoclasta. Un segundo cuerpo musical transita hacia
ambientes más contenidos donde la tensión precedente se transforma en espíritu
de expectativa revestido de gris. ‘The Decay Of Cities’ da un giro más sobrio
al asunto, aunque sin dejar de lado la expresividad rotunda propia del
concepto: en todo caso, se nota que el prólogo a dúo de las guitarras acústica
y hawaiana instaura una aureola reflexiva con el propósito de asentar las bases
para el coloridamente desafiante cuerpo central que habrá de emerger poco antes
de llegar a la barrera del tercer minuto. ‘On The Raft’ cierra este concepto
tripartito con una atmósfera lenta y ceremoniosa que se complace en perseverar
en el aura de nocturnidad inherente al motivo central: ciertamente, esta pieza
exuda tristeza y desasosiego, pero lo hace con un esquema de trabajo sumamente
estilizado, no exento del vigor expresivo elaborado más explícitamente en las
dos secciones anteriores.
‘Falling Away’ se encarga de abrir el concepto de ‘Day By Day’, y lo
hace con una exquisita fanfarria de metales y maderas a la que le sigue un
vitalista cuerpo central donde el sofisticado entramado melódico desarrolla
conexiones bien fluidas entre pasajes extrovertidos y otros más sutiles. El
ensamble se explaya liberalmente en el armado de delicados juegos armónicos y
texturas donde lo disonante impone su reino, especialmente en el clímax final.
‘Gretels Tale’ sigue a continuación para explorar sendas un poco más gráciles
dentro del exigente leitmotiv de la banda: los vientos se apoderan monumentalmente
del núcleo temático de la pieza hasta que una tremenda cadenza de piano (a
cargo de la invitada Irène
Schweizer) entra a tallar para perturbar momentáneamente la ingeniería
sónica dominante. Con la dupla de ‘Look Back’ y ‘½ The Sky’ (esta última
co-escrita con Hodgkinson), ‘Day By Day’ encuentra un final esplendoroso y
significativamente expansivo en recursos, es la muestra de HENRY COW latiendo
desde la maduración definitiva de su esencia más rotunda. ‘Look Back’ es una
breve pieza de maderas y violín cuyo tenor serenamente grisáceo sirve como
oportuno preludio a ‘½ The Sky’, tema que cierra el álbum empezando con el desarrollo
de atmósferas solemnes e inquietantemente densas, a medio camino entre el
réquiem y el solipsismo meditativo (al modo de ‘On The Raft’); luego, en los
momentos finales, vira hacia una coda extrovertidamente juguetona con un tenor
patentemente celebratorio.
En junio de este año, se anunció que las bandas HENRY COW, MUSIC FOR
FILMS, NEWS FROM BABEL y OH MOSCOW se reformarían para dar dos conciertos para
tocar composiciones de COOPER, uno en el Barbican Centre de Londres en el 21 de
noviembre, como parte del cartel del EFG London Jazz Festival, y el otro en el Lawrence
Batley Theatre de Huddersfield n el 22 de noviembre, como parte del Huddersfield
Contemporary Music Festival. ¡Y encima se pudo programar un concierto más!
Justo al día siguiente de este segundo concierto, toda esta troupé de grupos
tocó en la localidad italiana de Forli. Nos da mucha alegría saber que todavía había público dispuesto a celebrar el legado musical de esta dama de la vanguardia musical de las últimas décadas. Sobre todo, nos ha resultado un enorme placer revisar estos dos discos de HENRY COW,
lo cual está en abierto contraste con el motivo que nos llevó a hacerlo.
LINDSAY COOPER, maestra y figura señera del rock-in-opposition, descansa en paz,
¡el cielo entero es tuyo!
Muestras de estos dos discos de HENRY COW.-
Half Awake, Half Asleep: http://www.youtube.com/watch?v=_BMr5NP8mqs
Ruins + Solemn Music: http://www.youtube.com/watch?v=u2718-shmJY
Falling Away: http://www.youtube.com/watch?v=UhDve-qpQ8M
½ The Sky: http://www.youtube.com/watch?v=rakxVEwKTws
[Parte de esta retrospectiva está basada en el enlace de La Caja De
Música: http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/henrycow_unrest.html]
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